miguel

El asalto a la razón

Pregunta idiota y respuesta “pior”
Carlos Marín
 
El coordinador de la bancada perredista en el Senado, Miguel Barbosa Huerta, desconoce la más valiosa máxima frente a los chismes:
“Cuando te mienten la madre, checa la fuente, porque puede ser volada”. Ayer, un reportero maleta le hizo una tramposa y mal planteada pregunta:
–Senador, buenas tardes. Preguntarle sobre estas acusaciones que ha hecho el general (Óscar) Naranjo, de que la izquierda es quien ha alborotado la situación en su contra.
Lo cierto es que el asesor externo en Seguridad de Enrique Peña Nieto nunca señaló a “la izquierda”, sino dijo literalmente que “bastó que los narcotraficantes mexicanos supieran que yo venía a México para que se desatara una campaña de desprestigio…”. Pero el senador Barbosa, ignorante de lo que Naranjo dijo y con sorprendente carga de xenofóbica intolerancia, cayó en el engaño y se fue de lengua: al reconocido general colombiano, “hoy lo encontramos muy protagónico, hasta desafiante, imputándole a la izquierda opiniones en su contra. Que se regrese a su país (…). ¡Que se calle…!”
¿Cuántas otras patrañas dará por ciertas el senador?

En Privado
La muerte no tiene madre
Joaquín López-Dóriga
 
En memoria de Alonso Lujambio.

Apenas el pasado miércoles 29, Alonso Lujambio me contaba de su lucha, para mí heroica, ante el embate de la muerte. Había regresado la tarde anterior de Little Rock, donde durante ocho meses estuvo encerrado en un hospital dando la batalla final, y me contaba:
La verdad que ha sido un esfuerzo bárbaro. En ocho meses he recibido siete quimioterapias que han sido exitosas, porque la quimioterapia va matando a las células cancerosas. El problema es que una vez que dejas de darle quimioterapia al cuerpo, a los 45 días tienes otra vez las células cancerosas reproduciéndose. Entonces tengo un problemón. Estamos actuando contra esas células y fuimos exitosos en la lucha contra ellas. Pero después regresan sonrientes como si nada hubiera pasado. La verdad es que es difícil derrotar este cáncer pero estamos en ello, definitivamente.
Debo decirte que la parte que más me ha dolido, digamos, de todo este proceso, ha sido la invasión de las células cancerosas al sistema nervioso central, porque ahí tiene efectos duraderos y, para mí, devastadores. Por darte un ejemplo: ahora tengo vista doble, yo veo dos veces. Si voy a tu estudio, veo dos Joaquines. La única manera de detener el problema es con un parche que tapa un ojo, con lo que evitas que la descoordinación entre los dos ojos, pues, tenga consecuencia. Traigo un parche que es molesto además porque pierdes la sensibilidad, es difícil leer en esas condiciones, no se diga escribir, aunque lo he hecho en una mínima cantidad.
La verdad es una enfermedad difícil, muy poco predecible por la ruta que va tomando, pero aquí estoy con mis hijos y con mi esposa. Estuve ocho meses en Estados Unidos, probamos todo lo habido y por haber y los doctores generaron muchas quimioterapias diversas. Pero no hemos logrado que tengan un efecto permanente. Pero aquí estamos, Joaquín. Yo estoy contento porque estoy vivo. Alguien dijo que yo iba a vivir con esta enfermedad apenas tres meses, pues ya llevo nueves meses, lo que me hace un ganador.
Yo, la verdad, doy gracias a mis hijos, a mis doctores, por supuesto a Dios, que no haya muerto en ese plazo, sino que siga vivo y pueda seguir luchando. Pero el lunes por la tarde, cuando acudió al Hospital Central Militar para que le realizaran una diálisis, presentó una serie de complicaciones. Los médicos decidieron que pasara allí la noche y a las 2 de la mañana de ayer martes, moría.
Había perdido, al final y como todos ante la muerte, esa desgraciada, la batalla final. Alonso sabía lo que venía. Un día, a su regreso, le pregunté y me dijo: No he derrotado al cáncer, lo sigo teniendo. Y por eso decidió volver a México, donde la madrugada de ayer moría.
Descansa en paz, querido amigo.
Nos vemos mañana, pero en privado.

