La banda de rock estadunidense, The Smashing Pumpkins, cumplió su promesa de ofrecer un concierto planeado y energético en la Arena Ciudad de México, este sábado ante más de 10 mil espectadores, que bailaron y corearon cada uno de sus temas.
La agrupación fundada y lidereada por Billy Corgan, se entregó a su público mexicano, al ver la respuesta del respetable, que no dejo de brincar, cantar y gritar en repetidas ocasiones “Billy, Billy, Billy” , lo que retribuyó el cantante con gestos de amistad hacia los fans de las primeras filas.
Con una mista a menos de la mitad de público y unas gradas casi llenas, la Arena Ciudad de México ofreció un buen recibimiento a los seguidores de Smashing, con un gran número de elementos de seguridad que guiaron a la gente hasta su lugar y que estuvo al pendiente de que no se fumara al interior del recinto.
Los jóvenes acompañaron a cantar con más fuerza los temas del más reciente álbum de Smashing Pumpkins, “Oceania” , mismos que los fieles seguidores corearon de principio a fin.
Canciones como “Quasar” , “Panoticon” , “The Celestials” , “Violet Rays” , “My love is Winter” , “One diamond, one heart” , “Pinwheels” , “Pale horse” , “The Chimera” , “Glissandra” , “Inkless” y “Wildflower” , elevaron la euforia de los amantes del sonido alternativo de Smashing.
A las 22:00 horas y luego de que el público recibió con resignación a la banda abridora The Band of Bichets, que ni con su homenaje a Damaso Pérez Prado, al tocar uno de sus números de mambo, logró prender a los asistentes, que sólo veían la hora en que saliera al escenario Billy Corgan con su agrupación estelar.
Incluso los jóvenes de The Band of Bichets causaron cierto rechazo del público, al salir con el rostro tapado con máscaras de látex, similares a las terapéuticas, que usa la gente que ha sufrido quemaduras en la piel por alguna conflagración.
Los músicos que acompañaron a Billy Corgan, el guitarrista Jeff Schroeder, el baterista Mike Byrne y la bajista y segunda voz, Nicole Fiorentino, también tuvieron la atención de los asistentes, que en momentos de silencio entre tema y tema gritaban sus nombres, en especial el de la integrante femenina.
Billy Corgan además sorprendió a sus fans con una gran esfera blanca, que pendía sobre sus cabezas, misma que usó como una pantalla de 360 grados y donde el público pudo acompañar a su oído con las imágenes abstractas y retro, que Smashing Pumpkins utilizaba en cada canción.