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En Privado
Joaquín López-Dóriga
Presidentes: vivos, ni muertos

Tú eres mucho mejor que tú.
Florestán

Cuando el domingo el presidente Calderón viajaba a Washington para participar en la pospuesta cumbre de América del Norte, a bordo del TP-01, recibió la información de la muerte del ex presidente Miguel de
la Madrid, en el Hospital Español, en el que había sido ingresado meses atrás y de donde en noviembre surgió la versión, confirmada por cercanos y luego desmentida, de su fallecimiento.

En vuelo hacia esa cumbre que correspondía a la del año pasado, cancelada por la trágica muerte de Francisco Blake Mora, el 11 de noviembre de 2011, le confirmaron el deceso del ex presidente y al llegar a la capital de Estados Unidos hizo las llamadas de pésame a la familia De la Madrid. Le dijeron que estaban planeando un homenaje en el Fondo de Cultura Económica, del que fue director de l990 a 2000, a lo que el Presidente les hizo saber la decisión que había tomado: a un ex presidente había que hacerle el homenaje en Palacio Nacional, y así fue. Adelantó su regreso mientras aquí se hacían todos los preparativos de una ceremonia, generosa e inédita, el lunes, que por la mezquindad de sus antecesores, del PRI y del PAN, nunca habíamos visto.

No se la hizo Gustavo Díaz Ordaz a Adolfo López Mateos, el 22 de septiembre de 1969, ni a Lázaro Cárdenas, el l9 de octubre de 1970; tampoco José López Portillo a Gustavo Díaz Ordaz, el l5 de julio de l979; ni Carlos Salinas, que allí estaba en Palacio el lunes, a Miguel Alemán Valdés, el 14 de mayo de 1983; ni Vicente Fox a Portillo, el 17 de febrero de 2004. Se limitaron a cumplir dando el pésame en la capilla ardiente o, incluso, yendo al cementerio, pero hasta ahí y no todos.

Por eso la decisión de Calderón del homenaje en Palacio Nacional reivindica generosamente un aspecto de la vida pública, aunque sea a nivel post mórtem.

Porque vivos, como hemos visto, ni muertos.

Retales

1 LO MISMO. Escuché las propuestas de los candidatos en materia de seguridad y no veo diferencias mayores entre ellos mismos, ni entre ellos y la política de Felipe Calderón. No hay nada nuevo ni siquiera en campaña;

2 TELE. Reedita Andrés Manuel López Obrador discursos de hace seis años y dice que una televisora no le da trato igualitario en los spots, lo que es un error del candidato. Su reclamo tiene que ir al IFE, quien hace la distribución y pauta, y a los partidos de su alianza que obtuvieron votaciones raquíticas en el proceso federal de 2009. Es ahí dónde, Andrés. Y no es una televisora, son todas las estaciones de radio y tv, y

3 RECESO. Los candidatos van a bajarle a sus campañas en los días santos para reiniciar con la resurrección, paréntesis que sus equipos aprovecharán para revisar el arranque.

Nos vemos mañana, pero en privado

Interludio
Campañas anticuadas en la era de la Internet
Román Revueltas Retes

Una pregunta ingenua: en esta época de comunicaciones instantáneas, en la era de la Internet y las redes sociales ¿deben los candidatos ir en persona a todos y cada uno de los rincones de este país? Ciertamente, lo que ocurre ahí, en esos actos de campaña, es trasmitido por los medios y, de tal manera, amplificado. Pero, por favor, ¿cuánta gente acude, en primer lugar, a los antedichos “eventos” como para conformar una mayoría determinante de millones y millones de votantes? Hagan cuentas: tres mil en un auditorio, por la mañana; cinco mil, al mediodía, en la plaza del pueblo; 30, por la tarde, en encuentro semiprivado con empresarios de relumbrón. No acabas de completar las cuotas en toda una vida. Y, a ver, ¿cuántas de esas personas que sí van no son, de cualquier manera, simpatizantes de la causa? Esto último lo digo, estimados lectores, porque no tengo la menor intención de aparecerme en ningún mitin (a menos que me lo pida algún amigo entrañable y, de todas formas, terminaré votando por quien a mí me dé la gana).

