La historia en breve
¿Por qué Peña Nieto le deja el estrado libre a López Obrador?
Ciro Gómez Leyva
La respuesta automática sería: por prudencia. Es comprensible. Hasta cierto punto. La prudencia, decía algún clásico, es una solterona, rica y fea, cortejada por la incapacidad.
Después de revisar el documento de impugnación de la elección presidencial presentado por el equipo de Andrés Manuel López Obrador, en el bando de Enrique Peña Nieto saben que la victoria no corre riesgo jurídico. Pero todo lo que necesitan los impugnadores es esparcir una atmósfera, una percepción de que, otra vez, se registró un fraude grosero que solo ciegos y corruptos no quieren ver, para:
•Influir en dos, tres, cuatro de los magistrados del Tribunal Electoral.
•Hacer explotar en las calles una protesta de signos todavía impredecibles.
•Debilitar lo más que se pueda al futuro Presidente de la República.
•Manchar “históricamente” su triunfo y legitimidad.
Peña Nieto derrotó a López Obrador en 24 estados de la República. En 22 de ellos, por más del promedio nacional de 6.5 por ciento. Los días pasan, sin embargo, y el frente priista sigue bajo asedio. Se dirá que la defensa encabezada por el presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell, ha sido eficaz. Menos explicable es que, con 3.2 millones de votos de ventaja, el mes de julio termine con el mexiquense en una posición parecida a la de Felipe Calderón hace seis años.
Con el libreto de 2006 en la mano, supongo que Peña Nieto estará preparando una contraofensiva para redefinir consensos a su favor. Porque seguirle dejando libre el estrado a López Obrador es endosar el nacimiento de una Presidencia debilitada.
De un Presidente mermado.
Día con día
Caricaturas
Héctor Aguilar Camín
La competencia democrática, cuyo espíritu no es el equilibrio sino la parcialidad, ha sellado en la opinión pública dos grandes caricaturas del México reciente.
Una es la del PRI, que gobernó durante la transición democrática, y otra la del PAN, que gobernó desde la alternancia democrática.
Como las buenas caricaturas, estas tienen un parecido inconfundible con el original, pero no son su retrato, sino una exageración risible o ridiculizable de sus rasgos.
La caricatura de los gobiernos del PRI acentúa los rasgos de autoritarismo y corrupción. La caricatura del PAN, los de mediocridad e ineptitud.
Somos rehenes de estas caricaturas. Apenas podemos ver más allá de sus exageraciones. Es una desgracia mental, porque sin salir de las caricaturas vigentes del PAN y del PRI, no podremos ver otra cosa que un país condenado a lo que ellas declaran: corrupción, autoritarismo, ineptitud, mediocridad.
Nadie da el paso siguiente al juicio implícito de estas caricaturas, su pregunta obligada: ¿qué clase de sociedad será esa que se deshizo democráticamente de los corruptos y autoritarios, para echarse democráticamente en manos de los ineptos y mediocres, y ahora, harta de los ineptos y mediocres, vuelve a votar por los corruptos y autoritarios?
La caricatura de los ciudadanos que creen en la caricatura de sus gobernantes no es muy halagadora para ellos. Si los gobiernos y los políticos que caricaturizamos han sido tal desastre, la sociedad que los elige y los produce ha de ser un desastre equivalente. Los ciudadanos han tenido los gobiernos que merecen o se les parecen. La caricatura acaba mordiendo a los caricaturistas.
La única salida del grillete de las caricaturas es volver la mirada a la realidad y recoger sus matices, restituir la fidelidad a los hechos y el equilibrio a la mirada sobre su historia.
Durante una reciente visita a Lima, lidié con la pregunta de si el triunfo del PRI significaba el regreso de la “dictadura perfecta”. ¿No habíamos tenido suficiente con 70 años de PRI?
Respondí que la “dictadura perfecta” no lo fue tanto, pues produjo una transición democrática. Y que el PRI no podía haber gobernado setenta años a México, pues fue fundado en 1947 y cumplirá setenta años en 2017.
La perplejidad de mis interlocutores ante mis respuestas requirió largas explicaciones.
Había que explicar las caricaturas.
Abundaré sobre esto.
El voto de la pobreza
José Luis Reyna
Las diversas estimaciones sobre la pobreza mexicana no discrepan mucho entre sí: alrededor de la mitad de la población del país padece algún tipo de pobreza (alimentaria, patrimonial). En estas semanas poselectorales, mucho se ha discutido si la pobreza es una fuente de votos por medio de la compra de la voluntad ciudadana. Hay que aceptar que es difícil demostrar que, en efecto, hubo compra de votos. Lo que puede hacerse, en aras de indagar la relación que existe entre pobreza y sufragio, es un ejercicio estadístico que señale el grado de relación de estos fenómenos.
El periódico Reforma publicó la semana pasada, en su suplemento Enfoque (15/VII/12), algunos datos sistematizados sobre la elección del 1 de julio. Las cifras ofrecidas corresponden a las 32 entidades federativas del país y se refieren al número de votantes por el PRI, al número de pobres (Coneval, 2010) y una tercera variable que cuantifica, también por entidad federativa, las irregularidades recopiladas por el proyecto Arena Electoral.
Con el fin de conocer hasta qué grado existe una relación entre los datos recién mencionados, un ejercicio estadístico simple se hizo sobre la base de esa información. En el suplemento Enfoque se encuentra el número de votos otorgados por los electores al PRI en orden descendente: del estado que más sufragó por ese partido al estado que menos lo hizo. Las cifras de pobres por entidad federativa fueron también ordenadas, por el autor de esta columna, también de manera descendente.
Teniendo ordenadas ambas variables, se hizo un análisis estadístico para conocer su grado de asociación. La medida que se utilizó es simple (se conoce como correlación de rangos*). Permite detectar, en nuestro caso, que tan vinculados se encuentran la pobreza y el voto sufragado por el PRI. El coeficiente de correlación que se obtuvo fue de +.91. Lo anterior quiere decir que existe una estrecha relación entre el nivel de pobreza de la entidad federativa y el voto obsequiado al PRI. Entre más pobres haya en una entidad federativa, hay una probabilidad mayor de que el voto se encamine al partido tricolor. Sería un error desprender de ese resultado la compra de voluntades ciudadanas, la inducción del voto o cosas por el estilo. Se puede inferir, sin embargo, que en la pobreza hay una condición necesaria que favorece al PRI.
