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Archivos de poder
•    Calderón, al rescate de Josefina
-Carlos Mota-
EXCÉLSIOR

“Golpe de timón”, anuncia Josefina Vázquez Mota en su campaña presidencial. Igual que Felipe Calderón hace seis años.
La candidata, sin duda, estaba haciendo agua.
Y para que no quede duda, los hombres del Presidente llegan a intentar evitar el naufragio panista.
No será fácil.
Pero tampoco imposible.
Desde ayer, el nuevo jefe de campaña de Vázquez Mota se llama Felipe Calderón.
El war room de la candidata es, en gran parte, el que operó la victoria de Calderón en 2006.
Sólo falta Juan Camilo Mouriño.
Al equipo de Vázquez Mota llegan también la hermana y el cuñado del Presidente.
¿Alguien duda quién manejará la campaña presidencial?
Cambios más que obligados.
Y es que Peña Nieto se les escapa, aunque tampoco es invencible, como dicen algunos de manera cándida o dolosa.
Deberían conocer ya una regla de oro: en política nadie es invencible.
Pregúntenle a AMLO en 2006, que se decía indestructible.
Lo que ocurre es que ni Josefina ni AMLO han sido eficaces a la hora de cuestionar a Peña, con temas que lo vulneran, que le hacen daño.
Allí están las baterías.
Sólo es cuestión de que las sepan usar.
¿Peña Nieto, invencible?
Chorradas.
Nada más su resbalón en la FIL de Guadalajara le costó alrededor de cuatro millones de votos.
Es cosa de atinarle.
¿Quiénes intentarán llevar a Vázquez Mota a la Presidencia?
Ernesto Cordero —el que arrinconó a Josefina en la interna panista— se encargará del discurso económico.
No es poca cosa: si algo tiene que ofrecer el PAN a los votantes es la innegable estabilidad económica desde 2000, aun con la crisis global que reventó en el mercado inmobiliario de EU en 2008.
Esa es carta fuerte del panismo, comparada con las debacles financieras provocadas por la irresponsabilidad de los gobiernos priistas de López Portillo y de Carlos Salinas de Gortari, que generaron que millones de mexicanos perdieran empresas, casas, autos, ahorros, otros bienes.
Obligado comparar las inflaciones de más de mil por ciento del PRI con las de un dígito del PAN.
A eso llega Cordero: a diseñar la estrategia financiera de la campaña de Josefina.
“Es la economía, estúpidos…”
Max Cortázar —amigo desde la adolescencia de Calderón— llega a reforzar la comunicación panista, que el domingo cometió un error imperdonable, al escribir “Tlazcala” en lugar de “Tlaxcala”.
El yerro fue de Karla Garduño.
“Hay dedazos que cuestan la chamba”, intentó justificar.
Se equivoca.
Pudo haber ocurrido así, pero la revisión de un texto —obligada, repetida, rigurosa— es regla fundamental para cualquier comunicador.
Irma Pía deja la dirección de Canal 22 y será la nueva coordinadora de Comunicación Social.
Sabe de medios. Junto a Vázquez Mota se mantendrá, como asesor, Herminio Rebollo, de todas las confianzas de la candidata pero, sobre todo, un periodista con experiencia y oficio.
A la parte “política-mediática” llegan dos del primer círculo de Calderón: Germán Martínez Cázares, ex líder nacional del PAN, y Juan Ignacio Zavala, cuñado del Presidente.
Martínez Cázares salió por la puerta trasera tras su fracaso en la elección intermedia de 2009, cuando el PAN se quebró electoralmente.
Pero la política da revanchas: si Germán contribuye a levantar la campaña de Josefina, tendrá un lugar asegurado en el gabinete.
Otra derrota lo desaparecería del mapa.
Juan Ignacio Zavala es ducho a la hora del debate, y si bien apoyó a Cordero en la interna panista, hoy llega con la orden presidencial de ser parte fundamental del equipo de Vázquez Mota, hoy desplazado, sin duda, por los hombres del Presidente.
Luisa María Calderón, La Cocoa —quien estuvo a nada de ser gobernadora—, será coordinadora de la campaña de Vázquez Mota en Michoacán. Sobra agregar algo.
Rafael Giménez —otro cercano a Calderón que trabajó en Los Pinos como experto en encuestas— también se va al equipo de Josefina.
Para el DF, todo será entre mujeres: Isabel Miranda de Wallace como candidata al GDF y Kenia López como coordinadora de giras.
Ambas son de la confianza absoluta de Vázquez Mota.
Gustavo Madero, presidente del PAN, tendrá mayor participación, aunque su presencia es más simbólica que operativa.
Juan Molinar Horcasitas —integrado ya a la campaña panista—siempre llevará en la frente el incendio en la guardería ABC, de Hermosillo, y su lamentable desempeño tras la tragedia.
Por eso se mueve en segundo plano.
Juan Manuel Oliva —ayer corderista, hoy josefinista— llega para apuntalar la operación política.
Francisco Ramírez Acuña, todavía cercano a la candidata.
Roberto Gil se mantiene —de momento— como coordinador de la campaña.
Parece que la misión le quedó grande.
Se ve rebasado, decaído.
Veremos cuánto lo aguantan.
Para la foto, Gil es el coordinador de la campaña de Vázquez Mota.
En la praxis política, el que coordina realmente está en Los Pinos.
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Carlos Mota
•    Miguel Mancera y el grave drama a resolver
-Circulo estratégico-

