Razones
• Sin reglas ni valores
-Jorge Fernández Menéndez-
EXCÉLSIOR
Estamos hablando de sicarios que trabajan y matan por unos dos mil pesos mensuales, que son, para sus jefes, personas desechables.
La matanza de 72 inmigrantes centro y sudamericanos en San Fernando, Tamaulipas, por un grupo de sicarios de Los Zetas, es la mejor demostración del grado de deterioro y falta de humanidad que está caracterizando cada dÃa más a estos sicarios, surgidos de lo más oscuro de las pandillas que crecen en forma constante sobre todo en la frontera norte.
Es una muestra de deterioro moral, pero también de la decadencia de la organización criminal.
Los Zetas tienen control desde tiempo atrás de la ruta que trae a los indocumentados desde la frontera sur, sobre todo en Chiapas, hasta el DF, de aquà a San Luis PotosÃ: más desde allà tienen un control casi absoluto del tren que sale de esa ciudad hacia Nuevo Laredo.
Los hechos de violencia, las agresiones fÃsicas y sexuales, los robos, son la norma en ese peligrosÃsimo trayecto que los hombres y las mujeres que cruzan México para buscar un mejor destino en Estados Unidos suelen hacer trepados en los techos del tren.
Ni remotamente se ha hecho lo suficiente para preservarles a esos migrantes, en su enorme mayorÃa centro y sudamericanos, condiciones dignas siquiera similares a las que le exigimos para nuestros migrantes, por ejemplo, a Estados Unidos.
Por alguna razón que se termina ubicando una vez más en la corrupción, esa ruta no está bajo el control de las autoridades.
Y cuando éstas aparecen terminan estando coludidas con los delincuentes.
Y estamos hablando de miles de migrantes que realizan ese trayecto en forma cotidiana.
En este caso, los migrantes fueron engañados por los sicarios, que les exigÃan un mÃnimo de mil dólares por persona y, como evidentemente no tenÃan esa cantidad, entonces tendrÃan que pagar su “traslado” como sicarios, sirvientas, objetos sexuales, de sus captores.
Algo sucedió que, finalmente, decidieron matarlos a todos.
Un joven ecuatoriano quedó casi por milagro vivo y fue quien terminó dando aviso a las autoridades.
Luego de un largo enfrentamiento, los captores fueron abatidos.
La historia es terrible, pero es una demostración también de a qué nos estamos enfrentando en varios puntos del paÃs.
Aquella imagen estereotipada que algunos podÃan tener del narcotraficante que hicieron célebres los tÃpicos narcocorridos, con sus novias guapas, su AK 47 y su camioneta, con valores y reglas de juego, ya no existe o está en franco proceso de extinción.
Lo que tenemos ahora son jóvenes pandilleros, surgidos de lo más hondo de la sociedad, que matan, violan, secuestran por un puñado de pesos, que ni siquiera saben usar bien un arma, pero están atiborrados de droga y eso los vuelve más insensatos, temerarios y peligrosos.
Lo vimos en este caso terrible de San Fernando, pero lo pudimos observar también hace unos dÃas en los pandilleros que con armas largas acribillaron, sin saber siquiera quiénes eran, al personal de seguridad de FEMSA en Monterrey.
Por supuesto que para combatir estos fenómenos se debe trabajar en la educación, la salud, la polÃtica social, pero debemos asumir, como ha sucedido en otros paÃses en situaciones similares, que allà tenemos una generación perdida y ya no saldrá, salvo excepciones, de ese cÃrculo de degradación en el que ha caÃdo.
Y es una demostración también de por qué hay tantos muertos en ajustes de cuentas, por qué la violencia es tan irracional y, paradójicamente, por qué, pese a todo eso, estos grupos terminarán estando condenados a una degradación moral y organizativa irreversible.
Estamos hablando de sicarios que trabajan y matan por unos dos mil pesos mensuales, que son, para sus jefes, personas desechables sólo útiles para este tipo de crÃmenes y con el propósito de desestabilizar a una sociedad que no puede explicarse la magnitud de la violencia.
Ella no acabará en el corto plazo: no puede ocurrir eso cuando hay tanto sicario desechable del que echar mano.
