Queda por ver si todo el rosario de promesas rupturistas planteadas por el neoliberal Javier Milei serán cumplidas; por lo pronto, ya como presidente le está bajando el tono y ha declarado recientemente a la radio en su país que “habrá cosas que tendrán que pensarse mucho” y por tanto, “no podrán llevarse a cabo quizá dentro de unos años”.
Milei está recibiendo una economía quebrada, con una moneda quebrada, y si no actúa rápido esos 14 millones 476 mil 462 votos que recibió pueden convertirse en frustración y descontento en las calles.
Por lo pronto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que estará muy vigilante de la economía argentina, luego de que en agosto pasado, le prestó 7 mil 500 millones de dólares.
Están son las siete razones por las que la economía argentina es un desastre: 1) Inflación de tres dígitos; 2) devaluación constante del peso, solo en agosto en un día perdió el 18% para ubicarse en 350 pesos por dólar; 3) uno de los países más endeudados del mundo, sobre todo, con el FMI; 4) una sequía fuerte en el sector agrícola; 5) recesiones continuadas; 6) un banco central ineficaz; y, 7) un sistema político roto.
Por ahora todo son incógnitas hacia qué hará el nuevo presidente de Argentina y de si, verdaderamente, se sacudirá a la casta o terminará rodeado de ésta.
Su excéntrica personalidad puede empeorar más la situación. Milei es un economista liberal graduado en la Universidad de Belgrano, en Buenos Aires, que además ha dado clases y en los últimos años alcanzó notoriedad gracias a su participación en los medios de comunicación y a su partido político La Libertad Avanza.
Sus ideas se mueven dentro del espectro de la ultraderecha, aunque también hay analistas que lo ubican dentro del populismo de derechas; y como economista es seguidor de Milton Friedman y de la escuela austriaca.
Alcanzó su fama gracias a varios programas de radio como Demoliendo mitos y Cátedra libre y desde 2021 se desempeñó como diputado nacional por Buenos Aires. Es un outsider que ha conseguido ganar la Presidencia de Argentina y derrotar al peronismo acusándolo de casta.
No son pocos los que están inquietos por su situación emocional que pasa de una explosividad a una pasividad incesantes y hace acusaciones públicas como señalar al Papa Francisco de representar “al maligno” en la tierra.
En el libro El Loco de Juan Luis González, el autor muestra su preocupación por la influencia que los perros de Milei ejercen sobre de la mente del presidente electo de Argentina. Milei ha declarado abiertamente que se comunica con ellos y hasta lo aconsejan.
De las incógnitas, sobre su gobierno en materia de política exterior, Milei ha ofrecido a su nación como sede de un cónclave negociador para buscar la paz entre Ucrania y Rusia.
También se ha reconciliado con el Papa Francisco, tras una breve llamada, y hasta lo invitó a visitar Buenos Aires para que los católicos puedan mostrarle su gratitud.
Milei es un abierto partidario de Israel y ha declarado que quiere convertirse al judaísmo, una religión que lleva tiempo estudiando y practicando. También ha señalado que acudir a Tel Aviv para reunirse con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, será una de sus prioridades.
Respecto de China, se encuentra en duda cuál será el futuro de sus relaciones comerciales, dado que Milei hizo campaña (con el mismo discurso que Donald Trump en Estados Unidos) acusando a China de todas las distorsiones en el comercio y de aprovecharse de los argentinos. Después de Brasil, es China el segundo socio comercial más importante para la economía austral, pero Milei ha dicho que rompería relaciones comerciales porque no quiere negociar con un país comunista. Milei tiene medio año para comenzar a cumplir sus promesas antes de que la decepción termine con su incipiente gobierno.