En la capital del país ya se han construido puentes y carriles confinados de transporte público, y se ha renovado el registro vehicular.
Se ha atendido a grupos vulnerables y a minorías.
Se ha privilegiado el esparcimiento y la cultura.
Está por concluirse una nueva línea del Metro.
El crimen está contenido, y los capitalinos vivimos con razonable seguridad.
Bien.
Pero hay un pendiente de la mayor envergadura que no se resuelve: la demora en la regularización masiva de la propiedad privada.
Es el lastre que más competitividad resta a nuestra capital.
Para los capitalinos es un viacrucis lograr la completa seguridad jurídica de los inmuebles.
Es costoso y lento, y cuando uno se embarca en una regularización, las perspectivas suelen ser nebulosas, sólo para descubrir durante el proceso que se pueden poner aún peor: el testamento faltante; los impuestos de adjudicación; el folio real; el arancel del notario; etcétera.
MILENIO Diario dio cuenta de ello antier en la nota “Sin seguridad jurídica, 50% de los inmuebles del DF”.
Básicamente, el problema se resume en que los costos de transacción de regularizar un inmueble son tan elevados que los agentes económicos (individuos o empresas) prefieren aplazar cualquier intercambio sobre el bien.
Imagínese por ejemplo que para vender un auto se requirieran las minutas técnicas de todos los servicios en el taller y los dictámenes de las verificaciones avalados por notario o corredor.
Es cierto que Marcelo Ebrard avanzó el sistema informático del Registro Público de la Propiedad a través de la consejera Bonifaz, pero ese es sólo un fragmento del complejo rompecabezas.
Si el campo no aguanta más, la capital menos.
Urge que Miguel Mancera, o quien termine ganando la elección, establezca como prioridad número uno la regularización masiva de la tenencia inmobiliaria.
Debe crearse una especie de “amnistía” a millones de capitalinos que merecen tener su título de propiedad (escritura) sin dilación y en completa garantía jurídica.
El nuevo jefe de Gobierno ha de buscar también una alianza con el Poder Judicial para aceitar el proceso.
Asimismo, una reforma legal puede incorporar incluso la expropiación de inmuebles abandonados por décadas.
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La Historia en Breve
•    Su información es falsa, Alberto, falsa por incompleta
-Ciro Gómez Leyva-

El martes, a punto de comenzar el asueto de Semana Santa, Coparmex difundió un dato que parecía un escopetazo: por causa de la violencia y la inseguridad, 160 mil empresas cerraron en los últimos cinco años.
Sacamos la calculadora: serían 32 mil empresas por año, 2 mil 666 por mes, 89 diarias.
Era una cifra demasiado grande para ser verosímil, creíble.
Le pedimos a Coparmex que nos entregara la lista de las empresas.
La cifra tendría que haber salido de un padrón, nunca de un cálculo probabilístico.
No la recibimos.
Ayer le dije al presidente de Coparmex, Alberto Espinosa, que nos ayudara, que la lista tendría un efecto tremendo, nadie la podría pasar por alto.
Pero luego de escucharlo, me quedé con la impresión de que la lista no existe.
Espinosa me dijo que una de las principales fuentes para llegar a los 160 mil cierres fueron los registros de los propios centros empresariales de la Coparmex, 75 en total.
Y que 96.5 por ciento de las empresas en México están formadas por tres personas.
Explicó que solo en La Laguna cerraron 10 mil.
Y muchas en Monterrey, en las ciudades fronterizas, en Guerrero, Michoacán, el propio Estado de México, por no hablar de Tamaulipas:
“Gasolineras, tlapalerías, salones de belleza, peluquerías que no pueden seguir operando porque están amenazados, porque conocen a la familia, porque llegan y les piden derecho de piso”.
Sí, sí, mil veces sí, pero las tuvieron que contar, le dije: uno, dos, diez, 100, 10 mil, 160 mil.
Sin lista, es una información incompleta, Alberto.
Y ese es un lujo que Coparmex no se puede dar.
Difundir información falsa.
Falsa por incompleta.

