Una valiosa réplica de “La decapitación de San Juan Bautista”, de Rubens, regreso, casi 70 años después de su expolio y traslado a la Unión Soviética, a su emplazamiento original en la galería Sanssouci de Potsdam, cerca de Berlín.

La obra, titulada “Salomé con la cabeza de San Juan Bautista”, es una copia del original de Rubens realizado entre 1624 y 1625 y fue una de las primeras adquisiciones hace más de 240 años de Federico II el Grande (1712-1786) para su pinacoteca.


“En todo caso, el concepto ‘copia’ no debe entenderse en sentido negativo”, declaró Samuel Wittwer, director de la Fundación Palacios y Jardines Prusianos, quien subrayó que en tiempos del rey prusiano era habitual hacerse con réplicas de grandes maestros.

El original del cuadro de Rubens ya no existe y en todo el mundo sólo se conocen dos réplicas.

A finales de la II Guerra Mundial, la copia fue trasladada por un oficial soviético de Brandeburgo a Moscú y vendida, según datos de la fundación.

Tiempo después, la pintura emigró junto a sus nuevos propietarios a Estados Unidos, donde no volvió a aparecer hasta hace año y medio, cuando la hija de la familia llevó el cuadro a una casa de subastas en California, que al consultar la base de datos de obras desaparecidas se topó con la réplica en el registro.

En colaboración con las autoridades estadounidenses, la Fundación Palacios y Jardines Prusianos pudo probar el origen legítimo del cuadro ante la familia, que accedió a la devolución de la obra de arte, entregada hoy a esta institución de manos del embajador estadounidense en Alemania, Philip D. Murphy.

“Para nosotros es un regalo”, declaró Wittwer, quien agregó que la obra de arte es insustituible en su contexto junto a las otras joyas artísticas de Federico II.

De las alrededor de 180 obras que conformaban la pinacoteca del rey prusiano, 89 continúan desaparecidas, según la fundación.