Hasta la OTAN da ya por descontada la vuelta de Trump a la Casa Blanca y los mercados han empezado a comportarse de otra forma tras el intento de asesinato del republicano que es ya, candidato oficial por su partido, para las elecciones presidenciales de noviembre próximo. ¡Qué nos agarre confesados!
Las propias encuestas que venían acercando cada vez más a Biden con Trump está vez se han disparado creando un océano de distancia entre un tozudo Biden y un Trump reconvertido en héroe y ejemplo de coraje para cierta parte de la población.
Buena parte de los indecisos han salido de su zona de confort: si antes dudaban entre el demócrata y el republicano, tras el atentado ha reducido un 50% el número de indecisos que han pasado a engrosar las encuestas a favor del empresario pelirrubio.
Solo un milagro podría evitar la catástrofe. Las presiones contra Biden al interior de su partido y de varios lobbies que son los que ponen dinero para su campaña se han disparado de forma importante también después del atentado. Si antes no lo quería el 20% de su partido ahora ha subido ese rechazo al 53 por ciento.
Quieren que se vaya y dé paso a la vicepresidenta, Kamala Harris o incluso se habla de Michelle Obama que goza de una enorme popularidad no solo como exprimera dama sino como activista. ¿Podría Obama con un discurso bien plantado, mostrando además músculo, garra y coraje frenar a un Trump mesiánico? Sí puede.
Lo que está claro es que Biden es ya un cadáver político empecinado en seguir en una carrera para la que no está capacitado porque su deterioro físico y mental es absolutamente claro e innegable. Trump está más entero que él.
Aquí en Europa la gente cruza los dedos porque se haga a un lado y si no, se preparan ya para la pesadilla: Trump es el epítome de los nacionalismos. Volverá a alinearse con los gobiernos ultranacionalistas y duros.
Vendrán más aranceles, más proteccionismo, más mano férrea contra la inmigración; más persecución, más amenazas, más discursos exaltando el América first y menos a favor de sumar alianzas con otros países y defender el multilateralismo frente a las amenazas de las autocracias y de otros gobiernos ultranacionalistas.
A COLACIÓN
La OTAN, Ucrania y China serán tres de los dardos envenenados más manidos de Trump. Realmente parece como si hubiera una conspiración de la ultraderecha global por acabar con los consensos y destruir al mundo emanado después de la Segunda Guerra Mundial en materia de consensos globales y de instituciones.
Hay un propósito para llevarnos hacia la oscuridad de lo individual y es que la guerra es más fácil de hacer cuando estás más solo y menos acompañado. Cuando eres más débil.
Trump, su vuelta a la Presidencia, no va a traernos paz… sino todo lo contrario habrá más guerras, más invasiones, más conflictos. Con la ONU convertida en un fantasma y con Estados Unidos enrocado en sí mismo como lo quiere Trump, ¿quién hará de contrapeso contra los abusos de Rusia, de China, Irán o Corea del Norte?
La elección de Mark Rutte, exprimer ministro de Países Bajos, para la liderar la Alianza Trasatlántica es síntoma de la búsqueda de una conciliación entre la posición de Trump y de la OTAN como grupo. Las presiones no solo vendrán exigiendo una mayor aportación de cada miembro a su gasto militar también las habrá por el papel que muchos de sus países han jugado proveyendo de ayuda económica y militar a Ucrania para resistir la invasión rusa.
Y a Putin, al que la prensa occidental lleva meses achacándole una debilidad en su estrategia militar, solo le queda esperar lo que resta del año, para desplegar al completo su verdadera misión. Entonces nos daremos cuenta por qué lleva aguardando como el lobo a su presa a que los vientos en la Casa Blanca cambien a su favor. Lo mismo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amigo de Trump quien ya tiene sobre de la mesa la propuesta de sus socios de ultraderecha para tomar Cisjordania y expulsar a todos los palestinos de su territorio. La ultraderecha tiene un propósito, no son casos aislados, sino concatenados y solo hace falta la vuelta de Trump al poder.