Interludio
•    Los votos de Josefina… ¿a Obrador?
-Roman Revueltas Retes-

El respetable público no perdona.
En algún momento los espectadores pueden dejarse obnubilar por la figura de algún personaje de oropel y relumbrón.
Pero cuando se vuelven de arcilla los pies de los gigantes entonces no hay casi límites a la ferocidad de la gente.
Siempre hacemos leña del árbol caído.
Hace ya varios meses que escribí, aquí mismo, que Josefina “tenía los tamaños para plantarle cara al mismísimo Peña Nieto”.
Fue una apreciación personal, desde luego, pero alimentada por una aspirante que, en esos momentos, parecía, como dicen en la Península, bien “echa’ap’alante”, bien plantada, muy segura de sí misma, inteligente y muy dinámica.
Pues bien, algo ha ocurrido, amables lectores, que la mujer no parece la misma o, en todo caso, que nosotros no la miramos ya de igual manera.
Y creo, con perdón, que ella es la primerísima responsable de esta especie de decaimiento, de ocaso, de menoscabo ocurrido a la vista de todos.
Ha sacrificado, por decisión propia, cualquier atisbo de espontaneidad y la vemos tan tiesa como temerosa, tan acartonada como tibia y tan poco convincente como incapaz de quitarse de encima, suponemos, el yugo de sus amedrentados y torpes consejeros.
Podríamos pedir, a esos timoratos y convencionales señores asesores de imagen, que la dejaran ser ella misma y que se jugaran, a estas alturas, el todo por el todo.
Pero, con perdón, debiera ser la candidata a ocupar el cargo más elevado de la República quien, para empezar, pusiera a cada uno en su lugar.
Es a ella a quien le toca actuar.
Se espera, de una persona con tan altas miras, que sea capaz de imponer sus condiciones.
Digo, la señora pretende gobernar un país complicadísimo, ¿o no?
Pues, por el contrario, trasmite la imagen de alguien encasillado en un papel que no es el suyo.
Y ya hay gente que comienza decir que el voto que le iba a dar a la candidata del PAN ahora se lo va a otorgar a Obrador.
Y esto, para cerrarle el camino al PRI.
Las vueltas que dan la vida, señoras y señores…

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Clase Política
•    Errores
-Miguel Ángel Rivera-

La candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, quedó a deber nuevamente para explicar en qué es diferente su campaña.

Esto porque, como muchos políticos que afrontan reveses en sus responsabilidades, culpó de los errores al área de prensa o comunicación social, pues en realidad no hubo cambios significativos en ninguna otra parte de su equipo.

Bueno, sí, cambió el nombre de su autobús.

Pero ¿nadie de su equipo se percató de que el sustantivo La Jefa tiene también la connotación de cabeza de una pandilla?

¿O será que ya nadie quiere opinar para no caer en errores?
La cosecha
Que lo comprueben, respondió el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, a acusaciones del PAN acerca de supuestos desvíos de recursos de los gobiernos de los estados para las campañas de candidatos del PRI, denuncias con las que al parecer se quieren hacer olvidar los errores propios…
Los damnificados de Guerrero por los temblores se merecen la ayuda gubernamental no sólo por lo que perdieron a consecuencia del sismo, sino por su ancestral marginación.
Pero al mismo tiempo, duró muy poco el receso del presidente Felipe Calderón que había dicho que reaparecería en actos públicos hasta después de las elecciones federales…
El secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, confió en que el ambiente político prevaleciente en el país no contaminará la negociación salarial con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Salud, Córdova recordó que la negociación la conduce la Secretaría de Hacienda, pero que en todo el gobierno federal prevalece el propósito de mantener el equilibrio en las finanzas y, al mismo tiempo, dar la mejor respuesta a la petición de 3.8 por ciento de incremento al salario, además de otras prestaciones, solicitadas por la representación sindical…
Problemas financieros aparte, el gobierno de Michoacán, encabezado por Fausto Vallejo, emprendió una intensa campaña de prevención el dengue…
Con representantes de Sudáfrica, España, Brasil, Estados Unidos y Francia, entre otros, la Cámara de Diputados, a través de la Comisión de Vigilancia y la Auditoría Superior de la Federación, organiza el Foro Internacional sobre Fiscalización Superior, anunció su presidenta, Esthela Damián Peralta…
Se requiere una legislación para garantizar el cuidado del ambiente, pues la sustentabilidad debe ser una condición para el desarrollo, afirmó la candidata de la coalición Compromiso por México (PRI-PVEM) al Senado, Ana Lilia Herrera Anzaldo…
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azar, negó que desde la institución a su cargo saliera la información acerca del proceso judicial que en años pasados afrontó y salió libre de culpa la candidata del PAN al Gobierno del DF, Isabel Miranda de Wallace…
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Astillero
•    (En) La Jefa
•    Le dan golpe de timón
•    EPN: el peso de los pesos
•    AMLO y los indecisos
-Julio Hernández López-

Por segundo día consecutivo la atención se centró en los penosos intentos josefinistas de aparentar que por sí misma busca recomponer rumbo y equipo y en el abierto embargo político que le está imponiendo Felipe Calderón, quien no solamente tomó el control de la damnificada campaña de la candidata presidencial panista, como se señalaba en la entrega de ayer de esta columna, al insertar en el fideicomiso de campaña a Juan Molinar Horcasitas (ahora, la aspirante podría ser llamada JosefinABC Vázquez Motinar), Guillermo Anaya y Rafael Giménez, sino que denotativamente agregó al cuñado (Juan Ignacio Zavala) y a la hermana (Cocoa, que).

