Fue el último partido de la Selección Mexicana en territorio nacional previo a Rusia 2018, el último juego oficial de Rafael Márquez en México, la última vez de Oribe Peralta vestido de Tricolor en el Estadio Azteca y al que realmente los 72 mil aficionados que asistieron al juego contra Escocia querían despedir era a Juan Carlos Osorio, tras apenas ganar por 1-0 a los británicos.
“¡¡Fuera Osorio!! ¡¡Fuera Osorio!!”, coreó el Azteca tras culminar el partido. Uno de los pocos que salieron satisfechos del juego fue Giovani Dos Santos, que anotó el único gol del encuentro.
‘Gio’ anotó al minuto 13 y puso dirección a la banca, a buscar a Juan Carlos Osorio, de los pocos que han defendido al jugador de Los Angeles Galaxy y que sobrevivió al primer recorte antes de Rusia 2018.
El gol engañó a todos, porque Escocia parecía la víctima ideal para despedir a México y viajar a Rusia con el ánimo en alto. No fue así. México se ahogó solo. No hubo conexión entre mediocampo y ataque, tanto que el único que arrancó un suspiro del Azteca fue Layún, cuando estrelló su disparo en el poste de Jon McLaughlin.
No se puede decir que la suerte acompañó a Escocia, con todo que el técnico visitante eligió alinear a los jugadores que portaban el dorsal del 1 al 11, iniciando con Jon Mclaughlin que traía el número uno y terminando con Ryan Christie, con el 11. No tuvieron fortuna porque pudieron arruinar la fiesta de la Selección Mexicana al inicio del complemento, con un cabezazo de Oliver McBurnie, que se estrelló en el poste de Ochoa, la más peligrosa del juego.
En el complemento entró Rafael Márquez, el capitán que está de regresó, Oribe Peralta y Marco Fabián de la Mora, entraron para rescatar el espectáculo. Tampoco pudieron, todos salieron abucheados de su propia casa, el Azteca. Se arruinó la fiesta, y eso que terminó con mariachi.