El asalto a la razón
¿Así de alevosa la propuesta de MVS?
Carlos Marín
Si hace dos años los concesionarios en la licitación de las bandas de 1.7 y 1.9 GHz pagaron 25 centavos de dólar por MHz/pop (unidad de espectro que se divide por la población); y si, como también asegura la Secretaría de Hacienda, la empresa Clearwire (“socio tecnológico experto” de MVS), también en 2010, valuó la banda de 2.5 GHz “en un equivalente” a 29 centavos de dólar por cada MHz, en el desgreñadero que se traen el gobierno federal y MVS la familia Vargas está pasándose de lanza.
Y no solamente porque llama “expropiación” a lo que nadie pudo venderle sino concesionarle pero, sobre todo, por lo que a precio ahorcado se le ofertó, según Hacienda, por 10.5 centavos de dólar, y MVS quiso pagar una abusiva fracción (0.04) de centavo de dólar. Así, pudo sugerir que le dieran de pilón la Plaza de la Constitución.
“Esa oferta equivaldría a aceptar que, por 190 MHz, el Estado recibiría alrededor de 104 millones de pesos”, observa la secretaría… en lugar de ¡27 mil millones de pesos! Apesta a puro negocio y nada que convenza como “presiones” contra la libertad de expresión.
La historia en breve
El gobierno le echa la fuerza del Estado a MVS
Ciro Gómez Leyva
Dura, la respuesta del gobierno federal a Joaquín Vargas y el grupo MVS. Muy dura.
Joaquín y MVS tomaron la iniciativa el miércoles y construyeron una narrativa que ligaba un asunto editorial con el retiro de la concesión de la codiciada banda de 2.5 Gigahertz. Pese al inmediato desmentido verbal del gobierno, consiguieron fijar la percepción de que los hechos pudieron haber ocurrido como los estaban contando: el supuesto alcoholismo del presidente Calderón, Carmen Aristegui, secretarios exigiendo disculpas, amenazas, venganza legal, etcétera.
Pero el gobierno no se quedó con los brazos cruzados. Algo profundo les debió haber tocado la maniobra de MVS para contraatacar como lo hicieron ayer.
Las secretarías de Hacienda y de Comunicaciones y
Transportes difundieron que al precio planteado por la concesión, 27 mil millones de pesos (unos 2 mil millones de dólares), MVS respondió con una oferta de 104 millones (unos 8 millones de dólares).
Supongo que el gobierno federal no puede estar jugando con esta información y que, si ya divulgó el resultado, divulgará también los documentos de la fallida negociación: oficios, actas, sellos, firmas. Si lo hace (no sé si sea legal), dejará en claro dos cosas. Una, que ante esa diferencia de cifras, jamás habría un acuerdo. Dos, que más allá de las presuntas presiones editoriales, MVS participó en una fase de arreglo económico.
Le dije a Joaquín el miércoles que todo quedaba en un palabra contra palabra. Me aseguró que decía la verdad y se comprometió a acreditarla. Tendrá que hacerlo pronto, porque ayer el gobierno les echó la fuerza del Estado.
En Privado
Reinventando al PAN
Joaquín López-Dóriga
Ciérrese en caso de emergencia.
Florestán
El resultado de las elecciones del domingo 1 de julio fue un desastre para el PAN, que ya venía en una inercia perdedora: gobiernos, grandes ciudades, municipios emblemáticos, santuarios del panismo.
Tras 12 años en Los Pinos, fue incapaz de resolver su relación con el Presidente de la República, su gen opositor le llevó a mantenerse en una oposición delirante a pesar de ser el partido en el gobierno.
Su incapacidad para abrirse a la sociedad, a relacionarse con los no panistas, a los que un sector duro desprecia, a concertar acuerdos con la oposición real, le llevó a una crisis existencial que desembocó en su paso de la Presidencia a la tercera fuerza electoral del país, lo que no ocurría desde el siglo pasado.
Los resultados de la elección que le llevaron, además de perder la Presidencia de la República, por primera vez desde la misma Presidencia de la República, a perder su primera mayoría en el Congreso; a no poder designar, por tercera ocasión, a un candidato propio al Gobierno del Distrito Federal, donde de nuevo fue arrasado por el PRD, convulsionaron al PAN al punto de llevarlo a una rijosa sesión de Consejo Nacional donde se dieron los primeros gritos, enfrentamientos, reproches y pasos para ver si lo redefinen, reforman, refundan o reinventan.
En esa inercia, que está en su naturaleza, de enfrentar al Presidente de la República, rechazaron su propuesta de tomar las decisiones en noviembre y llevarlo hasta marzo, para que no influyera, como si no supieran que el calderonismo es el grupo más importante, mejor organizado, de mayor peso y con mayor capital personal y político en el partido, y creyeran que solo puede operarlo desde Los Pinos ignorando que el mejor Calderón se mueve en esa arena, además de ser el único factor consistente para que el PAN no vuelva a ser lo que fue, sino que sea lo que debe ser, lo que ellos mismos definirán.
RETALES
1. EX. Estamos en la víspera de que dos ex gobernadores, Tomás Yarrington, de Tamaulipas, y Zeferino Torreblanca, de Guerrero, uno por el PRI, otro por el PRD, sean citados por la PGR. El primero por lavado de dinero, el segundo acusado por el gobierno de Ángel Aguirre Rivero de un desfalco por mil millones de pesos,
2. AUSENCIA. Aún no entiendo la ausencia de Andrés Manuel López Obrador de la Cumbre de la Izquierda, en Acapulco, a la que asistieron quienes gobiernan y quienes gobernarán y sus legisladores electos. Un punto de acuerdo fue respetar el fallo legal sobre la elección presidencial. Quizá por eso, y
3. CRIMEN. Indignación en Puebla por el asesinato del empresario y priista Enrique Haces. Los Haces son de las familias más conocidas de la Angelópolis y el crimen fue artero: iban por él.
Nos vemos el martes, pero en privado
Trascendió
Trascendió
:Que el vocero del PRI, Eduardo Sánchez, puede ser uno de los perjudicados por el conflicto entre MVS y el gobierno federal. En su casa, y en calidad de abogado de la empresa de los hermanos Vargas, hubo varias de las reuniones de intermediación que se llevaron a cabo en 2011.
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:Que en el encuentro que tuvo el candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, con presidentes municipales electos y en funciones del PRI, más de uno lamentó que no se tocara el tema del asesinato de Édgar Morales Pérez, alcalde electo de Matehuala, San Luis Potosí, abatido la madrugada del 12 de agosto.