Si Elba Esther Gordillo hace candidatos por el Panal a hija, yerno y nieto, los Calderón y los Zavala se esmeran en proporcionar variantes familiares de similar apego a la política como forma de sustento.
Eso sí, a fin de que la candidata bajo embargo pinolero mejorara su estado de ánimo le fue entregado un autobús para sus desplazamientos, al que se le puso el irónico nombre de La Jefa, muy al estilo de corridos que entre otras cosas hablan de fortalecer el lavado de dinero.
El título de tufo sahagunesco dado al vehículo también evoca la presencia que Diego Fernández de Cevallos pretende tener ahora en las campañas de la aspirante a jefa de jefas que es más que Josefa, es decir, Josefina, de la puritita fina, cuyo segundo apellido es Mota (DEA, abstenerse, por favor).
Anecdotario de nomenclatura que, sin embargo, muestra con crudeza el desmayo político en que se mueve la fallida comensal de Tres Marías pues, según diversas notas (entre ellas la de Claudia Herrera en La Jornada), al final de la conferencia de prensa en que dieron a conocer los nuevos nombramientos en su equipo de campaña “se anunció como sorpresa para la panista el cambio que también sufrió el Pinabús”, al ser denominado ahora La Jefa.
Es decir, alguien le da a Josefina la sorpresa de tomar decisiones por ella, justamente en algo tan emblemático como el vehículo en que se transportará por tierra.
La mujer que anunciaba correcciones y cambios ni siquiera sabía que a su tierna denominación camionera original le modificarían el nombre por sorpresiva decisión de algún poderoso que además le quitó el control del autobús cuando menos para que rotularan el mote digno de Los Tigres del Norte.
¿Jefa que ni siquiera sabe que le cambiarán de nombre a su nave?
Y sin embargo, más allá del presunto golpe de timón (que en realidad le fue dado a ella: le quitaron el de por sí desvaído control), de las distracciones confesas por pleitos internos (los intentos de justificación por los errores constantes son dignos de lectura cuidadosa, por lo que revelan y sugieren), y de la imposición del mote jefatural camionero, hay dos datos centrales que no deben ser desatendidos a causa de la alharaca de blanco y azul: el creciente uso descarado e impune de cuantiosos recursos, encuestas amañadas y servidumbre mediática para apuntalar la percepción de que el triunfo electoral de Enrique Peña Nieto es virtualmente inevitable y, en contraposición, la supervivencia de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y su constante alimentación con proyectos de gobierno que entran al detalle de lo que haría el amoroso aspirante en caso de remontar el cuadro adverso que las firmas encuestadoras le dibujan diariamente.
El caso Peña Nieto debería merecer una atención más directa y rigurosa del Instituto Federal Electoral, pues los excesos cometidos ya por rutina significan una suerte de descalificación prematura del proceso comicial, decidido todo por el peso del dinero (público y privado, en giras a los estados con erario de tres colores y en mantenimiento de un pesado equipo operativo y de un gasto publicitario excesivo), la manipulación de los medios televisivos más influyentes y el uso distorsionador de casas dedicadas a la demoscopia como GEA-ISA, que a pesar de su demostrada práctica de cobro de regalías políticas a cambio de mendacidades encuestadoras (como sucedió con el calderonismo) es tomada como diario indicador de presuntas preferencias nacionales.
Sin una confiable supervisión del gasto de campaña de Peña Nieto se está entregando la plaza electoral al poder del dinero proveniente de los estados con gobernador priista y de los grupos de interés que aspiran a un replanteamiento práctico, al estilo del viejo PRI, de las relaciones de mercado de algunos de los productos marcadamente de exportación que mantienen activa la economía nacional.
Rodeado de personajes altamente discutibles y empeñado en tácticas de reconciliación amorosa que de no llevarlo a Palacio Nacional podrían significar un grave retroceso para las posiciones de lo que genéricamente se entiende como izquierda, López Obrador aporta cotidianamente temas y puntos de vista que con independencia de la adhesión o rechazo que se tengan hacia su figura están por encima de los tropiezos cercanos al ridículo de la candidata panista y de la ignorancia inocultable del priista.
Por esos extraños manejos de las antedichas encuestas de opinión (de una de las cuales surgió la postulación del propio tabasqueño), AMLO es colocado en un inamovible tercer lugar en cuanto a preferencias de los votantes, a pesar de los tropiezos reiterados de Josefina y del déficit intelectual de Enrique.
Aun así, en los números de esos estudios de opinión se han consignado ciertos avances en favor de López Obrador en razón del grupo de los indecisos, que constituye la bolsa de reserva manejable a discreción convenenciera por los preceptores electorales, en juegos de suspenso dosificado, pero con final previamente decidido por los dueños de esos artificios que no tienen más validación en sus resultados que la chequera del cliente en turno.
Y, mientras el tecleador equívoco escribe cuando menos cien planas para recordar que Juan Molinar Horcasitas no fue director del Issste, sino del IMSS, ¡hasta mañana, con el vicealmirante veracruzano Javier Duarte lanzando su tercer operativo especial, ahora en Córdoba!
Opinión
•    Golpe de timón
-Pepe Grillo-

Josefina ganó la elección interna, pero perdió el manejo de su campaña.

