Si no compras no existes
Interludio
Román Revueltas Retes
Pobres de nosotros. Vivimos acosados por el irresistible acicate del consumo.
Si no compramos no existimos. Y, justamente, esta condena lapidaria nos cae encima porque tenemos un irreparable déficit del ser.
O sea, que llevamos en el alma —o, en lo que nos queda de ella— un vacÃo que, a estas alturas, es imposible de colmar porque ya no tenemos ni certezas ni puntos de anclaje ni guaridas acogedoras donde refugiarnos ni hermanos que nos acompañen desinteresadamente en el camino.
La familia está en crisis; la Iglesia está en crisis; la escuela está en crisis; el Gobierno está en crisis. Las antiguas certezas se han desvanecido y aunque han aparecido nuevos sucedáneos de religión (la gente se reúne, por ejemplo, para abrir los chacras se su cuerpo y que entonces la “energÃa†del cosmos le penetre por la mollera y le salga por las patas; y, también, hay sanadores que, como tienen un grandÃsimo nivel de “conciencia†y que han estado en la India, pues te curan a distancia y te arreglan unas dolencias que, encima, son consecuencia inevitable de lo otro, del materialismo y del estrés de vivir en esta sociedad sojuzgada por los mercaderes y sus heraldos los publicistas), los agobiados individuos de las sociedades posmodernas rinden adoración al becerro de oro de las marcas, ya saben, la ropa de Hugo Boss y los bolsos de Louis Vuitton y esos relojes —los Rolex y los Breguet y los Breitling— que aparecen indefectiblemente en las contraportadas de los semanarios de la prensa mundial.
Pero no solamente nos tripula el mandato de comprar trapos y gadgets corrientes sino que ahora el lujo asoma también la cabeza por todos lados. Tu pensarÃas que ciertos objetos son destinados nada más a los individuos que los pueden comprar. Pues no. Ya los codician personas que son capaces de dejar de comer o de pagar la luz por salir a la calle vistiendo un modelito de Armani. Lo repito: pobres de nosotros.
La década del PRI; el regreso
ITINERARIO POLITICO
Ricardo Alemán
EXCELSIOR
Al arrancar el nuevo siglo, en el año 2000, todos pronosticaban el inicio del desmantelamiento del sistema polÃtico y el partido que en México mantuvo el poder por 70 años.
Sin embargo, y luego de una década, el PRI no sólo no murió, sino que está de vuelta, a las puertas del poder presidencial.
Esa realidad —la del potencial regreso del PRI—, será parte del debate polÃtico electoral durante todo el naciente 2011 y el ya cercano 2012, cuando los partidos de la derecha y la izquierda harán todo, incluso una posible alianza de antagónicos, por impedir lo que hoy parece una fatalidad; el fracaso cultural de azules y amarillos y el regreso del PRI, que podrÃa volver no sólo por sus renovadas cualidades, sino por los errores y la ineficacia de la derecha y la izquierda.
Por eso la pregunta: ¿Por qué podrÃa regresar el PRI?
La historia es breve, y está al alcance del que quiera hacer un esfuerzo memorioso. Resulta que en julio del año 2000, los mexicanos y el mundo conocieron la caÃda de una de las dictaduras partidistas más antiguas del continente; la del PRI en México.
Inesperada para muchos, la derrota electoral de PRI marcó no sólo la anhelada alternancia en el poder, y el arranque de la transición polÃtico electoral, sino el arribo al poder del PAN, partido que seis décadas antes habÃa nacido para combatir y derrocar al tricolor.
De manera increÃble —aunque tres años antes, en 1997, se dieron los primeros pasos de la caÃda del tricolor, con el triunfo del PRD en el DF y la pérdida de la mayorÃa priista en la Cámara de Diputados—, una abrumadora mayorÃa de ciudadanos le habÃa entregado un impensable bono democrático al candidato de la derecha, Vicente Fox, al que los electores suplicaron ese 2 de julio: “no nos falles, Vicenteâ€.