La expresión estadística recién mencionada no es un hallazgo nuevo ni sorpresivo. En la etapa autoritaria del país los comicios electorales siempre tuvieron lugar en tiempo y forma, tanto para las elecciones intermedias como presidenciales: eran una de las fuentes de legitimidad del régimen autoritario. Desde 1934 no ha habido ningún sexenio presidencial que se haya interrumpido. Todos los presidentes que iniciaron su mandato lo concluyeron.
El PRI, en sus siete décadas de hegemonía, tuvo siempre como ejes de su votación a los más pobres, a los menos escolarizados y a aquellos que vivían en las zonas rurales. En los años 60, los semilleros de votos priistas eran los estados con los más altos niveles de pobreza: los niveles de votación se acercaban a 100 por ciento. En contraste, la oposición más importante, efímera por cierto pero que favorecía al PAN, se encontraba en los estados más prósperos de la República: Nuevo León, Baja California y Sonora.
El voto priista se ha diversificado con el tiempo: hoy en día no solo pobres votan por el tricolor. Pero puede decirse que su voto duro es el de siempre: el de la pobreza. Lo anterior puede aceptar una explicación. El PRI fue un partido ubicuo: se encontraba, y se encuentra hoy también, hasta en el municipio más recóndito del país. No había cabecera municipal donde no hubiera una iglesia y una oficina, por modesta que fuera, del Revolucionario Institucional. Llegaron tiempos más democráticos y esa estructura, pese a que pasaron 12 años que el PRI perdió la Presidencia de la República, no se desmanteló: se mantuvo y la misma explica, en alguna medida, su presencia partidista y la conservación de un voto duro.
Con la fundación del partido, en 1929, se inauguró simultáneamente una cultura que, hasta el día de hoy, prevalece. Hablar de las prácticas priistas está asociado con triquiñuelas, engaños, trampas. Esa cultura se patentó y, más aún, se difundió: fue adoptada por todos los partidos, sin distingo ideológico, incluso en los tiempos actuales que presuntamente caben dentro de la denominación de democráticos. Esa cultura, en muchos sentidos, es el obstáculo más importante que se necesita superar para entrar, de lleno, en un proceso franco de consolidación democrática. El debate poselectoral de estos días así lo demuestra.
Con base en los datos referidos líneas arriba del suplemento Enfoque,otro ejercicio estadístico se llevó a cabo: conocer hasta qué punto las irregularidades recopiladas, por entidad federativa, guardan una relación con el voto otorgado al PRI. Usando el mismo coeficiente y ordenando las dos variables de mayor a menor se obtuvo una correlación de +.73. Este dato indica que en la medida que hubo más irregularidades (llamados solicitando el voto a favor del PVEM, compra de votos por el PRI, urnas sin sellar debidamente, presiones y amenazas laborales por inducir el voto al PRI, falta de coincidencia entre las mantas colocadas fueras de las casillas y los datos registrados por el IFE) hubo una mayor votación por el partido tricolor.
Si bien la correlación es más baja que la que muestran la pobreza y el voto por el PRI, es lo suficientemente indicativa para afirmar que donde se recabaron más irregularidades el PRI obtuvo más votos. El Distrito Federal y el Estado de México encabezan la lista de irregularidades. No se detectó ninguna en Querétaro y en Aguascalientes. Sin embargo, es indicativo de que la irregularidad y el voto mantienen una asociación que no se ha erradicado: sigue vigente y tiende a favorecer al PRI. Para hacer más riguroso este análisis habría que hacer un ejercicio semejante tomando en cuenta a los otros dos partidos mayores: PAN y PRD. Mientras tanto, el análisis sobre el voto para el PRI y el nivel de pobreza de la entidad federativa demuestra un fuerte vínculo.
Conclusión: El partido que debemos respaldar como ciudadanos es el de la democracia. Los datos aquí presentados apuntan que ese régimen político todavía se encuentra lejos de nuestro alcance. Puede decirse que uno de los obstáculos para que ese régimen político florezca es la pobreza de nuestra sociedad que, por la razón que sea, no cede; por el contrario, aumenta.
Trascendió
Trascendió
:Que después de tomarse unos días de descanso, Luis Videgaray, número dos en el cuartel de Enrique Peña Nieto, se reintegra a las actividades.
Manejará simultáneamente los proyectos de reformas y el diseño del programa de transición con el gobierno de Felipe Calderón. Y, desde luego, estará al pendiente de la defensa de la victoria en el Tribunal Electoral.
:Que si no hay mayores sobresaltos, el que tomará un descanso de unos días a partir de cualquier momento de la semana será el propio Peña Nieto.
:Que los responsables del Metro de la Ciudad de México permitieron, al menos en la estación Constituyentes, la entrada sin boleto a un numeroso contingente que se dirigía a la estación Auditorio para sumarse a la marcha contra Peña Nieto.
Seguramente fue para no meterse en problemas. ¿O sería apoyo logístico a la causa?
:Que a quienes las marchas les tuvieron sin cuidado fueron al candidato ganador al gobierno de Morelos, Graco Ramírez, y al senador Francisco Labastida que, muy quitados de la pena, disfrutaron la comida.
Ambos compartieron el pan en el bistró Máximo, por los rumbos de la Condesa, donde aprovecharon para retomar temas en que coincidieron en su paso por el Senado.
:Que a propósito de comida, quien ha utilizado hasta esos espacios para seguir con su labor de reconstrucción del PAN es el presidente Calderón, quien, fuera de agenda, se ha reunido con dirigentes panistas de los estados donde mayor presencia tiene su partido.
Así es como ha aprovechado las pausas durante sus giras para invitar a comer a quienes tienen peso en el PAN, como el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, conocido por su influencia en el ala más conservadora de ese partido.
:Que los diputados electos del PRD en el DF ya empezaron a mover su piezas para acordar la presidencia de las comisiones que, pese a tener mayorías, les corresponde presidir en la sexta Legislatura.
Algunos de ellos son Víctor Hugo Lobo, Dione Anguiano y Manuel Granados, a quienes sus compañeros impulsan para la Comisión de Gobierno o para la que les alcance, total, en todas hay prerrogativas nada desdeñables.
Política cero
Pasarse de azteca no es una opción
Jairo Calixto Albarrán
Cuando uno se va de vacaciones, se tiene la secreta esperanza de que al estar de regreso todo estará arreglado conforme a derecho. Tostado y optimista, con la certeza jurídica que te da tu piel atormentada por el sol, ungüentos y coppertones, crees que mientras estuviste aislado del bullicio de la falsa sociedad junto a la alberca, todos los actores políticos renunciaron a sus excesos y melodramas para elevar el debate a estados más civilizados donde pasarse de aztecas no es una opción.
