Razones
• La ruta de la alianza

-Jorge Fernández Menéndez-
EXCÉLSIOR

 No nos une el amor, sino el espanto. J. L. Borges

Ganó Ángel Heladio Aguirre las elecciones en Guerrero. Una vez más un ex priista de corte más que tradicional encabeza una coalición entre perredistas (y sus aliados) y el PAN.

Y terminada la elección queda un sabor de boca extraño: ¿tiene sentido una coalición contra el PRI, encabezada por restos del PRI?
Para sus impulsores parece que sí y ahora se aprestan a repetir la receta tal vez en Baja California Sur la próxima semana y si pueden en el Estado de México en julio.

En este sentido, la receta parece sencilla: sólo se necesita alguien de cierto peso (sus cualidades políticas e ideológicas, incluso su historia, importan poco), dispuesto a romper con su partido si no fue elegido candidato y en torno suyo desplegar la coalición, aunque en Guerrero fuera una paradójicamente oficialista, ya que el gobierno lo tenía desde hace seis años el PRD, que prefirió esta opción en lugar de algún militante suyo para, dicen, no profundizar las divisiones internas y aumentar las del PRI.
Y a eso se sumó Acción Nacional con la lógica, en esta ocasión, de no otorgarle a los priistas un primer triunfo electoral en el año.
Desde el punto de vista electoral hay lógica: se hizo en Oaxaca, donde la alianza tenía un sentido completamente distinto, por la composición y por quien la encabezaba; se repitió en Puebla, donde se daban de forma atenuada los mismos componentes oaxaqueños; y siguió en Sinaloa, con sus formas actuales: enfrentando claramente al PRI con el PRI.
En los cuatro estados hubo éxito y pudo tenerlo en Veracruz si las fobias personales no hubieran impedido a Dante Delgado apoyar a Miguel Ángel Yunes, y estuvo a punto de hacerlo en Durango.
El problema es encontrar nombres idóneos porque, ubicándolos, hemos visto que lo demás importa poco.
Esa es la dificultad para el Estado de México y para la Presidencia de la República en 2012.
Si tienen éxito, se dará un fenómeno muy extraño: resultará  más importante para alcanzar la candidatura ser un aspirante “ciudadano”, aunque ello quiera decir que se militó toda la vida en un partido para renunciar a él en el momento de la designación, que tener una militancia constante o un buen desempeño público en cualquiera de los partidos postulantes.
Y la tentación para 2012 crece después del experimento de Guerrero porque, si se pudo procesar con Aguirre, que era el menos idóneo para una coalición PAN-PRD, obviamente, se dicen los impulsores, el modelo se podría diseñar con casi cualquiera que diera ese perfil.
La pregunta sigue siendo ¿después qué?
Después nada, dirán los impulsores de la alianza.
Se habrá evitado que el poder caiga en manos del PRI, que podría volver a mantenerlo durante varios años; no habrá mayorías legislativas como no las hay ahora, pero los partidos coaligados podrán ocupar mayores posiciones legislativas y de gobierno.
¿Que las coaliciones no garantizan ninguna agenda legislativa de cambio?
Pues dependerá del candidato y de las circunstancias, en realidad, nos dicen, tampoco existen ahora esas condiciones y no le podemos regalar al PRI la posibilidad de gobernar y hacerlo con una mayoría absoluta que le permita determinar, solo, esa agenda.
Desde el más puro pragmatismo, tienen razón y, si se encontrara a candidatos que pudieran representar algo más que un nombre en una boleta electoral sería mejor.
Me preocupa, sin embargo, la falta de principios y congruencias que destilan la enorme mayoría de estos acuerdos.
No suele haber un programa (lo hay en Oaxaca, en menor grado en Puebla y nada más), tampoco, dirigencias partidarias fuertes, los gabinetes se suelen armar con amigos del nuevo gobernador, las alianzas no garantizan, ni en el ámbito local ni mucho menos en el federal, una propuesta legislativa común y se corre el riesgo de que todo quede igual, pero con mayor polarización política.
Nos dirán que, en la medida en que se repitan estos experimentos y crezca la confianza, también los acuerdos podrán trascender hacia un programa de gobierno y una agenda legislativa.
Tal vez, Puede ser, pero, por lo pronto, independientemente del resultado, lo ocurrido en Guerrero no deja buen sabor de boca: demasiado pragmatismo puede llegar a convertirse en una forma de cinismo.
En el corto plazo, la victoria en Guerrero se debe leer como un indudable triunfo de Ebrard y una derrota de López Obrador, y una victoria del calderonismo en el ámbito del PAN, porque a esta altura nadie puede conservar dudas de que las alianzas son una estrategia en la que el presidente Calderón está plenamente de acuerdo.
Y la inmovilidad interna para 2012 en su equipo quizá nos pueda hacer pensar que lo es también para la elección presidencial.
Una alianza Calderón-Ebrard, ¿quién lo hubiera dicho a principios del sexenio?
_________________________________
En línea
• Paliza al priista Añorve en proceso de bajezas
-Félix Fuentes-

 

El temor a choques violentos, intimidaciones e incluso imputaciones falsas de narcotráfico constituyeron el coctel electoral de Guerrero, lo cual puede repetirse en el proceso del Estado de México y en la próxima sucesión presidencial.

De antemano, se sabía que el priista Manuel Añorve sería derrotado, porque no fue el mejor prospecto del partido tricolor y se dejó atrapar por el síndrome de Napoleón.

Sin embargo, no se esperaba la paliza monumental que recibió, de 14 puntos porcentuales.

Volvieron a unirse los partidos “de izquierda”, esta vez para apoyar al todavía senador del PRI, Ángel Aguirre.

Y el PAN, cuya presencia es prácticamente nula en la entidad guerrerense, obligó a su candidato, Marco Parra, a declinar a favor del ahora perredista.

Parra tenía menos de 7% en las preferencias del estado, pero afirmó que lucharía por sí mismo sin importar los resultados finales.

La orden de declinar debió ser dada por el líder panista, Gustavo Madero.