Pero muy pronto, Vicente Fox les falló a sus seguidores, y dio muestras de que el suyo serÃa un gobierno del montón. En el primer año dilapidó el llamado “bono democrático†y confirmó —lo que en su momento aquà dijimos hasta el cansancio—; que no le importaba ni la alternancia y menos la transición, porque mantuvo intocado el aparato en que se habÃa encaramado el PRI para mantenerse en el poder, y porque su premisa fue; “¡quÃtate tú, para ponerme yo!â€. Y gobernó igual o peor que cualquier presidente del PRI.
Fox no era un polÃtico panista de cantera. En realidad era un oportunista que le arrebató al PAN la candidatura presidencial gracias a su popularidad y al marketing que le construyeron. Acaso por eso su gobierno no fue identificado como de Acción Nacional.
Sin embargo, de 2006 a la fecha, y a pesar de que el segundo gobierno del PAN está en manos de un verdadero militante azul, Felipe Calderón, esa gestión también ha dejado mucho que desear, al grado que no pocos potenciales electores dicen preferir el regreso del PRI, que otro gobierno azul.
En realidad, pareciera que el éxito del PRI ha sido sólo resultado de la perseverancia; de la capacidad de esperar que azules y amarillos sigan exhibiendo su incapacidad en el ejercicio del gobierno y el poder y desalentando a los electores.
Y es que no sólo los azules han gobernado a partir de palos de ciego, sino que los partidos de la llamada izquierda —como lo documentamos ayer—, viven la peor crisis de toda su historia.
Una revisión elemental de la alternancia entre PRI, PAN y PRD en los gobiernos estatales, muestra que en una década, regresaron a manos del PRI gobiernos como los de Chihuahua, Zacatecas, Nayarit, Tlaxcala, Aguascalientes, Querétaro, Yucatán … y en 2011 podrÃan ser del PRI estados como Guerrero, Baja California Sur y Michoacán, hoy en manos del PRD.
Y en efecto, en el moribundo 2010, el PRI perdió Oaxaca, Puebla y Sinaloa, a manos de alianzas de PAN y PRD. Sin embargo, en rigor los gobernadores triunfantes son priistas militantes y confesos.
¿Por qué una mayorÃa de electores de todo el paÃs prefieren el regreso del PRI, por sobre gobiernos del PAN y el PRD?
La respuesta de diversas encuestas debÃa resultar vergonzosa para azules y amarillos; en realidad vergonzosa para todos.
Dicen los consultados que los gobiernos priistas siguen siendo igual de corruptos y transas, pero… “son más eficientes, dan mejores resultados y dejan trabajarâ€.
Peor aún, los encuestados dicen que los gobiernos del PAN y del PRD se roban todo lo que pueden, porque saben que no regresarán al poder, en tanto que los del PRI “no son tan avariciosos y salpicanâ€. ¿Será? Al tiempo.
México SA
-Migrantes, fácil cambio de discurso en México cuando la brújula no apunta hacia el norte
-Materia prima de la boyante industria del secuestro en el paÃs
Carlos Fernández-Vega
En materia de migración, todo indica que al gobierno mexicano se le hace muy fácil modificar diametralmente su actitud y su discurso cuando la brújula no apunta hacia el norte. A lo largo de los años, a Estados Unidos –asà sea en el plano retórico– le ha exigido†respeto a los derechos humanos y laborales de los emigrantes nacionales, que leS garantice seguridad y que se siente a negociar un tratado bilateral en este renglón. Sin embargo, cuando en la misma dinámica los reclamos provienen de las naciones centroamericanas, entonces tal gobierno actúa exactamente en sentido contrario y asume una actitud igual de deleznable a la que tanto reclama de las autoridades estadunidenses.
La misma agresión, explotación, persecución y violación de garantÃas de que son vÃctimas los mexicanos expulsados de su tierra en el dorado norte se da en México contra los migrantes centroamericanos, con el agravante de que éstos se han convertido en la materia prima de una impune cuan boyante industria: la del secuestro, por el crimen organizado que abierta- mente opera en el paÃs, en la que no poca es la participación y complicidad que tienen las propias autoridades migratorias nacionales. Y el gobierno mexicano siempre reclama, pero el tono depende de la orientación de la brújula. Si apunta hacia el norte, lo hace en tono pausado y sumiso; si apunta hacia el sur, entonces es grotesco y altanero.
