Un cuidadoso proceso de restauración que ha durado 34 años ha devuelto su esplendor al buque insignia de la flota de guerra del rey inglés Enrique VIII (1491-1547), el “Mary Rose”, que se exhibirá desde mañana en un museo de Portsmouth (sur).

Desde su rescate en 1982 en el estrecho de Solent, que separa la Isla de Wright de las costas del sur de Inglaterra, se han invertido unos 5.4 millones de libras (7.1 millones de dólares) para devolverle en lo posible su estado original.

Un trabajo cuyo resultado fue presentado hoy a la prensa y que podrá ser contemplado por el público a partir de mañana en un museo construido expresamente en Portsmouth para albergar esta joya del monarca de la dinastía Tudor.

“Se trata de una nueva experiencia impresionante”, declaró Helen Bonser-Wilton, directora ejecutiva del llamado “Fideicomiso Mary Rose”, quien destacó la “vista panorámica de sus nueve galerías” de la que podrán disfrutar los visitantes.

El navío se hundió en 1545 en el estrecho de Solent, cuando lideraba un ataque contra una expedición invasora de buques franceses, y no fue redescubierto hasta 1971.

Tras su reflote once años después, el “Mary Rose” fue llevado hasta un dique seco de atmósfera controlada, donde se le trató, entre otras técnicas, con vaho de agua fría y cera soluble para poder pasar, en último término, al proceso de secado.

“Es la culminación de décadas de duro trabajo efectuado por el equipo del ‘Mary Rose’ y esperamos compartir esta experiencia con todo el mundo”, celebró Bonser-Wilton.

El museo de Portsmouth, construido en torno a este evento histórico, abrió sus puertas en mayo de 2013, tras una inversión de casi 40 millones de libras (52.9 millones de dólares).

El responsable de la restauración del “Mary Rose”, Alex Hildred, quien participó también en las inmersiones al pecio del buque durante las pasadas décadas de los 70 y 80, destacó su valor arqueológico.

“Cuando recuperamos el ‘Mary Rose’ queríamos que el público fuese capaz de ver incluso una pequeña parte de lo que nosotros, como arqueólogos, vimos y experimentamos bajo el agua”, explicó el experto.

Hildred señaló que ahora se puede contemplar el navío de guerra desde “diferentes ángulos”, nunca mostrados hasta ahora, “excepto cuando salió a la superficie por primera vez, es increíble.”

El “Mary Rose” fue construido en Portsmouth en 1510 por orden del monarca Enrique VIII, coronado rey un año antes al suceder en el trono a su padre Enrique VII.

Su botadura se produjo en ese mismo puerto inglés en 1511 y 34 años después, el 19 de julio de 1545, se fue a pique en la llamada Batalla del Solent.

Marinos venecianos trataron de reflotarlo, sin éxito, en 1549 y durante casi 300 años permaneció en el fondo del mar, hasta que los buceadores John y Charles Deane volvieron a localizarlo y lograron recuperar piezas de artillería en 1836.

No obstante, no fue hasta 1965, después de perder su rastro de nuevo, cuando se lanzó la expedición arqueológica que, tras años de trabajo, sacó al “Mary Rose” de las aguas, un evento que fue retransmitido en directo por la televisión británica en 1982 y visto por unos 60 millones de espectadores en todo el mundo.