Sin embargo, la decisión fue tomada en Los Pinos.

Marco Parra cruzó el círculo donde destacaba el emblema del PRD y mostró la boleta a los periodistas, en un desplante de desprecio a su partido.

No obstante, la dirigencia de Acción Nacional continuará su nueva práctica de pactar coaliciones, así tenga que hacerlas con sus otrora acérrimos rivales, los perredistas.

A su vez, los partidos “de izquierda” se dejan querer por el panismo y festejaron ruidosamente la decisión del PAN, de entregarles sus escasos votos guerrerenses, puesto que tampoco ellos tienen candidatos para ganar por sí mismos.

Ángel Aguirre saltó de gusto con la noticia de la declinación a su favor y, eufórico, permitió que en el lado izquierdo del pecho le fuese colocado el logotipo del PAN.

Algunos panistas guerrerenses, no muchos, renunciaron a su militancia porque —dijeron— sus líderes han tornado a la política en un muladar.
En el proceso de la entidad sureña, se vistió de héroe Marcelo Ebrard, quien apoyó ampliamente a Ángel Aguirre; empleó como operador político a Manuel Camacho Solís, quien fue su jefe cuando eran priístas.

Ambos elevaron los brazos con el líder del partido amarillo, Jesús Ortega.

Andrés Manuel López Obrador no dio la cara en Guerrero, por el supuesto de que está en desacuerdo con las alianzas de la izquierda con el PAN, pero las deja correr por debajo del agua.

De entre las maniobras detestables, destacó la filtración a un periódico matutino, de que Manuel Añorve había recibido 15 millones de dólares del narcotráfico para su campaña, según el dicho de un “testigo protegido”.

El priista viajó de Acapulco al DF y se presentó en la Procuraduría General de la República para ser informado de la acusación, o se procediera a investigarlo.

En esa dependencia, se le dijo al priista que no se tiene ninguna acusación en su contra, ni nadie lo ha denunciado de tratos con el narcotráfico.

Sin embargo, el golpe mediático ya estaba dado, y el periódico que publicó la “noticia” culpó a la PGR de no sostener la versión del “testigo protegido”.

Infamias de esa calaña se esperan en adelante.

Nadie está exento de ser acusado de tratos con la delincuencia porque lo dice algún individuo de identidad desconocida y dispuesto a declarar falsedades contra inocentes.

Añorve recibió doble golpe debido a la derrota en sí y porque al final lo dejó solo la dirigencia priista.

Sólo lo acompañó el senador Manlio Fabio Beltrones hasta los momentos en que fue evidente la derrota.

En ese nivel de cambio de partidos y traiciones ha caído la política, y así se explica por qué el rumbo del país está perdido.

Se acabó la ideología y cada quien trabaja para su santo.
_________________________________
La Historia en Breve
• Se acabó el bono Peña Nieto-Moreira
 -Ciro Gómez Leyva-

 
La derrota en Guerrero fue tan categórica que ha vuelto ingenua la percepción de que el PRI tiene en la bolsa el regreso a Los Pinos.
La suma de triunfos y encuestas creó esa suerte de destino manifiesto para Enrique Peña Nieto y su partido.
La creencia se cuarteó en las elecciones de julio y rajó el domingo con la caída de Manuel Añorve.
Ni la gente espera con una vela encendida el regreso del PRI, ni “las estructuras” son tan fuertes como presumen los tricolores ni los priistas son tan leales ni “los operadores” hacen milagros.
Y los adversarios están pintados de guerra y excitados.
La alianza PAN-PRD, o PRD-PAN, les ha ganado cuatro al hilo y, con un poco más de cohesión y decisión, pudo haberles arrebatado Durango e Hidalgo, que aún está en litigio.
Por no hablar de Veracruz, de haber ido juntos.
Se me acusó de desquiciado al proponer hace cuatro semanas que una exitosa alianza amarillo-azul podría aplastar al PRI mexiquense de Peña Nieto por unos 15 puntos.
Ese fue el margen en Guerrero, donde el PAN no pinta.
Si el PAN fue con alguien como Ángel Aguirre podrá ir con alguien como Alejandro Encinas.
Si el PAN va con Encinas, el López obradorismo tendrá problemas para no ir.
Si todos van juntos y motivados y hacen una buena campaña, pueden ganar por 15 puntos.
Y si no van juntos, ¿quién afirma hoy que no pueden ganar?
“En Guerrero nos va a ir muy bien”, dijo el sábado el presidente de facto del PRI, Humberto Moreira, quien así perdió el invicto antes de debutar.
El Estado de México no será Guerrero, se apresuró a discernir ayer con un toque de aflicción Peña Nieto.
Qué distintos se escuchan.
Se les acabó el bono del éxito predestinado.
Hay juego nuevo.

Campos Elíseos
• Alianzas: ¿Entre Stalin/Roosevelt y Ebrard/Calderón?
-Katia D´ Artigues-

 

¡¡Es contra natura!!

¿Cómo se pueden aliar con el enemigo, quien no los reconoció?

¿Qué tipo de moral pueden esgrimir estas alianzas de todos-unidos-contra-el-PRI? Aun si ganan, ¿de qué manera van a gobernar?

Grosso modo, esas son las críticas que recibe la Gran Alianza que algunos grupos impulsan con el único objetivo de evitar que el PRI regrese a Los Pinos en 2012.

Hoy quiero hacer una provocadora metáfora histórica.

De antemano acepto eso: que es provocadora.

¿Incluso exagerada?

Mmm, quién sabe, aunque ahorita podría pensarse que sí.

Lo digo porque esto apenas comienza y cómo va la visceralidad y violencia de las campañas, todo puede pasar; también por el discurso soterrado de la-democracia-nos-estorba, nosotros sí sabemos cómo hacerlo de los priistas.

Y para eso queremos absolutas mayorías.

Antes, coincidamos en algo.
La política —en todo el mundo— hace extraños amantes; o al menos compañeros de cama.

En México y en el mundo.

Pocas cosas unen más que un enemigo en común.