Ya se escuchó el tono soberbio de la SecretarÃa de Relaciones Exteriores –otrora la más guapa del baile– en torno al más reciente atentado contra migrantes centroamericanos (en Oaxaca): ante la protesta del gobierno guatemalteco por el incremento de la violencia contra sus connacionales, la SRE altaneramente respondió que “las acusaciones unilaterales no contribuyen a generar el espÃritu de cooperación que requiere este enorme reto… para que la lucha contra el crimen organizado sea eficaz, es indispensable la cooperación de las autoridades de las naciones hermanas de Centroamérica, ya que dichas organizaciones operan en todos los paÃses de la región… El principio de corresponsabilidad debe orientar las acciones de todos los gobiernos de la región para hacer frente a este problemaâ€.
El gobierno chapÃn, como lo han hecho el salvadoreño y el hondureño, envió ayer una nota diplomática a México para protestar por “las constantes violaciones a los derechos humanos de los migrantes que transitan por territorio mexicanoâ€, al tiempo que exigió investigar y procesar a los responsables del secuestro de medio centenar de indocumentados, ocurrido el pasado 16 de diciembre en Chahuites, y de otros plagios en las cercanÃas de Arriaga, los cuales tuvieron lugar el dÃa 22, pero cuya cifra de vÃctimas no ha sido precisada (La Jornada).
Lo anterior fue suficiente para que la SRE reaccionara como se indica lÃneas arriba, sin resolver problema alguno y sin asumir que la vida de los migrantes mexicanos es tan valiosa como la de los centroamericanos o la de los provenientes de cualquier otra zona del planeta.
El gobierno mexicano no puede funcionar con dos caretas: exigir por un lado respeto para los connacionales que se ven obligados a abandonar su tierra y, paralelamente, mostrar indolencia ante la violación de los derechos humanos de otros indocumentados que en la mayorÃa de los casos están de tránsito en el paÃs, porque su mira es –al igual que los mexicanos– el dorado norte.
Con qué calidad moral reclama el gobierno mexicano a Estados Unidos por el trato que da a los connacionales, cuando en los hechos procede exactamente igual contra los centroamericanos (de hecho, la administración calderonista demostró fehacientemente lo que le interesa el tema, al solapar a Cecilia Romero, ex comisionada del Instituto Nacional de Migración, garantizándole impunidad total. ¿Esa es una muestra de la “corresponsabilidad†de que habla la Secre- tarÃa de Relaciones Exteriores?).
No es nuevo el delicado asunto de la industria del secuestro contra los migrantes centroamericanos. Tampoco la documentada participación en ella de algunas autoridades federales y estatales de México, y mucho menos el discurso de la SRE en torno al tema.
Tampoco es novedosa la industria que se ha desarrollado en torno al llamado (con exactitud) “tren de la muerteâ€, en el que se transportan los cientos de miles de migrantes centroamericanos. No lo es otra industria boyante: la de los policÃas que extorsionan a estos indocumentados, menos la relativa al pago de mordidas en las estaciones migratorias para que dejen escapar a cierto tipo de migrantes, ni lo son tantos y tantos otros negocios relacionados con la suerte de los expulsados de su tierra.
El problema, precisamente, es que transcurren los años, cambian las administraciones, aumentan los discursos, crece la corrupción, se incrementa el número de secuestros, se robustece la brutali- dad de las bandas delictivas, se perfecciona la extorsión policiaca, y nada resuelve el gobierno mexicano. ¿Qué esperaba entonces la SecretarÃa de Relaciones Exteriores de los gobiernos guatemalteco, hondureño o salvadoreño? ¿Agradecimiento, piropos, flores o, como era obvio, una protesta diplomática?