De plano ninguno de los oradores lo mencionó o aludió al hecho. ¿Solidaridad a la priista?
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:Que si bien los senadores del PAN quieren quedarse con la presidencia del Senado el primer año, en San Lázaro no ven mal que José González Morfín sea el titular de la nueva Mesa de la Cámara de Diputados, pues le tocaría recibir la banda presidencial de manos de Felipe Calderón para entregarla al presidente electo tras el fallo del Tribunal Electoral.
Eso significaría ceder a PRI o a PRD la presidencia del Senado.
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:Que precisamente de eso van a hablar la próxima semana los senadores electos Emilio Gamboa, del PRI; Ernesto Cordero, del PAN, y Miguel Barbosa, del PRD, en su primer encuentro “tripartita” en la Ciudad de México para afinar los detalles de la instalación de la nueva legislatura y perfilar la designación del próximo presidente de la Mesa Directiva senatorial.
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:Que ya está listo el relevo de los bejaranistas en la secretaría general del PRD, que dejará vacante Dolores Padierna para ocupar un escaño en el recinto de Reforma.
Todo apunta que será el diputado federal electo Alejandro Sánchez Camacho el nuevo segundo al mando en la dirigencia perredista, luego de que Silvano Aureoles le ganara la coordinación de los perredistas en el Palacio Legislativo.
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:Que la semana que viene Felipe Calderón comenzará a prepararse para lo que será su último Informe de gobierno, en el cual el tema principal será la lucha por la seguridad.
Además, en Los Pinos comentan que podría dedicar un espacio de su discurso a una despedida que se centraría en el orgullo de haber ocupado el cargo y los difíciles años que le tocó afrontar.
Día con día
Lesiones de historia patria
Héctor Aguilar Camín
La ciudadanía mexicana tiene una memoria histórica vigorosa, llena sin embargo de fantasías que ayudan poco a la construcción de una cultura democrática. Nuestra memoria histórica tiende a glorificar la rebelión, más que la negociación, y la violencia más que la política. En el almacén de esa memoria hay demasiados monumentos para los héroes derrotados y pocos para los triunfadores, lo cual introduce en el ánimo nacional cierta ambigüedad frente a los logros, cierta proclividad glorificante a la derrota.
Los sentimientos públicos que fluyen de esa pedagogía no son los de la competencia democrática abierta, sino una mezcla de resentimiento y victimismo. Nuestra enseñanza de la historia patria alimenta la idea de un pueblo caído, sometido, víctima de sus triunfadores, no la idea de un pueblo soberano, libre, que encumbra a quien lo merece.
Algunas de nuestras creencias colectivas son comprobables falsificaciones históricas: mentiras fundadoras.
La historia patria nos ha enseñado a los mexicanos a celebrar la violencia. En las aulas se prodigan elogios al espíritu guerrero de los aztecas más que críticas al olor a sangre de sus templos. Cuauhtémoc es un héroe guerrero. Los padres de la patria, Hidalgo y Morelos, son dos curas insurgentes. Juárez es el triunfador de una guerra civil y una guerra de intervención extranjera. Los héroes de la Revolución mexicana son todos hijos de la rebelión militar. Nuestro panteón patrio está lleno de hechos de violencia no solo dignos de admiración, sino que explican nuestra grandeza.
Ocupan un segundo plano en nuestra historia los héroes civiles y culturales, los constructores y
los civilizadores.
Nuestra historia celebra la rebelión y la revolución, la larga lista de héroes insurgentes, rebeldes y revolucionarios: nuestros Hidalgos incendiarios, nuestros Morelos guerrilleros, nuestros Villas violentos, pero justicieros; nuestros Zapatas intransigentes, pero heroicos.
Todos ellos, nos dice la cartilla de la historia patria, fueron llamados en su tiempo rebeldes, antipatriotas, irresponsables, criminales, infidentes, robavacas. Pero al final, justamente con su violencia, su valor y su radicalismo, fueron ellos quienes abrieron los caminos de la Patria, con actos intransigentes que la historia nacional ha impreso con orgullo en la conciencia de millones de mexicanos.
Se es mexicano, entre otras cosas, porque se comparte la veneración de ese martirologio.
Política cero
Todos tenemos una banda ancha, aunque sea en la cabeza
Jairo Calixto Albarrán
La banda ancha es lo de hoy, el conflicto poselectoral con chivos, patos y borrego incluidos, qué. Justo cuando esperábamos que Javier Sicilia, en su gira por Estados Unidos, besara al sheriff Arpaio (que casi trata a nuestros inmigrantes como el gobierno calderónico trata a los inmigranes centroamericanos), la banda ancha se convirtió en la frecuencia que todos quieren.
El que necesita una banda ancha para salir de Londres es Julian Assange, el gobierno calderónico qué. Solo por revelar unos sucios secretos de la conocida lógica imperialista de la diplomacia yanqui (o sea como si fuera una novedad), me lo tienen apañado en la embajada ecuatoriana, esperando a que en cuanto ponga un pie en la calle Scotland Yard en pleno me lo sometan a todos los rigores de las leyes británicas. Bajo el pretexto de andar de coscolino con unas suecas, al buen Julian, el guerrillero hacker, le puede aplicar algunas normas muy british como aquella de que es ilegal que una mujer esté topless en Liverpool, excepto si es una empleada en una tienda de peces tropicales.
¿Por qué lado de la banda ancha se fue el espíritu olímpico?
Mientras Assange se escapa en la escoba de Harry Potter, existe en México la sospecha de que el que está detrás del affaire de la banda ancha no es Calderón, que anda de vengativo, ni los enemigos jurados de Carmen Aristegui ni la familia Vargas, a la que están dando gigahertz de ochocientos gramos, sino el ChikiliQuadri. Sí se acuerdan de él, ¿no? Uno que fue el consentido de la profesora, el que anunciara a la banda ancha como la gran panacea: que si hay matazones en Torreón, banda ancha; que si Javier Lozano te dice “copelas o cuellos”, banda ancha; que las lavanderías de Walmart son mejores que las de HSBC, banda ancha; que si el secretario Dionecio Pérez Jácome te quiere rescatar alguna parte noble, banda ancha; que si el TRIFE no toca al Peña Nieto ni con el pétalo de una telenovela furris de Televisa, banda ancha… Y así.