Claro que cuando te colocas en la realidad con las mandíbulas apretadas al final te das cuenta que sigues en un mundo que se puso todavía más guarro de cuando lo dejaste: Mr. Coldwell se pone como ñora histérica de película de Chabelo gritando que todos los mexicanos están indignados por lo de Monex y Soriana, como si todos tuvieran su credencial de la CTM firmada por Fidel Velázquez. Igualito que la secretaria del PRI que regaña a Gustavo Madero porque se ha unido a AMLOVE (por alguna razón esperan que la izquierda tuviera la capacidad de lucha, sacrificio y solidaridad del nada grato Graco Ramírez) en su caudal de sospechosismos sobre la honorabilidad del tricolor que durante 70 años dio suficientes razones para confiar ciegamente en ellos. O sea, no se vale, es la primera vez que los panistas rompen sus esquemas del haiga sido como haiga sido, denles chance. Digo, Moreira se les fue sin pagar, luego a Fox lo premian como un gran formador de líderes (igual que a Jelipillo la ONU lo declaró gran contramaestre de las guarderías subrogadas), por lo menos que disfruten sus impugnaciones.
Claro que los Dorian Gel Boys andan peor que reguetoneros sin su ración de perreo cada vez que alguien les saca un Mapache Story. Se hacen los indignados (pero de los buenos, no de los sospechosistas), y luego luego sacan su mamotreto de chingomil páginas que parecen escritas en mármol, para demostrar que son virgencitas y riegan las flores.
Y los melifluos consejeros del IFE se conforman con aplicarles el clásico: ¿deveras no se pasaron en los gastos de campaña? ¿A lo macho? ¿Por su jefecita? ¿Que les caiga un rayo?
Regresar de las humedades solo para descubrir que las cosas están peor que antes tampoco está del todo mal, pues siempre hay que ofrecerle nuevas perspectivas a tu capacidad de asombro. Claro, hasta que te cuentan lo del Melate (y ahora cómo vamos a salir del mito genial de la pobreza), y de que tu cuenta en HSBC no fue salpicada con nada de los servicios de lavandería que ahí proveen. Chale.
Interludio
El espantajo del “estallido social”
Román Revueltas Retes
Algunos individuos de la subespecie de los supersticiosos nos habían avisado ya de que 2010 era el año en que debían de ocurrir fatídicamente sucesos tan calamitosos como aquellos que vivió la nación mexicana en 1810, la guerra de Independencia, ni más ni menos, y, en 1910, esa revolución desencadenada por la oposición a Porfirio Díaz que hubiera debido terminarse, en toda lógica, poco tiempo después, cuando el tirano aborrecido renunció, el 25 de mayo de 1911, hizo las maletas y, el día 31 de ese mismo mes, se embarcó en Veracruz, en el buque alemán Ypiranga, para ir a vivir apaciblemente el resto de sus días en París.
El propósito de las revoluciones es el derrocamiento del dictador y el fin de la tiranía, ¿verdad? Pues, miren ustedes, en estos pagos los señores revolucionarios se siguieron destripando entre ellos durante años enteros; poca impresión, y muy poco efecto, les hizo que Francisco Madero hubiera ganado unas elecciones democráticas. Por lo que parece, la democracia no es lo nuestro (y, ahora mismo, no terminamos tampoco de estar enteramente convencidos del modelo: acabamos de celebrar unas elecciones ejemplares y escuchamos voces que hablan de una presunta “imposición” que, de ser certificada legalmente, nos habrá de llevar, otra vez, a una “revolución”. O, ¿qué no es ésa la cantilena que escuchamos en las manifestaciones de los que repudian al candidato ganador?).
En fin, volviendo al tema, el caso es que llegó la fecha fatal, se celebró alegremente el Bicentenario, se hicieron también los festejos del Centenario, se construyó el monumento más mediocre, insignificante y anodino que pudiera haberse concebido para tan culminante ocasión —esa tal Estela de Luz que, por si fuera poco, se terminó con retrasos y nos costó un ojo de la cara a todos— y el tiempo siguió pasando sin que hubiera un levantamiento popular, sin que estallara una revuelta generalizada de ciudadanos inconformes y sin que nuestra cotidianidad —hecha, ahí sí, de atrocidades perpetradas por delincuentes envilecidos— se viera sacudida por una ruinosa guerra civil de verdad.
Pero ahí siguen los agoreros y ahí están todavía las advertencias. Ya no puede coincidir la rebelión de las masas con las efemérides de siempre pero, no importa: las oscuras profecías se han actualizado y ahora la causal mayor del “estallido” lleva otro nombre y otro apellido: ya no es el “espurio” de hace poco sino que se llama Peña Nieto quien, además, vendría siendo la más acabada encarnación de aquel antiguo régimen “revolucionario”. Por ahora, las cosas no han pasado a mayores, en espera de que las autoridades electorales determinen cómo estuvo el proceso. Pero, en caso de que las resoluciones de los tribunales no vayan en el sentido que algunos esperan, nos advierten ya de que puede ocurrir, ahora sí, el mentado “estallido social”. Nos queda muy claro, con o sin aniversarios, que todas las ocasiones son buenas para los individuos violentos.
Ventana
El canto de las “sorianas”
José Cárdenas
EXCÉLSIOR
La izquierda carece de pruebas. Sin pudor alguno, siembra la semilla de la duda en un terreno fértil para la especulación y la sospecha.
En la Odisea, Homero describe cómo Ulises, tras ser advertido por Circe, diosa y hechicera, cubre con cera los oídos de sus compañeros de travesía… y les ordena atarlo con fuerza al mástil de su nave para no enloquecer… con el canto de las sirenas.
Un coro similar, en apariencia convincente y en el fondo perverso, se escucha en el ambiente poselectoral.
Es el canto de las “sorianas”.
Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento Progresista denuncian la compra de votos mediante tarjetas prepagadas; violación de los topes de gasto de campaña; la conjura televisiva contra el pueblo de México —representado por las izquierdas, desde luego–; el dinero sucio procedente del crimen organizado para financiar la campaña de Peña Nieto.
El Movimiento Progresista se justifica: “Las denuncias son medidas para defender el voto, la democracia y la dignidad de los mexicanos… acciones pacíficas, respaldadas por la Constitución… es parte de la lucha política por una transformación del país a través de vías institucionales y legales…cada partido político, cada candidato, están en su derecho de ejercitar las acciones que la ley establece”.
La PGR, la Unidad de Fiscalización del IFE y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, investigan. Pero… en este caso, la izquierda carece de pruebas. Sin pudor alguno, siembra la semilla de la duda en un terreno fértil para la especulación y la sospecha. Envenena las aguas.