Luego entonces, estamos hablando de otra cosa: de un ritual, señoras y señores. El acto de campaña es una arcaica misa republicana escenificada para consumo de la prensa y los espectadores de la tele; oportunidad para soltar algunos mensajes y poco más. Pero la imagen queda y el desempeño del artista, después de todo, termina siendo sabrosa comidilla diaria del respetable. Hasta ahí. Lo malo es lo colosalmente improductivo (y costoso) de los numeritos. Pero, ya lo sabemos, la política es lo último que se moderniza.

Frentes Políticos
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I. Ya hay fecha para la primera confrontación de las ideas. El debate se realizará el 6 de mayo a las 20:00 horas. La Comisión de Debates del  IFE y los representantes de los candidatos determinaron hora, aunque no el formato ni la duración, sólo que el primero será en el DF. Rogelio Carvajal, Carlos Ramírez Marín y Jaime Cárdenas, representantes de Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, confirmaron que las consultas que hicieron revelaron que la mejor fecha era ese domingo, por cuestiones de rating. Que lo aproveche quien mejor exprese sus proyectos.

II. Enrique Peña Nieto vivió ayer, en Sonora, una jornada con claroscuros. Se  reunió con priistas en el Expo Fórum y, antes, mantuvo un encuentro privado con 600 empresarios en el Club de Golf  Los Lagos. Ahí soltó una pregunta que entusiasmó a más de uno: “¿Cómo quieren seguir gobernando (los panistas) si ya demostraron que no saben cómo hacerlo?” El prietito en el arroz fue, sin duda, la convulsión que el aspirante presidencial encontró en las filas del PRI local, un partido al que dejó casi en ruinas el ex gobernador Eduardo Bours Castelo.

III. En medio de la vorágine informativa debido a su estado de salud, el equipo de Josefina Vázquez Mota reveló que la aspirante panista padece de baja presión desde hace algún tiempo, pero a la vez informó que se encuentra sana y lista para sortear sin contratiempos la gira de dos días en Baja California. Tiene muchas reuniones. En Ensenada, con empresarios del sector turístico, vitivinicultores, productores agropecuarios y líderes de organizaciones civiles y un mitin en la Terminal de Cruceros. En Tijuana, charlas con mujeres que trabajan en la maquila, y con otros sectores sociales. El ritmo apremia. Y sólo descansará el Viernes Santo.

IV. A partir del momento en que a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, se le secó la boca al iniciar un discurso y nadie le acercó un vaso de agua, por lo que tuvo que terminarlo sentada, mucho se especula sobre su salud. Su opositor en la contienda, Andrés Manuel López Obrador, dijo que en época de campaña “la fatiga y el estrés” aparecen, tal como le sucede a cualquier persona. “Le deseo lo mejor a Josefina y lo digo de manera sincera, son condiciones que se presentan: fatiga, estrés, problemas que tenemos como seres humanos, por eso no se debe hacer escarnio con la situación”. ¿Será porque la salud de López Obrador también provoca especulaciones?

V. Los spots que vienen. Este viernes se comenzarán a difundir. Los tres principales tocan temas de seguridad, pobreza y educación, entre otras cosas. Josefina Vázquez Mota asegura que va a ser “una Presidenta con faldas pero, eso sí, con muchos pantalones”; Enrique Peña Nieto, en locaciones de Nuevo León, resalta lo trabajadora que es su gente y “que no merece la ola de violencia por la que está atravesando”, y Andrés Manuel López Obrador pregona:  “Tenemos experiencia, ya lo hicimos en el DF, que hoy es de las ciudades más seguras del país”. Nutrida y variada oferta. De lo mismo.

VI. Los números negros de Malova. Las cuentas que entrega el ex priista y actual  gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez: 368 personas asesinadas en lo que va del presente año. Aunque usted no lo crea, tan sólo en marzo, hubo 141 homicidios dolosos en la entidad.  Y en abril no cambia el panorama. En el primer día del mes fueron ejecutadas diez. El índice de violencia había tenido un descenso en las cifras al empezar 2012, pero de nueva cuenta aumentó en febrero y marzo. Y algo peor. En la tierra de Malova, la impunidad es ley.

ITINERARIO POLÍTICO / Ricardo Alemán
PAN: ¡no se hagan bolas!