Y siempre es una guerra, con la única diferencia, según decía Winston Churchill, que en la guerra se muere una vez y en política, varias veces…

Pensemos en la Segunda Guerra Mundial.

Era 1943, y una fotografía dio la vuelta al mundo y provocó las mismas airadas reacciones que hoy, toda proporción guardada, escuchamos en México: Franklin Roosevelt, Winston Churchill y Josef Stalin, juntos en Teherán, llegaron a un acuerdo para combatir a Adolf Hitler y lo que significaba.

Y sí, lo llamaron algo contra-natura en su momento.

¿Cómo se juntaban la izquierda con la derecha y más, después de todo lo que uno había dicho del otro?

Esta alianza contra un enemigo en común, los nazis, se hizo con cálculos pensados y claro, tras tragar varios sapos.

Lo vieron como la única oportunidad de sobrevivir: tan seguros estaban de que si los nazis triunfaban, ellos quedarían destrozados, los tres.

En lo inmediato, también Gran Bretaña sabía que sin el frente ruso, ellos podrían ser invadidos con mayor facilidad…

Había que tomar en cuenta una alianza antes hecha pero rota: los socialistas soviéticos ya habían hecho una con los alemanes, pero… los nazis invadieron Rusia.

Querían todo para ellos, tan seguros se sentían de su inminente triunfo en el mundo.

¿Como la alianza rota con el PAN?

La gran alianza ruso-anglo-estadounidense fue hecha, además, en un momento en que la maquinaria nazi parecía insuperable.

Hitler le prometió a los alemanes un Reich de mil años.

¿Será que los priistas quieren sumar a los setenta acumulados, novecientos treinta más?

La caída nazi permitió la emergencia de dos potencias que dominaron el mundo por muchos años… claro, eso en democracia no existe.

A menos de que quieran, algo altamente improbable, borrar al PRI de la faz de México.

Revisión actual a Gonzalo N. Santos:

“En política, la moral es un árbol que da Moreiras (y muchos)”.

Hoy recuerdo a Ruth Nahomi Madrid Pacheco, quien no debió morir en la Guardería ABC.

AMLO y MORENA.

¿A qué lo remite de inmediato la palabra “morena”?

Quizás a la Virgen de Guadalupe, la “Morena” del Tepeyac.

Pues a esa referencia apuesta la MORENA de AMLO, es decir, el Movimiento por la Regeneración Nacional.
En Youtube ya suena su himno—letra y música de Byron Barranco.

Un par de estrofas:

“Raza de bronce, de piel morena / Pueblo de México en general / Vamos unidos a la faena / por la regeneración total / el pueblo puede salvar al pueblo. Tengamos fe… …

Morena imagen. Guadalupana morena.

Madre de la Nación, protege la lucha mexicana, cuida las urnas en la elección”.

Ay, qué el laico movimiento.

A eso, súmele los conceptos de “espiritualidad” dichos por el mismo AMLO, expresados en agosto pasado en el Zócalo.

ELLA LO DIJO:

—Postulan a un priista y se alían con la derecha, en el estado con mayor militancia verdaderamente de izquierda.

Lo único que demuestran es una ambición pura: la desaparecida Beatriz Paredes antes de la elección de Guerrero.
_________________________________
Desde cabina
• El PRI vence al PRI
– Antonio Navalón-
 

Guerrero tuvo que ser para que, como en la canción de Agustín Lara, nos acordáramos de Acapulco, pero no porque María Bonita, María del Alma, nos fuera a endulzar la vida, sino porque se marcó el punto y aparte del sistema democrático.

Aguirre gobernador: la elección de Guerrero —que se desarrolló en medio de fuertes dispositivos de seguridad, pero con un saldo blanco— ha dado grandes lecciones.

En primer lugar, el PRI debe saber que la desesperanza y la crisis general de la sociedad mexicana han provocado que las movilizaciones de la gente para votar hagan insuficiente su aparato electoral constante; segundo, las figuras del PRI, tantas y tan variadas, de tan distinto pelaje, intereses y color, deben saber que los comicios actuales ya no se ganan a golpe de talón, presupuesto, gobierno e interés, sino que está pasando algo más importante que es que la gente vive sometida a una doble presión: la de las armas y la desesperanza.

Como lección, el PAN debe estar muy preocupado, porque no es lo mismo impedir que vuelva el PRI a ir cediendo posiciones de poder, porque la verdad es que es mejor ni preguntar quiénes son sus candidatos, porque no sólo se declinan y tienen un peso más bien pequeño en la elección de unos y de otros, sino que de esa cantera no sale nadie que pueda ganar una gubernatura.

Por su parte, Marcelo Ebrard debe estar teóricamente contento, es uno de los ganadores del momento, pero ¿qué ganó?

¿Una entidad que es fundamental pero que debe ser complementada con otras como Michoacán o Nayarit?

La victoria, ¿para qué va a servir o qué va a dejar en relación con López Obrador?

Dos priistas, los dos adscritos a la misma familia, han servido como la gran prueba de fuego de que todo aquel que tiene un presupuesto para invertir en una elección, sea el gobierno de la ciudad de México —o el partido y los gobernadores colindantes en el caso de Añorve—, se ha dedicado a invertir y a tratar de luchar por su candidato.

Los dos priistas representarán con grandes avales del pasado lo que se puede hacer en el futuro.

Para ganar Guerrero, además del fracaso habitual de las estructuras políticas, del mapacheo, se ha hecho uso de jugosos contratos para la telecracia; se ha puesto en evidencia que hay otros jugadores y que la piel, la sangre, el hábito y el alma del país son diferentes.

Antes, las elecciones se basaban en una ilusión —aun loca o fugaz—, ahora se basan en impedir que alguien gane y en canalizar el desconcierto, la imposibilidad o, como en parte en esta elección, en utilizar los cinturones de la desesperanza.

Los comicios en Guerrero son una gran lección porque, a estas alturas, Tierra de Fuego ya no es territorio de Figueroa ni de nadie, perdón, de nadie que no tenga un cuerno de chivo.

