Las autoridades de Nueva Zelanda comenzarán hoy a devolver a los familiares los cuerpos de los 50 fallecidos en el pasado atentado terrorista en dos mezquitas, anunció la primera ministra, Jacinda Ardern.

Familiares y representantes de la comunidad musulmana piden desde el domingo que se acelere esta entrega para poder efectuar los ritos funerarios de conformidad con su religión, que establece un plazo de unas 24 horas para enterrar a los fallecidos.

“Los cuerpos van a comenzar a ser devueltos al final de la tarde. Será un pequeño número. Esperamos que todos los restos hayan sido devueltos el miércoles”,
declaró Ardern a la prensa en Wellington tras reunirse con la comunidad musulmana de la capital.

Tanto el Gobierno como la policía neozelandesa han expresado su comprensión e interés en satisfacer esta demanda pero han pedido paciencia para que los forenses concluyan la identificación de los cadáveres.

Ardern también informó de que el principal sospechoso y único imputado por ahora, el australiano Brenton Tarrant, de 28 años, se encuentra en una celda de máxima seguridad a la espera de comparecer de nuevo ante el juez el 5 de abril.

La primera ministra dijo haber pedido consejo sobre una posible repatriación de Tarrant, imputado de momento con un cargo de asesinato, pero aseguró que tanto la acusación como el juicio tendrán lugar en Nueva Zelanda.

La primera ministra también dijo que se reforzará la presencia policial mañana en Christchurch, en el primer día laborable de la semana, y que esta se mantendrá en las mezquitas de todo el país durante la celebración de plegarias.

Ardern confirmó, además, que nueve minutos antes del asalto a la primera de las dos mezquitas atacadas su oficina recibió por correo electrónico el manifiesto en el que Tarrant justificaba su acción, y que también fue enviado a otros 30 destinatarios, incluidos políticos, instituciones y medios de comunicación.

Según la gobernante, el correo fue puesto en manos de responsables de seguridad dos minutos después de su recepción pero “no incluía ni el lugar ni datos específicos” sobre el ataque.

El Gobierno neozelandés prevé reunirse mañana lunes, cuando recibirá un informe preliminar sobre el atentado y abordará las discusiones preliminares sobre políticas, incluida la de la reforma de la ley que regula la posesión de armas.