Trascendió
Trascendió
 
:Que las descalificaciones contra el general Óscar Naranjo, asesor externo de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad, son vistas como “lamentables ataques interesados”.
En el equipo del presidente electo aseguran que no tiene fundamento la ofensiva contra el ex jefe de la Policía Nacional de Colombia, quien tiene “las mejores credenciales del mundo” y tras su presentación pública en México, se concentrará en apoyar en el diseño de las estrategias de seguridad pública y combate al crimen.
:Que ya como presidente, a finales de enero de 2013 Peña irá a la Cumbre de Jefes de Estado de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe-Unión Europea, lo que implica que no participaría en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.
Tras la cumbre, a la cual fue invitado por el presidente Sebastián Piñera, hará una nueva gira por Sudamérica, que incluiría Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba, para “estrechar lazos”, pues el nuevo gobierno no tiene la intención de “comprar broncas ajenas” con países con los que se puede promover intercambios importantes, por ejemplo en materia petrolera.
:Que la Presidencia ya prepara un homenaje al senador Alonso Lujambio, una vez que el presidente Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, regresen de su gira de trabajo por Nueva York.
Aún no se define el lugar ni la fecha exacta, pero se considera el Palacio Nacional o el Campo Marte.
:Que en Morelos la transición no ha sido tan tersa.
El gobernador electo, Graco Ramírez, se ha encontrado con graves problemas en la nómina estatal, pues en los últimos dos años el panista Marco Antonio Adame se dedicó a basificar prácticamente a toda la estructura gubernamental, lo que ha reducido enormemente el margen de maniobra del perredista para reorganizar la administración estatal.
:Que los intereses familiares de Jorge Emilio González tienen atorada la negociación de las comisiones en el Senado. Resulta que El Niño Verde se quiere quedar con la de Salud por el simple hecho de que las farmacias El Fénix, que dirige su primo Xavier González Zirión, surten los vales de medicinas que se distribuyen como prestación a los empleados de esa cámara. Y de ahí no lo mueven.

Interludio
Policía desempleado busca trabajo honrado…
Román Revueltas Retes
 
Juan Pablo Becerra-Acosta publicó ayer una columna muy interesante sobre la depuración de los cuerpos policiacos en este país. Gobernantes nuestros de todo pelaje y de todas las proveniencias nos han dicho que la purga es un requisito forzoso para garantizar la seguridad pública de los sufridos mexicanos. Y, en efecto, es imposible imaginar siquiera una sociedad mínimamente armoniosa si los encargados de hacer cumplir la ley —y de asegurar la protección de los ciudadanos— no solo son los primerísimos que infringen las reglas sino que cometen, ellos mismos, delitos. El asunto es tan escandaloso que el mero hecho de que sea reconocido por las propias autoridades significa una auténtica vergüenza nacional. Pero, en fin, de alguna manera hay que empezar la limpieza de la casa.
Resulta, sin embargo, que miles de policías evaluados no han dado los mínimos exigidos. Son probablemente muy ineptos o, igual de posiblemente, muy corruptos. La ineptitud no sería tan preocupante porque esa gente podría tal vez encontrar un trabajo acorde a sus mermadas capacidades.
Después de todo, México no se distingue precisamente por la excelencia en la formación de sus ciudadanos y la economía se ha organizado de tal manera que logra asegurar (malamente) empleos para individuos sin habilidades particulares. Ahí tenemos, para mayores señas, al encargado de tomar las monedas que tienes en las manos y ponerlas en la máquina —eh…, automática— que te cobra el estacionamiento en el piojoso aeropuerto de la gran capital de todos los mexicanos. Lo que sí es muy inquietante es la posible destitución de 20 o 30 o 90 mil agentes corruptos. Tendremos, en las calles, a decenas de miles de nuevos delincuentes. Sin uniforme, eso sí (qué alivio…).