De hecho, hasta en las buenas acciones el gobierno mexicano se muestra extremadamente lento, porque, dicho sea de paso, el cura recientemente adoptado y protegido por Margarita Zavala, la esposa del inquilino de Los Pinos, ha sido amenazado y hostigado por las bandas de secuestradores desde hace mucho; incluso sobre el particular hay varios puntos de acuerdo en el Senado de la República para que las autoridades tomen cartas en el asunto. Pero nada. Las denuncias públicas de Alejandro Solalinde, el director del albergue Hermanos en el Camino, datan de muchos años atrás y nadie, absolutamente nadie, ha metido la mano, ni siquiera para lo más elemental: garantizar seguridad y protección al denunciante, ya no se diga a los migrantes centroamericanos agredidos.
Que por su pasividad y sumisión no le hagan caso en el norte en el tema migratorio, no justifica que el gobierno mexicano haga lo mismo con los migrantes centroamericanos.
Las rebanadas del pastel
En lugar de corregir, en Los Pinos hicieron berrinche por uno de los cables divulgado por Wikileaks y publicado en El PaÃs, que describe “la dramática situación en la frontera de México con Guatemala (…), territorio donde narcotraficantes y contrabandistas de armas pelean por sus respetos y las avionetas cargadas con cocaÃna aterrizan a plena luz del dÃa… mientras Estados Unidos tiene 30 mil agentes en la lÃnea fronteriza con México, sólo 125 policÃas mexicanos protegen los lÃmites con Guatemala… la policÃa mexicana es ineficaz o corrupta, y la población, abandonada secularmente por el Estado, ha decidido aceptar la protección de grupos criminales tan poderosos como Los Zetasâ€.
Opinión de
Pepe Grillo
Acuerdo por los migrantes
En 2010 más de 100 mil hondureños habrÃan sido plagiados aquÃ, dijo el vicecanciller Alden Rivera, en plática en la cancillerÃa.
Se acordó crear un grupo de alto nivel México-Honduras, para proteger a los que van de paso a EU.
Habrá campañas de información de riesgos, teléfonos para denunciar, atención en bancos para detectar pagos de rescates.
En los primeros dÃas del año funcionarios de ambos paÃses acordarán estrategias de
trabajo bilateral.
Deben empezar por resolver el caso de los secuestrados en Oaxaca, para tener puntos de partida.
Â
Centroamérica debe apoyar
La cancillerÃa mexicana habÃa respondido a la nota diplomática de Guatemala que pide “investigar y castigar a los secuestradoresâ€.
Dijo la SRE que “para combatir al crimen organizado debe haber cooperación, no
acusaciones unilateralesâ€.
Comprometió el apoyo de los paÃses centroamericanos, porque es enorme el reto que enfrentamos, señaló.
Después del acuerdo con Honduras todo apunta a que se firmen otros con paÃses afectados.
Aquà sÃ… ¿y allá?
The Washington Post destacó ayer en primera página “el extremo control para la venta de
armas en Méxicoâ€.
Señaló que tenemos una de las leyes más rigurosas para el control de armas en el mundo, lo que
nos enorgullece.
El corresponsal William Booth dice que las armas se venden en la Dirección de Comercialización de Armas y Municiones, en una “base militar seguraâ€.
¿Y allá por qué no hacen nada?
¿No que no pasa nada?
En 2010, en el DF fueron asesinadas 58 personas.
Al estilo del crimen organizado, fueron embolsados, encobijados, decapitados, les dieron tiro de gracia y portaban mensajes.
Octubre y noviembre con 25, fueron los meses más sangrientos.
Hace dos dÃas un decapitado tenÃa el mensaje: AhÃ
les dejo la cabeza de José MartÃnez. Atte, La
Mano con Ojos.
Otro, envuelto en una cobija a cuadros, tenÃa el mensaje: “Sigues tú Fortis, vale, perro… comadresâ€.
No que no hay Familia ni cárteles en el DF.
¿Son “sus†electores?
El 4 de julio, la euforia: ganamos tres estados
al PRI, dijo el PAN.
El PRD aplaudÃa las alianzas.
Pero unos descubrieron que los gobernadores son priistas, y que sus aliados no son amigos, sino
todo lo contrario:
Ocho alcaldes no podrán tomar posesión en Oaxaca, porque quienes votaron por ellos, no los dejan.
 ¿Justicia pronta y expedita?
Hace 10 dÃas un “ordeñador†hizo estallar un ducto de Pemex en Texmelucan, y mató a 29 personas.
