En Holanda, la coalición de Gobierno quiere que la ley para vender la pastilla para el suicidio sea aprobada antes de que finalice el 2020.
Lo peor, es que piden que no sea necesaria la prescripción médica ni la justificación de un problema de salud para su uso, lo que ya ha levantado polémica.
Todo comenzó hace más de 40 años, cuando Huib Drion, juez del Tribunal Supremo de Holanda, proponía la idea de que el Estado debería proporcionar a los ciudadanos mayores de 70 años una pastilla que les ayudase a acabar con su vida en el momento en el que lo decidieran.
Desde el 2002 la eutanasia es legal en este país, pero están considerando legalizar una “pastilla del suicidio” para las personas mayores de 70 años.
El gobierno de Holanda inició los primeros pasos al encargar un estudio que determine cuántos habitantes estarían a favor de tomar la pastilla del suicidio o píldora de Drion, cuando estén “cansados de vivir”.
Una de las controversias es que se quiere establecer que no sea necesaria la prescripción médica ni la justificación de un problema de salud para decidir poner punto y final a la vida.
La sociedad holandesa está a la espera del desarrollo de las negociaciones en un parlamento con división de opiniones ante un asunto que podría, inclusive, hacer peligrar el actual gobierno de coalición.