Juegos de Poder
Homenaje a Lujambio
Leo Zuckermann
EXCÉLSIOR

Junto a otros consejeros del IFE de primer nivel le tocó organizar la histórica elección presidencial de 2000 donde se dio la alternancia.
La última vez que vi a Alonso Lujambio fue hace un año en la ceremonia del Grito de la Independencia. Estaba muy bien, animado, en compañía de su esposa Teresa. Charlamos un rato y quedamos de vernos pronto. Un mes después, debido a una afección renal, fue al hospital donde le encontraron un cáncer mortal. Comenzó, así, una lucha por la vida que lo llevó a estar varios meses en Estados Unidos.
Le hicieron transplantes y quién sabe cuántas quimioterapias. Hace unas semanas regresó a México a tomar posesión como senador de la República. Se me hizo un nudo en la garganta al ver las imágenes de un Alonso flaco, calvo, con un parche en el ojo y en silla de ruedas. No obstante, mostraba una gran fortaleza y, por increíble que parezca, hasta una sonrisa. Un ejemplo a seguir.
Lujambio fue un politólogo serio y comprometido con la democracia, excepcional maestro en el ITAM. Lamentablemente para la comunidad de la ciencia política, Alonso aceptó el reto de irse al Instituto Federal Electoral como consejero ciudadano en aquella fantástica generación del primer IFE auténticamente autónomo que presidió José Woldenberg. Junto a otros consejeros de primer nivel como Juan Molinar, Mauricio Merino, Jacqueline Peschard, Emilio Zebadúa y Jaime Cárdenas, le tocó organizar la histórica elección presidencial de 2000 donde se dio la alternancia.
Pero esos comicios generaron una serie de irregularidades en el financiamiento de los dos principales partidos que terminaron en escándalo: el Pemexgate y Los Amigos de Fox. En ambos casos, Alonso jugó un papel fundamental para investigar y castigar a los responsables. Nunca se amilanó a pesar de las amenazas que recibió. No podía ser de otra forma para un hombre, como él, comprometido con la democracia.
En 2003, políticamente desgastado por haber sido una de las figuras principales que impusieron una multa de mil millones de pesos al PRI y casi 400 millones al PAN, Alonso se reintegró, para fortuna de la ciencia política, a la academia. En 2004, aprovechando su experiencia en la organización de comicios en países sin experiencia democrática, fue asesor de la ONU para las elecciones a la Asamblea Constituyente en Irak.
Por aquellas épocas platicamos sobre si se quedaría en la academia o buscaría otro puesto en el sector público. Me quedó claro que ya tenía el gusanito de la política en las venas. Quería mejorar la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas desde adentro.
Por lo pronto, junto con Benito Nacif, organizó una red a favor de la reelección inmediata consecutiva de los diputados y los senadores. Cabildearon intensamente y, con muchos argumentos y nada de recursos, lograron que el Senado votara la reforma.
El PRI, que en un principio la apoyaba, se echó para atrás en el último momento, por lo que la reelección fue rechazada. No obstante, la enjundia y la convicción de estos ciudadanos-académicos habían logrado llevar al pleno senatorial un tema de la mayor importancia.
Alonso fue designado en 2005 por el presidente Fox como comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información. El nombramiento, sin embargo, debía ser aprobado por un Senado que dominaba el PRI, partido que no veía con buenos ojos a Lujambio después de la multa por el Pemexgate.
No obstante, el entonces jefe de la bancada del PRI en la Cámara alta, Enrique Jackson, reconoció la calidad profesional de Alonso y aceptó que sería un lujo tenerlo en el IFAI. De ahí que los priistas no objetaran la designación de Lujambio para este nuevo puesto. Pronto se convirtió en el presidente de esa institución.
Por ese entonces hicimos un viaje juntos a un evento de transparencia en Veracruz. Alonso estaba feliz. A pesar de extrañar la academia, le encantaba trabajar para mejorar el sistema político. A algunos nos gusta ver los toros desde la barrera. A otros, como Alonso, les gustaba estar en el ruedo toreándolos con valor, estilo y temple.
Era un gran conocedor del PAN. Escribió mucho al respecto. Se afilió a ese partido tarde: hasta 2009. Su conocimiento del mundo panista lo llevó a entablar una amistad con Felipe Calderón quien, ya Presidente, lo invitó a convertirse en secretario de Educación Pública.
No fue, quizá, la mejor actuación profesional de Alonso. Y es que no tenía mucho margen de maniobra. Las relaciones del gobierno con la maestra Gordillo estaban muy deterioradas.
A Lujambio le tocó tratar de repararlas. No fue fácil y en el camino se atravesaron varias complicaciones. Pero Alonso fue, siempre, tremendamente institucional y leal con el Presidente.
Ayer, el cáncer finalmente se lo llevó. Seguro ya anda trabajando allá arriba, en el cielo, a favor de la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas celestiales. Aquí abajo, lo vamos a extrañar.