Ofrecieron todo a los damnificados, les cumplieron a 13, y no hay un detenido.
¿Y los otros damnificados… y los “ordeñadores�
Un agasajo para llorar
Una buena y otra muy mala de los industriales
del pan.
El 2 de enero habrá una rosca de reyes de 720
metros en el Zócalo.
La mala, en febrero o marzo subirá el precio
del alimento.
Perro Mundo
David Gutiérrez Fuentes
El mejor alcalde del mundo y la ley del garrote
El mejor alcalde del mundo, es en realidad un individuo autoritario que sobre la base de una serie de obras y servicios públicos concesionados a la iniciativa privada, está cambiando sin ningún consenso y con nulos o muy dudosos estudios de impacto ambiental, la configuración de la megaciudad de México.
Un criterio elemental para darle a una metrópoli el rango de megaciudad, es el número de habitantes que viven en ella. Hay quienes consideran que la ocupación en áreas conurbadas (en nuestro caso colindamos con el Estado de México e Hidalgo) es otro factor contabilizable, aunque en este caso estarÃamos hablando de la mancha urbana.
En cualquier caso, es inevitable considerar que existe una tendencia mundial: habrá cada vez más habitantes viviendo en este tipo de asentamientos urbanos. La ciudad de México, junto con Tokio, NuevaYork y Los Ãngeles, es una megaciudad pero que guarda serias diferencias con respecto a las tres últimas urbes citadas porque en primer lugar se encuentra asentada en un paÃs subdesarrollado, y, en segundo, la gobiernan autoridades corruptas que ocupan puestos clave como resultado de un reparto abusivo de cuotas de poder, lo que propicia altos márgenes de ineficiencia. Un botón de muestra, que conviene tomarlo por el lado cómico porque de tragedia ya tenemos suficiente, nos lo dio ayer Rafael Cardona en su texto titulado “La región más incoherenteâ€. El columnista hace un repaso de los elevados Ãndices de contaminación que sufrimos los capitalinos por estas fechas y toma nota de las incoherentes recomendaciones de Carlos Reyna, secretario técnico de la Comisión Ambiental Metropolitana: “Lo que debemos evitar es que la población quede expuesta a respirar durante horas la contaminación por partÃculas suspendidas, ya que puede contraer enfermedades crónicas y hasta cáncerâ€
Gran parte de la descomposición y la ineficiencia con la que se conducen las autoridades capitalinas está vinculada al desarrollismo corrupto que es el modelo de crecimiento y generación de empleo por excelencia de una metrópoli que diariamente es degradada por una variopinta jaurÃa de coyotes vinculados en una red en la que están inmersos poderes centrales, delegacionales (sin que el bipartidismo se convierta en obstáculo) y empresariales. Estos últimos ostentan patentes de corzo que les permiten, a veces con la ayuda de la fuerza “públicaâ€, cambiar de manera ostentosa la configuración de la ciudad, lo que acarrea cambios y fracturas de carácter económico, social y cultural entre los habitantes capitalinos.
Pese al dinero público que gasta el gobierno central en imagen (y que previsiblemente aumentará en el 2011 y 2012), es obvio que las decisiones que se toman en materia de obra pública, siempre apelando al bien común, la generación de empleo (mal pagado y temporal) o medidas de carácter urgente, carecen de consulta hacia la población afectada o incluso beneficiada. Por ejemplo, estoy seguro que si se realizara una encuesta sobre el segundo piso de cuota entre los automovilistas que circulan por el periférico la medida serÃa de rechazo porque el proyecto es turbio, arbitrario, antiecológico e impopular, similar al de la supervÃa.