Los militantes del PAN que votaron por ella, alcaldes y gobernadores que empujaron su candidatura, deben estar confundidos.

Parece que, después de todo, el ganador fue Cordero.

El cuarto de guerra de Acción Nacional se convirtió en un club de amigos de Ernesto.

Cocoa, Max, Germán, Juan Ignacio y Rafael Giménez regresaron del más allá.

Parecían fuera de la jugada y hoy tienen, otra vez, la sartén por el mango.

El reacomodo deja una pregunta: ¿quién dio el golpe de timón?
¿Josefina o Calderón?

La diferencia

A partir de ahora, a Josefina le será más difícil diferenciarse.

Si en algún momento pensó establecer una sana distancia entre su campaña y Los Pinos, eso ya no es posible.

¿A quién le reportarán los flamantes fichajes?
A Josefina no.
A Gustavo Madero, menos.

La respuesta es sencilla: las decisiones fundamentales de la campaña panista se tomarán en Los Pinos.

Las propuestas sobre seguridad, empleo y combate a la pobreza, entre otras, tendrán que concertarse antes de ser anunciadas.

La candidata declina ante el empuje presidencial.
¿Esa será la fórmula ganadora?

De víctima a victimario

Andrés Manuel aprendió las amargas lecciones del 2006.

Aprendió de la peor manera, por cierto.

En ese entonces, el tabasqueño fue víctima de una frase envenenada:
“Es un peligro para México”, decían por doquier sus adversarios.

Seis años después López Obrador dice lo mismo de Peña:
“Sería fatal para México”.

¿Lo que no se valía entonces, ahora sí se vale?

¿Si la víctima era Andrés Manuel, decirlo era una injuria, pero si el victimario es él estamos ante un planteamiento progresista?

El espíritu de Antonio Solá se manifiesta a través de Obrador.
Ayuda sin grilla

Felipe Calderón prometió la ayuda a los damnificados por el sismo de Ometepec de la contienda política.

Hizo bien.

El apoyo se debe canalizar más allá de los candidatos y de los partidos.

El compromiso presidencial fue claro: Las casas dañadas serán reparadas y las destruidas, reconstruidas.

Se requerirá tiempo y esfuerzo, pero los trabajos no se pueden dejar para después de los comicios.

Si el Presidente les cumple a los afectados, que se cuelgue la medallita.

Lo importante es que esos compatriotas tengan un lugar para vivir; lo demás es lo de menos.

Precaución priista

Para no correr riesgos inútiles Enrique Peña pospuso su gira por Morelos.

La confrontación de los priistas allá, su rebatinga por las posiciones en juego, rebasó los límites.

Algo similar ocurrió con Josefina, que pospuso, en su momento, su visita a Veracruz.

Similar, pero no igual, pues en Morelos los inconformes violaron la ley.
Incurrieron en acciones tipificadas como delitos. Una inconformidad no es igual a un motín.
No se trata de hacer borrón y cuenta nueva.

Los que hirieron y lanzaron petardos deben rendir cuentas ante un juez.

Y después sí, que continúen las acciones de proselitismo y la celebración democrática.
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Itinerario político
•    AMLO, no está muerto
-Ricardo Alemán-
EXCÉLSIOR

