Quien ingresó el viernes en la noche a un museo de Ohio y sustrajo una réplica de oro sólido del módulo lunar del Apolo 11 posiblemente, pretende fundirlo por el valor del metal en lugar de intentar venderlo como una pieza de colección que alcanzaría millones de dólares, dijo un abogado de Texas y agente federal retirado de la NASA que ha participado en la ubicación y recuperación de piedras lunares robadas que de millones de dólares.

El robo de la pieza de 12.7 centímetros (cinco pulgadas) de alto fue descubierto cuando sonó la alarma poco antes de la medianoche del viernes en el Museo Armstrong de Aeronáutica y el Espacio en Wapakoneta, la localidad en donde creció el astronauta Neil Armstrong, quien fue la primera persona en poner un pie sobre la luna en julio de 1969. Armstrong falleció en 2012 a los 82 años de edad.

Las réplicas hechas por la firma francesa de joyería Cartier fueron entregadas en París a Armstrong y sus compañeros del Apolo 11, Buzz Aldrin y Michael Collins, poco después de que los tres astronautas regresaran a la Tierra.

El agente de la NASA, Joseph Gutheins Jr., dijo el domingo en entrevista con The Associated Press que el museo posee una roca lunar traída de la misión del Apolo 11 que supera en tamaño a otras piedras obsequiadas o prestadas a museos u otras naciones.

Gutheins Jr. dijo que la piedra podría ser sacada de contrabando del país con facilidad, cualquier geólogo verificaría su autenticidad y podría ser vendida en millones de dólares a un coleccionista de objetos espaciales.

“Una de dos, o no pudieron acceder con facilidad a la piedra lunar o no se dedican a las piezas para coleccionistas”, dijo Gutheins Jr. en referencia al ladrón o grupo de ladrones. “Lo que querían era dinero fácil”.