SerÃa irresponsable negar que una porción de los problemas por los que atraviesa la ciudad tiene origen en las regencias priÃstas que nos administraban y de las cuales Ebrard fue parte del inventario. Sin embargo en la actualidad el fenómeno se encuentra desbordado a pesar de que la configuración polÃtica del Distro Federal cambió, y el puesto que actualmente ocupa el jefe de gobierno, lo obtuvo gracias al voto capitalino, todavÃa duro y clientelar en algunos distritos con mayor rezago. Por cierto, y dicho sea de paso, en Iztapalapa ya opera el crimen organizado, gracias a la ineficiencia de un presidente rodeado por otro cÃrculo de ineptos que han transformado al paÃs, en concomitancia con poderes locales blanquiazules, tricolores y amarillos, en una nación asolada por la desesperanza, la violencia y la extrema polarización
Pero regresemos al tema, aunque en las lamentables entrevistas a modo o seudo foros de debate que promocionan al “mejor alcalde del mundoâ€, se hable de una minorÃa ruidosa que se opone a sus proyectos rentistas, es un hecho que muchas minorÃas asoman y hacen sentir su presencia en una capital en la que el autoritarismo sigue siendo la receta para solucionar los problemas originados por la falta de planeación y de consulta.
Este artÃculo se lo dedico a los vecinos de la colonia Narvarte, calificados ya por algunos periodistas como “minorÃaâ€. Ante su oposición por el paradero del metrobús en San Antonio y la defensa de su entorno, se las vieron con las fuerzas de choque de la que hecha mano nuestro gobierno de izquierda cada vez que los ciudadanos se interponen en su camino: descalificaciones, infiltración de esquiroles y el más deleznable de todos, uso de la fuerza pública contra los ciudadanos. Los seiscientos granaderos que mandó Ebrard para que las máquinas de sus contratistas no sufran retraso, son ganancia neta para sus limpiadores de imagen.
Francisco Suárez Dávila
Buen deseo: ¡Pemex liberado!
El Pemex que surge de la expropiación cardenista de 1938 es uno de los grandes proyectos mexicanos del siglo XX. La primera empresa estatal petrolera que logra administrar el recurso frente al deliberado boicot extranjero. Técnicos mexicanos desarrollaron en los 70 los grandes campos de Chiapas y Tabasco que nos situaron en los primeros lugares mundiales en producción y reservas. La gran capacidad de ejecución que entonces evidenció le permitió ser un motor del desarrollo nacional, impulsando polos regionales, puertos industriales y complejos petroquÃmicos. Nuevamente, en los 90, los técnicos mexicanos activaron el gran yacimiento de Cantarell.
Pero el Pemex del siglo XXI es más bien otra muestra del rezago nacional: Cantarell se sobreexplotó para dar recursos tributarios que se dilapidaron. Pemex, como caja del gobierno, ha servido más a la polÃtica fiscal que a la petrolera; se ha llegado al absurdo de que Pemex se endeuda para pagar impuestos. No se han hecho nuevas refinerÃas, después de interminables discusiones sobre dónde ubicar la nueva, la de Tula, no se ha construido. Importamos gasolinas, la petroquÃmica no es rentable, el Instituto del Petróleo se dedicó a organizar cursos de inglés, la corrupción es endémica en gobierno, sindicato, y empresa, pero ahora sin capacidad de ejecución. Los proveedores son mayoritariamente empresas extranjeras, la insuficiencia, envejecimiento, falta de mantenimiento de la infraestructura —como ductos— es un riesgo a la seguridad energética, ahora agravado por el narcoterrorismo. El pico de producción de 2004 de 3.8 millones de barriles diarios es ahora un millón menor.
La reciente seudorreforma logró algo difÃcil de imaginar: “amarrar” aún más a Pemex; su capacidad de actuar como empresa está limitada, ya no sólo por Hacienda, la interventora de su caja, sino por la SecretarÃa de la (Dis)Función Pública y la de EnergÃa, que por su historial inútil bien podrÃa desaparecer. “Arriba” de los órganos corporativos normales se ha creado una superestructura con nuevas comisiones reguladoras; “abajo”, una pléyade de comisiones por función y por sector. Pemex está a la vez sobrerregulado y deficientemente regulado. Como avance, se le liberaron algo de recursos fiscales; inclusive la inversión tiene trato presupuestal especial. En suma, el sector petrolero es institucionalmente uno de los más rezagados del mundo.
