La terapia con vapor de agua de Rez?m para achicar la próstata es una terapia innovadora para tratar con menos efectos secundarios la hiperplasia prostática benigna (BPH, por sus siglas en inglés), conocida también como agrandamiento de esta glándula.

Este tratamiento se realiza en el consultorio del médico y generalmente lleva menos de 15 minutos, por lo que no requiere hospitalización pues sólo se introduce por la uretra una aguja diminuta que se le posiciona dentro de la glándula prostática.

En nueve segundos, la aguja produce dentro de la próstata una bola de vapor que tiene alrededor de dos centímetros de diámetro y es cuando todo el tejido tocado se destruye y así se elimina el exceso de tejido prostático que provoca los síntomas de la hiperplasia prostática benigna.

La hiperplasia prostática benigna es el agrandamiento de la glándula prostática no relacionado con el cáncer y es una afección común entre los hombres a medida que envejecen.

Aunque este tratamiento es relativamente nuevo y no hay datos a largo plazo sobre la tasa de éxito, en los tres años que ha estado disponible, los estudios muestran que entre 90 y 95 por ciento de los hombres atendidos con esta terapia, los síntomas de la hiperplasia prostática benigna son significativamente menores o han desaparecido.

Cuando la hiperplasia prostática benigna recién empieza puede o no provocar algunos síntomas, pero según la próstata crece con el tiempo puede obstruir el flujo de orina a través de la uretra, lo que causa problemas.

SÍNTOMAS

Los síntomas comunes de la hiperplasia prostática benigna incluyen necesidad frecuente o urgencia de orinar, dificultad para empezar a orinar, chorro de orina débil o interrumpido, más micción nocturna e incapacidad de vaciar por completo la vejiga.

El urólogo de Mayo Clinic, Tobias Kohler, dijo que existen varios procedimientos para el tratamiento de la BPH y sus posibles efectos secundarios del tratamiento dependen del tipo de procedimiento empleado.

De manera general, las complicaciones de la terapia convencional incluyen infección de las vías urinarias, sangrado, reflujo del semen hacia la vejiga, disfunción eréctil y, en raras ocasiones, pérdida del control de la vejiga y un nuevo crecimiento de la próstata con el tiempo.

Muchos de estos efectos secundarios ocurren porque el tratamiento daña los nervios que rodean la glándula prostática, mientras que, con el tratamiento con vapor, el riesgo de estas complicaciones es bajo porque el calor no llega a los nervios, por lo que no sufren alteraciones.

No obstante, siempre existe el riesgo de infección y un tiempo después de realizado el procedimiento, los problemas con la micción pueden empeorar temporalmente, aunque en la mayoría de los casos, ese efecto secundario no dura.