Porque además el perfil sociológico de una ciudad como Acapulco, salvo de los que van a pasar las vacaciones, también ha cambiado.

Esta elección es el inicio de las campañas a sangre y fuego, de las campañas basadas en los cinturones de la decepción y en asesinatos que nunca se investigan y que nadie sabe explicar por qué.

Los nuevos aparatos llevan cuernos de chivo y representan la quintaesencia de lo que antes era la economía marginal, que en el caso mexicano siempre fue cardinal, bien porque la gente brincara al otro lado o porque se trabajaba en una economía que no se registraba. Ahora, la economía, además, usa balas restringidas al Ejército Mexicano, y su negocio son las debilidades y los vicios de las sociedades desarrolladas.

Estas son elecciones de sangre y fuego.

No importa quién se siente en el palacio de gobierno de Guerrero, los gobernantes, como los dueños y los jugadores, están más allá de los partidos, aunque estos no se den cuenta o no lo quieran saber.
_________________________________
Clase Política
• Reforma sin precedente
-Miguel Ángel Rivera-

 
Una reforma sin precedente prepara el Congreso de Tabasco: retirar al gobierno federal, en concreto a la Secretaría de Hacienda, la facultad de determinar las tarifas por consumo de electricidad.

Es difícil que prospere la propuesta, menos a cortó plazo, pero implica un importante giro en la vida política nacional, pues los congresos estatales asumen una facultad hasta ahora casi no aprovechada: promover leyes de aplicación para todo el país.
Al anunciar la iniciativa, Lorena Beauregard, diputada tabasqueña del PRI, dijo que se espera que se sumen los congresos de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La cosecha
Un asunto de primera importancia, la demanda de un grupo de intelectuales y abogados de que se declare anticonstitucional la reforma electoral de 2007 en lo referente a la prohibición para que particulares puedan hacer propaganda en favor de algún candidato por medios de comunicación electrónicos se quedó varada en la Suprema Corte de Justicia, pues cinco ministros se pronunciaron en contra y otros tantos a favor…
Ello se debe a que el máximo tribunal está incompleto porque no se ha nombrado al sustituto del ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, lo que motivó que el presidente de la Corte, Juan Silva Meza, formulara un nuevo llamado a los poderes Ejecutivo y Legislativo para que propongan y nombren lo más pronto posible al juez faltante…
El PRI debe aprender de sus fracasos y tomar como lección lo ocurrido en Guerrero, dijo el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, al señalar que lo más importante será a toda costa evitar la fractura y la división, porque irónicamente las últimas derrotas del partido han sido frente a priistas abanderados por otros partidos…
Frente el triunfo de Ángel Aguirre en Guerrero, también se recordó un análisis previo al proceso electoral del ahora presidente electo del tricolor, Humberto Moreira, en el sentido de que en ese estado no existía el PRI…
El nuevo gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, cumplirá su promesa de campaña de eliminar la tenencia a partir de hoy, primero de febrero, anunció el secretario de Administración y Finanzas, Armando Villarreal Ibarra…
El aspecto clave para combatir a la delincuencia organizada es acabar con la protección oficial proporcionada desde los tres órdenes de gobierno, señaló el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, al comparecer ante comisiones de la Comisión Permanente…
En cambio, de último minuto se canceló la comparecencia del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora.
En una misiva, el subsecretario de Enlace Legislativo, Julián Hernández Sandoval, aseguró que Blake no podía asistir por compromisos contraídos con anterioridad.
La carta no tiene sello de recibido de ninguna autoridad de la Comisión Permanente, ni siquiera de la Oficialía de Partes…
_________________________________
Astillero
• Perversión 2012
• PRI, peligro para FC
• Guerrero envenenado
• El góber elboso
-Julio Hernández López-

 
Deslumbradas y envalentonadas por el triunfo del dinosaurismo light al que se prestaron, ciertas franjas directivas de los partidos asociados en Guerrero (PRD, PT, Convergencia y PAN) han convalidado la instalación de una nueva historia de polarización y exclusión a título de peligros para México definidos a personalísimo título por el comandante Calderón.