Se requiere un consenso nacional, como deseo de año nuevo, para liberar a Pemex, enviar buena parte de la malograda reforma al archivo histórico, hacer una reforma constitucional, redefinir la rectorÃa del Estado con un sentido moderno que dé las salvaguardas necesarias, configurar a Pemex como una empresa pública de clase mundial, siguiendo el ejemplo de la Empresa Estatal Noruega o Petrobras. Esta empresa debe pagar una Renta Petrolera Nacional y los impuestos empresariales normales, asà se le corrige su quebrado balance. Con ello, puede emitir acciones con participación privada minoritaria para financiarse.
La nueva empresa pública debe hacer alianzas estratégicas con empresas internacionales para perforar en aguas profundas o extraer gas o crudos pesados con nuevas tecnologÃas. Los contratos incentivados son un avance, pero puede ser conveniente autorizar “contratos riesgo”; debe permitirse inversión privada, preferentemente nacional, como lo ha hecho Brasil, en refinerÃas y distribución de gasolina y gas; los excedentes petroleros deben colocarse en un fondo de reserva con el doble propósito de compensar altibajos en el precio, y para fines de desarrollo nacional, incluso, nuevas fuentes de energÃa.
Se revertirÃa una causalidad perversa: no hay reforma fiscal porque Pemex genera los recursos, la llamada “enfermedad holandesa”. Si Hacienda pierde captación tributaria, lo que Pemex gana, no le queda más que hacer una reforma. Asà el mundo folklórico mexicano comienza a reordenarse. Hacienda recauda, Pemex tiene recursos para explorar y explotar las materias primas estratégicas, permite actividad privada nacional en las secundarias, se asocia con empresas punta de lanza para desarrollar tecnologÃas. Corporativamente, el Estado mexicano determina las lÃneas estratégicas, el director general dirige, el consejo aprueba polÃticas y supervisa. Todo ello requiere, como lo ha escrito atinadamente Adrián Lajous, una nueva arquitectura institucional, una previa y cuidadosa regulación secundaria, y una polÃtica de precios racional.
Para ello se requiere preparar a la opinión pública y al Congreso; lÃderes de izquierda y derecha entienden la necesidad del cambio. El paÃs no puede quedar atrapado en el siglo XX, en un pilar fundamental para su desarrollo.
Catedrático de la Universidad Iberoamericana
Lagrimitas y…
Guadalupe Loaeza
Cuando era niña, nada me gustaba más que comprarme, en el estanquillo de la esquina de RÃo Nazas, un peso de “lagrimitas”. Me encantaban estos pequeños dulces (me metÃa varios en la boca al mismo tiempo) de todos colores en forma de lágrima con sabor a anÃs. ¿No quieres una lagrimita?, le pregunté un dÃa a una amiga de mi mamá. De una forma muy hosca me dijo que no. Luego me contó mi madre que esa señora, que se veÃa siempre tan elegante y seria, no tenÃa lágrimas por tener el lagrimal obstruido. Quizá pensó que te estabas burlando de ella, me dijo doña Lola. ¿Ni cuando se acuerda de las cosas más tristes del mundo puede llorar?, le pregunté. Me contestó que no, que ése era su problema.
Ha de llorar para adentro y ha de tener el cuerpo lleno de lágrimas, pensé a mis 10 años. En otra ocasión que vino a comer a la casa le pregunté: ¿no quieres una alegrÃa?, a la vez que le ofrecÃa la mitad de mi “alegrÃa” de amaranto. Con una sonrisa en los labios, la aceptó de inmediato. Era la primera vez que la veÃa sonreÃr. Es mejor tener sonrisas que lagrimitas, le comenté con un tono de complicidad. Creo que entendió mi intención, porque de lo más inesperadamente me dio un beso.
