El pangolín fue descartado como el principal sospechoso de ser la fuente animal del coronavirus (COVID-19), informó la revista científica “Nature”.
El 7 de febrero, científicos de la Universidad de Agricultura del Sur de China sugirieron que este animal en peligro de extinción era la principal fuente del virus. Los investigadores argumentaron que un coronavirus encontrado en pangolines contrabandeados en el país asiático tenía un 99 por ciento de compatibilidad genética con el COVID-19.
Sin embargo, estos resultados no se referían a todo el genoma, sino a una parte específica llamada dominio de unión al receptor (RBD, por sus siglas en inglés), precisaron los autores del estudio, quienes publicaron sus análisis el 20 de febrero en la plataforma biomética bioRxiv.
Xiao Lihua, parasitólogo de la institución y coautor del documento, reconoció errores al comunicar los hallazgos.
“(La noticia fue resultado de una) mala comunicación vergonzosa entre el grupo de bioinformática y el grupo del laboratorio del estudio”, precisó.
Al comparar todo el genoma, descubrieron que el virus hallado en el pangolín y el encontrado en los humanos sólo compartía un 90.3 por ciento de su ADN.
El RBD es una parte crucial de los coronavirus, pues les permite engancharse y entrar en una célula.
Linfa Wang, virólogo de la Escuela de Medicina Duke-NUS, explicó que incluso una similitud del 99 por ciento entre el RBD de los dos virus no es suficiente para vincularlos.
Los científicos aún están lejos de determinar la fuente animal del COVID-19, aunque el pangolín todavía es una posibilidad.
La especulación de los pangolines como fuente del COVID-19 preocupa a Sara Platto, especialista de la Universidad de Jianghan, quien teme que esto motive a las personas a matar al mamífero escamoso, como ocurrió con las civetas, que fueron aniquiladas en masa luego de ser asociadas al brote del síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés).
“El problema no son los animales, es que tengamos contacto con ellos”, comentó.
En China, tres diferentes equipos buscan el origen del virus: el de la Universidad de Agricultura del Sur de China, uno del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades y otro de la Academia de Ciencias China.
Hasta el momento, la coincidencia más cercana se encontró en un murciélago de la provincia de Yunnan: un estudio publicado el 3 de febrero concluyó que el coronavirus de este animal compartía un 96 por ciento de su material genético con el COVID-19.
Los murciélagos pudieron haber transmitido el virus a los humanos, pero existen diferencias claves en el RBD de ambos virus.
Por lo anterior, los investigadores sugirieron que el coronavirus de este murciélago en particular no infectó a las personas directamente, sino que pudo haberse transmitido a través de un huésped intermedio.