A pesar de que en casi todas las encuestas el candidato de las llamadas “izquierdas” se coloca a 30 puntos porcentuales del puntero en la contienda presidencial, lo cierto es que nadie —con dos dedos de frente— debe dar por muerto a Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué?
Porque si bien técnicamente resulta imposible remontar en sólo 80 días esa distancia abismal, aún se pueden producir combinaciones políticas que —en un caso extremo— podrían regresar la vida al tabasqueño.
¿Y de qué clase de combinaciones estamos hablando?
Poca cosa.
De que cada día que pasa en la campaña presidencial del PAN parece una trágica realidad: el despeñadero de la señora Vázquez Mota, quien ayer lunes dio a conocer un nuevo manotazo en la mesa, para tratar de revertir el naufragio de su candidatura.
Es decir, que nada está escrito para el candidato de las izquierdas —a pesar de su penoso tercer lugar— en tanto que los estrategas de Acción Nacional no logren rescatar del naufragio la candidatura presidencial de la ex diputada y ex secretaria de Educación.
Pero vamos por partes.
Como todos saben, ayer la señora Vázquez Mota dio a conocer —con bombo y platillos— el enésimo golpe de timón, para tratar de rescatar lo que queda de su candidatura presidencial.
Pero si bien es cierto que el anuncio de un “cambio” en el equipo de generales y estrategas parece atractivo, lo cierto es que el anuncio volvió a resultar lo más parecido al “parto de los montes”.
¿Por qué?
Porque las nuevas contrataciones son una cuidadosa selección, no de lo mejor del PAN y de lo más calificado, sino de un puñado de lo más selecto de los perdedores de Acción Nacional.
Para empezar, la lista de las nuevas “figuras” la encabezan los hermanos de Felipe Calderón y Margarita Zavala; a la sazón, María Luisa Calderón y Juan Ignacio Zavala, los dos derrotados en sus más recientes aventuras políticas.
Pero, además, se suman Luis Felipe Bravo Mena, Germán Martínez y el ex vocero presidencial Maximiliano Cortázar.
El primero fue derrotado de manera penosa en el Estado de México, el segundo fracasó como dirigente nacional del PAN y el tercero fue un fiasco como vocero de Ernesto Cordero.
¿Qué le van a aportar a la candidatura presidencial de Josefina, los tres anteriores, además de La Cocoa Calderón y el hermano incómodo?
Le van a aportar mala imagen, descrédito y desprestigio como los que le aportan Juan Molinar —y su vínculo con la tragedia de la guardería—; imagen negativa idéntica a la que le aporta el cuestionado ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, otro perdedor, que se la jugó con Cordero y se subió a la campaña de Vázquez Mota, en calidad de cascajo.
Y es que apenas dejó el cargo, Oliva fue cuestionado por el cochinero que dejó en Guanajuato.
De esa manera, la cadena de errores y horrores que tienen en la lona a la señora Vázquez Mota permite suponer que sólo es cuestión de semanas para que el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, le arrebate el segundo lugar y —en consecuencia— la mande a la lona.
Si se confirma que la señora candidata —La Jefa, como la motejan ahora, en un intento por inyectarle fortaleza y credibilidad— se cae al tercer lugar, entonces veremos una nueva vuelta de tuerca.
¿De qué estamos hablando?
Casi nada, de que el candidato López Obrador habrá adquirido un inesperado tanque de oxígeno para continuar con vida en la contienda.
Es decir, en un escenario hipotético en el que la candidata del PAN fuera enviada al tercer lugar —y quedaría en calidad de gran derrotada—, buena parte de los electores que la veían como alternativa pasarían a la categoría de votantes libres que —como dijimos ayer en este espacio— buscarían refugio en AMLO, en Peña Nieto o, en el extremo, en los abstencionistas.
Y el ganancioso, en esa hipótesis, se llama Andrés Manuel López Obrador.
Y nadie sabe si le alcanzará para remontar 30 puntos porcentuales que hoy lo alejan de Peña Nieto.
Pero lo cierto es que ocupar el segundo lugar en una competencia como la contienda presidencial que vivimos es lo mismo que mantenerse con vida.
Pero, además, no se trata de un escenario nuevo.
En realidad, en la elección presidencial de 2006, cuando Felipe Calderón se desprendió del candidato del PRI, Roberto Madrazo, se produjo el jalón que lo catapultó hasta la línea de empate con AMLO.
Y lo demás ya lo saben todos.
Calderón derrotó a López Obrador.
Por eso es posible decir que AMLO no está muerto, que aún se le mueve una patita.
Al tiempo.
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Desde cabina
•    La historia de siempre…
-Martin Espinoza-
EXCÉLSIOR

Estamos en tiempos electorales y los ciudadanos nos tenemos que conformar con más de lo mismo, ante la presencia de una historia que ha sido recurrente dentro de la práctica política de nuestro país: los “saltimbanquis” de la política.
Aquellos que durante años han vivido del presupuesto público, brincando de una diputación a una senaduría o viceversa o de una senaduría a una gubernatura o de un cargo público a otro, ya sea en el ámbito local o federal.
Pero, en esta ocasión, los casos se vuelven más ofensivos para la ciudadanía cuando quienes se ostentan como “representantes” de la gente solicitan permanecer en una curul o un escaño a pesar de buscar la postulación de su partido a otro “hueso”, por lo que siguen cobrando como legisladores.
Es el caso de aproximadamente 60 “chapulines” que ya realizan campaña para “saltar” a otra Cámara, pero no han dejado de cobrar su sueldo, pues no han pedido licencia.
Por esa razón, la mayoría de diputados que van al Senado y de senadores que irán a San Lázaro podrán realizar sus campañas de proselitismo y, al mismo tiempo, ir, o no ir si no les da tiempo, a las sesiones del periodo ordinario que acaba el último día de abril.
Sólo a ellos, obviamente, se les ocurrió plasmar en la ley la posibilidad de tal aberración moral y ética frente a los electores.
Por eso es la actividad política la mejor remunerada de todas las profesiones en el país.
La mejor pagada, con las mejores prestaciones y la que más tiempo libre le deja a sus integrantes para la “grilla” política que les permita seguir gozando de sus privilegios.
¿Dónde quedan entonces las promesas que volvemos a escuchar en boca de los candidatos en estos tiempos de “campañas”?
Pues en eso, en promesas.
Es obvio que muchas de las decisiones que mantienen “atorado” al país se han estancado en el Congreso ante la falta de una mayoría absoluta que destrabe los temas más polémicos de la economía nacional.
Haber pospuesto las reformas coyunturales que requiere México debe obligar a nuestros representantes a trabajar de tiempo completo en su solución.
Pero no, los tiempos políticos no lo permiten y ahora pareciera que todo “gira” alrededor del primero de julio próximo.
Por ello el desinterés de algunos políticos en el trabajo legislativo pero, eso sí, la dieta es la dieta y, ésa, no deja de cobrarse.
Dicen los consejeros electorales que “toda actividad política tiene reglas de comportamiento, y si deciden suspender o no las dietas es un principio que deberán responder ante la opinión pública”.
Pues sí, pero la ley no los obliga a renunciar a pesar de haber sido ya postulados por sus partidos a otro cargo de elección, por lo que pueden seguir cobrando aunque no vayan a trabajar.
¿En dónde se ha visto eso?
Es como si cualquiera de nosotros le pidiera a su patrón ¡seguir cobrando en la empresa aunque ya no vaya a laborar porque está buscando ser contratado por otra!