¿A qué viene todo lo anterior? A todas las “lagrimitas” y “alegrÃas” que tuve a lo largo del 2010. Para mÃ, este año ha sido de los peores que recuerdo. Como bien dice nuestro compañero Sergio González RodrÃguez, el 2010, año del Bicentenario, fue el más violento que se haya vivido. Como millones de mexicanos, en ese lapso, padecà las montañas de malas noticias que se iban acumulando mes con mes. ¿Cómo olvidar la matanza de los 15 jóvenes que celebraban una fiesta en Ciudad Juárez en el mes de enero? ¿Cómo olvidar a los 72 migrantes asesinados, en el mes de agosto, en un rancho de Tamaulipas? ¿Y cómo no acordarse de los periodistas muertos?, estadÃstica que desde 2006 ya suma 65 asesinados. ¿Cómo no haber sentido rodar en el alma esas “lagrimitas” cuando la Comisión Nacional de los Derecho Humanos (CNDH) concluyó que la SecretarÃa de la Defensa Nacional (Sedena) habÃa alterado la escena en la que murieron los niños MartÃn y Brayan Almanza Salazar, de 9 y 5 años de edad, en un retén militar en Tamaulipas el pasado 3 de abril? Las mismas “lagrimitas” vertà cuando me enteré de que Tlacotalpan estaba totalmente cubierta por las inundaciones de Veracruz. También lloré cuando la Selección no llegó ni a cuartos de final, en el mundial. HabÃa momentos, en el 2010, en que tenÃa la impresión de que mis ojos se habÃan convertido en dos llavecitas, no de agua, sino de lágrimas; nada más me bastaba escuchar las declaraciones de Calderón respecto al crimen organizado para que se abrieran automáticamente y dejaran salir millones de metros cúbicos de lágrimas muy saladas. Tal vez, en el mes de septiembre, deje de llorar con las festividades del Bicentenario y Centenario, me decÃa constantemente. Qué equivocada estaba; nunca lloré tanto como el 15 y el 16 de septiembre. Esos dÃas, en lugar de estar de fiesta, estaba de luto, por eso el 15 fui a varios mercados, y recorrà todos sus pasillos, especialmente los de las piñatas y banderitas. QuerÃa fiesta, pero en las calles de la ciudad no sentÃa la menor manifestación. Una vez más odié las autoridades del gobierno federal por haberme impedido festejar esas fechas tan importantes. Odié el desfile, odié el Grito y más odié esa horrible escultura de aquel personaje que nadie supo de quién se trataba y que unos dÃas después apareció arrumbado. Para mÃ, esas fechas patrias, precisamente, las del Bicentenario, han sido las más tristes de toda mi vida.
Desafortunadamente las lágrimas se intensificaron y rodaron y rodaron, ahora sÃ, por todo mi cuerpo y alma, a fines del 2010, con la muerte de Carlos Monsiváis y Germán Dehesa. Ah, cómo los lloré y cómo los extraño. Por momentos me sentÃa su viuda, su hermana y hasta su madre. Los lloré tanto que hasta deseé que se me obstruyeran los lagrimales, como a la amiga de mi madre, para ya no tener lágrimas.
Afortunadamente la vida tiene muchos claroscuros y muchas compensaciones y, en el 2010, también tuve mis “alegrÃas”, que me supieron a un delicioso amaranto. Ah, qué alegrÃa y qué orgullo me proporcionaron las festividades de los 100 años de la UNAM. Qué alegrÃa me daba escuchar los discursos llenos de sabidurÃa del rector José Narro. Unas semanas después de estas fiestas, tan bien organizadas, me enteraba de los ganadores del Premio Nacional de Ciencias y Artes. Qué alegrÃa sentà con los reconocimientos a Gonzalo Celorio, Ignacio Solares y a mi amigo Gerardo Gamba; tres maravillosos caballeros. Qué alegre y orgullosa estaba cuando me enteré de que Miss México era coronada como Miss Universo. Más de tres dÃas estuve loca de contenta con el premio a Mario Vargas Llosa como Nobel de Literatura. Me sentÃa tan alegre que era como si me lo hubieran dado a mà por mis 25 años de Las Niñas Bien… Por último, no puedo dejar de mencionar lo que para mà fue la alegrÃa más importante que tuve en el 2010, el nombramiento que tuvo Marcelo Ebrard como el ¡Mejor Alcalde del Muuuuuuuuuuuuuuundo!
No quiero ser pesimista, pero temo que en el 2011 habrá para los mexicanos más “lagrimitas” que “alegrÃas…”. A pesar de ello, les deseo a mis queridos lectores, un feliz y un próspero Año Nuevo… ¡¡¡virtual!!!