Dice un clásico que “tiene problemas el partido al que le quieren tumbar a su candidato”.

Y en la elección presidencial de 2012 parece el caso del PAN y de su candidata, Josefina Vázquez Mota. Primero fue una guerra desatada desde Los Pinos, en donde no la querían como candidata. Luego la pelea intramuros del partido azul, en donde la han combatido sin cuartel. Y, al final, la candidata vive los estragos causados por errores y horrores de un equipo de inexpertos.

Y será el sereno, pero menudean las voces que creen, suponen, imaginan o recomiendan que Vázquez Mota sea relevada. Y, en efecto, pudiera ser una locura; pudiera tratarse de un despropósito o una teoría descabellada. Pero lo cierto es que en la percepción ciudadana de sectores sociales y, en el imaginario colectivo de otros tantos potenciales electores, en el PAN se debiera relevar a la candidata presidencial.

Y las razones son más que elementales; de sentido común. Dicen que no avanza en la preferencia del electorado, no convence más allá de la clientela azul, pierde terreno ante el tercer lugar que ocupa la izquierda de López Obrador y, por si fuera poco, no es capaz de aglutinar al PAN y a los panistas, en torno a su proyecto. En pocas palabras, que ya no sólo prendieron los focos rojos desde hace mucho tiempo, sino que hoy se escucha ruidoso el ulular de las sirenas de una emergencia que pocos quieren ver.

Pero tampoco es nueva una crisis así. Basta mirar al pasado reciente para recordar que durante las elecciones presidenciales de 1994, entre enero y la primera mitad de marzo, la candidatura del PRI vivía momentos de alarmante incertidumbre, ya que por todo el país se escuchaba la versión de que el abanderado tricolor podría o debía ser sustituido.

Como se recuerda, el candidato del PRI era Luis Donaldo Colosio, quien enfrentaba a Cuauhtémoc Cárdenas —aspirante del PRD por segunda ocasión— y al poderoso Diego Fernández de Cevallos, postulado por un pujante partido azul.

Apenas en los primeros minutos de enero, del convulso 1994, se había producido el alzamiento del EZLN en Los Altos de Chiapas. A causa de esa declaratoria de guerra, el gobierno de Salinas habilitó a su más fiel escudero, a Manuel Camacho, como negociador de la paz. Sin embargo, el nombramiento de Camacho a esa encomienda catalizó la rumorología en torno a un potencial cambio de candidato en el PRI.

Y es que, vale recordar, Manuel Camacho nunca aceptó que en la carrera presidencial lo hubiese derrotado Colosio. Más aún, entre enero y la primera mitad de marzo de ese 1994, los grupos políticos afines a Camacho parecían estimular la especie de que la candidatura de Colosio sería relevada. Y, en efecto, la voz popular señalaba que el candidato que entraría al relevo sería Manuel Camacho.

Frente a esa tentación —y ante el riesgo de que la candidatura de Colosio se desbarrancara—, el presidente Salinas decidió un manotazo que se convirtió en un clásico de la vida política nacional. En un evento para conmemorar el aniversario del PRI, lanzó el memorable: “¡No se equivoquen; no se hagan bolas!”, el candidato presidencial del PRI se llama Luis Donaldo Colosio. Por momentos pareció que el correctivo había surtido efecto. No fue así, la historia cambió el 23 de marzo de ese 1994.

La tarde del 23 de marzo, en Lomas Taurinas, fue asesinado el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio. Horas después el PRI designó a Ernesto Zedillo, quien se enfrentó a Manuel Camacho en una guerra que duró todo el sexenio.

Viene a cuento porque existe similitud sorprendente entre la crisis que, en su momento, vivió la candidatura de Colosio, y la de Vázquez Mota. En los dos casos existieron y existen fuerzas intramuros del partido que pretendían y pretenden derribar al candidato, hoy candidata del PAN. En los dos casos existieron y existen fuerzas externas que intentaban e intentan desbarrancar al candidato, hoy candidata del PAN.

Y, en los dos casos, el problema de fondo se localiza en la incapacidad de negociar y/o pactar un acuerdo de reparto del poder, entre los grupos del partido y del poder real. ¿Quién está interesado en desbarrancar a la señora Vázquez Mota? Los interesados están en el gobierno, en el PAN, entre los grupos del poder real.