Sería bueno que el muchacho chicho de la campaña gacha nos explique qué tan ancha es la banda ancha. Y si es tan ancha como el ChikiliQuadri explicó, por qué no caben todos ahí sabiéndolos acomodar. Pero sobre todo, de qué manera la banda ancha podría contribuir a que la selección mexicana del Chepo juegue como la olímpica del Flaco.
Todos tenemos una banda ancha de la discordia, aunque sea en la cabeza.
Juegos de Poder
Otra vez Sicilia
Leo Zuckermann
EXCÉLSIOR
Cada día admiro más a Javier, quien ha hecho de una terrible tragedia personal un ejercicio cívico de movilización social.
En vísperas de la elección presidencial, el movimiento de víctimas de la violencia que lidera Javier Sicilia se reunió por separado con los cuatro candidatos en el Castillo de Chapultepec.
El poeta tomó el micrófono y les recetó una serie de críticas durísimas a cada uno de ellos. Ese mismo día entrevisté a Sicilia. Lo felicité, una vez más, por lo que había logrado. Le dije que el evento de ese día era una muestra de cómo el país había cambiado.
“¿Te imaginas, Javier, a Gustavo Díaz Ordaz, cuando era candidato del PRI a la Presidencia, ahí sentado escuchando tus críticas?”, le pregunté. “Desde luego que no”, me contestó, reafirmando la percepción de que México efectivamente ha cambiado. El hecho es que Sicilia les sacó sus trapitos sucios a Josefina, López Obrador, Peña y Quadri y ellos tuvieron que aguantar la retahíla.
No es poco lo que ha logrado Sicilia con su movimiento en un espacio breve de tiempo. Primero logró formar una organización de personas agraviadas por la maldita violencia de este sexenio. Luego, gracias a su movilización, puso el tema de las víctimas en la agenda pública nacional: los hizo visibles. Posteriormente tuvo un par de debates memorables con el presidente Calderón.
También se reunió con otros representantes de las instituciones políticas nacionales. Con el Poder Legislativo logró que se aprobara una ley de víctimas que resultó muy incómoda para el presidente Calderón quien la acabó vetando. Amén, por supuesto, de la inédita reunión con los candidatos presidenciales donde, con toda apertura, los criticó por sus distintos defectos.
En fin, que es mucho lo que ha logrado Sicilia y su movimiento en tan poco tiempo. En este sentido, cada día admiro más a Javier, quien ha hecho de una terrible tragedia personal un ejercicio cívico de movilización social para resolver el tema de la maldita violencia.
Ahora Sicilia abre un nuevo capítulo de su lucha a favor de las víctimas. Ha llevado a su movimiento a Estados Unidos con una nueva Caravana por la Paz. Y es que nuestro vecino del norte tiene mucha responsabilidad en el problema de la maldita violencia. Su gran apetito por las drogas ha llevado al desarrollo de poderosos cárteles mexicanos que trafican la apreciada mercancía.
El gobierno estadunidense, en vez de tratar el asunto del consumo y la adicción de las drogas como un problema de salud y educación públicas, ha alentado la idea de una “guerra” contra ellas, no en su territorio nacional, pero sí en los países proveedores como México y Colombia. De esta forma, la demanda estadunidense de drogas ha generado una gran violencia en las dos naciones. Para terminarla de amolar, Estados Unidos es el proveedor de las armas, ya que en ese país es legal la compra-venta de armamento, incluidos rifles automáticos de alto calibre.
Ellos ponen la nariz, nosotros los muertos. Ellos venden las armas, nosotros las metanfetaminas. Ellos declaran una “guerra”, nosotros mandamos a los soldados.
El hecho es que hay muchísima responsabilidad de los estadunidenses en lo que está sucediendo en México. De ahí el valor de la nueva Caravana por la Paz de Sicilia por Estados Unidos que comenzó en la frontera entre Tijuana y San Diego, visitará una veintena de ciudades y terminará en Washington D.C. Con unas decenas de personas, a las cuales se sumarán contingentes en cada localidad, la meta de este nuevo ejercicio de movilización social es, de acuerdo al propio Javier, “poner en la conciencia del ciudadano estadunidense y en la agenda la responsabilidad que tienen en nuestro dolor, en nuestra guerra”.
El poeta considera que “es necesario que en Estados Unidos se atienda que el verdadero problema que es el control y la regularización de armas
y orquestar un ataque frontal y real, porque todo ha sido una farsa”.
De acuerdo con una nota de CNN, que entrevistó hace poco a Sicilia, ésta puede ser la última movilización que lidera. El poeta al parecer está considerando irse a un retiro espiritual a Francia: “Quiero irme, ver dentro de mí y encontrar mi soledad… y el fin del dolor por mi hijo”. Muy comprensible esta postura, aunque lo vayamos a extrañar.
Razones
Justicia militar o civil: un debate vacío
Jorge Fernández Menéndez
EXCÉLSIOR
Estoy convencido de que cuando se cometen delitos que atenten contra los derechos humanos fundamentales, por parte de elementos de las Fuerzas Armadas, esos delitos, como lo establece la ley actual, deben ser juzgados en tribunales civiles. También estoy convencido de que cuando existan presuntos delitos relacionados con la actividad propia de las Fuerzas Armadas los mismos deben ser juzgados en los tribunales militares. Y también de que, si se quiere juzgar con certidumbre e imparcialidad el desempeño de las Fuerzas Armadas, los legisladores deben dotar a la sociedad y al cuerpo armado de leyes claras, precisas, y que establezcan con toda certidumbre espacios, límites y procedimientos para su accionar. Y, hoy, en ese ámbito tenemos un inexcusable vacío. Los legisladores no quieren legislar y entonces, en los hechos, están dejando en manos de la Suprema Corte de Justicia, de facto, esa labor. Me parece un error y una falta de responsabilidad del Congreso y una carga demasiado pesada para los ministros.
El fuero militar no es un capricho ni un espacio generoso entregado a las Fuerzas Armadas para que juzguen a sus elementos. Es parte indivisible de cualquier ejército en el mundo y la idea es contar con una instancia de jurisdicción especializada, que conozca de las faltas y los delitos cometidos contra la disciplina militar, en una institución que por origen y definición debe tener mandos verticales que se basan en términos estrictos en el orden y la disciplina interna. Sin ellos, el aparato militar deja de tener sentido.