Epicentro
•    El debate y las expectativas
-León Krauze-

El anuncio formal del primer debate presidencial seguramente habrá desatado el entusiasmo en las casas de campaña de Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador.
Es comprensible.
Primero, es un hecho que ambos ven los debates como la única oportunidad real de confrontar a Enrique Peña Nieto y tratar de sacarlo de quicio para, tal vez, robarle un buen número de puntos en las encuestas.
Tienen razón.
En una campaña tan breve como la mexicana, los encuentros cara a cara son de las pocas variables con el potencial auténtico de mover la intención al electorado.
Pero el frenesí de los rivales de Peña Nieto se debe a algo más.
La aparente falta de elocuencia del candidato del PRI parece sugerir que Vázquez Mota y López Obrador pueden, con algo de contundencia y suerte, arrinconar a Peña Nieto.
Imagino los sueños más radiantes de panistas y perredistas:
Peña se enreda a la hora de responder una pregunta sencilla, equivoca algún dato elemental o, quizá, se lía en un agarrón retórico con alguno de sus dos antagonistas, ambos —se piensa— mucho más dotados para el arte de la polémica.
Todo este cálculo también parece justificado.
En distintas ocasiones Enrique Peña Nieto ha demostrado no contar con herramientas suficientes para responder preguntas incómodas e inesperadas, sobre todo a “bote pronto”.
Parece sentirse mucho más cómodo dentro del guión que fuera de él.
Queda la impresión de que sabe responder con prestancia las preguntas “de cajón” pero se enmaraña si se trata de explicar asuntos mucho más mundanos.
A nadie debe sorprender que sus dos rivales, ambos más cómodos y experimentados en la escaramuza verbal, vean los debates como el momento perfecto para exhibir a Peña Nieto.
Pero, cuidado: los candidatos del PAN y el PRD (y sus ansiosos equipos) pueden estar perdiendo de vista un factor fundamental en la democracia mediática moderna: la importancia de las bajas expectativas.
En esto, como en muchas otras cosas, la historia ayuda.
En el año 2000, en Estados Unidos, el Partido Demócrata tenía entre manos un plan similar al que ahora fraguan Vázquez Mota y López Obrador.
En una contienda muy cerrada, los demócratas anhelaban el momento en que su candidato, Al Gore, debatiera con George W. Bush, el aspirante republicano.
Los demócratas pensaban que Gore, cuya profundidad intelectual era y es innegable, acabaría con Bush, incapaz de estructurar una sola oración coherente, maestra sólo en el arte del lugar común.
Además, los demócratas confiaban en la notable carrera de Gore como debatiente.
Después de todo, durante años, Gore había borrado a cuanto rival se le había puesto enfrente.
El encuentro entre un joven Gore y Ross Perot en 1993 para debatir sobre el TLC era el ejemplo perfecto: en términos boxísticos, Gore había noqueado a Perot en el segundo asalto.
En suma, todo parecía indicar que Gore vencería fácilmente a Bush, exhibiéndolo como un simplón sin cacumen.
Tan confiados estaban los demócratas del resultado del debate, que los asesores de Gore hacían la crónica de la paliza mucho antes de que siquiera comenzara el primer encuentro.
Así pues, las expectativas para Gore eran altísimas.
Para el pobre Bush, condenado al matadero de antemano, eran muy, pero muy bajas.
Lo que ocurrió representa uno de los capítulos más fascinantes —y útiles— de la historia de los debates presidenciales en EU.
El “torpe” Bush no lo resultó tanto.
Nunca demostró una elocuencia digna de elogio, pero respondió con prestancia y humor.
Gore, en cambio, se presentó como un pretencioso, suspirando y bufando tras cada respuesta de su rival.
¿Resultado?
Un gran número de votantes se dijo gratamente impresionado por Bush.
Un porcentaje equivalente rechazó la pedantería sabelotodo de Gore.
La lección es evidente: Bush se benefició de las bajas expectativas.
Tan mala fama le habían hecho los demócratas, que medio mundo esperaba que el republicano —seamos francos— simplemente rebuznara.
En cambio, su desempeño digno y cálido fue suficiente como para ganar.
Los equipos del PAN y el PRD deberían aprender la moraleja.
Antes de continuar sembrando la idea de que Enrique Peña Nieto es un títere ignorante, panistas y perredistas deberían dedicarse a ensalzarlo; a compartir lo mucho que esperan de Peña, lo elocuente e informado que suponen será el puntero en el debate.
La historia dice que deben elevar las expectativas, no reducirlas hasta el absurdo.
Allá ellos si hacen lo contrario.

