Fue tanto el desprecio deportivo de Ángel Reyna hacia los Pumas, que mancilló el honor universitario al celebrar el gol que cambió la Liguilla con un “goya” sarcástico ante la silenciada afición felina.

El campeón goleador del Clausura 2011 dejó a los universitarios sin liderato general, sin invicto en casa y sin revancha ante las Águilas en la primera ronda de cuartos de final. Con su gol 13 del torneo puso el 0-2 final en CU, justo el marcador para evitar a los auriazules en cuartos.

América enfrentará a Morelia y Pumas al Monterrey. Antes del 91’ del duelo de ayer, ya estaba cocinado que ambos capitalinos se verían las caras dos ocasiones más durante esta semana. No será así.

Los del Pedregal salieron a tratar de marginar a las Águilas de la disputa por el título, y, de conseguirlo, el endeble Atlas sería su rival en la Liguilla.

El primer tiempo estuvo lleno de presión puma con embates constantes, pero un portentoso Guillermo Ochoa sacó todo. El meta amarillo frustró a los felinos, al grado de desmoralizarlos para la segunda mitad y, quizá, hacerlos pensar si realmente querían revancha en Liguilla.

Un remate esquinado de Marco Palacios al 35’ y un tiro de fuera del área de Martín Bravo, al 45’, hubieran significado los goles de la eliminación azulcrema, pero la mejor versión de Paco Memo dio motivación a los suyos para ganar por primera vez en CU desde el Apertura 2005.

Pumas se fue muriendo de a poco en el partido. Parecía que las condiciones climatológicas de intenso calor a las que se supone están acostumbrados terminaron por pesarles más que a los americanistas, recién desempacados de Brasil.

Guillermo Vázquez supo que su equipo se desmoronó con el gol de Vicente Matías Vuoso en un tiro de esquina que remató (59’) ante la mirada cómplice de la defensa felina y el estallido de júbilo en la cabecera sur del inmueble universitario.

El famoso “¡Vamos, vamos Améeeerica, que esta tarde, tenemos que ganar!”, de los seguidores emplumados fue ganando terreno en las gradas de uno de sus acérrimos rivales. Estaban fascinados por ver a las Águilas de Carlos Reinoso quebrar una racha de 727 minutos sin anotarle gol a los “enemigos clásicos” (Pumas, Guadalajara y Cruz Azul).

Los del Pedregal intentaron reaccionar, más con orgullo que con el buen futbol que desplegaron a lo largo del torneo. Dejaron nostalgia en su afición, porque tienen muy fresco el rugido goleador que su equipo ha dejado, aunado a las dudas de trascendencia, apenas a unos días de encarar la Liguilla.

El americanismo se creció en el Olímpico Universitario, pese a estar con 10 hombres tras la expulsión de Miguel Layún, al 65’.

Un contragolpe, encabezado por Rosinei Adolfo lo culminó el hombre que Reinoso revivió. Ángel Reyna cruzó el “bombón” que le dejó el brasileño dentro del área (91’) para confirmar su campeonato de goleo y gritar el “goya” más amargo que se escuchó ayer en CU.

Cambió la historia de la Liguilla y provocó las inclementes burlas de su afición hacia la felina, tras la batalla donde salieron como merecidos ganadores.

Ahora, al “gran baile”…(Agencias)