Pero las organizaciones criminales tampoco pueden tener futuro basándose cada dÃa más en estos personajes, atemorizando, agrediendo, extorsionando y matando a la gente en forma indiscriminada.
En ese deterioro encontrarán su final.
Lavado de dinero
Según fuentes financieras muy confiables, las medidas adoptadas semanas atrás para controlar el lavado de dinero comienzan a tener efectos en los grupos criminales que no saben ya de qué manera canalizar sus recursos.
Además, si son aprobadas las medidas propuestas ayer por el presidente Felipe Calderón, entones la asfixia será mucho mayor.
Tronera
• El fracaso de la polÃtica enana
-Salvador Camarena-
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Cuando Fox quiso que los mexicanos en el extranjero se organizaran en un consejo, las distintas comunidades tuvieron que realizar elecciones.
Me tocó presenciar el intento por elegir representantes de la región de Nueva York, que en términos consulares agrupa también a Connecticut y Nueva Jersey.
Viejas grillas de los lÃderes de organizaciones mexicanas de esa zona convirtieron a la asamblea en una riña que casi terminó con sillas volando, como si estuviéramos en un palenque, y no en la aburrida parte Este de la calle 39 de la Gran Manzana, sede del consulado.
El titular del mismo habÃa quedado completamente rebasado.
Era la segunda vez que fallaba en público: un año antes, tras los ataques a las Torres Gemelas, el verdadero organizador de la ayuda a los mexicanos desaparecidos en el atentado de 2001 fue Joel Magallán, un ex jesuita con trabajo comunitario en la Asociación Tepeyac.
El novel diplomático Salvador Beltrán del RÃo, en cambio, quedó relegado.
Hoy ese ex cónsul es el Subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe.
De eso me acordé apenas trascendió que no eran “narcos†los muertos en San Fernando, Tamaulipas, sino migrantes brasileños, ecuatorianos, hondureños y salvadoreños.
De eso y de que otra prominente panista es titular del Instituto Nacional de Migración (INM): Cecilia Romero.
El perfil de ambos se resume en una palabra: cuota.
El presidente Calderón los puso ahà no por méritos, sino porque en algún lugar habÃa que acomodar a estos panistas.
Si uno es jefe puede disponer de las plazas como le venga en gana, pero tarde o temprano todos enfrentarán una situación que los pondrá a prueba.
Y más vale que en ese momento se demuestre que la decisión fue la acertada, si no, los costos puede ser dramático.
Cuando Calderón decidió que Arturo Sarukhán no serÃa canciller, también asumió en congruencia, hay que reconocerlo, que el suyo no serÃa un perfil internacional.
Sus asesores crearon una buena frase pero que ha resultado hueca: más México en el mundo.
Hoy, cualquiera que viaje fuera atestigua un novedoso y triste fenómeno.
Los extranjeros, que antes nos atosigaban con alabanzas por nuestra cultura, atractivos turÃsticos y calidez, hoy nos dan condolencias por lo que pasa en México.
Y cuando la secretaria de Relaciones Exteriores salió ayer a decir que América Latina está de luto por los 72 asesinatos, a uno le queda claro que la señora no ha entendido que no fue accidente, que los mataron connacionales, que de ninguna manera aceptarÃamos que Estados Unidos dijera, luego de que hace casi tres meses agentes de la patrulla fronteriza nos mataran a 2 ciudadanos mexicanos, en San Diego y Ciudad Juárez, que “México está de lutoâ€.
Es cierto, como dice el vocero Alejandro Poiré, hay que condenar a los criminales, a los autores de la matanza.
Pero también hay que revisar los factores que hicieron posible esta tragedia.
El INM, según su página, es una â€instancia de seguridad nacional†y tiene como misión, entre otras, coadyuvar en el combate a la trata y el tráfico de personas y GARANTIZAR EL RESPETO DE LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES (en mayúsculas en el original).
Hace 2 años, al INM de la señora Romero se le desaparecieron 33 cubanos.
Ahora puede poner que bajo su gestión nos explotó en la cara una matanza que sorprendió a todos menos a las ONG que por años anunciaron la bomba de tiempo.
Los reclamos externos tendrán que ser atendidos por Beltrán del RÃo.
Ojalá esta vez no se vea rebasado.
SerÃa un poco más costoso que las anteriores ocasiones.