El asteroide ‘calavera’ se acercó por primera vez a la Tierra el 31 de octubre del 2015 y llamó la atención de los expertos y de los entuasiastas en la astronomía por su muy peculiar forma.
Curiosamente, bajo ciertas condiciones de luz parece un cráneo humano.
Este fantasmagórico asteroide volverá a aproximarse a nuestro planeta, según cálculos de la NASA, el próximo 11 de noviembre.
Sin embargo, esta vez no estará tan cerca y su paso no coincidirá con la fiesta de Hallowen.
En su primera visita, el TB145 pasó a una distancia de 499 mil kilómetros —la Luna orbita la Tierra a una distancia promedio de 384.633 kilómetros— y a una velocidad de 125 mil 500 kilómetros por hora.
En esta ocasión estará a una distancia de 40 millones de kilómetros. Con un diámetro de entre 625 y 700 metros.
Lamentablemente, es demasiado pequeño y está demasiado lejos para ser observado a simple vista.
El cuerpo celeste fue descubierto el 10 de octubre de 2015 por el telescopio Pan-STARRS, ubicado en Hawái (EE.UU.).
Se cree que está formado posiblemente a partir de los restos de un cometa extinto y ha perdido la mayor parte de su hielo y gases.
Pablo Santos-Sanz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (España), lo caracterizó entonces como un asteroide “oscuro”, cuyo índice de reflectancia es “apenas superior a la del carbón”.
El astro está clasificado como potencialmente peligroso, pero los astrónomos que han rastreado su trayectoria dicen que no hay posibilidad de que colisione con nuestro planeta.