Lo curioso es que, mientras en el PRI el candidato Peña Nieto recorre el país junto con Manlio Fabio Beltrones, a la señora Vázquez Mota la dejaron sola los señores Cordero, Creel… y todo el PAN. ¿Quién dará el manotazo, en Acción Nacional, como el que dio Salinas en el Revolucionario Institucional, en 1994? Al tiempo.

Astillero

Debatir de verdad

Más allá del promocional

Sin sujeción a notables

Langosta, coyotas, Graco
Julio Hernández López

Será importante que los candidatos presidenciales no impidan a los electores conocer de manera directa y sin artificios lo que piensan respecto a los principales problemas del país. Aun cuando su impacto en la gran masa ciudadana pueda ser atenuado e incluso deformado mediante trucos mediáticos posteriores, el debate entre los cuatro aspirantes formales podría aportar elementos sensatos de juicio, más allá del torbellino de promocionales, discursos y poses que están caracterizando la primera etapa de las campañas electorales.

Dos de esos aspirantes, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri, están dispuestos a presentar la menor resistencia a la posibilidad de una discusión abierta. El tabasqueño es sin duda el mejor dotado de todos ellos para la confrontación de ideas a partir de experiencias propias de gobierno y, aun cuando su amorosidad táctica podría llevarle a moderar su vocación por la polémica firme (un ejemplo de ella se produjo en 2000 en el noticiero nocturno de Joaquín López Dóriga, que en youtu.be/nsb5j7zoMsk puede verse, frente a Diego Fernández de Cevallos, en un choque ganado por el perredista a pesar de la ampulosidad de quien apodan El jefe), lo cierto es que el abanderado de las izquierdas encontrará las mejores condiciones para su discurso si el formato que se llegue a aprobar permite libertad, frescura y espontaneidad. Para el representante del Panal, el investigador Quadri, será ganancia todo lo que signifique una oportunidad de trastocar el casillero en el que va en firme cuarto lugar, irremediablemente alejado del trío que forman PRI, PAN y PRD.

La principal resistencia a un debate abierto está, desde luego, en Enrique Peña Nieto, en función de su presunto rango de puntero casi inalcanzable, según las diversas casas de encuestas que han apuntalado esa percepción, y de su inocultable y cotidianamente demostrada deficiencia no sólo en términos argumentativos sino incluso de memoria, prosodia y formación política y cultural en general. El ex gobernador del estado de México busca, a través de sus representantes, la sujeción del debate que se realizará el próximo 6 de mayo a cartabones que eviten poner aún más en evidencia sus limitaciones que, en casos como el de la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, le llevaron a terrenos de ridículo y pitorreo imparables.

Aun cuando tiene una evidente capacidad escénica, sobre todo en cuanto al sostenimiento del micrófono en alguna de sus manos y en el paseo sobre foros y templetes para aparentar contacto y dominio de la audiencia, Josefina Vázquez Mota tampoco está bien dotada para la polémica pública. Hasta ahora ha podido salir adelante echando mano del famoso tarjeteo proveniente de su equipo de asesores, y en general se defiende repitiendo datos y conceptos relacionados con la actividad pública que ha ido memorizando, pero la escritora de ¡Dios mío, hazme viuda, por favor! proviene de la cultura del esfuerzo en pro de la vacuidad cultural e ideológica, sustentada en la filosofía de la autoayuda y la superación personal, especializada en el mucho hablar y poco decir, en el bla, bla, bla que no para pero que tampoco aporta nada sustancial. Un debate libre y fuerte resultaría terriblemente peligroso para la panista.

Y, sin embargo, no todo ha de dejarse al libre juego de la producción mediática, el espot largamente preparado y la simulación escénica. Justamente porque la auténtica confrontación de ideas está siendo sustituida de manera apabullante por los poderes de modelación electrónica de la conciencia colectiva es que resultan imprescindibles las oportunidades de concurrencia de los candidatos ante escenarios plenamente políticos en los que las ideas y las posturas de cada cual deban ser planteadas sin adulteración ni armado previo.

