Especialistas del INAH realizan el registro sistemático de cinco conjuntos de pinturas rupestres en las estribaciones de la Sierra de la Campana, Chihuahua, que fueron plasmadas por los indios conchos, etnia que se extinguió hacia el siglo XIX.
Se trata de una serie de manifestaciones gráfico-rupestres cuya antigüedad podría alcanzar los 700 años, que se descubrió a mediados del año pasado en el interior de la Cueva del Oso, a poco más de 69 kilómetros de la ciudad de Chihuahua. Las figuras plasmadas aluden a rituales vinculados con la caza y el agua.
De acuerdo con el arqueólogo responsable del registro, Arturo Guevara Sánchez, en la oquedad hay diseños de ejecución sencilla que no se habían observado antes en la región, tal es el caso de la representación del baño ritual de un chamán.
Por sus trazos sencillos, dijo el especialista, estas pinturas rupestres podría llegar a tener más de 700 años de antigüedad, de manera que correspondería a las etapas más tempranas de los conchos (1300 d. C.), cuando aún eran comunidades de cazadores-recolectores.