La fabricante alemana de automóviles BMW AG daba el martes pasos para sacar a sus 800 empleados en Japón de la zona afectada por un terremoto y un tsunami, y evaluaba el impacto del cataclismo en su suministro de autopartes.

”Tenemos redes internacionales de suministro, no sólo BMW, sino todas las automotrices”, dijo el director general Norbert Reithofer durante la conferencia anual de la compañía en Munich.

Añadió que no podía avalar aún los estimados iniciales de que el desastre no lentificará la economía mundial en gran medida.

”No puedo todavía suscribir eso”, señaló. ”Necesitamos al menos permitir que pase una semana”.

Herbert Diess, jefe de compras de la compañía, dijo que no había hasta ahora efectos en la producción.

”Estamos analizando la situación y seremos capaces de decir en siete o 10 días cuáles serían los efectos”, señaló Diess.

Los empleados japoneses han sido mudados a hoteles en el sur, lejos de la zona noreste, donde ocurrió el desastre, que afectó incluso reactores nucleares, los cuales han presentado ya fugas de radiación. Los empleados alemanes fueron trasladados a su país, junto con sus familias.

Ejecutivos de BMW dijeron que hay unos 40 expatriados alemanes en Japón, donde la compañía tiene una operación de ”marketing” pero no fábricas.