Otro riesgo latente reside en la tentación de someter tales debates (que solamente serán dos) a un cuestionario presentado en días anteriores por un grupo de intelectuales, académicos, políticos y comentaristas. Como es natural en todo ejercicio político, la redacción de las preguntas planteadas conlleva definiciones e intenciones. Firmadas incluso por miembros destacados del equipo de AMLO (entre ellos, algunos que han sido propuestos para integrar su gabinete, obviamente en caso de triunfo), ciertas preguntas significan una forma de validación de lo que hoy practica el calderonismo (en materia de seguridad pública y permanencia del Ejército en las calles, por ejemplo) y de promoción de decisiones económicas supuestamente modernizadoras (uno de esos casos, el de la política energética).

Siendo un ejercicio parcial y con aspiraciones de ser satisfecho en su propio seno (los firmantes de ese desplegado invitaron a los candidatos a presentarse ante ellos para desahogar el temario), en esos mismos términos debería ser cumplido, sin pretender convertirlo, por el peso de los convocantes, en materia obligatoria de examen público. Someter los debates venideros a una línea de interpretación de notables, y circunscribir las respuestas de los aspirantes a los límites e intereses expresados en ese cuestionario particular, representaría un retroceso y reduciría las posibilidades de esos debates que, habrá que insistir en ello, tan necesarios son, en términos de amplitud y frescura para contrarrestar aunque sea en mínima parte el proceso de dominación ejercido por las televisoras.

Astillas

Vázquez Mota come tacos de langosta para demostrar que no tiene problemas alimentarios crónicos y que goza de excelente salud, sólo con problemas de baja presión… Peña Nieto come coyotas en Sonora, a donde llegó acompañado de Manlio Fabio Beltrones, quien sería el líder de la cámara federal de diputados si el PRI consigue mayoría de curules… López Obrador levanta la mano a Graco Ramírez, candidato a gobernar Morelos, mientras convoca a zarandear a los mexicanos para que despierten de la pesadilla nacional… Y, ya que está disponible en Youtube la nueva comalada de promocionales de candidatos presidenciales, que comenzará a difundirse en tv a partir del próximo viernes, ¡hasta mañana!

Clase Política

Escaramuzas en el PRD
Miguel Ángel Rivera

En una de sus primeras decisiones como presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano confirmó que se mantiene la consulta para definir si hay alianza con el PAN para luchar por el gobierno del estado de México.

La nueva secretaria general, Dolores Padierna, se declaró, por el contrario, opuesta a esa alianza y reveló que cuidará que el nuevo presidente, Jesús Zambrano, se conduzca de acuerdo con lo que disponen la militancia y los órganos partidistas.

El que fuera tercero en discordia, Armando Ríos Piter, anunció que buscará suceder a Zambrano como subcoordinador de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados.

La cosecha

Al criticar el triunfalismo de Felipe Calderón sobre el manejo que ha hecho de Pemex, el coordinador de los diputados del PRI y ex director de esa empresa oficial, Francisco Rojas, dijo que los recursos monetarios de la paraestatal se han utilizado para resolver los problemas de finanzas públicas del gobierno federal, imponiéndole una carga fiscal que no tiene precedente en la industria petrolera mundial. Rojas también sostuvo que los gobiernos panistas han desmantelado la estructura de recursos humanos de Pemex, y ha desplazado a personal técnico mexicano altamente experimentado, por el excesivo contratismo que utiliza de obreros y técnicos extranjeros o jóvenes panistas inexpertos…

Los liberales reconocieron en Benito Juárez su valor, la unidad de grupo y la lealtad a los principios, afirmó el diputado priísta Alfonso Navarrete Prida al censurar la eventual alianza PAN-PRI en el estado de México, durante el homenaje al Benemérito de las Américas encabezado por el gobernador Enrique Peña Nieto. Además recordó que el grupo conservador era capaz de subordinar cualquier principio, con tal de obtener el poder político. A tal grado tuvieron esa severa confusión ética que se atrevieron a entregar el país a un gobernante extranjero, dijo Navarrete…

En la sede nacional del PRI, acompañado de la secretaria general, Cristina Díaz, y ante más de 500 representantes de organizaciones de masones, encabezados por Manuel Jiménez Guzmán, el presidente del PRI, Humberto Moreira Valdés, convocó a construir el gran proyecto de nación que nos permita tener una educación moderna con acceso a las nuevas tecnologías; superar la desigualdad terrible que viven miles de familias y recobrar la tranquilidad “que nos robaron por estrategias equivocadas, sin diseño, sin capacidad, ni talento para instrumentar y operar”…

La comisionada del Ifai, María Marván, demandó a las comisiones de la Cámara de Diputados aprobar en el actual periodo de sesiones la iniciativa de Ley Federal de Transparencia previamente sancionada por el Senado y en particular rechazar la propuesta de que las resoluciones del Instituto sean revisadas por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, lo cual representaría una regresión en materia de transparencia.