La justicia militar, a diferencia de lo que algunos creen, no es más laxa: es sustancialmente más dura, en todos los sentidos, con los elementos que han violado la ley. No es más burocrática, en realidad es mucho más explícita y rápida que la justicia civil. Mientras que en la justicia civil 98% de los delitos que se denuncian quedan impunes, en la justicia militar el porcentaje es exactamente el contrario: apenas 3% quedan impunes. Mientras en la justicia civil llevamos años tratando de implementar el sistema de juicios orales, en la justicia militar los procesos son orales y públicos. A diferencia de lo que en muchas ocasiones se sostiene, no son los militares tribunales de última instancia: sus resoluciones pueden ser revocadas o modificadas por autoridades civiles, por las instancias del Poder Judicial, desde los juzgados de Distrito hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Como decíamos ayer, no son los casos de violaciones a derechos humanos que sean juzgados en tribunales civiles los que preocupan a la fuerza militar, sino que se vayan incorporando todos los delitos relacionados con su accionar, porque ello rompería inevitablemente los marcos de disciplina que la institución debe de gozar. Es evidente, por ejemplo, que si una persona es secuestrada, torturada y asesinada, como ocurrió en el caso Radilla, de acuerdo con la resolución de las cortes internacionales y de nuestra legislación, ese debe ser un caso juzgado por un tribunal civil.
Pero también debería resultar claro que, si dos jóvenes del Tec de Monterrey mueren como consecuencia del fuego cruzado en un enfrentamiento entre militares y delincuentes, si existiera algún delito, el mismo debería ser juzgado por las instancias militares.
Una cosa es que el Ejército coadyuve y participe en las tareas de seguridad pública para garantizar la seguridad interior. Otra muy diferente es que se pretenda que trabaje y opere como un cuerpo policial o preventivo. No es esa la naturaleza de un ejército o de los marinos. Y en ese sentido es la institución, con sus reglas, que son distintas a las de otras instituciones civiles, la que debe tener una ley y una jurisdicción que le permita mantener la disciplina y la coherencia.
Con dos agregados que no son menores.
La sociedad respeta enormemente a las Fuerzas Armadas (su índice de aceptación es superior al 80%), pero no conoce profundamente su funcionamiento y forma de operar.
De la misma forma, se habla de enviar casos que involucran a militares a la justicia civil, pero nuestros jueces en muchas ocasiones desconocen hasta la conformación básica del Ejército, la Fuerza Aérea o la Marina Armada (en días pasados un juez demandó la presentación para un careo con un denunciante en su juzgado de toda una brigada del Ejército Mexicano: alguien tuvo que explicarle al juez que era imposible carear a unos seis mil elementos, que son los que integran una brigada) y eso ocurre hasta en las más altas instancias de la propia Suprema Corte.
Se continúe o no con esta tendencia, el Legislativo debe cumplir con su responsabilidad y legislar sobre el tema, y el Poder Judicial comenzar a contar con jueces, tribunales, ministros, que conozcan el funcionamiento y la normatividad militar. Sin querer inventar el hilo negro, una tarea siempre poco útil.
Frentes Políticos
Frentes Políticos
EXCÉLSIOR
I. Que no se radicalizará el Congreso. Luis Miguel Barbosa, coordinador electo de los senadores del PRD para la LXII Legislatura, adelantó que no se aislarán de las grandes decisiones ni van a tomar la vía radical para imponer su posición. Afirmó que, como segunda fuerza política, la izquierda buscará ser una oposición inteligente y propositiva, además de factor influyente en las decisiones. “Hay que ser radicales dentro de los parámetros de racionalidad política”, afirmó el perredista. Ojalá sus parámetros sean amplios.
II. Los senadores del PRI para la XLII Legislatura, coordinados por Emilio Gamboa Patrón, tendrán su primera plenaria en Chihuahua, gobernada por César Duarte Jáquez, quien conoce a fondo el tema. La reunión será inaugurada por Pedro Joaquín Coldwell, presidente del CEN del tricolor. No lo dude, van a trabajar duro para perfilar la agenda del inicio del periodo de sesiones a partir de septiembre próximo. No habrá tregua.
III. El bon voyage legislativo. Seguramente será una marca para presumir a nivel mundial. Qué orgullo. Los legisladores mexicanos deben ser unos sabios si es verdad eso de que los viajes ilustran. Porque el Senado de la República, que concluye oficialmente su periodo el 31 de agosto, sentó precedente en el número de viajes realizados por sus 128 integrantes: gastaron 204 millones 170 mil 300 pesos, de los que 41% fueron en los últimos 18 meses. Los salientes realizaron 335 viajes nacionales y 490 internacionales. Caritos, sí son. Y eso sin contar los más de cuatro mil millones que costó su nueva sede. ¿Los valen?
IV. En México se sufren 16 mil decesos al año asociados con accidentes viales, que ubican al país en el séptimo lugar mundial. Por ello, el presidente Felipe Calderón llamó a los mexicanos a establecer una cruzada nacional de cultura vial para reducir el número de accidentes automovilísticos y de víctimas. La campaña se llama Pilotos por la Seguridad Vial.
Lo acompañó Sergio Checo Pérez y recordó que conducir mientras se habla por teléfono, al mandar mensajes de texto, no ponerse el cinturón o manejar en estado de ebriedad puede terminar en un accidente fatal. Lo peor del tema es que a gran velocidad mueren, principalmente, jóvenes de entre 15 y 29 años. Y el país los necesita. Como que el gobierno llega tarde, ¿no?
V. Ante más de mil empresarios, integrantes de distintas cámaras de la industria, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, Manuel Mondragón y Kalb, se dijo preparado para continuar al frente de la policía capitalina, de ser requerido por Miguel Ángel Mancera. Al presentar un balance de su gestión, admitió que el principal flagelo que afecta a la ciudad es el robo a casa-habitación, donde actúan grupos provenientes de Colombia. Al igual que Armando Ahued, titular de la Secretaría de Salud capitalina, son los funcionarios considerados para el equipo del próximo jefe de Gobierno.
VI. Después del hallazgo de un cuerpo torturado, en Navolato, el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, justificó que hay entidades más violentas que la suya, como Michoacán, y aseguró que después de las elecciones hay un intento de los delincuentes por rebasar los límites y controles de seguridad del gobierno.
Malova dijo reconocer, con tristeza, que los estados que habían permanecido entre los más seguros, como Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes o Tamaulipas, entre otros, han tenido un repunte en violencia. Lo peor es que no se da cuenta de que la falta de oportunidades ha convertido a su tierra en el corazón del narco.
Arsenal
El miedo lo llevó a gobernar por internet
Francisco Garfias
EXCÉLSIOR
Manuel Alvear Sevilla es el alcalde priista de Ébano, un municipio petrolero de San Luis Potosí que colinda con Tamaulipas. Su primer año de gestión lo pasó tranquilo. Había normalidad y un mínimo de seguridad. Era un “oasis, paz y tranquilidad” para citar al ya clásico Fausto Vallejo.