López Obrador sabe que la compra de votos es insuficiente para tirar la elección… que las causales abstractas para sustentar la inequidad electoral difícilmente convencerán al Tribunal Electoral… que el financiamiento ilícito, tampoco da para mucho… la comprobación de tal crimen podría demorar años.
Sin embargo, aun si las acusaciones financieras, bancarias y de compra del voto no pudieran ser convertidas en causales de invalidez, nada se resolvería, es más, se agravaría, en los campos de la siembra de opinión pública desfavorable al PRI y el acoso social, callejero y mediático.
En el cuartel de López Obrador hay una idea insistente: convertir la victoria de Peña Nieto en el peor de los casos para el Tribunal… en la más pírrica de todas las victorias…. mantenerlo bajo presión, cercarlo e impedirle gobernar desde el primero hasta el último día. El canto de las “sorianas” no es jurídico sino mediático. Las pruebas del supuesto fraude resultan otra maniobra para poner en peligro la estabilidad política del país… y ofender la dignidad de los 50 millones de mexicanos que votaron el 1 de julio.
MONJE LOCO: La exoneración por la PGR de Miguel Ángel Osorio Chong y sus hermanos, acusados de enriquecimiento ilícito (usando para ello documentos falsificados del banco HSBC), le ha dado tranquilidad no sólo a los interesados, sino al equipo de transición de Peña Nieto. Así como esa causa cayó por su propio peso, infundios, falsedades, documentos apócrifos, acusaciones por lavado de dinero y similares, dirigidas contra el PRI, correrán la misma suerte. Por eso la dirigencia tricolor ha presentado una denuncia contra quienes los han acusado. Sin embargo, eso no evita las preocupaciones. Aunque para el PRI, López Obrador sea un fanático calenturiento y mentiroso, aunque no sepa perder, es un tren que ya no puede parar… aunque quisiera, la inercia lo arrastra… y este es otro cuento de nunca acabar.
Frentes Políticos
Frentes Políticos
EXCÉLSIOR
I.La disputa en el PAN sube de intensidad. Circula ya una carta de ex presidentes del albiazul: Luis H. Álvarez, Felipe Calderón, Luis Felipe Bravo Mena, Germán Martínez y César Nava. En ella, llaman a la “reconstrucción” del partido y piden cambios profundos: abrirse a la ciudadanía; una nueva forma de elegir candidatos; otro modelo de organización y una vía para sancionar y “excluir con rapidez y eficacia” a aquellos cuya conducta trastoque la identidad del albiazul. Proponen la refundación desde los cimientos, pero Gustavo Madero, el dirigente nacional, hace como que la cosa no va con él y apura el paso en busca de nueva alianzas, con quien sea, con tal de quedarse en el cargo.
II.Que AMLO hará tropezar, también, a la izquierda. Los excesos de Andrés Manuel López Obrador lo han llevado a absurdos que ni sus más leales defensores pueden sostener, aseguró el coordinador de la diputación priista, Francisco Rojas. Señaló que, ante los reclamos poselectorales, “responderemos con acciones en beneficio del país, como las que propuso Enrique Peña Nieto: modernización de la vida económica para crear los empleos que se requieren mediante un alto y sostenido crecimiento económico con el concurso de los sectores privado y social, apoyados en reformas profundas como la hacendaria y la laboral, entre otras”.
III.Al equipo que dirige Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del Instituto Federal Electoral, le queda pendiente la asignación de diputados y senadores de representación proporcional, lo que debe quedar listo en la segunda quincena de agosto. También corren los plazos para los informes de campaña de todos los candidatos con el fin de que en enero próximo sepamos con exactitud quiénes rebasaron los topes de gasto de campaña y si se encontraron recursos ilícitos. Valdés Zurita presume de haber liderado la votación más nutrida en la historia de México, con 50 millones de votantes, pero, sobre todo, dice, la más limpia y transparente.
IV.Mientras la elección presidencial se encuentra entrampada innecesariamente en el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación gracias a López Obrador, en la Cámara de Diputados se iniciará hoy la entrega-recepción de las constancias de mayoría, por el Instituto Federal Electoral. Con este evento, previsto en San Lázaro, comienza la integración de la LXII Legislatura con la entrega que haga el IFE a la Secretaría General de la Cámara baja. El Congreso tendrá nuevos inquilinos a partir de la segunda semana de agosto.
V.Para Cristina Díaz, secretaria general del PRI, una de las manchas que no se le borrarán al gobierno federal panista es el escándalo de HSBC, que infiltró dinero ilícito a Estados Unidos ante los ojos cerrados de las autoridades encargadas. Por ello, dijo que su partido apuesta, para el próximo sexenio, en una ley contra lavado de dinero. Los senadores y los diputados federales del tricolor tendrán como un tema de primera importancia la concreción de esta ley, “porque casos como el ocurrido en el banco HSBC no deben repetirse ni quedar impunes”. Esto es prioridad de partido, apenas tomen posesión.
VI.Una tarde para el olvido, en Jalisco. El gobernador Emilio González Márquez recibió durante todo el día las condolencias por la pérdida de su hermano menor, César González Márquez, quien falleció ayer en un accidente automovilístico. De acuerdo con reportes confirmados por el gobierno estatal, el percance aconteció en horas de la madrugada en un tramo carretero del sur de la entidad, en el municipio de Cihuatlán, donde volcó el vehículo en el que al parecer viajaba solo. Las condolencias nunca serán suficiente paliativo, pero ayudan a aminorar la pena.
Arsenal
El Día D
Francisco Garfias
EXCÉLSIOR
Andrés Manuel López Obrador tiene a sus adversarios contra las cuerdas, a la defensiva, arrinconados. Ha logrado extender la duda, en una sociedad inconforme, sobre la limpieza en las elecciones presidenciales.
Los priistas no han podido contrarrestar su estrategia. Les falta contundencia, audacia, imaginación, credibilidad.
La respuesta a la gravísima acusación de “lavado de dinero” que el tabasqueño les hizo, apoyado por el panista Gustavo Madero, fue por demás tibia: le van a pedir a la PGR que investigue las acusaciones.
¿Y luego?
Hasta sus propias declaraciones se les revierten.
Jesús Murillo, encargado de la defensa jurídica del triunfo de Peña, salió a decir que, efectivamente, su partido utilizó las tarjetas Monex, y que se distribuyeron más de 66 millones de pesos para pagar estructuras, no para elecciones.
Por supuesto que nadie le creyó. López Obrador hasta se burló. “Poco a poco van confesando”, dijo.