Razones
La vía Lujambio a la reforma

Jorge Fernández Menéndez

EXCÉLSIOR

Se fue con Alonso Lujambio una de las mentes más lúcidas, uno de los políticos más íntegros y el intelectual más importante que ha tenido el PAN desde la muerte de Carlos Castillo Peraza. Las contribuciones de Alonso en el IFE, en el IFAI, en su corto plazo por la Secretaría de Educación Pública, muestran, además, que esa capacidad intelectual, esa formación estricta, no se contraponían con una mente ordenada y políticamente eficiente, que sabía combinar los objetivos de largo y corto plazo, los principios, con la realidad, con el arte de lo posible.
Hay quien le dijo a Lujambio, cuando decidió buscar la candidatura presidencial de su partido, que se quedara en la SEP, que se concentrara en sacar adelante una reforma educativa que se había quedado siempre en ciernes, que la batalla por la candidatura y después por la Presidencia serían casi imposibles y que, en cambio, sentar bases para una reforma educativa real era mucho más factible y sería un verdadero aporte para el futuro del país.
No sé, si la enfermedad no se hubiera cruzado en la vida de Alonso, si él hubiera podido ser candidato presidencial por el PAN, pero estoy convencido de que Lujambio pudo haber sido el único que hubiera podido sacar adelante la reforma educativa. Combinaba, para ello, claridad ideológica sobre lo que requería en ese ámbito con una visión de real politik sobre lo que se podía y lo que no se podía hacer en la educación y con el magisterio.
Existe una idea bastante generalizada de que el problema de la educación pasa por los maestros y más concretamente por el sindicato. Sin duda existe una relación entre las deficiencias del sistema educativo y la formación de los maestros. Sin duda existen prácticas sindicales que deben ser erradicadas o reformadas.
Pero los problemas de nuestro sistema educativo van infinitamente más allá del sindicato: pensar que doblegando al sindicato se resolverán los problemas educativos del país es una falacia. E insisto, me parece que es una vía para avanzar, no en una educación pública que abarque al conjunto de la sociedad, sino en mecanismos que pueden ser legítimos o no, pero que se centran en una suerte de privatización del proceso educativo.
Cuando en la reunión de los 300 líderes más influyentes de México, Claudio X. González presentó el diagnóstico de la educación en nuestro país, concluyó con una serie de propuestas, que fueron muy aplaudidas, que giraban en torno al sindicato de maestros, y le pidió al presidente electo, Peña Nieto, que le quitara al sindicato el control sobre la educación.
No fue reseñado casi por los medios, pero la respuesta de Peña Nieto fue interesante: destacó que la educación por supuesto que tendría que estar bajo control del Estado, que coincidía con el diagnóstico presentado, pero insistió en que esa anhelada reforma educativa se tendría que hacer con las maestras y los maestros de México.
Y tiene razón. No podrá haber ninguna reforma educativa si no participan en ella, en forma organizada, los maestros. No habrá una reforma educativa sin la participación del SNTE y sin tener claridad de que sus principales opositores, aglutinados en la llamada Coordinadora, con una presencia hegemónica en un par de estados, como Michoacán y Oaxaca, están contracualquier posibilidad de avanzar en una reforma educativa.
No habrá una reforma educativa (como tampoco en seguridad) si no se logra involucrar en ella también a los gobernadores: la educación, como el sindicato, está federalizada y las soluciones, en todos los ámbitos, deben ser globales y, al mismo tiempo, locales, específicas, porque cada entidad de la República (y cada sección sindical) tiene particularidades que deben ser atendidas.
Puede ser que plantearlo de una forma tan cruda sea políticamente incorrecto, puede ser mucho más fácil pensar que teniendo menos maestros comisionados o pagando en forma diferente las cuotas del sindicato, se puede resolver el problema de la educación en México. No es así: nos encanta como sociedad tener siempre un malvado, o en este caso malvada, favorito a mano para cargarle las culpas de algunos de sus males cotidianos, lo que resulta una forma idónea para no resolverlos jamás, porque no se hace ni se quiere hacer el esfuerzo correspondiente.
¿Para que cambiar de obra si, en realidad, se nos dice, podemos cambiar la escenografía y algunos personajes para que parezca que es completamente nueva, aunque sea la misma que venimos representando desde hace años?
Creo que Lujambio comprendía exactamente eso, creo que, por esa razón, hasta sus últimos días, tuvo el respeto de todos los involucrados en el proceso educativo, desde gobernadores hasta el liderazgo del sindicato.
No le alcanzaron ni el tiempo ni la vida. Ojalá la próxima administración, en ese terreno, pueda encontrar, en esa vía que había comenzado a explorar Lujambio, la respuesta a ese desafío exento de simplificaciones que es la verdadera reforma educativa que el país necesita.

