Rusia está resultando bastante descortés con sus invitados. Se apuntó otro triunfo y consiguió su histórico pase a octavos de final del Mundial, después de vencer 3-1 a Egipto, que ni con Mohamed Salah de titular pudo prolongar sus esperanzas de avanzar a la siguiente ronda.

Rusia se adelantó nada más comenzar la segunda parte gracias a un gol en propia meta del egipcio Ahmed Fathi, quien al intentar rechazar un centro de Aleksandr Golovin lo introdujo en su propia portería. Cheryshev hizo el segundo diez minutos después y, acto seguido, cerró el partido Dzyuba.

Salah recibió un penalti por un agarrón del ruso Roman Zobnin en el borde del área, decidido tras consulta del árbitro paraguayo Enrique Cáceres al asistente de vídeo y transformado por el delantero del Liverpool inglés para el 3-1 final.

La selección anfitriona está prácticamente clasificada a los octavos de final, con seis puntos y una deslumbrante diferencia de goles de más siete.

Tras un primer tiempo para el bostezo, Rusia se acordó de dónde había dejado la pólvora a la que recurrió para endilgarle un 5-0 a Arabia Saudita en el duelo que marcó la apertura de la Copa del Mundo.

Ahmed Fathy hizo una contribución clave para el despertar ruso con un gol en su propio arco a los 47 minutos. Denis Cheryshev fue el autor del segundo tanto a los 59, para llegar a tres e igualar a Cristiano Ronaldo como máximo artillero del certamen.

Artem Dzyuba hizo el tercero a los 62, para deleite del público en San Petersburgo.

Mohamed Salah volvió a la selección egipcia tras mirar desde el banquillo el primer compromiso, una derrota por 1-0 ante Uruguay, al estar resentido todavía de una lesión de hombro. Pero la única ayuda que pudo dar el astro del Liverpool consistió en marcar el tanto de la honra, con un penal convertido a los 73 minutos.

Así, Egipto está prácticamente eliminado, sin puntos. Uruguay podría dejar resuelto de manera anticipada el Grupo A este miércoles, si vence a Arabia Saudita en Kazán.