Está claro que en el PRI no quieren hacer olas. Están confiadísimos de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación va a ratificar el triunfo de Peña. Por eso abandonan el terreno. En el pecado llevarán la penitencia. El mexiquense llegará debilitado a Los Pinos.
El Plan Nacional de Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México, anunciado ayer por el tabasqueño, tiene plazos. El límite que establece la ley es el 6 de septiembre. “Está hecho para comprender este periodo”, dijo. La gran incógnita es ¿qué va a hacer Andrés después del Día D, cuando el TEPJF dé a conocer su fallo?
Los magistrados del Tribunal tienen hasta el 6 de septiembre para hacer la declaratoria de “Presidente electo”.
Pero puede ser antes. Ya escribimos aquí que un destacado miembro del equipo de Peña Nieto asegura que el 30 de agosto revalidarán el triunfo del priista. La idea es llegar al último informe de gobierno de Felipe Calderón con Presidente electo.
El Peje, por el contrario, está seguro de que se va a lograr la invalidez de la elección presidencial. Por lo menos es lo que dice. “Sería un agravio de grandes magnitudes al pueblo de México el validar la elección”, advierte.
¿Y si no le favorece el fallo? ¿Qué va a hacer? No se necesita bola de cristal para adelantar que si los magistrados revalidan el triunfo de Peña los va a acusar de cómplices de la “compra” de la Presidencia. Pero, ¿irá más lejos?
Podríamos apostar a que el Tribunal no cambiará el resultado. La ventaja de tres millones 200 mil votos que Peña le sacó a Andrés en las urnas es el mejor argumento. Muy difícil probar que Monex, Soriana, los gobernadores, cambiaron el sentido a cinco millones de votos.
Andrés ha repetido —ayer lo volvió a hacer— que en 2012 no habrá ni plantones ni bloqueos. Ya pagó los costos de castigar, hace seis años, a la ciudad que lo apoyó.
Instalará mesas para hacer acopio de más pruebas, convocará mítines en las plazas públicas de todo el país. Promete mantenerse en los cauces de la legalidad. “Sólo recurren a la fuerza a quienes no les asiste la razón”, aseguró ayer.
La bronca es que los Atencos, los chavos antiPeña de #YoSoy132, electricistas del SME y las organizaciones anexas de la llamada Convención Nacional contra la Imposición, podrían rebasarlo por la izquierda. El riesgo está.
A Pedro Aspe se le menciona con insistencia como integrante del gabinete de Peña Nieto. Unos lo ponen en Pemex, otros en la SHCP. Fuentes cercanas al mexiquense ven muy difícil que el del “mito genial”, mentor de Luis Videgaray, hombre fuerte del mexiquense, se incorpore al gabinete.
Al ex secretario de Hacienda le va muy bien en la iniciativa privada. “No va a cambiar los millones que gana actualmente por 200 mil pesos, más un bono”, nos dijo un diputado que conoce bien.
Entre la montaña de felicitaciones a Enrique Peña Nieto por su cumpleaños destaca la de Anonymus. Hackeó la página del PRI para desearle Happy Birthday al candidato ganador de los cómputos oficiales. López Obrador le mandó también su regalito: el Plan Nacional para la Defensa del Voto.
Muy calladitos, pero allí están. El Partido del Niño Verde engordó a costa del PRI. Tuvieron su primer gobernador, Manuel Velasco, en Chiapas. En la siguiente Legislatura ocuparán 33 curules en San Lázaro y nueve escaños en el Senado. Nunca habían tenido ese tamaño. Jorge Emilio coordinará en la Cámara alta. Arturo Escobar en San Lázaro.
Nos dio mucho gusto el nombramiento de Emilio Álvarez Icaza como secretario ejecutivo de la CIDH de la OEA. Un reconocimiento a sus años de lucha a favor de los derechos humanos. Mención tardía, pero no nos alcanzó el espacio para escribirlo ayer.
Moraleja de la semana (cortesía de Winston Churchill, político britanico): La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás.
Archivos del Poder
La niebla
Martín Moreno
EXCÉLSIOR
Después del triunfo del PRI en las presidenciales, el país ha entrado en una niebla que no permite ver claramente hacia dónde vamos. Hay más incertidumbres que certezas. Más preguntas que respuestas. Más riesgos que avances. Los hechos nos han subido al Titanic: nadie sabe de qué tamaño es el iceberg que tenemos enfrente.
“AMLO y PRI atizan pugna”, resumió ayer Excélsior. ¿Hasta dónde llegará ese enfrentamiento? Ya no se trata solamente de la compra de votos. Hay cosas más graves: la acusación de uso de dinero ilícito, de presunto lavado de dinero en la campaña presidencial priista.
“Tengo elementos para decir que en la campaña de Peña Nieto se utilizó dinero de procedencia ilícita”, acusa López Obrador. Y da nombres de tres empresas fantasma: Tiguán, Comercializadora Atama y Grupo Koleos, así como de la persona física Rodrigo Fernández Noriega, de haber depositado recursos a Banco Monex, que sirvieron para “fondear” las tarjetas entregadas a ciudadanos o a operadores del PRI durante la campaña presidencial (Excélsior/Isabel González/19/ VII/2012).
El PRI condenó —mas no desmintió— el “uso sistemático de la mentira” del candidato perredista. “Sólo logra escalar la irracionalidad de sus argumentos”.
El IFE adelantó que las pruebas presentadas por el Movimiento Progresista no comprueban la compra y coacción del voto. De acuerdo. Sin embargo, el uso de dinero indebido para financiar campañas electorales debe investigarse. Y a fondo. Además, es fuertemente penalizado. La acusación de AMLO de lavado de dinero mediante las tarjetas de prepago Monex no debe tomarse a la ligera.
¿Hasta dónde reventará el conflicto AMLO-PRI? Se ignora. Entra en esa niebla que no permite ver más allá del 30 de noviembre, día último de Calderón. El día siguiente se ve, también, entre bruma.
Hay niebla cuando los priistas dicen que no volverá el viejo régimen porque México ya cambió. Sí, eso lo sabe hasta el silvestre de Fox. Pero los priistas son los que no han cambiado. El país es otro. EL PRI sigue siendo el mismo. Y allí podría venir el choque con el iceberg.
Nadie puede garantizar, hoy, qué reformas saldrán ni qué alianzas se integrarán debido a que el PRI, en su victoria, salió derrotado: no obtuvo la mayoría aplastante que sus líderes vaticinaron. Carece de mayorías en el Congreso. La niebla de la incertidumbre cubre a las reformas que durante el zedillismo eran necesarias, en el calderonismo urgentes, y en el peñismo podrían ser insuficientes.
