El libro “Sueños de Papel. El Cartel Cinematográfico Mexicano de la Época de Oro” fue presentado por su autor Armando Bartra, en el marco del programa “Cine Mexicano en tu ciudad”, organizado por la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), y el Gobierno del Estado mediante la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum).
Esta obra ofrece un recorrido por los trabajos de artistas creadores del cartel; artífices del diseño gráfico que durante los años dorados de la Segunda Guerra Mundial y en la posguerra, proyectaron nuestro cine.
Son los carteles mudos testimonios de lo ocurrido en diferentes épocas de un país, una localidad o una ciudad, y hablan a quien los observa de política, religión, creencias, tradiciones y costumbres que se ven reflejadas en la pantalla cinematográfica.
En su charla, el escritor Armando Bartra compartió algunos pasajes de su libro y se refirió a la llegada de Josep Renau a México, nacido en Valencia, España, y quien durante la República fungió como director de Cultura, y cuyo estilo se repite en casi todo el cartelismo mexicano de la época.
Bartra expresó que Renau mostró interés por la pintura y la literatura y empezó a hacer murales y carteles, lo mismo que a pintar en aerógrafo, y a usar esténciles como herramientas, tal como en su momento lo hizo el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros quien había empezado a usar el aerógrafo en Estados Unidos.
“En ese entonces y ante los precios de los materiales, los artistas experimentaban con diversos elementos a fin de abaratar costos y encontrar pinturas más resistentes, como fueron las usadas para pintar coches”, señaló Bartra.
Integrante del Partido comunista en España y nombrado director de Cultura, Josep Renau hacía cultura política antifascista previo al golpe militar encabezado por Francisco Franco.
Bartra recordó que en España el fascismo empieza y triunfa antes que en Alemania, de manera que se hacen carteles antifascistas ya utilizando esos recursos.
El escritor también expresó que en 1939 los intelectuales del mundo hicieron un congreso en España para respaldar la República en contra del golpe militar. Por parte de México asiste el escritor Juan de la Cabada, creador vinculado al cine quien hizo guiones cinematográficos. También acuden Octavio Paz y el muralista David Alfaro Siquieros, quienes son recibidos por el mismo Renau. A ellos se les suma Ernest Hemingway, personaje de la cultura universal.
Derivado de esa reunión Siqueiros y Renau se dan cuenta que utilizan los mismos materiales y a su llegada a México, luego del triunfo de Franco, Renau se contacta con Siqueiros, quien lo invita a pintar con él “Retrato de la Burguesía”, mural ubicado en la Ciudad de México, en el Sindicato Mexicano de Electricistas, siendo una de las primeras obras en que se utiliza el aerógrafo.
Es así que durante su ponencia en la presentación, Bartra concluyó informando ha las y los presentes que en México, Renau también trabajó para revistas españolas en el exilio, y siguió diseñando carteles para películas.