En 2006, la guerra política y social fue contra el puntero en las encuestas, el que parecía inalcanzable e invencible, Andrés Manuel López Obrador, a quien se le aplicó una suerte de fraude electoral patriótico; hoy, la misma lógica de exterminio político se trata de practicar con el enemigo designado, Enrique Peña Nieto y el PRI, a quienes el felipismo está decidido a descarrilar haiga de ser como haiga de ser.
Obsesionados con tumbar de la delantera al copete salino, los dirigentes formales de las organizaciones de izquierda y del partido presuntamente en el poder han aceptado que el bélico Calderón diluya y prostituya plataformas ideológicas partidistas (las alianzas que a fin de cuentas constituyen una regresión política peligrosa), doblegue y sustituya instancias de mando y participación (el caso del candidato panista en Guerrero y el silencio de Gustavo Madero), utilice procesos judiciales precarios o infundados para desacreditar a opositores en vísperas electorales (las acusaciones contra Añorve por supuestos nexos con narcotraficantes) y maneje descaradamente recursos y resortes de las administraciones federal y, en este caso, la aliada estatal, para ayudar al candidato favorito y dañar al contrario.
En el caso del PRD, el PT y Convergencia, no solamente han aceptado una marrullera alianza de facto que a última hora unió sus destinos a los del PAN en Guerrero, sino que, al guardar silencio respecto a las nuevas andanzas felipenses en materia de adulteración electoral, quedan sin autoridad moral suficiente para denunciar hechuras similares cuando a ellos les afecten.
Ebrard, Ortega, Camacho y otros dirigentes de estructuras electorales de izquierda han dado el banderazo de salida al bandolerismo electoral pinolero correspondiente a 2012, creyendo que esos efectos nocivos solamente alcanzarán al priista copeteado.
Ironías de la circunstancia: hoy, la defensa de una expectativa electoral medianamente aceptable para la izquierda en 2012 pasa por la denuncia y combate de los excesos del calderonismo gobernante contra una opción naturalmente repudiable para esa izquierda, la del PRI salinizado y gaviotón.
En realidad, los grupos que condujeron el arribo del PRI bis, el de Ángel Aguirre, a la victoria en Guerrero, ni siquiera parecieran haber necesitado el apoyo numérico del PAN, arrimado a última hora por Calderón al banquete chucho-marcelista.
Siendo fuerte el respaldo cívico a la propuesta de Aguirre, la mencionada izquierda debería hoy apoyar las denuncias del PRI contra Calderón, no para anular el proceso de Guerrero, que políticamente ha quedado ya asentado, sino para frenar el proceso felipista de envenenamiento y perversión electoral rumbo a 2012.
Cierto es que el PRI se ve tragicómico denunciando suciedad electoral cuando históricamente ha sido su especialidad (en todo caso, que denuncien violación a los derechos de autor), y que en Guerrero lo que se vivió fue una competencia de mapaches, pero la izquierda podría darle viabilidad a su futuro, y desmarcarse aunque sea levemente del fierro calderonista si es capaz de reivindicar la legalidad y repudiar las prácticas fraudulentas de Los Pinos.
A menos que el compromiso con el felipismo sea mucho, y que los trazos del futuro sean compartidos.
Es decir, a menos que los pactos secretos del presente estén contemplando desenlaces compartidos en 2012, con candidaturas ciudadanas por consenso o con una confluencia de PAN y PRD en torno al héroe de la batalla envenenada de Guerrero, el mariscal Ebrard.
Astillas
En el elenco de horrores de la política mexicana sobresalió en los años recientes un personaje turbio al que por ironía se le acabó conociendo como el góber precioso.
Producto decantado del priismo más tradicional, demagogo y marrullero, corrupto y corruptor, Mario Marín ha cumplido íntegro su periodo de gobierno, a pesar de que parecía tumbarlo del poder uno de los muchos asuntos oscuros e injustos que produjo, el del hostigamiento a la periodista Lydia Cacho por órdenes de un empresario pederasta que era socio y cómplice del político poblano que en sus sueños de grandeza creyó posible aspirar a la Presidencia de la República, a título de ser un nuevo Benito Juárez y que ahora, al final de su administración, se conforma con la impunidad garantizada e incluso la esperanza de ser postulado en 2012 como candidato a diputado federal.
Al relevo del deplorable mandatario poblano llega Rafael Moreno Valle, un priista que por táctica pasó años atrás al PAN y que se alinea con el grupo multipardista de la verdadera ganadora de la contienda del año pasado, la profesora Gordillo, su madrina política.
Tal como ha sucedido en las demás entidades ganadas por alianzas del PAN y el PRD, con agregados de PT y Convergencia en algunos casos, la asignación de cargos, es decir, el reparto del poder cupular, ha beneficiado a grupos disidentes de quienes en su momento ejercían el poder, priistas no reciclados, panistas de oportunidad y, sobre todo, representantes del poder magisterial y panalero.
En Puebla, al precioso Marín le sustituye el elboso Moreno Valle.
Los nombres de posibles integrantes del nuevo gabinete local generaban suspicacia y oposición: un cuñado con aspiraciones de ser secretario de gobierno y jefe del gabinete, el represor de Oaxaca y Atenco, Ardelio Vargas Fosado, en la secretaría de seguridad pública; el senador con licencia y ex dirigente de Convergencia, Luis Maldonado –cercano a Gordillo– como secretario de educación, y otros aspirantes ligados al ex gobernador Melquiades Morales. ¡Viva el cambio!…
Y, mientras Monterrey y Tampico viven más violencia pública, ¡hasta mañana, con una fuerza social perfilándose ayer en el Zócalo!
_________________________________
Opinión
• Traición, clama el PRI
-Pepe Grillo-

 
Una derrota más apretada hubiera dolido, pero no tanto como la paliza que le dio la alianza al priista Manuel Añorve.

Las cifras pusieron a los tricolores a buscar dónde fallaron.

Que Moreira se apresuró a ocupar la silla de Beatriz; y lo que es grave, aunque no novedoso, que hubo traiciones y deslealtades de priistas de allá que se vendieron.

Además de que los gobiernos federal y del GDF, usaron cuantiosos recursos para derrotar al PRI, dijo Emilio Gamboa, de la CNOP.
Que no les dará nada

Después de porras y abrazos, la alianza recibió una mala, pésima noticia de su abanderado:

“No habrá reparto de cuotas para los aliados”.

¿Y cómo le va a pagar a Camacho que trabajó tanto… y a Ebrard que se dice el artífice del triunfo?

¿Le dará “libros y caramelos” a Claudia Corichi que le mandó 100 zacatecanos locos, para darle triunfos donde ya estaba perdido?
No cambia el mapa

No logramos recuperar Guerrero, pero ellos lo festejan como si fuera la primera vez, dicen en el PRI.

Apuntan que Guerrero era perredista y que el resultado del domingo no cambia el mapa político.

No buscamos consuelo, dijeron en la CNOP, pero no se justifica la algarabía del PRD-PAN.
Falta uno en la SCJN

La Corte pospuso el fallo del amparo de académicos contra la negativa a que particulares contraten propaganda política.

Al votar hubo empate de cinco a cinco.

Y es que el Senado no envía a la Corte la terna de la que saldrá el sustituto de Jesús Gudiño Pelayo, quien murió el año pasado.

La falta del ministro 11 tiene congelados 26 asuntos, pero parece que a nadie le importa.
Camacho tendrá chamba

PRD y PAN tienen más posibles declinaciones en cartera.

El domingo toca a BCS y hasta anoche Manuel Camacho no le había llegado al precio al “panista” Marcos Covarrubias, que fue perredista, lo despreciaron y se fue al PAN, y podría volver al PRD.

En Coahuila, el candidato panista es Guillermo Anaya, amigo del presidente Calderón, y el PRD tendría que declinar por él.
Poca gente pidió mucho

Desangelada en asistencia, a la megamarcha le sobraron peticiones.