¿Hacia dónde marcha México? ¿Va a la consolidación priista con fuerza suficiente para modernizar al país o hacia el restablecimiento de la dictadura política?
¿Vamos rumbo a las aguas claras del crecimiento económico o chocaremos con el mismo iceberg que nos hundió con Jolopo y Salinas: el de la irresponsabilidad financiera?
¿Nos dirigimos hacia un régimen democrático con equilibrio de poderes respetado y eficiente o volveremos al régimen presidencialista omnipresente y todopoderoso?
¿Va México rumbo a la transparencia o regresaremos a las épocas de corrupción, encubrimiento y represión? Recordemos que a Rusia la hundió el fracaso de la glasnost (transparencia). De poco sirvió la perestroika. Hoy, el zar Putin mantiene vigente la dictadura implacable y feroz. Veámonos en ese espejo.
Si no somos capaces de evitar la restauración del viejo régimen, cada quien a pertrecharse en su camarote: allí viene el iceberg.
EDOMEX. A la indignación por el asalto masivo y la violación de siete jovencitas en Pinahuac, Chalco, se suman dos elementos inaceptables: primero, que en el ataque hayan participado un ex militar, dos policías mexiquenses en activo y uno del DF. Segundo: el asesinato en Ecatepec de Jessica Lucero, de 14 años de edad, quien fue violada por Carlos García Sanjuán, El Quico, quien fue identificado en su momento por Lucero, pero que continúa libre, tras de que el MP y policías municipales pidieron dos mil pesos a la familia de Jessica para “agilizar los trámites”. La jovencita fue golpeada y apedreada. La violencia contra mujeres no cesa en el Edomex.
NAPITO. Quien está muy preocupado es ese pillo certificado llamado Napoleón Gómez Urrutia, quien le pidió al PRD ser diputado federal para obtener fuero y poder regresar a México, a pesar de que hay una orden de aprehensión en su contra, vigente y ejecutable. Lo rechazaron, y con el triunfo del PRI, en donde no lo aceptan por haberla jugado con la izquierda, se le cerró el espacio legal a Napito, quien sigue en Vancouver disfrutando de millones de dólares sustraídos del fideicomiso minero, pero con la etiqueta de ladrón bien ganada.
CARMEN. Más que merecida la asignación de la Orden de la Legión de Honor, en grado de Caballero, por parte del gobierno de Francia a la periodista Carmen Aristegui. Felicidades. Bien ganada.
De Naturaleza Política
Cordero, el factor…
EXCÉLSIOR
Él tiende a convertirse en juez en la puja por el poder futuro en un refundado, o renovado, Acción Nacional.
Enrique Aranda
A la vista la reunión del Consejo Nacional, que deberá auscultar, primero —presumiblemente con más seriedad y profundidad que hasta ahora—, en las causas del desastre electoral del pasado primero de julio, y definir después las líneas rectoras del qué y los cómos del oficialismo en los próximos años, más de uno entre quienes aspiran a jugar un rol determinante en ambos procesos han comenzado a valorar la importancia en los mismos del llamado factor Cordero.
Y esto, huelga decir, no porque de último momento el derrotado precandidato presidencial haya exhibido capacidades y/o habilidades no descubiertas en él antes de la selección de quien abanderó la fallida causa del oficialismo en busca de un tercer sexenio en la residencia oficial de Los Pinos sino, fundamentalmente, porque el más elemental ejercicio aritmético permite a muchos entender que Ernesto Cordero Arroyo puede, hoy, definir el sentido del voto de un número importante de consejeros y, con ello, cargar los dados a favor o en contra de una u otra de las propuestas que serán presentadas el próximo 11 de agosto.
En las últimas semanas, efectivamente, tanto desde el más alto nivel del gobierno federal —donde, se sabe, con el obligado apoyo de cuatro ex dirigentes nacionales más el titular del Ejecutivo federal en turno se diseña e impulsa la propuesta del calderonismo (más)puro—, como desde los más diversos centros de poder panista, los doctrinarios y los duros incluidos, obviamente, el supuestamente diezmado corderismo recibe toda suerte de señales de acercamiento: “Desde guiños y una cerradita de ojos hasta las más descarnadas y burdas propuestas de ir juntos por todo el pastel…”
Eso, cuando menos, es lo que afirman los que trabajan cerca de quien, durante el sexenio que está por concluir, se convirtió en el único secretario de Hacienda y Crédito Público de extracción distinta y/o no cercano al Revolucionario Institucional en la historia moderna del país, y a quien no pocos ven ahora como seguro coordinador de la bancada blanquiazul en el próximo Senado… lo que, en tiempos como los actuales, no es poca cosa.
El factor Cordero, pues, que, más por efecto de la división del equipo conformado por el Presidente al interior de su partido que por mérito propio, tiende a convertirse en juez en la puja por el poder futuro en un refundado, o renovado, Acción Nacional…
Al tiempo.
Asteriscos
* Inquietud en el war room de Enrique Peña Nieto por el escaso, cuando no nulo impacto que su decisión de demandar al perredista Jesús Zambrano y a su inesperado compañero de viaje Gustavo Madero ante la Procuraduría General de la República por acusar a aquél de “lavado de dinero”, por lo que, dicen quienes saben lo que ocurre al interior del mismo, “en el futuro próximo, se intentarán respuestas mucho más contundentes…”
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
Estado de Derecho o Estado de chueco
Arturo Damm
CRONICA
Lo dijo David Hume: lo propio del ser humano es estar gobernado por leyes, no por hombres, por más que sean los hombres —esto lo digo yo— los encargados de redactar y hacer valer las leyes, leyes que deberán ser justas, siendo tales las que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos del ser humano, tanto los naturales —aquellos con los que la persona nace: a la vida, la libertad y la propiedad— como los contractuales –aquellos que una persona adquiere, consecuencia de los acuerdos a los que llegó con otra persona–. Al Estado de Derecho se le debe definir, y sobre todo practicar, como el gobierno seguro de las leyes justas, no como la ley injusta del gobernante caprichoso.
¿Por qué, como lo señala Hume, lo propio del ser humano es estar gobernado por leyes y no por hombres? Porque sólo así se logra seguridad, es decir, porque sólo así sabe el ser humano a qué atenerse, lo cual, sobre todo para fines de la convivencia, podrá no serlo todo, pero de ninguna manera es poco. Imaginemos qué pasaría en un partido de futbol si los jugadores estuvieran gobernados, no por el reglamento —la ley— sino por el juez —un hombre—, es decir: por la voluntad del juez. ¿Qué seguridad tendrían, en tal caso, los jugadores?