Pero vinieron lo pleitos entre las bandas del crimen organizado. La división de Los Zetas. Las alianzas de una parte de ese cartel con otras bandas. La seguridad se esfumó. La violencia subió. El miedo cundió entre los alrededor de 40 mil habitantes del municipio. El alcalde no fue la excepción. Sin rubor acepta que se trasladó a la capital potosina durante su segundo año de gestión. Desde allí gobierna por internet. “Las cosas se pusieron muy difíciles”, justifica.
Aplicó la máxima de que más vale aquí corrió, que aquí murió.
Desde entonces se convirtió en un presidente municipal que “gobierna por internet.”
Ese es el México en el que vivimos en 2012.
Alvear fue uno de los alcaldes del PRI, electos y en funciones, que asistieron ayer al cónclave con Enrique Peña Nieto, celebrado en los salones del hotel Meliá de Reforma. Hubo cuatro discursos. El de Salvador Manzur, alcalde de Boca del Río, Veracruz; el de Bárbara Botello, recién electa alcaldesa en León; el de Pedro Joaquín Coldwell, presidente del PRI; y el de Enrique Peña Nieto.
Ni una sola mención a los asesinatos de Édgar Morales Pérez, alcalde electo de Matehuala, San Luis Potosí; y de su coordinador de campaña, Juan Francisco Hernández Colunga.
¿Miedo a meterse en temas escabrosos? ¿Olvido deliberado?
Le preguntamos a Manzur, presidente de la Federación Nacional de Municipios de México, los motivos del silencio. “No es el propósito de esta reunión”, justificó el hombrecito.
Un pobre argumento. Que le dediquen un minuto de silencio a uno de sus alcaldes asesinados no parece que desvíe ningún tema, por importante que sea.
Manzur, quien se la pasó más en el cotorreo con Peña que en el seguimiento del encuentro —a lo mejor le daba explicaciones sobre la derrota del PRI en su distrito— (dos a uno) nos dijo:
“Aquí vamos a hablar sobre el tema del fortalecimiento municipal. Vivimos en un ambiente de mucha reducción del ámbito municipal respecto al entorno internacional”, mencionó.
Y puso el ejemplo de los recursos: cuando el promedio internacional de los que ejercen los municipios es 20 o 25%, aquí en México es de cuatro por ciento. Estamos muy rezagados en términos de fortalecimiento municipal.
“Los alcaldes, los gobernadores. Todos los que hacemos acciones contra el crimen organizado estamos en riesgo. Cerca de 30 alcaldes han muerto. Es muy lamentable”, nos dijo, por separado, el amenazado alcalde de Saltillo, Jericó Abramo Masso.
“¿La balacera del viernes pasado enfrente del Tec en San Luis? ¿El asesinato del alcalde de Matehuala? Terrible, lo que nunca habíamos vivido en San Luís Potosí”, nos comentó Victoria Labastida, alcaldesa con licencia de esa entidad.
Hace poco escuché al presidente Calderón presumir públicamente todo lo que ha hecho por los duranguenses, estado pobre que necesita grandes apoyos federales.
Ojalá pudiéramos decir lo mismo de San Luis Potosí, pero no es el caso. El estado de Ponciano Arriaga, del padre Peñalosa, de Francisco González Bocanegra, es de los más abandonados por el Ejecutivo Federal, según legisladores del PRI. El gobernador de la entidad, Fernando Toranzo, ha sido recibido una sola vez por el presidente Calderón, según el senador Carlos Jiménez Macías.
En Los Pinos hicieron oídos sordos a los llamados de auxilio del gobierno local que hubo, hay que decirlo, apenas en julio pasado, pero antes del macabro hallazgo de 14 cuerpos en una camioneta de servicios y de la balacera que dejó otros siete muertos. ¿Considerarán a los potosinos ciudadanos de segunda? Es pregunta.
Jiménez Macías lo dijo muy claro en la tribuna de la Comisión Permanente “Los potosinos sentimos que el gobierno federal está ausente”, recalcó.
Otro legislador potosino, José Ramón Martel, logró que todas las fracciones aprobaran un punto de acuerdo contra la violencia en la entidad.
Los prietos en el arroz fueron el diputado petista Jaime Cárdenas y otra desconocida legisladora de ese partido, sentaditos en su cómoda curul, que sin enfrentar el menor riesgo, votaron en contra del texto.
Les molestaba que el punto de acuerdo no especificara que el Ejército no puede ser enviado a San Luís Potosí para defender a los sufridos ciudadanos “porque es inconstitucional”.
El texto aprobado condena el asesinato del alcalde de Matehuala y su coordinador de campaña, y exhorta a las autoridades federales y locales a coordinarse, con el objeto de que se optimicen las acciones para combatir el crimen organizado en esa entidad.
Ricardo Monreal, PT y, Rubén Camarillo, PAN, sí firmaron, pero dejaron claro que el gobernador Toranzo no está exento de responsabilidad en el recrudecimiento de la violencia en San Luís Potosí.
Jaque Mate
Los inmigrantes
Sergio Sarmiento
ZOCALO SALTILLO
Alguien está mintiendo. ¿Cuál de los dos? No hay forma de saberlo. Tengo en lo personal un gran respeto por Joaquín Vargas y por Dionisio Pérez Jácome. Me cuesta trabajo creer que cualquiera de los dos esté chantajeando y mintiendo.
Sé, sin embargo, que los esfuerzos por retirar o modificar las concesiones de la banda de 2.5 gigahercios (o gigahertz, si le gusta a usted más el inglés) para licitarlas vienen de lejos. Hace años que vengo escuchando a funcionarios gubernamentales y especialistas que dicen que una banda tan importante como ésta debería “rescatarse” y utilizarse para internet inalámbrico y no para un servicio de televisión por microondas que no es ya competitivo.
La propia MVS está consciente y ha propuesto distintas opciones para dar servicio de internet en esta banda. Según el secretario de comunicaciones, Pérez Jácome, el gran obstáculo ha sido siempre el precio. MVS no ha querido aceptar más que una fracción de lo que otorgaría el mercado.
Mi posición ha sido siempre que las frecuencias deben ser de quien las trabaja. Me parece poco relevante que una frecuencia se otorgue para televisión por microondas o para internet inalámbrico. Si el concesionario tiene certeza sobre la propiedad de una frecuencia, estará dispuesto a hacer las inversiones para ofrecer mejores y más productivos servicios.