Eran poquitos, y pidieron todo: cambiar el modelo económico, el campo, el régimen político, la política exterior.

¡Ah!, y el ex líder del SME convocó a la insurgencia para derrocar al gobierno federal.

Así es que “aguas, que Esparza es bravo”.
Nada sobre el IVA

Se reunieron varias veces, pero diputados y senadores del PRI no se pusieron de acuerdo sobre el IVA:

Manlio propuso bajarlo de 16 a 12, y la IP aplaudió.

Paco Rojas dijo que no es el momento, aunque el periodo ordinario de sesiones inicia mañana en el Congreso.

Deben ponerse de acuerdo, para luego convencer al PAN.
Interinato político
• Calderón y el “fraude patriótico”
-Ricardo Alemán-
EXCÉLSIOR

La parte dura del cochinero en Guerrero la operaron los mismos partidos que en 1996 propusieron acabar justamente con esos vicios.
Salvo el PRD de Marcelo Ebrard, y el PAN de Felipe Calderón —que han defendido con ardor el cochinero electoral de Guerrero—, nadie duda que el domingo último se vivió la elección más cuestionada y cuestionable del México democrático nacido con la reforma de 1996-1997.
Lo más curioso —y por eso increíble— es que la parte dura del cochinero en Guerrero la operaron los mismos partidos políticos que en 1996 propusieron acabar justamente con todos los vicios, las mañas y las malas artes político-electorales de las que antaño se valía el PRI. Pero hoy, 15 años después, el PAN y el PRD usaron los mismos vicios, mañas y malas artes que propusieron acabar en 1996-1997.
Pero resulta que el PRD y el PAN no sólo recurrieron a esas groseras prácticas del cochinero electoral, sino que emplearon el mismo cinismo discursivo del viejo PRI. Basta revisar las declaraciones de Jesús Ortega, Marcelo Ebrard y César Nava, para entender que los nuevos prohombres de la democracia electoral mexicana —los nuevos políticos de la derecha y de la izquierda— recurrieron a una variante inaceptable del llamado “fraude patriótico” que hace dos décadas ofendió, no sólo a la derecha y a la izquierda, sino a todos los ciudadanos.
Sin embargo, lo verdaderamente preocupante es que la guerra desatada por todos los adversarios al PRI, precisamente contra el PRI —y sobre todo contra el aventajado aspirante presidencial, Enrique Peña Nieto—, no augura más que eso, tambores de guerra.
¿Y eso qué quiere decir?
Que se confirma lo que aquí hemos pronosticado desde antes de las elecciones estatales de julio de 2010 —las de Oaxaca, Puebla y Sinaloa—: que el gobierno de Felipe Calderón decidió apostarle a la alianza electoral del PAN con el PRD, antes que a la gobernabilidad del Estado mexicano.
Es decir, que a Calderón parece no importarle una alianza legislativa en el Congreso, para sacar adelante las reformas que urgen al Estado mexicano.
No, el Presidente priorizó a su partido, la alianza electoral con la izquierda, y la guerra contra el PRI.
Y una decisión como ésa no puede ser entendida de otra forma —aquí y en China— que como una traición a los gobernados.
Es decir, que si el presidente Calderón decidió colocar a su partido y el interés político-electoral de su gobierno por encima del interés de los ciudadanos, de los mandantes, entonces el Presidente estaría traicionando el mandato que depositaron en su persona una mayoría de electores.
Parece que Felipe Calderón olvida que, en tanto jefe del Estado y del gobierno en México, es el mandatario de todos los ciudadanos mexicanos.
¿Y eso qué quiere decir?
Poca cosa, que los mandantes del Estado mexicano, que son los ciudadanos, le entregaron el mandato, la instrucción, a Felipe Calderón, para responsabilizarse como mandatario de todo aquello que demande el bienestar de los ciudadanos.
Es decir, que Felipe Calderón está obligado a colocar el interés general, de los ciudadanos —que al final son los mandantes—, por sobre intereses partidistas o particulares.
¿Y qué ocurrió en elecciones como las de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, en 2010, y en las de Guerrero, apenas el domingo pasado?
Pues resulta que Felipe Calderón, su gobierno e instituciones del Estado a su mando, se metieron a esos procesos electorales para favorecer a un candidato, el de la alianza PAN-PRD en cada una de esas entidades.
Hoy los panistas podrán decir misa: que el PAN se manda solo, que sus decisiones son autónomas y que las toma en conciencia el jefe del partido, Gustavo Madero, quien no recibe línea más que de las catacumbas en donde la ideología la dicta Manuel Gómez Morín.
Podrán esgrimir las fantasías que se les ocurran, pero lo cierto es que el único jefe del PAN se llama Felipe Calderón, y el único que manda despacha en Los Pinos.
¿Quien ordenó las alianzas PAN-PRD en Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Guerrero?
Sí, se llama Felipe Calderón.
Por eso vale preguntar.
¿Qué no el PAN de Gómez Morín condenó desde su origen el llamado “partido de Estado”; el manoseo presidencial del PRI; el fraude patriótico…?
Sí, “el poder los hace iguales”, y hoy el PAN y el PRD son una grosera copia del viejo PRI.
Pero lo grave es que ya retumban los tambores de guerra, y el PRI no está manco, tullido o patitieso.
La guerra empezó. Al tiempo.
EN EL CAMINO.
Por cierto, un cochinero electoral mucho menor que el registrado en Guerrero echó abajo una elección en Tabasco.
Y en la guerra, todo se vale.
_________________________________
Juegos de Poder
• ¿Rebelión democrática?
-Leo Zuckermann-
EXCÉLSIOR