Ninguna: en un cierto momento —dependiendo del estado de ánimo del árbitro, o de sus preferencias, o de sus intereses, o de tantas otras variables posibles— una determinada jugada podría ser juzgada de una manera para, en algún otro momento, ser juzgada de manera distinta, creándose así inseguridad, misma que se elimina redactando un reglamento, que el árbitro debe aplicar parejo para todos, reglamento que, por ser creación humana, nunca será perfecto, siendo por lo tanto perfectible, como perfectibles son siempre las reglas de cualquier juego.
La gran ventaja de las reglas del juego es que brindan seguridad, indicando a qué debe cada quien atenerse, evitando así la actuación caprichosa, y a posteriori, de algunos jugadores, sobre todo cuando el resultado del juego no les fue favorable. Actuación caprichosa, a posteriori, de los jugadores perdedores, ¿a qué me refiero?
A la exigencia de dichos jugadores para que se descononozcan los resultados del juego en el que perdieron, aún en el caso en el que las causas por las que perdieron no sean consideradas, por las reglas del juego, como causas para desconocer los resultados de la contienda.
Esa exigencia de los jugadores perdedores, ¿a qué equivale? A desconocer el Estado de Derecho y a implantar, en su lugar, el Estado de chueco, momento de distinguir entre la exigencia del jugador perdedor y la decisión de la autoridad para hacerla válida, autoridad en la que recae el deber y la responsabilidad de hacer valer el Estado de Derecho.
Todo lo anterior tiene que ver, obviamente, con la petición de AMLO para que se invaliden los resultados de la elección presidencial, invalidez que, para todo efecto práctico, tendría el mismo efecto que su anulación.
El problema, para AMLO, es que ninguno de los hechos que presenta como causas para anular la elección, inclusive en el caso de estar considerados como delitos electorales, tal y como es el caso de la compra de votos, es contemplado por las reglas del juego como causa para anularla, tal y como se señala en la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, en cuyo artículo 75, párrafo 1, leemos que “la votación recibida en una casilla será nula cuando se acredite cualesquiera de las siguientes causales:
a) Instalar la casilla, sin causa justificada, en lugar distinto al señalado por el Consejo Distrital correspondiente; b) Entregar, sin causa justificada, el paquete que contenga los expedientes electorales al Consejo Distrital, fuera de los plazos que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales señale; c) Realizar, sin causa justificada, el escrutinio y cómputo en local diferente al determinado por el Consejo respectivo; d) Recibir la votación en fecha distinta a la señalada para la celebración de la elección; e) Recibir la votación personas u órganos distintos a los facultados por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales; f) Haber mediado dolo o error en la computación de los votos y siempre que ello sea determinante para el resultado de la votación; g) Permitir a ciudadanos sufragar sin Credencial para Votar o cuyo nombre no aparezca en la lista nominal de electores y siempre que ello sea determinante para el resultado de la votación, salvo los casos de excepción señalados en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y en el artículo 85 de esta ley; h) Haber impedido el acceso de los representantes de los partidos políticos o haberlos expulsado, sin causa justificada; i) Ejercer violencia física o presión sobre los miembros de la mesa directiva de casilla o sobre los electores y siempre que esos hechos sean determinantes para el resultado de la votación; j) Impedir, sin causa justificada, el ejercicio del derecho de voto a los ciudadanos y esto sea determinante para el resultado de la votación; y k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma”. En ningún lado se señala a la compra de votos como causal para anular la elección.
Centrando específicamente la atención en la elección presidencial leemos, en el artículo 77 bis, inciso 1, de la misma ley, que “son causales de nulidad de la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos cualquiera de las siguientes:
a) Cuando alguna o algunas de las causales de nulidad previstas en el párrafo 1 del artículo 75 de esta ley, se acrediten en por lo menos el veinticinco por ciento de las casillas instaladas en el territorio nacional y, en su caso, no se hayan corregido durante el recuento de votos, o b) Cuando en el territorio nacional no se instale el veinticinco por ciento o más de las casillas y consecuentemente la votación no hubiere sido recibida, o c) Cuando el candidato ganador de la elección resulte inelegible”. Nuevamente: en ningún lado se señala a la compra de votos como causal para anular la elección presidencial.
Queda claro que, pese a lo dicho en el artículo 41 constitucional, en el sentido de que “la renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres (y) auténticas”, y aceptando (sin conceder) que la compra de votos es contraria a las mentadas autenticidad y libertad, dicha compra de votos no es, dadas las actuales reglas del juego, causal para la anulación de la elección presidencial, por lo que la petición de AMLO está más allá de lo que permite el marco legal en la materia, que para todo efecto práctico en este caso es Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.
¿Que lo que permite o impide esa ley es injusto? Entonces, cara a las próximas elecciones, que se modifique, pero que, con relación a las elecciones pasadas, se respete. Eso es lo que corresponde al Estado de Derecho y cualquier otra cosa supondría dar entrada al Estado de chueco algo que, por prudencia y conveniencia, no debe permitirse.
Astillero
• Protesta creciente
• Contra la imposición
• Más allá de candidatos
• ¿Qué harán PRI y EPN?
Julio Hernández López
A los múltiples y graves problemas que ha acumulado el sistema político mexicano, sobre todo en materia de sucesión presidencial y especialmente en sus vertientes de legalidad y legitimidad, se añade ahora la persistencia y consolidación de un movimiento social sin estructuras tradicionales de organización, formado por miles de ciudadanos solamente regidos por sí mismos, creativo y marcadamente consciente, que impugna sin atajos ni puentes la anunciada imposición de Enrique Peña Nieto como aún más peligroso relevo del catastrófico y violento ocupante actual de Los Pinos.
No es un hecho menor, aunque buena parte de los medios de comunicación han sido comisionados para menospreciarlo e incluso difamarlo, ni tampoco es solamente estudiantil o juvenil, aunque esa presencia sea mayoritaria y muy notable, como nunca en este tipo de movilizaciones. Aun cuando se centra en el rechazo a la instalación en la Presidencia de la República de alguien a quien se considera comprador y no ganador de los comicios correspondientes, su caracterización no es necesariamente partidista o electoral. Es muy importante entender que al combatir a quien estiman que ganó a la mala no están convirtiéndose al mismo tiempo en promotores o defensores de quien quedó oficialmente en segundo lugar y que, de aceptarse la tesis del fraude electoral, sería el verdadero ganador moral, pero no restituible por sí mismo en este proceso, pues lo que se demanda es su invalidación y no su depuración. El movimiento va más allá de López Obrador y los partidos que lo postularon, e incluso en franjas importantes hay rechazo o cuando menos clara distancia de los vaivenes de la farándula electoral.