Frentes Políticos
Frentes Políticos

EXCÉLSIOR

I. Dolor. Alonso Lujambio Irazábal no resistió más. El ex secretario de Educación Pública falleció la madrugada de ayer, a los 50 años de edad,  debido al cáncer de médula ósea que padecía desde hace algún tiempo. Los restos del legislador del PAN fueron objeto de un homenaje de cuerpo presente en la Cámara de Senadores. Hoy será cremado. Lujambio Irazábal tuvo una destacada trayectoria en los sectores académico y político. El 6 de abril de 2009 sustituyó a Josefina Vázquez Mota al frente de la SEP y fue precandidato a la Presidencia de México por el PAN en 2011. El 29 de agosto pasado, tomó protesta como sdenador de la República. Descanse en paz.
II. Desde Nueva York, el presidente Felipe Calderón dijo que, con la muerte de Lujambio Irazábal, “México pierde a un hombre de Estado y a uno de los más lúcidos académicos, comprometido con la transformación de la realidad, un gran servidor público y político… un ser humano bondadoso”. El jefe del Ejecutivo expresó, en nombre del pueblo de México y del gobierno federal, “un profundo pesar” por la muerte de Lujambio y envió sus condolencias a su esposa Teresa Toca, hijos y demás familiares. Con esta muerte, Calderón perdió a tres de sus amigos y colaboradores más cercanos, junto con Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake.
III. Enrique Peña Nieto, presidente electo de México, recogió el guante lanzado el lunes por el mandatario, Felipe Calderón, en Washington. Desde Lima, Perú, respondió que el combate al narcotráfico es para el Estado “una tarea irrenunciable”, y consideró que América Latina debe hacer un esfuerzo conjunto contra el crimen organizado. Su gobierno, expresó, definirá una estrategia que aproveche lo realizado en los últimos años y reiteró que habrá “cambios y ajustes” que anunciará en breve.
IV. El tour interminable. Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, sigue distraído de sus actividades. Ahora, como ya ha ocurrido con otros personajes de la política, está concentrado en su candidatura rumbo a 2018. Contó que una vez que concluya su administración, el 5 de diciembre próximo, arrancará una gira nacional que lo va a llevar a todas las capitales de los estados, para promover su proyecto político. ¿Que está preocupado de dónde saldrán los recursos? Para nada. Jura que será baratita. Que irá solo, sin comitivas, sin anuncios para la tele ni mítines, que no cargará con la estructura del partido. Y luego dicen que la izquierda no hace cochinitos.
V. Con música de Los Enanitos Verdes y Tijuana No, el ex diputado petista Gerardo Fernández Noroña y otros ex legisladores encabezaron un plantón afuera de la Cámara del recinto de San Lázaro. Protestaron, claro, contra la reforma laboral e intentaron sin éxito impedir el acceso al Palacio Legislativo. Los manifestantes se sentaron en los 15 accesos, lo que complicó la entrada de trabajadores, legisladores y visitantes. El ala radical de la bancada perredista, ya se sabe, se apresta a tomar la tribuna. Ven, la esquizofrenia no desaparece.
VI. ¿Encontronazo en puerta?  Si la transición del gobierno chiapaneco de Pablo Salazar Mendiguchía al de Juan Sabines resultó más que atropellada y acabó con el primero detrás de las rejas, luego de presumirse un peculado de más de 104 millones de pesos, la historia podría repetirse ahora, pero con un nuevo actor, Manuel Velasco Coello. A pesar de la buena gestión de Sabines al frente del Ejecutivo estatal, las diferencias entre el mandatario en funciones y el gobernador electo son ya inocultables. Algo se rompió en el camino.

