Con un concierto íntimo y sold out, el pasado sábado 5 de octubre, la cantautora italo-mexicana Romina Guardino organizó una velada muy especial en las salas de ensayo Buena Onda, en la Condesa, CDMX. Con una bella iluminación, un piano, dibujos coloridos colgados en una esquina, cojines en el suelo para sentarse y sillas alrededor, el espacio se transformó en un lugar acogedor para lo que sería su regreso a los escenarios como solista, presentando nuevas canciones, incluyendo su sencillo “El color empieza una danza”.
Acompañada de músicos invitados—Richie en el bajo, Moni en la guitarra eléctrica, y Bere Contreras de El Palomar como corista—Guardino abrió la noche con su voz cálida y envolvente, interpretando frases como “Nos quisimos y nos fundimos como el color que en el agua empieza una danza”. Esta canción, estrenada hace unos días, nos invita a reflexionar sobre la belleza de los momentos compartidos y cómo las emociones se entrelazan para formar algo único, como una acuarela que se disuelve en el agua.
Romina continuó compartiendo recuerdos emotivos y presentó “Momentos Mágicos,” una canción que interpretó en español, italiano y con una breve frase en francés. Sus temas, que abordan desde crisis existenciales hasta el amor transformador, llevaron a que tomara la guitarra para cantar “Cuando tú me dejaste”. Luego siguió con “Con Amor”, una canción en la que reflexiona sobre cómo todo se transforma a través del amor, y dio paso a su cuarta canción de la noche, acompañada de su característico ukulele.
Mientras Romina se sinceró sobre los temas de sus canciones, continuó con una pieza que compuso durante la pandemia, recordando la importancia de un abrazo. Bajó del escenario para sentarse al piano e invitó a los asistentes a cerrar los ojos mientras interpretaba “En Carne y Hueso”, creando un momento mágico de la noche.
El clímax llegó cuando compartió: “Una palabra mexicana que me gusta mucho es ‘apapacho’,” reiterando lo agradecida que está con México por haberla acogido y permitiéndole compartir estos momentos con amigos que ahora considera familia. A continuación, se sentó en la alfombra y, de manera improvisada, interpretó “Las Migas” con su guitarra, dando paso a un set más italiano, que incluyó el clásico “Bella Ciao” y temas de su autoría como “Quel Mare” e “Il Riflesso”, esta última en el piano.
A medida que se acercaba el final del concierto, Romina se despidió con “Soy”, uno de sus grandes temas lanzado en 2017. Los aplausos no cesaron, y muy emocionada, decidió repetir la canción que dio inicio a la noche, “El color empieza una danza”. A coro con los asistentes, cerró su set, continuando luego con una convivencia con todos los presentes, quienes se sumaron a este emotivo concierto y fiesta de lanzamiento de su nueva música.
Sobre Romina Guardino:
Originaria de Palermo, Italia, Romina Guardino comenzó su formación musical a los 15 años, estudiando canto con las reconocidas Silvia Balisteri y Anita Vitale. A los 20, se trasladó a Los Ángeles para perfeccionar su técnica en el Musician Institute, especializándose en canto y composición. De vuelta en Italia, trabajó con destacados músicos del jazz local, y a los 22 años decidió hacer de México su hogar, desarrollando un estilo que mezcla influencias de jazz, pop, rock, folk y hasta bossa nova.