Las comunidades de Carolina del Sur junto a vías navegables próximas a la costa atlántica se preparaban contrarreloj el sábado ante la posibilidad de fuertes inundaciones tras el paso del huracán Florence, que ya ha causado la muerte de al menos 43 personas.
Pueblos y ciudades de todo el estado rellenaban miles de sacos de arena, ultimaban planes de evacuación y organizaban equipos de rescate mientras observaban nerviosos cómo los ríos crecían hasta sobrepasar los niveles de inundación una semana después de las lluvias torrenciales con las que Florence azotó la región.
En Lee’s Landing, una comunidad de Horry County, un condado de 290 mil personas en la costa atlántica, los residentes comenzaron a ser evacuados en bote mientras el río Waccamaw continúa desbordándose y el agua empieza a afectar a los barrios, informó una filial local de la cadena CBS.
Si puede irse, hágalo”, dijo Joseph Tanner, jefe de bomberos del condado durante una entrevista con WBTW News 13.
El condado ha reunido a varios equipos de rescate para salvar a las personas de las inundaciones y ha rellenado miles de sacos de arena en los últimos días, dijeron autoridades en las redes sociales.
Al norte de Georgetown County, el agua seguía llenando los cinco ríos y varios embalses que atraviesan el condado de 60 mil habitantes, mientras los funcionarios se preparaban para repartir miles de sacos de arena el sábado.
Peligrosas inundaciones y evacuaciones podrían comenzar a principios de la próxima semana, dijeron las autoridades.
Treinta indicadores de inundación en Carolina del Norte y Carolina del Sur mostraban inundaciones el sábado, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Una semana después de que Florence tocase tierra como huracán de categoría 1, Carolina del Norte aún siente sus efectos, según el gobernador Roy Cooper.
Las inundaciones no bajarán hasta la próxima semana”, dijo en un mensaje en Twitter.
Más de 33 mil hogares y negocios estaban sin electricidad en las Carolinas el sábado por la mañana.