Tras conquistar la cima del Everest, recorrer las cordilleras del Himalaya y lograr sortear vientos de 120 kilómetros por hora en La Patagonia, Elsa Ávila Bello se levantó un día con la imposibilidad de subir escaleras y dependía de los demás ante los constante desmayos.

Para los médicos resultaba inexplicable el deterioro de salud de la deportista dedicada a buscar rutas inexploradas durante sus expediciones y a romper récords siendo, en 1999, en la primera latinoamericana en alcanzar la cumbre más alta del mundo.

Aun cuando Elsa ignora, hasta el momento, el origen de su enfermedad, sabe que tiene fibrilación auricular (FA), padecimiento que sufren al menos un millón de mexicanos y que se caracteriza por una arritmia cardiaca irregular, es decir, las aurículas o cámaras superiores del corazón laten de una manera no coordinada, lo que produce un ritmo cardíaco rápido.

“La fibrilación auricular ha impactado mi vida de manera muy importante; fue difícil aceptar que un día escalé las cumbres más altas del mundo y tras la detección de la enfermedad no podía ni subir las escaleras de mi propia casa por este trastorno”, comentó.

Con 35 años asombró al mundo por conquistar el Everest, ya había llamado la atención por convertirse el primer ascenso femenil latinoamericano en el Sisha Pangma,a 8 mil 47 metros de altura. Tres años después, se sometió a una operación y le colocaron un marcapasos.

La situación no varió, relató, ya que sufrió dos eventos vasculares cerebrales transitorios los cuales, afortunadamente, no dejaron secuelas, y en 2005, despuúes de ser diagnosticada con FA, se sometió a otra intervención quirúrgica conocida como ablación, mediante la cual se aíslan las venas que alteran el normal funcionamiento del corazón y se coloca una plaquita que regula el voltaje e impide que haya desorden en el ritmo cardiaco.

“Tu caso es muy especial, necesito a mi mejor equipo”, le comentó el cardiólogo a Elsa, que con 47 años de edad explora junto con sus hijos algunos de lugares que recorrió y espera algún volver a colgarse la mochila de escaladora. “No me he retirado del montañismo, tal vez vuelva”, asegura la alpinista.

Buscando un millón de euros

Elsa y su esposo Miguel Ángel corren diario 50 minutos y, además de ser ama de casa, se ha dedicado a contar su historia de sobrevivencia y participa en la campaña “1 Mission, 1 Million”, en la que México participa con otros 32 países en proyectos para obtener 1 millón de euros, que otorgará Boehringer Ingelheim para prevenir 1 millón de eventos vasculares cerebrales o embolias provocadas por FA.

Antonio Arauz, neurólogo del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y miembro del Panel de Expertos de dicha iniciativa global explicó que el trastorno se detecta muy tarde porque en sus primeras etapas carecen de síntoma.

Por lo regular, la FA se presenta después de los 50 años y los sectores vulnerables son los hipertensos, obesos y diabéticos. “El problema es realmente serio, sobrepasa el millón de personas en México, lo cual ya es mucho, porque en el mundo hay 9 millones con fa”, dijo Arauz.

Boehringer Ingelheim lanzó la campaña global 1 Mission 1 Million, para financiar con un millón de euros proyectos para investigar y prevenir los efectos de la FA.