Por eso me opuse a la decisión de la Suprema Corte de 2007 que, en aras de la “rectoría económica del Estado”, eliminó la posibilidad de que las concesiones de telecomunicaciones se renueven de forma automática si el concesionario no ha faltado a los términos de su concesión. Lo curioso es que los mismos que aplaudieron ese fallo en una controversia ante la Ley de Telecomunicaciones hoy se lamentan por la decisión del Gobierno de rechazar las renovaciones de MVS y recuperar el espectro en aras de esa rectoría económica. Las concesiones de la banda de 2.5 no fueron adquiridas en licitación. MVS y otros las recibieron de forma gratuita o las compraron a quienes las habían obtenido también como regalo gubernamental. En esto hay una perversión económica. Quienes han recibido concesiones gratuitas, como Televisa y MVS, participan de forma privilegiada en los mercados en que otros han comprado frecuencias en una licitación o en el mercado secundario.
Quien obtenga una concesión debería tener la máxima libertad de hacer las inversiones para darle el máximo valor agregado posible. Si una concesión de televisión puede utilizarse para internet o para radio, ¿por qué impedirlo? El argumento jurídico de la SCT para “rescatar” las concesiones de MVS es que se dieron para un servicio de televisión de paga y hoy el Estado se beneficiaría si se utilizan para internet, pero a un precio similar al que han pagado otros por concesiones similares. Si tuviéramos un sistema que garantizara la “propiedad” de las concesiones, sin rectoría del Estado, nadie podría quitarle a MVS sus concesiones.
Ahora bien, el espectro es un bien finito que usualmente genera ingresos importantes a quienes lo utilizan. En casi todos los países del mundo el Estado se reserva el derecho de fijar cuando menos los lineamientos de para qué puede emplearse. Hoy el Estado mexicano ha decidido, de conformidad con una práctica internacional, que la banda de 2.5 gigahercios debe utilizarse no para televisión de paga sino para el internet y los 190 megahercios disponibles deben distribuirse en una licitación que genere recursos para el Estado y promueva la mayor competencia posible en el mercado.
La política pública puede ser discutible, pero es la norma en el mundo. No lo sería condicionar una renovación a un acto de censura.
LAS VOCES
No sé si el gobierno trató de censurar a Carmen Aristegui. De lo que no hay duda es que en esta ocasión hemos tenido oportunidad de escuchar públicamente todas las voces. En otros tiempos la censura lo habría hecho imposible.
Palmo de narices para Marcelo
Raymundo Riva Palacio
ZOCALO SALTILLO
La izquierda se ha reacomodado. En Acapulco, donde se reunieron la mayoría de los líderes nacionales, se socializó el acuerdo que forjaron hace tiempo con Andrés Manuel López Obrador: lo acompañarán máximo hasta el 6 de septiembre, cuando el Tribunal Electoral califique la elección presidencial. López Obrador no debe estar sorprendido, como lo refleja la radicalización de su discurso, que apunta a una lucha larga más allá de ese término. Pero quien no esperaba los reveses de los nuevos alineamientos, debe ser Marcelo Ebrard, el jefe de gobierno del Distrito Federal.
Ebrard perdió quizás la oportunidad de su vida el año pasado, al no confrontar a López Obrador cuando lo amenazó con romper la unidad del partido si impugnaba la elección de candidato presidencial. A una prudencia leída también como debilidad, lo siguió una cadena de decisiones estratégicas incomprensibles. No buscó un puesto de elección popular ni garantizar el control del PRD. Es decir, dejó su suerte política al aire, como si la política reconociera méritos y potencial. Dejará el cargo en diciembre y se irá a su casa. Fuera de la política activa, ¿cómo hará para despegar su campaña por la Presidencia en 2012?
El intento por construir esa plataforma fue aplastado esta semana, cuando los grupos del PRD rechazaron sus imposiciones en la definición de las coordinaciones parlamentarias. El miércoles de la semana pasada iban a ser designados los coordinadores, pero no se pusieron de acuerdo por la insistencia de Ebrard en imponer en el Senado a Manuel Camacho, su mentor y asesor, y en el Congreso a José Ángel Ávila, su poco respetado ex secretario de gobierno, Los dirigentes de Nueva Izquierda –Los Chuchos-, y de Izquierda Democrática –René Bejarano-, dijeron no.
Ebrard mandó a negociar a operadores incompetentes, y tuvo que sentarse a buscar acuerdos directamente con los Jesuses, Zambrano –líder del partido- y Ortega, con el representante de López Obrador, Alejandro Encinas, y con Bejarano. Personas que conocen los detalles de las pláticas, afirman que Ebrard presionaba sin escuchar razones. Ortega propuso a Alejandra Barrales, ex líder de la Asamblea de Representantes, como una coordinadora de consenso. Ebrard rechazó la propuesta.
Los Chuchos, que fueron el grupo que más posiciones ganó en la última elección, dijeron que el partido y el Congreso era para ellos. Bejarano, quien obtuvo el segundo número de posiciones, reclamó la coordinación en San Lázaro al aducir que equiparaba en diputados a Nueva Izquierda. Ebrard se concentró en el Senado. Camacho, inteligentemente, reculó y ni siquiera se registró como aspirante a la coordinación. Ebrard volvió a la carga. “Mario Delgado”, puso sobre la mesa. “¿Es una broma, verdad?”, respondió Ortega. “No”, atajó el jefe de gobierno. Ortega propuso otras dos veces a Barrales, pero Ebrard la descartó.
Los Chuchos, algo exasperados por la postura de Ebrard, se pusieron a hacer sus cuentas. Bejarano hizo lo mismo. Ellos eran los que tienen la fuerza real dentro del partido; Ebrard no tiene nada. Lo hicieron a un lado, de acuerdo con los detalles de las negociaciones, y lo anularon. Acordaron la coordinación en el Congreso para Silvano Aureoles, un golpe simbólico -por lo personal- contra Ebrard, por sus diferendos de estómago. Aureoles pertenece a Foro Sol, que encabeza la ex gobernadora de Zacatecas Amalia García, distanciada de Ebrard, pero cercana a Los Chuchos.
En la vicecoordinación quedó Miguel Alonso Raya, quien era el candidato de Nueva Izquierda, pero enfrentaba mucha oposición interna. La vicepresidencia de la Mesa Directiva fue para Aleida Alavez, incondicional de Bejarano, cuyo grupo mantiene la secretaría general PRD. En el Senado, Los Chuchos y Bejarano acordaron que sería para Miguel Barbosa, de Nueva Izquierda.
