A 61 años de la muerte de Pedro Infante, su imagen está lejos de desaparecer: es el personaje mexicano que tiene más recintos dedicados a su vida y obra. Posee cuatro museos —ubicados en Guamúchil, Mazatlán, Cuajimalpa y Campeche—, además de una pequeña galería en la que fuera su casa en Mérida; como un extra, tiene también un museo itinerante.
La popularidad del actor y cantante podía corroborarse en las giras del museo itinerante promovido por su hija Lupita Infante: su éxito fue notable en Zacatecas, cuya muestra se inauguró el 18 de noviembre de 2009, en la casa municipal de cultura, y en cinco días logró 10 mil visitantes; y también en Monterrey, donde reunió 80 mil personas durante los tres meses que permaneció en el Museo del Noreste (del 23 de febrero al 15 de mayo de 2011).
Guamúchil
Aquí pasó su infancia y adolescencia, y además aprendió el oficio de la carpintería. Aquí también surgió el primer museo fijo, aunque ya está clausurado. Se trata del inmueble inaugurado en diciembre de 2014 en avenida Ferrocarril 428. En esa casa se exhibían objetos aportados por su hija, pero no fue un acervo suficiente para mantenerlo abierto, y apenas el pasado 18 de noviembre fue inaugurado, en ese mismo poblado, el que es considerado el museo más grande dedicado a Pedro Infante.
Ubicado en la avenida Mariano Matamoros, se abrió el museo de Pedro Infante en Guamúchil. Entre sus atractivos está el antiguo Jeep Willis, con motor número 24876, adquirido en Chihuahua por tres mil pesos en 1947. También una réplica de un taller de carpintería donde trabajó, el vestuario que usó en películas como Nosotros los pobres, A Toda Máquina, Los tres García, La oveja negra y Tizoc, y colecciones de discos.
El acceso al lugar es gratuito, pues, aseguran los encargados del sitio, se trata de que las nuevas generaciones mantengan viva la imagen de Pedro Infante, por lo que es común ver alumnos en visitas guiadas donde además de hacen proyecciones de cine.
Mazatlán
Carpintero, actor, cantante, motociclista y piloto aviador fueron algunas de las actividades que realizó quien hoy es unos de los actores más recordados en México. El sinaloense nacido el 18 de noviembre de 1917 vivió sus primeros años en la casa ubicada en la calle Constitución 88, en Mazatlán, en donde está un pequeño museo: El Rincón de Pedro Infante.
Ubicado en una pequeña casa de la zona centro de Mazatlán, se trata de un espacio inaugurado en 2014. Su colección está integrada por fotografías, afiches y vestuario de algunas de sus películas. La entrada tiene un costo de 25 pesos por persona y la mayoría de las piezas expuestas han sido prestadas por Lupita Infante.
Cuajimalpa
Pedro fue vecino de la delegación Cuajimalpa. Ahí construyó la llamada Ciudad Infante. Los pobladores del lugar rememoran historias como la que reseña que cada 6 de enero la cuadra que abarcaba el terreno se llenaba de niños en espera de recibir su regalo de Reyes Magos de manos del actor. Por ese arraigo, en ese mismo sitio hay otro museo que fue inaugurado el 1 de marzo de 2015 y que aparece en la página de la Secretaría de Cultura, con el nombre de Museo del Centro Cultural Nacional Pedro Infante.
Ahí se encuentran objetos originales como la bata de Pepe El Toro, los guantes y zapatillas de la misma cinta, un automóvil de la época, una pequeña sala donde de manera gratuita las personas pueden ver las películas que protagonizó Pedro. Actualmente el sitio cuenta con dos mil 500 visitantes al mes.
Campeche
La pasión de Infante por los aviones lo llevó a conocer Isla Arena. Ahí se hizo amigo de los pescadores a los que les llevaba medicinas, comida y hasta una planta de luz. Las personas aún recuerdan a Pedro, quien gustaba de comer truchas, dice su hija Lupita.
En el faro de Isla Arena, lugar situado en Calkini, está el Museo API a Pedro Infante, inaugurado el 16 de febrero de 2012. El lugar cuenta con diversos objetos como contratos firmados en las películas en que participó o trajes (que en realidad son réplicas notariadas) y el Globo de Oro que ganó de manera póstuma al protagonizar Tizoc.
Mérida
Pedro pasaba buenas temporadas en la capital yucateca. Hoy la casa donde vivía está convertida en el hotel Boulevar Infante. Ahí hay una pequeña galería llamada Amorcito corazón, en una de las pocas habitaciones que quedaron de la casa original.
En ese sitio fue donde muy temprano Pedro Infante salió rumbo al aeropuerto aquel 15 de abril de 1957. Y ahí mismo sus restos fueron velados antes de ser trasladados a la Ciudad de México.
De esta manera se corrobra que no son Diego Rivera, Frida Kahlo, Rufino Tamayo o Francisco Toledo los artistas que cuentan con más museos dedicados a su obra, sino Pedro Infante, uno de los personajes más queridos del pueblo mexicano.
Vecino
En memoria de la vida y obra del actor y cantante sinaloense —y sobre todo en recuerdo de que fue habitante de Cuajimalpa—, en 2015 se creó en la explanada delegacional el Centro Cultural Nacional Pedro Infante. Su construcción implicó una inversión pública de poco más de 15 millones de pesos.