Ventana
¿Quién manda aquí?
José Cárdenas
EXCÉLSIOR

La pregunta sería grave si la pronunciara un extranjero recién llegado al país. Muchos la considerarían abrumadoramente humillante si se dijera frente al Palacio Nacional. Sería grave si alguien lo hiciera en un hospital… o en un cuartel… o en una iglesia.
Sería peor si no se supiera quién manda en un Estado. Supuestamente manda quien gobierna.
–¿Pero, qué pasa cuando quien gobierna no manda… y cuando manda nadie le obedece?
Entonces se vive en la anarquía… y con la anarquía el Estado se diluye… y con ello, las posibilidades de la convivencia. Sobreviene la anemia nacional. No más ni menos, ese es el panorama trazado en México por la ubicua presencia de Los Zetas, nacidos hace dos sexenios como anécdota fugaz del narco.
Los Zetas mandan en las prisiones… sobre todo en las más violentas, allá en la “frontera chica” la menos documentada de México, al norte del mapa cuyo centro es Monterrey. “El clan de la última letra” —lo denomina Juan Villoro (escritor y periodista)—. “Los de la letra”, les llaman allá para evitar nombrarlos.
Los Zetas controlan carreteras, rutas de narcotráfico y tránsito de personas indocumentadas o bajo esclavitud. Los Zetas matan y entierran; clonan vehículos policiacos, militares y hasta de medios de comunicación; cobran impuestos; le ponen precio a todo, comenzando por la vida humana.
“Los Zetas tienen las características de una organización militar y una empresa mercantil (…) no existe una versión objetiva ni unánime que los defina (…) son gente que ve la muerte como forma de vida (…) están a la vista de todos, pero nadie los quiere ver”, escribe el periodista Diego Enrique Osorno en su libro La Guerra de Los Zetas. Los Zetas son también una marca registrada, internacional. Lo mismo están en Estados Unidos, Nicaragua o Guatemala.
–¿Entonces, quién manda aquí? —vuelvo a preguntar.
–Por ahora, ellos, parcialmente… totalmente, muy pronto.
LA LEVEDAD DEL SER: Fueron nueve meses de lucha por la vida y contra la muerte, encerrado en un cuarto de hospital. Un esfuerzo bárbaro hasta el final. Siete quimioterapias de poco le sirvieron. El cáncer es un enemigo implacable. Demoniaco. La parte más dolorosa de la batalla fue la invasión de células malignas al sistema nervioso central. Tuvo que usar un parche en el ojo derecho para no ver doble… a costa de perder profundidad. Ya no tuvo fuerza para andar de pie. Fue algo devastador. Probó todo lo habido y por haber. Le dieron tres meses de vida y logró un poco más.
El acercamiento con la muerte le cambió la vida, a él, quien siempre andaba de prisa. La emergencia canceló esa urgencia que finalmente no sirve para nada. “¿De qué sirve la angustia? ¿De qué sirve la prisa sino para alejarte de los demás?”, reflexionaba en una última entrevista. Finalmente, el enemigo venció al guerrero. Alonso estaba atrapado en un círculo vicioso. Devastador. Terminó exhausto. Regresar a México le dio una última felicidad: murió contento por estar vivo… A su mujer y a sus hijos: que el dolor no dure ni un instante más de lo necesario.

La trampa a Peña Nieto
Raymundo Riva Palacio
ZOCALO SALTILLO

Es absolutamente irrelevante que Enrique Peña Nieto asuma la Presidencia hasta dentro de dos meses para efectos de pagar costos de su gestión. La reforma laboral que mandó el presidente Felipe Calderón al Congreso ya lo hizo su principal víctima política. Peña Nieto está atrapado entre la izquierda y la derecha, que lo acusan “a priori” de haber cedido a los sindicatos, de perjudicar a los trabajadores y de favorecer a los patrones. Para donde se mueva, sufre un desgaste prematuro, que tendrá que “agradecerle” a Calderón su gesto final.

La iniciativa de la reforma laboral es una trampa de principio a fin. El presidente Calderón se valió de la iniciativa preferente incorporada en la recién aprobada reforma política, que obliga al Congreso a discutirla en un plazo no mayor de 30 días, y tomó fuera de forma a los priístas. Cuál fue la razón por la cual la aceptaron automáticamente y decidieron que la discutirían, no se sabe. Lo que sí se sabe es que tomaron una iniciativa que nadaba en la ambigüedad y le dieron carta de identidad y fecha de resolución.