Tal conformación, inusual en el catálogo de las protestas posteriores a los comicios, no está siendo procesada con inteligencia y astucia por la élite priísta, que según famas ahora en fuga habría obtenido en siete décadas impresionante doctorado en la manera de absorber o disolver movimientos en su contra. El peñanietismo está reaccionando con el mismo éxito que un especialista en excavaciones y demoliciones en caso de que fuera llevado a una operación quirúrgica.
El presunto presidente Peña (PP?) se ha instalado en una fase de pasmo, incredulidad y enojo que pareciera involuntaria continuación de la noveleta iniciada en la Universidad Iberoamericana un viernes negro de mayo. Su equipo sostiene la misma actitud y parecidos argumentos, atribuyendo los actuales actos de oposición a factores artificiales, provocados a partir de engaños y manipulación, sin entender las razones del retador enojo creciente y, por tanto, sin trazar una salida política viable, sin encajonarse en el recurso tan aparentemente fácil como evidentemente explosivo del uso de la fuerza pública (¿lo haría Calderón, conforme a los acuerdos nocturnos de Los Pinos con EPN?) para hacer cumplir la históricamente maltrecha ley.
Ayer, por ejemplo, el súbitamente estelar Pedro Joaquín Coldwell dijo que las acusaciones de fraude (Monex y Soriana, por dar dos ejemplos) ofenden a los mexicanos. Manlio Fabio Beltrones, quien no forma parte de los círculos cercanos a EPN, ni goza de su confianza (menos si se toma en cuenta que en las especulaciones respecto a invalidez de las elecciones presidenciales se le incluye invariablemente como pieza de natural presencia en diversas combinaciones posibles), se asomó ayer al foro para decir que el país no merece más zozobra.
Mientras ese priísmo socialmente iletrado se revuelve en busca de algo similar a una solución, el lopezobradorismo coloca en las calles sus instrumentos de medición para calcular hasta dónde llega la irritación popular (no tanto por el despojo a un candidato, sino por el robo electoral en sí). El ex candidato tabasqueño está atado por los compromisos de civilidad y por las cesiones a adversarios internos que hubo de hacer para sostener su postulación presidencial, pero se mantiene atento al rumbo de los vientos.
Al fondo del escenario de su corriente asoma, poco exitosa, rebasada por los acontecimientos, sonoramente fallida en la vigilancia de casillas, la expectativa organizativa denominada Morena. Pero, más allá de la posibilidad de intentar la constitución de un nuevo partido político, esa vertiente de izquierda sabe que debe reponerse y reinstalarse para combatir fragorosamente las iniciativas de reformas legislativas y los planes con los que PRI y PAN pretenden gobernar y repartirse el pastel del sexenio venidero.
Sin embargo, la gran incógnita está alojada en los equívocos dominios del priísmo encopetado. El futuro de la nación será definido por la manera en que el peñanietismo decida enfrentar al movimiento ciudadano que se opone a su llegada a Los Pinos. Lo visto ayer confirma que se está en presencia de un movimiento de mexicanos que en las principales ciudades del país, y en muchas otras plazas del extranjero, está decidido a luchar contra el sistema político vigente, contra su deplorable juego de partidos, contra las candidaturas y los cargos que constituyen un botín para los membretes de siempre.
Cauce y satisfacción a sus demandas de evolución política verdadera deben darse en las semanas venideras a ese movimiento, con la continuación de las protestas, con el impacto del ejemplo de lucha cívica, con el uso inteligente de las redes sociales para suplir y combatir la desinformación de los grandes medios tradicionales, con la alegría creativa y la convicción individual de que las cosas no pueden ni deben seguir así. La tentación autoritaria ha de ser desechada en las alturas de tres colores y en su aliado represor, el calderonismo subido ya al mismo carro 2012-2018. Tanta energía y entusiasmo cívicos en favor del cambio no deben quedar en la frustración.
Y, mientras el tema de la venta de armas en Estados Unidos es puesto sobre la mesa de discusión por las lamentables muertes sucedidas en Aurora, Colorado (aunque muestras de esos daños se tienen por decenas de miles en países como el nuestro), ¡hasta mañana, con el PAN soñando con resurrecciones a mediano plazo!
Clase Política
• Más recursos a municipios
Miguel Ángel Rivera
Aumentar las recaudaciones de los municipios, a fin de que no estén asfixiados económicamente frente a la demanda de servicios públicos de una creciente población, propuso el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell.
En reunión con integrantes de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), presidida por Salvador Manzur Díaz, de Boca del Río, Veracruz, el dirigente nacional del tricolor recordó que el candidato presidencial ganador, Enrique Peña Nieto, ha planteado la necesidad de llevar a cabo una reforma hacendaria integral, y me parece que no puede haberla si no pasa necesariamente por la revisión de los ingresos municipales.
Joaquín Coldwell se pronunció también en favor de la propuesta de los alcaldes afiliados a la FENAMM para que no haya excepción en el pago de los impuestos prediales, porque el gobierno federal nunca perdona un solo impuesto y los municipios sí, como en el caso de los aeropuertos que no pagan este gravamen, pese a ser manejados por particulares.
La cosecha
Tengamos confianza en las instituciones electorales y en su capacidad para resolver las impugnaciones conforme a derecho y hacer efectivo el sufragio de la mayoría, sostuvo el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones…
El secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, expresó confiar en que pronto se logren digitalizar los esquemas de evaluación en la educación básica, para lo cual es fundamental la capacitación de los profesores de todo el país. Asimismo afirmó que uno de los principales objetivos de su administración consiste en lograr, de inicio, que uno de tres, o uno de cuatro salones de clases en las escuelas cuente con 20 computadoras, lo que sin duda significará un paso importante en la modernización del sistema educativo nacional…
El presidente de la CNC, Gerardo Sánchez García, denunció nuevamente que pese a las promesas del gobierno federal, no se han entregado a los estados los recursos extraordinarios para hacer frente a la sequía…
El dirigente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Isaías González Cuevas, aseguró que en la próxima legislatura su organización promoverá la desaparición de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores…
Los estados de México, Puebla y Veracruz, así como el Distrito Federal, son las entidades con mayor número de impugnaciones presentadas ante el tribunal electoral federal en contra la elección presidencial. De los 364 juicios de inconformidad interpuestos en la sala superior, 46 son mexiquenses, 31 corresponden al DF, 27 a Puebla y 27 a Veracruz, informaron…
El presidente en turno de la Conago, César Duarte Jáquez, de Chihuahua, descartó el riesgo de fractura en esa agrupación por el documento donde se reconoció la ventaja de Enrique Peña Nieto…