Campañas van, campañas vienen
Rafael Cardona

CRONICA
Hace algunos años Eulalio Ferrer escribió un ensayo maravilloso en torno de la propaganda política y su fraseología pertinaz. Llamó a su libro De la lucha de clases a la lucha de frases.
Se llama “Museo modo” y está en la calle Colima de la colonia Roma (no en Tabasco como mal dije en la radio) en la ciudad de México. Es una vieja casa catalogada como tesoro artístico de la capital, muy cerca de la antigua sede del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Tiene una fachada gris y unos balcones de cemento bombachos y floridos en el mejor estilo “art nouveau” de la olvidada “Belle époque”. En la puerta hay una advertencia y una disculpa: la vejez de la obra no permite hacerle rampas ni dar otras facilidades a los minusválidos.

Nadie, ni Antonio Gaudí ni Frank Lloyd Wright, ya no se diga Le Corbusier o Luis Barragán pensaban en ellos como el eje de ninguna arquitectura. Pero ese es otro asunto.

Lo interesante de ese museo, cuyo universo cabe en un pañuelo, pero no por eso es menos notable, es su más reciente muestra, una jocosa colección de objetos, adminículos, carteles y utensilios y toda clase de recuerdos, como se dice ahora, en relación con la propaganda política.

Botones con fotografía de Don Porfirio Díaz; retratos de Luis Donaldo Colosio (algunos de la colección de Velia Rodríguez) y lemas, muchos lemas de los priistas predominantemente, pero también de Luis H. Álvarez, Efraín González Morfín, Diego Fernández de Cevallos y en abundancia abrumadora de Vicente Fox; gorras, relojes, vasos, botellas de cerveza con etiquetas alusivas al voto o al candidato, plumas, encendedores y todo el catálogo de recordatorios portátiles en los cuales el fuego del cigarrillo se ilumina con el “Arriba y adelante” de Luis Echeverría, por ejemplo.

Pero hay frases inmortales. “Plutarco Elías Calles, el candidato de los revolucionarios”; “Trabajo, creación, libertad; José Vasconcelos”; Adolfo Ruiz Cortines, “el candidato nacional” y por encima de todas ellas, obviamente, “Sufragio efectivo; no reelección”; divisa de Francisco Ignacio (no Indalecio) Madero y cualquier cantidad de palabras vacías —como ahora—, con la única finalidad de llamar la atención fugazmente en tiempos cuando se sabía con toda claridad quien iba a ser el ganador y aun después.

Como dice Juan Manuel Aurrecoechea, curador de todo este asunto:

“La parafernalia que aquí se exhibe, nos invita a un viaje muy especial por nuestro pasado ciudadano. Como en todos los objetos que han sobrevivido a la función inmediata para la que fueron diseñados, su momento quedó indisolublemente impreso en ellos y aquí podemos evocarlo. Son huellas del pretérito en las que está inscrita nuestra historia política y los caminos que ha tomado la democracia en nuestro país, pero también parte de las historias de la comunicación política y el diseño mexicano durante el siglo pasado.”

Hace algunos años Eulalio Ferrer escribió un ensayo maravilloso en torno de la propaganda política y su fraseología pertinaz. Llamó a su libro De la lucha de clases a la lucha de frases.

Mucho de esto se ve en la exposición a la cual ayer acudí y donde hallé algunas cosas sorprendentes.

Por ejemplo, el oportunismo frente al crónico desempleo en México.

Lo crea usted o no, ahora cuando la propaganda nos abruma y las 4 mil toneladas de plástico de pendones, pasacalles, banderitas y pegotes nos afean la de por si horrorosa ciudad, hubo un tiempo cuando los matacuaces de engrudo, brocha y cartelón, tenían hasta un Sindicato de Fijadores y Repartidores de Propaganda del D.F.