Como señaló la senadora perredista Dolores Padierna, las iniciativas preferentes no están reglamentadas todavía, por lo que se puede introducir una controversia constitucional. Esto lo puede hacer la izquierda, que desde el principio se opuso a la iniciativa, pero no el PRI, que le dio la bienvenida con los brazos abiertos y hasta después, cuando vieron sus debilidades y entraron en contradicción interna. Pudieron los diputados priístas haberla rechazado por improcedente, al ser presentada por un presidente saliente, o recibida y establecer sus tiempos de cómo y cuándo la discutirían –por ejemplo, una vez que estuvieran instaladas las comisiones respectivas–, pero no lo hicieron.
La iniciativa incorpora lo que el senador perredista Alejandro Encinas llama “la zanahoria” de la ley, que es la transparencia sindical. “Zanahoria”, porque en su lógica el PRI aprobaría otros ingredientes controversiales, como la pérdida de estabilidad laboral y la eliminación de los contratos de base, a cambio de que no se abran la panza de los sindicatos.
Paradójicamente, el PRI había dicho en las diversas ocasiones que el Gobierno cabildeó su reforma, que la transparencia sindical no debía ser incorporada en la iniciativa porque introducía un ruido innecesario y contaminaba la discusión, sino que se presentara de manera independiente en forma y tiempo.
El PRI vio cómo venía la iniciativa y no la congeló. Transparencia sindical no es patrimonio de los sindicatos afiliados al PRI, sino también los que se encuentran en la izquierda de la geometría política. En ambos casos no quieren revelar cuánto dinero tienen y cómo lo distribuyen y gastan. Pero el costo no será para la izquierda, sino para el PRI, y en particular para Peña Nieto. Por un lado, al asignársele un poder meta constitucional que si no aplica para someter a los diputados y los sindicatos quedará como rehén del sector duro y corporativo del PRI. Por el otro, sin importar qué tan adulterada pueda salir la reforma, quedará como aliado de los intereses patronales y contra los trabajadores.
Es decir, la trampa que le puso el presidente Calderón lo ubicará a la derecha del espectro político, y lo colocará, antes de asumir el poder, como parte de la diada PRI-PAN, que dará cuerpo a las críticas y alimentará los argumentos que el nuevo gobierno será más de lo mismo, una continuación de la época de las llamadas “concertacesiones” que inauguró el ex presidente Carlos Salinas con la dirigencia del PAN. Calderón y el PAN, si no están felices con lo que sucede todavía, estarán encantados de minar a Peña Nieto a 64 días que tome posesión. La izquierda recibe este regalo de Calderón que le ayudó a reagruparse tras los barruntos de ruptura y le permite iniciar homogéneamente su posición beligerante dentro de las cámaras, contra el gobierno entrante. El PRI es el que queda en medio, y su falta de reflejos puso de rodillas a quien los llevó de nuevo a Los Pinos. Mal inicio, cuando aún Peña Nieto no comienza.

Jaque Mate
Detalles

Sergio Sarmiento
ZOCALO SALTILLO

¿Empobrece a los trabajadores el pago por hora?
No. La iniciativa laboral del presidente Calderón simplemente permite el trabajo de tiempo parcial. Trabajar menos horas implica una remuneración proporcionalmente menor. ¿Por qué habría de querer alguien trabajar menos de un tiempo completo? Muchos, particularmente estudiantes y madres, quieren esos empleos.

¿Elimina la iniciativa las prestaciones a través de los contratos de prueba, capacitación o temporada?
No, todos los contratos obligan al pago de seguridad social y prestaciones.

¿Desecha la iniciativa la antigüedad como criterio de ascenso laboral?
La propuesta elimina el requisito de que la antigüedad sea el único criterio de ascenso en un contrato laboral.
Las empresas con contratos colectivos están hoy obligadas a dar ascensos a los trabajadores con más antigüedad. La nueva ley daría la posibilidad de escoger a los mejores o a los más productivos.
¿Limita la ley el derecho de huelga?

El derecho a la huelga no, pero sí la posibilidad de prolongarla de manera indefinida. La ley considera la huelga como un instrumento de negociación y no un arma para extorsionar o destruir a una empresa. Después de 60 días en empresas de servicios públicos y 120 en las demás, la disputa sería sometida a un arbitraje obligatorio.

¿Legaliza la iniciativa la subcontratación de trabajadores?
No. La subcontratación ya es legal en México. Recurren a ella no sólo las grandes empresas, sino también entidades de izquierda como el Gobierno del Distrito Federal y la Asamblea Legislativa. La iniciativa regula la subcontratación y garantiza que la empresa contratante sea responsable solidaria de los compromisos asumidos por la subcontratante. La iniciativa da mayor protección a los trabajadores.

¿Limita la iniciativa los salarios caídos?

Cuando hay un conflicto laboral, la ley limita a un año los salarios caídos. La actual situación promueve la prolongación indefinida de los litigios laborales y genera pasivos que con frecuencia destruyen a las empresas pequeñas.
¿Promueve la ley la democracia sindical?
Da un paso adelante al obligar a los sindicatos a tener elecciones internas por sufragio libre y secreto.

¿Impulsa la rendición de cuentas?