Ebrard se quedó con un palmo de narices. Jugó con todas sus armas, pero sin municiones. La derrota lo dejó sin plataforma, recursos ni posibilidades de futuros apoyos. Se sobrevaloró en una mesa donde lo que cuentan son los resultados electorales, no los burocráticos. Su capacidad de persuasión se agota proporcionalmente a su cargo. En diciembre se queda sin nada, que será su punto de partida para el largo camino al 2018, un horizonte que no tiene luces y que en las condiciones actuales, sólo parece que lo llevará a la nada.
Astillero
• Assange: el riesgo de informar
• Imperios al desnudo
• Slim, MVS, Televisa
• Retroceso global
Julio Hernández López
La más reciente revelación atribuible al fenómeno denominado Wikileaks es política y socialmente obscena (es decir, torpe, ofensiva al pudor), pues muestra en su más grotesca desnudez el perfil violento, irracional y descompuesto de los poderes mundiales afectados por la difusión masiva de los secretos operativos de gobiernos imperiales (y sus contrapartes naturales: los gobiernos dóciles, colonizados), diplomacias intervencionistas, empresas trasnacionales dominantes y élites financieras.
La reacción directa de Reino Unido (y de Estados Unidos junto a él, apenas a la sombra) al amenazar con impedir el ejercicio soberano de Ecuador de dar asilo político a Julian Assange, es proporcional al daño que esas administraciones, en nombre de los factores de poder concurrentes en ellos, estiman que ha causado el ejercicio de una libertad, la de expresión, que con doble moral inocultable pregonan como gran logro de sus democracias pero que pretenden prohibir y castigar cuando transgrede los límites impuestos por sus cupulares intereses.
Sin empacho alguno, haciendo a un lado doctrina, legislación vigente y espíritu de la diplomacia contemporánea, Reino Unido se atreve a amenazar a una nación, Ecuador, que en ejercicio de sus facultades soberanas ha decidido dar protección a un australiano al que Estados Unidos, en función de gendarme planetario, pretende castigar ejemplarmente por haber cometido el pecado extremo de dar a conocer al mundo los frutos del árbol tecnológico del bien y el mal, obtenidos mediante especializadas maniobras de virtuosismo internético.
Las razones tomadas en cuenta por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para brindar cobijo a Julian Assange han sido ruidosamente confirmadas a través de la cavernícola reacción de Londres, que se niega a otorgar salvoconducto al asilado y que amenaza con revocar el estatus diplomático de la embajada del país sudamericano en la capital británica e incluso entrar por la fuerza a hacerse del fundador del sitio Wikileaks para que se someta a un juicio en Suecia relacionado con cuatro acusaciones por delitos sexuales.
Esas acusaciones han estado bajo sospecha de haber sido armadas, reactivadas o sobredimensionadas para tratar de encarcelar a Assange por los daños que provocó en el aparato planetario de poder con sus revelaciones sustraídas de archivos oficiales. Hay el fundado temor de que el eje Reino Unido-Suecia acabe colocando a Assange en una prisión estadunidense y que no haya para él un juicio justo, sino todo lo contrario.
La reacción imperial atropellada de ayer demuestra sin lugar a dudas la necesidad de proteger a Assange. Lo que sucede hoy en Londres no es más que un episodio de la guerra de los poderes contra las nuevas formas tecnológicas de información (Internet en general, y Facebook y Twitter en especial, con productos como Wikileaks), que han roto las viejas formas de entendimiento y predominio de gobiernos opacos y medios de comunicación tradicionales.
En México se vive un escalamiento parecido, que en consonancia con el previsto retorno de añejas prácticas controladoras a Los Pinos ha ido abonando en los medios convencionales y en el ejercicio periodístico las certezas de la intolerancia a la crítica, la promoción pecuniaria del halago por sistema y la amenaza de la separación, la agresión y el exilio. Las razones del retroceso mexicano son las mismas del abuso londinense: hacer que se vean los entretelones sombríos y violentos del ejercicio descarnado del poder crea conciencia de esos peligros y alienta la crítica y la oposición.
El más reciente escándalo mexicano de colusión de un gobierno (el calderonista) con poderes fácticos (en este caso el de Televisa) está relacionado precisamente con el control de una autopista digital, la banda ancha, que a la vez permitirá una fluidez más rápida y barata de datos, imágenes e información en general.
La administración federal saliente pretende cerrar el paso en definitiva a una opción tecnológica y periodística que encabezaría la familia Vargas, de MVS, pero a la cual fácilmente podría añadirse, si no es que ya lo está, el poderío económico de Carlos Slim, quien aun siendo el hombre más rico del mundo (o casi, dependiendo de las fluctuaciones clasificatorias en turno), comprador compulsivo de negocios por todo el orbe, no ha podido hacerse de un canal de televisión abierta, doblegado políticamente por la alianza de Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego con Calderón.
Nada hace suponer que Slim llegara a promover un tipo distinto de periodismo (en UnoTV, televisión por Internet, sus contenidos y conductores así lo confirman), y resultaría absurdo pensar que la enorme fortuna del empresario que despegó a partir de la compra muy ventajosa de Teléfonos de México durante el salinismo pudiera acabar promoviendo un periodismo que atentara contra esos intereses y el modelo injusto de sociedad que propicia la terrible desigualdad mexicana, con supermillonarios y supermiserables. Pero, aun así, la posible aparición de Slim en las frecuencias masivas mexicanas es vista con rechazo por el duopolio de pantallas y por gobiernos dependientes como el de Calderón.
El castigo a MVS, las presiones contra Carmen Aristegui y el veto a Carlos Slim forman parte de una guerra de poderes en la que el periodismo está bajo fuego. Con Lydia Cacho fuera del país por nuevas amenazas, con periodistas muertos a los que en el estado de Veracruz ahora se pretende dar por ejecutados en función de que ellos mismos habrían causado la muerte de otros comunicadores (ellos se mataron entre sí, fue la primera explicación de FC cuando jóvenes de Ciudad Juárez, Chihuahua, fueron asesinados, y es la versión permanente para explicar enfrentamientos), y con el amago de que las asignaciones futuras de publicidad oficial corresponderán, disfrazadas, a los ánimos del priísmo en camino, la lucha en favor de Julian Assange y de la libertad de expresión y por el respeto a la soberanía de Ecuador también es nuestra. Es una lucha global en medio de un retroceso descarnado, obsceno. ¡Hasta el próximo lunes!