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El asalto a la razón
•    Acicate para una, “compló” para otro
-Carlos Marín-

Pese a que Marisa Iglesias le dio la sorpresa de que el tracking de GEA/ISA MILENIO la presenta en desventaja de dos a uno frente a Enrique Peña Nieto y que Andrés Manuel López Obrador parece pisarle los talones por el segundo sitio en preferencias, Josefina Vázquez Mota no descalifica ésta ni cualquier otra encuesta, y además la asume como reto para persistir (como lo hizo en la campaña interna de su partido) y colocarse en el primer lugar.
En contraste, López Obrador necea en lo mismo de 2006: afirmar que las encuestas que no le favorecen y, de plano, “todas, todas, todas, están copeteadas…”.
Las imagina “una especie de dictadura moderna que se lleva a cabo a través del control casi absoluto de los medios de comunicación”.
Miente con desparpajo y confunde gimnasia con magnesia: cree que los sondeos que hacemos en milenio.com son… ¡encuestas!
No debiera ignorar, sin embargo, que sondeos como el que supone “quitaron” de esa página porque le favorecía carecen de rigor metodológico, duran pocas horas, y se hacen sobre temas inclusive frívolos.
milenio.com, pues, no hace encuestas.

Ventana
•    Cada ollita… con su tapaderita
-José Cárdenas-
EXCÉLSIOR

El presidente consejero del IFE ni suda ni se acongoja. Para Leonardo Valdés Zurita el proceso federal va sobre rieles.
Duerme tranquilo… y así piensa seguir por lo menos hasta el primero de julio.
No le preocupan los cuatro mil focos rojos encendidos por la violencia… para apagarlos están la Secretaría de Gobernación y los gobiernos de los estados…
Tampoco le preocupa la tentación de comprar o inducir votos de parte de autoridades estatales y municipales… para eso está la Fiscalia Especializada para la Atención de Delitos Electorales…
Si la ley tiene huecos que amenacen la elección, entonces que intervenga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Si acaso, el IFE servirá de árbitro implacable en el caso de que algún contendiente se pase de tueste y recurra al lodazal para ensuciar a sus adversarios.
También preparará la libreta de infracciones si los concesionarios de radio y televisión se pasan el alto y omiten transmitir, en tiempo y forma, alguno de los 19 millones de spots programados para los 90 días que durará la contienda.
Leonardo Valdés lo tiene todo muy clarito.
Su trabajo es organizar la elección, nada menos… pero nada más, por eso, ya mandó imprimir las 248 millones de boletas electorales que se usarán en la jornada cívica.
Si algún candidato se baja de la contienda, su nombre no podrá cambiarse… y háganle como quieran.
El consejero presidente del IFE está seguro de que a las once de la noche del día de la elección habrá resultados… que los mexicanos tendremos Presidente electo… y que no se repetirá el “ugaldazo” que dejó al país flotando en el limbo de la incertidumbre al mandarnos a dormir el 2 de julio de 2006 sin saber quién sería el Presidente de México.
Ahora, todo se ve color de rosa… salvo por una pregunta.
– ¿Andrés Manuel, Josefina, Enrique y Gabriel, los cuatro aspirantes fantásticos, estarán dispuestos a llevársela tranquila, mantenerse en paz y aceptar resignados su destino electoral?
Se reciben apuestas.
MONJE LOCO: Sólo queda tiempo para ganar, clama Josefina y le entrega su campaña a Superpán.
La Jefa, como han rebautizado a Pinita, hace a un lado fobias y filias… y deja todo en manos del calderonismo recalcitrante.
Toman el control de la nave Juan Molinar Horcasitas, alias Mil usos; Maximiliano Cortázar, ex Timbiriche y ex vocero presidencial… y de Ernesto Cordero; Juan Ignacio Zavala, el primer cuñado de la nación… y hasta el resucitado Germán Martínez Cáceres, ex líder albiceleste, ocupan ya el cuarto de guerra de la campaña panista…
También se integra al dream team josefinista la primera hermana del país, Luisa María Cocoa Calderón… bueno, hasta Ernesto Cordero le echa montón. Roberto Gil Zuarth, dizque jugará de supercapitán… libre por la cancha. PUNTO Y APARTE:
El zafarrancho de Xochitepec, que pudo acabar en sangriento combate, obligó a Peña Nieto a posponer su primera gira por Morelos.
El candidato a gobernador, Armando Orihuela, tiene de plazo hasta el fin de semana para planchar el asunto y serenar los ánimos desbordados por el des-agraciado Manuel Martínez Garrigós.
Ya se sabe, ya se supo…