El show de medio tiempo del Super Bowl LVIII corrió a cargo de Usher y fue sorprendente, yendo de menos a más en cuanto al espectáculo y los invitados que acompañaron al cantante en el escenario, para deleite de los televidentes y del público presente en el Allegiant Stadium de Las Vegas.

La primera sorpresa que preparó Usher, quien salió ataviado con un conjunto blanco y plateado para interpretar algunas de sus mejores baladas como My Way y I Need a Girl, fue la presencia de la icónica Alicia Keys en un piano de color rojo, provocando la ovación del público que asistió al inmueble de Nevada.

 

Posteriormente, cuando el cantautor dio el salto hacia el Hip Hop, un genero que lo catapultó a la fama a anivel mundial, se hizo presente el rapero Ludacris, quien también fue aplaudido por los aficionados y que lució un atuendo en color negro, haciendo juego con los bailarines que engalanaron el escenario y mostraron sus mejores pasos.

Por último, Usher interpretó la canción Yeah!, una de las melodías más icónicas del Rap en Estados Unidos, en la que lució un traje de color negro con vivos azules y que provocó el cambio de luces en la tribuna del estadio, para cerrar la actuación.