Y no solo eso, se habían mandado a hacer las mexicanísimas “charolas” en una placa dorada como de aduanero, con águila y todo, y la abrumadora advertencia: “Agente de la Delegación de Propagandistas Viajeros y Servicio Confidencial en la República Independiente del Centro (¿?) Director Pro Ávila Camacho.”

Hay una botella de cerveza con la efigie de Ernesto Zedillo (de intolerable sabor, seguramente) y un tequila Vicente Fox cuya cruda de seguro seguimos pagando. Se exhibe también una lotería en la cual las ilustraciones son las mismas de siempre, pero un cuadrito nos muestra “La urna” y una mano con el voto del PRI por la rendija.

Más allá de la maldad de toda propaganda política y su intención de engañar, en esta exposición no hacemos un recorrido por nuestra historia política. Caminamos en reversa el divertido sendero de nuestra ingenuidad nacional.

La pasión en Tlalpan
Pepe Grillo | Opinión

La pasión en Tlalpan

Hay que decirlo.

Esta vez la mancuerna Marcelo Ebrard-Manuel Mondragón falló.

La salida de automóviles rumbo a los destinos turísticos fue un desastre.

Entre obras viales a medio hacer y oficiales de tránsito ineficaces, la pasión comenzó en Tlalpan.

La pasión de las siete caídas, de los latizagos.

El fallido operativo sometió a los turistas  a un desgaste brutal.

Tardaron horas en llegar, apenas, a las casetas de cobro.

¿El arranque de las vacaciones los tomó por sorpresa?

¿No tienen en su oficina un calendario que señale con rojo  la Semana Santa?

Ya veremos si para el regreso de paseantes se ponen las pilas.

Ciudadanos incompletos

La cultura política de la muchachada es endeble.

La multiplicación de los jóvenes con credencial para votar comienza a inquietar a los políticos.

René Arce dijo que hay 5.5 millones de jóvenes sin interés en la política, pero que tienen la fuerza para decidir la elección presidencial.

Son ajenos al proceso de formación de gobiernos.

El activismo de los partidos políticos les tiene sin cuidado.

Políticos y maestros poco o nada hacen para incentivar la participación de las nuevas generaciones en los asuntos públicos.

Son ciudadanos incompletos, pero con un poder de decisión enorme.

La tinga salada

El viacrucis de Josefina continúa.

Los “problemas de logística” por los que postergó su visita a Veracruz tienen nombre y apellido: Fernando Yunes y Alejandro Vázquez.

Estos panistas  andan a la greña, se están dando con todo.

Vázquez  Mota cambió el obligado cafecito en  La Parroquia por unas quesadillas en Tres Marías.

¡No se las pudo comer en santa paz!

Los comensales se molestaron por el alboroto de la comitiva que llegó a trompicones.

Josefina dejó para después el antojito.

La quesadilla de tinga se quedó… a la mitad.

Alzó la voz

La reaparición del cardenal Norberto Rivera  Carrera fue contundente.

Su sermón de Jueves Santo en Catedral fue recio como pocos.

Durante la reciente visita del Papa Benedicto el cardenal Rivera pasó desapercibido. No es de los favoritos de la Curia Romana, eso parece al menos.

Pero ayer levantó la voz.

Condenó el clima de violencia que azota al país. La violencia, denunció, no surge de la nada, hunde su raíz en el pecado de la injusticia social que mantiene en la pobreza a la mitad del país. El prelado fustigó a funcionarios inmorales cómplices del crimen. Lo dicho: un sermón recio como pocos.

Vacas gordas

Las playas repletas equivalen a familias con empleo.

Por eso, las cifras alegres que llegan de Guerrero satisfacen.

Sus destinos turísticos emblemáticos: Taxco, Ixtapa y Acapulco tienen una ocupación hotelera superior al 80 por ciento.

Se dice que Acapulco puede alcanzar el lleno total el Viernes Santo y el Sábado de  Gloria. ¡Milagro!

Los springbreakers le hicieron el feo, pero los turistas nacionales lo reivindicaron. Acapulco confirma que es el destino preferido de los paseantes del Valle de México.

Dos días de vacas gordas, como de Botero, no le caen mal a ningún destino.

