La historiadora mexicana Alicia Olivera de Bonfil murió la víspera, a la edad de 79 años, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La comunidad académica del Instituto lamenta profundamente la pérdida de esta apasionada de la historia, quien laboró durante más cinco décadas en el INAH, y manifiesta sus condolencias a familiares y amigos.
La investigadora emérita del INAH fundó junto con su colega Eugenia Meyer el Programa de Historia Oral, a través del cual rescató testimonios de personas que participaron en la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera. Asimismo lo coordinó de 1969 a 1983.
En un comunicado el INAH detalló que Olivera de Bonfil formó parte de los integrantes de la plantilla de especialistas que impulsaron la creación de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) , en 1959, donde además se desempeñaba hasta antes de su muerte como investigadora titular.
Se dice que Olivera de Bonfil trabajaba en un proyecto de análisis de testimonios políticos posrevolucionarios, que abarcaba de 1910 a 1940, y en el estudio de la colección completa e inédita del periódico cristero Peoresnada, con miras a su publicación.
La investigadora emérita del INAH fue discípula de maestros como Wigberto Jiménez Moreno, de quien guardaba un especial recuerdo y agradecía sus enseñanzas en el campo de la investigación.
Producto de sus proyectos de investigación, Olivera de Bonfil publicó varios libros y artículos, entre los que destaca, “Mi pueblo durante la Revolución” (1985) , del cual el INAH hizo una reedición el año pasado.
Apreciada por sus compañeros de trabajo, quienes reconocían su trayectoria académica y la manera en que abrió caminos dentro de la investigación histórica, Alicia Olivera fue valorada particularmente por su trabajo de historia oral.
“Es tan prolífica como la ramas de un árbol, conjunta testimonios al margen de intereses políticos e ideológicos, testimonios reales de aquello que las personas sufrieron y protagonizaron en su vida” , dijo en ocasión del homenaje que la DEH le rindió hace tres años, con motivo de sus 50 años de trayectoria académica.
Durante su labor, la investigadora fue también coordinadora hasta 1989, del Seminario de Movimientos Campesinos del Siglo XX y es autora de textos como “El conflicto religioso de 1926 a 1929, sus antecedentes y consecuencias” (1966) , “La literatura cristera” (1944) , “Emilio Portes Gil, un civil en la Revolución Mexicana” (1989).
En colaboración otros investigadores publicó “La tradición oral sobre Cuauhtémoc” (1980) y “Emiliano Zapata, antología” (1988) ; y para la Colección Científica del INAH, escribió en 1999 “Historia e historias” , que reúne 50 años de vida académica del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).