¿Lo que está sucediendo en Egipto es una rebelión democrática en contra de una dictadura?
No lo creo.
La historia es más compleja.
Para empezar, la rebelión —inspirada en lo ocurrido días atrás en Túnez y propagada gracias al internet y la telefonía celular— tiene un origen más económico que político.
Las clases medias, sobre todo los universitarios, son los que están por el momento liderando las protestas en contra de las malas condiciones económicas de Egipto.
Hay un terrible problema de desempleo urbano con escasez de agua potable y alimentos básicos como la harina.
Mientras otros países emergentes están en franco crecimiento, incluso en el mundo árabe, Egipto lleva muchos años estancado.
Esto naturalmente ha generado un problema de insatisfacción social y un problema de legitimidad para un régimen político anquilosado que no puede entregar los mínimos satis-factores económicos a la población.
Para todos los que creemos que la democracia es el mejor de los regímenes políticos, resulta muy alentador ver las protestas en las calles en contra de la dictadura de Hosni Mubarak, quien lleva 30 años en el poder y que pretende heredarle la presidencia egipcia a su hijo.
Da gusto observar la rebeldía en las ciudades de los jóvenes que piden apertura.
Hasta ahí la historia es positiva.
Lo que podría venir después, no.
¿A qué me refiero?
Supongamos que este movimiento rebelde en contra de Mubarak, liderado por universitarios, tenga éxito.
Que caiga el dictador y se llame a elecciones para que democráticamente se elija un nuevo gobierno.
¿Quién ganaría estos comicios?
Muy probablemente la institución política mejor organizada y con más recursos económicos que es la Hermandad Musulmana.
Dicha organización pretende instaurar un régimen islamista en Egipto y, para ello, utilizaría un discurso populista de derecha apelando a los sentimientos nacionalistas y religiosos de los 70 millones de egipcios que viven en la pobreza.
Esta población, no la sociedad occidentalizada que quiere una democracia, sería la que decidiría el rumbo político de Egipto.
Lo cual nos lleva a la paradoja que tan bien ilustraba Karl Popper: la democracia puede ser desmantelada por medios democráticos.
El filósofo se refería a lo ocurrido en 1933 en Alemania.
El partido nazi llegó al poder por medios democráticos para inmediatamente demoler el régimen democrático e instaurar uno de los peores totalitarismos de la historia de la humanidad.
De ahí que Popper afirmara, con gran acierto, que en una democracia sólo pueden participar los partidos comprometidos con las reglas del juego democrático.
A los que estén en desacuerdo con dichas reglas, debe prohibírseles su intervención, debe negárseles el registro para competir en las elecciones.
En el mundo islamista ya hemos visto la película de una supuesta rebeldía democrática que termina en un régimen autoritario fundamentalista.
Ahí está, por ejemplo, el caso de Irán.
El movimiento que depuso en 1979 a un dictador, el sha Mohammad Reza Pahlevi, terminó en un referéndum donde se proclamó una república islámica gobernada por las reglas del Corán y el clero que las aplica.
¿Podría pasar lo mismo en Egipto?
Sin duda. Eso es lo que pretende la Hermandad Musulmana.
Y esto pondría en peligro la frágil paz que existe en el Oriente Medio.
Hay que recordar que el ejército egipcio es uno de los más poderosos de la región.
No hay que ser magos para adivinar qué harían los fundamentalistas con estas fuerzas armadas en un país vecino a Israel.
Lo cual, por cierto, nos lleva a la variable fundamental en toda esta historia: el papel del ejército.
¿Seguirá apoyando a Mubarak?
¿Estará dispuesto a deponerlo?
¿Aceptarán abrir la puerta a unas elecciones libres con el riesgo de terminar con un gobierno dominado por la Hermandad Musulmana?
Lo que está sucediendo en Egipto no debe ser motivo de celebración sino más bien de mucha preocupación.

 Día con Día
• ¿Tenemos elecciones limpias?
-Héctor Aguilar Camín-

 
Continúo el diálogo con Federico Berrueto sobre la confiabilidad de nuestras elecciones.
Dice Federico que sólo hemos tenido “un solo caso de transición de poder nacional en términos de normalidad política”: la del año 2000.
Federico aclara que el factor determinante es si el presidente en funciones se entrega o no a la “tradición autoritaria de cargar los dados desde el poder presidencial. …
La cuestión es si se va a permitir que el presidente haga de su investidura medio para favorecer a un precandidato, primero, y después a su partido”.
Fox hizo eso en la elección de 2006, según Federico, y por eso esa elección está bajo sospecha.
¿Dependemos entonces de que el presidente no se meta para definir la calidad de nuestras elecciones?
¿Todo el andamiaje construido en estos años, incluyendo las prohibiciones al presidente de meterse, penden del hilo de la voluntad de abstinencia política presidencial?
Si es así, tenemos que empezar de nuevo, porque hemos dejado intacto el corazón mismo del problema que queríamos resolver: que no decidiera el presidente, sino nosotros.
Ahora bien: ¿pueden no intervenir los presidentes en las elecciones de su partido y luego de la nación?
¿Es humanamente pensable y políticamente exigible que el líder de la política nacional no haga política nacional durante las elecciones?
No lo creo.
Lo crucial es que no use ilegalmente recursos del Estado para influir en la elección.
Pero eso está prohibido de sobra en la legislación electoral mexicana.
¿No sirve entonces esa legislación?
¿No se cumple?
¿Depende en su cumplimiento de la buena voluntad del presidente?
¿El presidente puede influir decisivamente en la elección, hacerla como quiere?
Si es así, debemos empezar de nuevo, porque no hemos resuelto lo esencial.
Mi impresión es que en las elecciones federales hemos acotado la intervención del presidente.
No así en las elecciones estatales, en las que interviene todo mundo: gobernadores de todos los partidos, aliados públicos y equipos invisibles ajenos al Estado, trapacerías de todos los bandos, hasta configurar el tiradero de Guerrero.
¿Guerrero es nuestro espejo?
¿Así serán las cosas en 2012?
Si la respuesta es afirmativa, tenemos que empezar de nuevo, porque no sólo no hemos desterrado la trampa, sino que le hemos añadido la más cara simulación de nuestra historia: la de nuestras carísimas instituciones electorales.