Sobre un siniestro y eficaz asesino

Leo Zuckermann
Excelsior

Hoy comienzan las campañas presidenciales pero hoy también empiezan las vacaciones de Semana Santa. No sé usted pero yo me voy a desconectar un par de semanitas. En esta última colaboración antes de irme, le dejo una recomendación de una buena novela para estas vacaciones: se titula HHhH, escrita por el francés Laurent Binet.

El título es extraño. El autor en realidad quería ponerle “Operación Antropoide”, pero su editor le sugirió el acrónimo de la frase en alemán Himmlers Hirn heisst Heydrich que traducido al español significa “el cerebro de Himmler se llama Heydrich”, frase que solía rumorearse en los círculos más altos del poder de la Alemania Nazi. Como lo sugiere el título de la novela, el tema está relacionado con uno de los hombres más siniestros del siglo XX: Rienhard Heydrich.

La primera vez que escuché sobre HHhH fue en una reseña que escribió Mario Vargas Llosa: “Un buen libro, como este, perdura en la conciencia, y es un gusanito que no nos da sosiego con esas preguntas inquietantes: ¿cómo fue posible que existiera una inmundicia humana de la catadura de un Reinhard Heydrich? ¿Cómo fue posible el régimen en que individuos como él podían prosperar, alcanzar las más altas posiciones, convertirse en amos absolutos de millones de personas? ¿Qué debemos hacer para que una ignominia semejante no vuelva a repetirse?” Quise conseguir el libro de inmediato. Sin embargo, todavía no estaba traducido al español. El año pasado finalmente lo publicó Seix Barral en nuestro idioma.

HHhH son, en realidad, tres historias. La primera es la biografía de la “bestia rubia” del nazismo, el número dos del grupo paramilitar de las SS, el diseñador de la “solución final” que envió a millones de judíos a las cámaras de gas y el pequeño dictador de la Checoslovaquia ocupada por los nazis: Reinhard Heydrich. Un hombre que, de la nada, saltó al estrellato en el liderazgo del Partido Nazi gracias a su frialdad y eficacia. Problema que le mandaba el número uno de las SS, Heinrich Himmler, problema que le resolvía expeditamente su subordinado. Además, a diferencia de su jefe que tenía cara de sapo, Heydrich era el prototipo del ario perfecto, de la supuesta raza superior destinada a gobernar el mundo entero.

La segunda historia tiene que ver con el operativo para asesinar a Heydrich. En 1941 crecían las rebeliones en contra de los ocupantes alemanes en Checoslovaquia. Hitler y Himmler mandaron a su mejor hombre a aplacarlas. En pocas semanas, Heydrich, con un espantoso régimen de terror, casi terminó con la resistencia checoslovaca. Cientos de personas fueron asesinadas, detenidas y torturadas. Desde Londres, el gobierno en el exilio envió a dos de sus mejores hombres, uno checo y otro eslovaco, a asesinar al “carnicero de Praga”. HHhH cuenta la fascinante y heroica historia de Jozef Gabcík  y Jan Kubiš, quienes una mañana de mayo atentaron en contra de la vida de uno de los hombres más cercanos a Hitler, lo cual, huelga decir, enfureció al dictador quien, entre otros actos de venganza, mandó a destruir todo un pueblo checo, el de Lídice, donde los nazis asesinaron a toda la población, incluidos los niños, tumbaron todas las edificaciones y le echaron sal a la tierra para que nadie pudiera habitar ahí nunca más.

La tercera historia es la experiencia del novelista al escribir esta novela histórica. Resulta interesante la narrativa de Binet. Sus constantes dolores de cabeza para tratar de descifrar qué pasó en realidad. Se resiste, por ejemplo, a inventar diálogos (lo hace en pocas ocasiones). Narra, en cambio, sus elucubraciones de lo que ocurrió hace 60 años con los ojos de un autor que vive en el siglo XXI. El resultado es una narrativa fresca y llevadera de un tema tan duro como la de un funesto y eficaz genocida.

Recomiendo ampliamente la lectura de HHhH en estas vacaciones que vienen. Yo, por lo pronto, me voy a leer otras novelas en este par de semanas que me tomaré de descanso. Esta columna, por tanto, regresará a publicarse el lunes 16 de abril.