México SA
• Calderón: fábulas laborales
• Empleo: cuentos de éxito
• Informales: no los contamos
Carlos Fernández-Vega
De tanto repetirlo el inquilino de Los Pinos ha sido el primero en creerse su propia propaganda, es decir, que el calderonato ha sido la octava maravilla en eso de generar empleo formal, que cumplió con el compromiso que en tal sentido hizo durante su campaña electoral, que ha hecho bien las cosas para generar mejores condiciones de vida para nuestra gente, que a los pobres les cumplió, y autoelogios similares, todo para presumir 2.2 millones de nuevos puestos formales netos según sus cuentas (mal hechas, por cierto), o lo que es lo mismo, que apenas una tercera parte de la demanda sexenal real fue satisfecha (léase sólo uno de cada tres mexicanos logró emplearse en el sector formal de la economía; el resto a la informalidad, el desempleo, la emigración o el crimen organizado).
Es costumbre que todos los residentes temporales de la ex hacienda de La Hormiga intentan cubrir sus fracasos con muchos discursos y que concluyan su sexenio entre autoelogios y chistoretes de ínfima calidad, pero al actual inquilino de Los Pinos de plano se le ha pasado la mano. Y cuidado, que como él mismo amenaza, aún le restan alrededor de cien días en la residencia oficial para seguir contando cuentos y chascarrillos.
El susodicho lo resumió así: “¿está generando empleo México?, es la primera pregunta. La respuesta es sí. La segunda es: ¿cuántos empleos está generando México? Empleos formales, es decir, no los informales, esos, incluso, todavía ni los contamos. Empleos formales, pagada la cuota obrero-patronal en el Seguro Social, registrados en el Seguro Social y descontadas las bajas, las renuncias y las liquidaciones; es decir, empleos netos, nuevos, adicionales. En el mes de julio, generamos más de 50 mil empleos nuevos en todo el país. Y si consideramos sólo los de este año 2012 se han generado, registrados en el Seguro Social, empleos nuevos, netos, formales, más de medio millón: 554 mil nuevos empleos netos.
“Total, que lo que va de mi gobierno, si sumamos los datos, por ejemplo, de 2007 a la fecha, de enero de 2007 a la fecha, son más de 2 millones 200 mil nuevos empleos netos formales que se han generado en el país… ¡Qué bueno, amigas y amigos! Es el segundo periodo más alto en la historia de México de generación de empleo formal. Esto, amigas y amigos, es parte del esfuerzo que estamos haciendo y que hemos hecho para generar mejores condiciones de vida para nuestra gente. Yo sé que falta mucho por hacer. Yo sé que ha sido un periodo complicado, difícil por los temas que ustedes conocen, la propia crisis económica mundial, los temas de seguridad, etcétera, pero no les quepa duda que en todos los frentes, en todos, hemos trabajado ardua y decididamente por impulsar el desarrollo y el crecimiento de México”. Y se quedó tan fresco.
Pues bien, de entrada y con cifras oficiales en la mano (Inegi y Coneval), su arrasador paso por Los Pinos, entre tantos otros logros, deja a 14.2 millones de mexicanos sobreviviendo en la informalidad (esos empleos que, dice, todavía no contamos, aunque representan el 30 por ciento de la población económicamente activa) y 12 millones adicionales en el de por sí abultado inventario nacional de pobres, lo que da puntual cuenta del esfuerzo que estamos haciendo y que hemos hecho para generar mejores condiciones de vida para nuestra gente.
Calderón y sus cuentas mal hechas presumen 2.2 millones de empleos formales a lo largo de su estancia en Los Pinos (cifras hasta julio de 2012), pero en realidad ese monto se reduce a 1.86 millones (eventuales 30 por ciento de ellos), de acuerdo con la estadística del IMSS, que cuenta con el aval de la Secretaría del Trabajo. En el comparativo, en el sexenio foxista se generaron 1.16 millones de plazas (23 por ciento eventuales) y en el zedillista 2.62 millones (5.5 por ciento eventuales). Lo anterior da cuenta de lo bien que han hecho las cosas: 5.64 millones de puestos de trabajo (eventuales alrededor de 500 mil de ellos) en el sector formal de la economía generados en esos tres sexenios equivalen a la demanda real de un solo sexenio, de tal suerte que el déficit en este renglón es abominable (cerca de 12 millones de plazas entre finales de 1994 y 2012).
Nadie con un milímetro de frente puede vender como éxito una derrota apabullante. En el caso concreto del calderonato, 1.86 millones de mexicanos (30 por ciento de ellos de manera eventual) lograron colarse –en condiciones verdaderamente lamentables– al mercado laboral formal, lo que implica que más de 4 millones quedaron rotundamente fuera de la jugada durante la administración del presidente del empleo, quien ni siquiera tiene tiempo de contar el número de mexicanos en la informalidad, porque está muy ocupado contando chistes.
Algo que ni de lejos aparece registrado en el discurso calderonista es el siguiente balance, documentado por el Centro de Investigación en Economía y Negocios: solamente 17 millones de mexicanos cuentan con una fuente laboral que les proporciona acceso a la seguridad social, por lo que la mayoría (más de 31 millones) no cuenta con una prestación básica para su familia. Además, 15 millones de personas no tienen un contrato legal que los vincule con sus patrones, por lo que mantienen una relación laboral altamente volátil. El marco de ocupación precaria lo cierran tanto la economía informal como el universo que comprenden los micronegocios.
En el primero de los casos citados se tiene a 14.2 millones de mexicanos, aquellos que no han tenido una oportunidad de trabajo en el mercado formal y que para salir adelante han debido buscar una fuente de ingresos en la informalidad. En el segundo, casi 20 millones de trabajadores, donde cerca de 11 millones laboran en micro negocios sin establecimiento. En el último aspecto se tiene a gente que trabaja en la calle, y que fundamentalmente carece de prestaciones sociales. Todavía más delicado es el hecho de que las remuneraciones también se encuentren a la baja. El número de personas que percibe más de tres salarios mínimos se redujo en más de medio millón durante el último año, al mismo tiempo de que se elevó el total de quienes, en el mejor de los casos, perciben un salario mínimo.
De ese tamaño es el éxito presumido por Calderón.
Las rebanadas del pastel
¿Dónde quedó la supuesta investigación sobre los sobornos de Wal-Mart México a autoridades gubernamentales? Que se apuren, porque se junta la chamba, pues a la trasnacional ahora la acusan de evasión y lavado de dinero, y contando.