El Asalto a la Razón
• Guerrero y una embestida de ignorantes
-Carlos Marín-

 
Aunque uno escribió que “los golpeadores de siempre están enojados con Marín porque hoy no les dio excusas de opinión política para insultarlo” y otro sabe que los cibervándalos operan desde un call-center, algunos “vecinos de la planta baja” (como llama Ciro a quienes hacen comentarios en la web de MILENIO) suponen que el autor de estas líneas no se ocupó ayer de Guerrero porque “le dolió la derrota del PRI”, o “ya se le cayeron los chayotes encima”, o “emplea una táctica de distracción”, o “prefiere mirar para otro lado” y hasta que “debería ser internado en algún centro de readaptación mental”, por lo que quizá tenga sentido recordar:
En los últimos ocho meses, Guerrero sólo ha sido mencionado en El asalto… un par de ocasiones.
Una el 31 de mayo con el título Insolente prepotencia del PRI, otra el 13 de enero: Porros electorales y las manos de Moreira, opinando que éste debía entregar a “los energúmenos que casi matan al representante de la coalición Guerrero Nos Une”.
En contraste con los ignorantes, un avezado vecino sugiere:
“No hagas caso de estos pendejos, lo mejor es que te valgan madres…”.

Arsenal
• Kriptonita para el PRI
-Francisco Garfias-
EXCÉLSIOR

Ricardo Monreal habló la mañana del lunes con Andrés Manuel López Obrador.
Tema obligado de la conversación  era la victoria de Ángel Heladio Aguirre, el candidato ex priista de la Coalición PRD-PT-Convergencia (el PAN se sumó por fuera) en las elecciones de Guerrero.
A pesar de que las coaliciones con el azul se han convertido en kriptonita para el PRI —en Guerrero, Oaxaca, Puebla y Sinaloa—, El Peje reiteró al senador del PT que va a mantener su posición anti-alianzas, y que no va a aceptar que el “gatopardismo” se imponga  en la estrategia electoral de la izquierda, según refiere este último.
“Es una cuestión de principios. No se va a repetir el esquema de Gabino Cué en Baja Sur ni en Coahuila ni en Michoacán, muchos menos en el Estado de México”, nos dijo el legislador.
Monreal reconoce que los triunfos aliancistas consolidan a Los Chuchos “y Marcelo (Ebrard) se coloca como el gran ganador”.
– La posibilidad de que Lázaro Cárdenas suceda a Jesús Ortega en la presidencia del PRD se desvanece.
El nieto del general no le encuentra el lado positivo al asunto, según comentarios que ha hecho en corto. 
Un ex alto funcionario del gobierno de Marcelo Ebrard asegura que lo vio en diciembre. Lázaro le expuso sus razones.
“Los Chuchos me piden que corra a López Obrador; los amigos de Andrés me piden que corra a Los Chuchos.
Para colmo, yo estoy contra las alianzas con el PAN”, habría comentado el ex gobernador de Michoacán.  
La resistencia de Cárdenas a presidir el PRD obliga a tirios y troyanos a voltear hacia otro lado.
“El candidato de Los Chuchos es Jesús Zambrano; es el más avanzado”, manifestó el ex gobernador de Zacatecas, prestado momentáneamente al PT.
¿Y quién es el candidato de Andrés?, le preguntamos. Hizo mutis.
– Muy desairada resultó ayer la comparecencia de Genaro García Luna en la Primera Comisión de la Permanente.
El titular de la SSP federal habló sobre el estado que guarda la seguridad pública en un salón que permaneció medio vacío.
Los pocos legisladores que asistieron se mostraron más interesados en descalificar la estrategia de seguridad del gobierno federal que en conocer el diagnóstico de lo que habían solicitado saber en el punto de acuerdo que aprobaron para la comparecencia: la situación del crimen organizado en Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Chihuahua, Morelos, Coahuila Durango y Guerrero, pero también las medidas para combatir el violento flagelo.
“Ni se acordaron de lo que habían solicitado que se les informara”, comentó, en corto, uno de los integrantes del equipo que acompañó al secretario, al término de la tibia comparecencia. El diputado del PAN Arturo García Portillo ya había calificado el ejercicio de diálogo de sordos.
“La ausencia de legisladores me da la razón. Las bancas están vacías, no les interesó…”, dijo en tribuna. 
– García Luna dejó sin respuesta muchas de las interrogantes que le hicieron, sobre todo las que tienen que ver con lo que el gobierno llama “daños colaterales”, pero también la que abordaba el tema de las viudas y los huérfanos de esta guerra al narco, que ya ronda los 35 mil muertos.
El priista Heliodoro Cárdenas, presidente de la Primera Comisión, aprovechó el evento para solicitar al gobierno federal “no politizar la seguridad”.
Otro priista, Arturo Zamora, quería entrarle al tema de la presentación, “como artistas de cine”, de La Barbie y El JJ. No lo dejaron hablar.
Entregó su pregunta por escrito.
“¿Está consciente que no poner a los detenidos a disposición de la autoridad competente en forma inmediata supone violaciones al artículo 16 constitucional y al 17 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la Convención Americana de Derechos Humanos?”, dice el documento que entregó al secretario.
– El pasado viernes, Francisco Labastida comentaba entusiasmado la reforma hacendaria que promueven los senadores del PRI.
El eje de la propuesta es la generalización del IVA a 12% —a excepción de una canasta básica de alimentos  y medicinas— y la reducción del ISR del 28 al 25 por ciento.
Asistía al acto en el que,  por vez  primera, diputados y senadores del tricolor presentaban en forma conjunta la agenda legislativa.
Ese “viernes de unidad” nada dijo Paco Rojas de no generalizar el regresivo impuesto al 12%, pero el coordinador de los diputados del PRI pareció dar la puntilla, ayer, a la iniciativa que empuja el senador Manlio Fabio Beltrones.
“No creo que haya condiciones para tomar una decisión de esa naturaleza.
No vamos a permitir que se agrave la situación económica de las clases más desprotegidas del país”, declaró Rojas, aunque también señaló que se creará un grupo de diputados y senadores para analizar la propuesta de Manlio.