Hace obligatorio que los sindicatos rindan cuentas a los trabajadores, cuando menos de las cuotas que se les descuentan. También obliga a los sindicatos con más de 150 trabajadores a tener una contabilidad auditada. No obliga, sin embargo, ni a la transparencia en el manejo de otros recursos ni a que su contabilidad sea pública, ni siquiera para los sindicatos de entidades públicas.

¿Llevará la nueva ley a un auge en la creación de empleos formales?
Es poco probable. La legislación mexicana sigue castigando la inversión y la formalidad, por ejemplo, a través de los altos costos de la seguridad social. La iniciativa laboral, sin embargo, es un paso adelante.

¿Qué es la cláusula de exclusión?
La que obliga a una empresa a despedir a un trabajador sin indemnización porque éste es desplazado del sindicato. La iniciativa haría ilegales estas cláusulas de exclusión de los contratos laborales.
¿Cuáles son los principales problemas u omisiones de la iniciativa?

La propuesta no elimina el apartado B del artículo 123 por lo que sigue habiendo mexicanos de primera y de segunda. No da libertad a los trabajadores para abstenerse de ingresar a un sindicato. No prohíbe la discriminación laboral como la que vemos en anuncios de empleo en que se descarta a solicitantes mayores de 40 años.
AUTONOMÍA

Dice Manlio Fabio Beltrones que al purgar la reforma laboral de disposiciones sobre la democracia interna y la rendición de cuentas de los sindicatos se está preservando la autonomía sindical. Más bien se garantiza que los líderes puedan seguir eternizándose en el poder y apropiándose del dinero de los trabajadores.

Horizonte Político
El voto de la izquierda
José Antonio Crespo
EL UNIVERSAL

Marcelo Ebrard, al presentar su último informe, anuncia que desde luego está apuntado para 2018. Y Andrés Manuel López Obrador también, al anunciar la creación de su propio partido, pues ¿para qué lo querría sino para competir nuevamente? La premura sucesoria en la izquierda se explica porque enmarcado en los cambios posibles en la izquierda a raíz de la salida de AMLO del PRD. Pero ¿cómo designar al candidato presidencial? Marcelo ha propuesto que la elección intermedia de 2015 –en la que por ley el partido obradorista deberá contender por sí mismo– funja como primaria para ver cuál formación reúne mayor votación. Suena lógico, pero eso trae aparejados ciertos problemas.
Por un lado, una incógnita clave es cómo se distribuirán el voto de la izquierda. En principio, se podría pensar que el voto duro irá mayoritariamente con Morena y el independiente tendería a quedarse en el PRD, pues su visión de las cosas coincide con la moderación programática y la institucionalidad política más que con la movilización callejera o la rijosidad discursiva. Sabemos que los independientes, que conforman 40 a 45% del electorado, inclinan el fulcro electoral, pues ningún partido puede ganar solamente con su voto duro.
Lo paradójico es que López Obrador obtuvo la mayor parte de ese voto independiente tanto en 2006 como en 2012, pero no ganó. ¿Por qué? Porque el voto duro del PRD es el menor entre todos los partidos, por lo que el triunfo le exigía una proporción de voto independiente aún  mayor de la que obtuvo en ambas ocasiones. En 2006, por ejemplo, 35% de independientes estuvo con López Obrador frente a 31% de Calderón (encuesta de salida de Mitofsky). Pero el voto duro del PRD era sólo de 16% frente al 20% del PAN.
De hecho, cuando López Obrador aventajaba por al menos 10 puntos a Calderón todavía en marzo, su voto estaba formado abrumadoramente por electores independientes; 40%, frente al 22% que apoyaba a Calderón (El Universal). Pero ante sus errores, soberbia y estridencia discursiva, los independientes se le fueron alejando, fortaleciendo en cambio a Calderón. Hubo transferencia neta de esos votos. Y al final, esa tendencia llevó al empate técnico, en que cualquiera de los candidatos podía ganar.
En 2012 el movimiento de los votantes independientes se dio a la inversa; en  marzo todavía 45% de los independientes apoyaba a Peña Nieto, mientras López Obrador convocaba apenas al 26% de ese segmento (Reforma). El discurso de la República amorosa fue creído por muchos ciudadanos y el movimiento estudiantil le dio nuevo aire a AMLO. Eso permitió la reducción de sus votos negativos y la consecuente transferencia de votos independientes del PRI al PRD. Al final, 41% de ese segmento apoyó a López Obrador frente al 32% que lo hizo por Peña Nieto.
Desde luego, fue una gran hazaña del tabasqueño haber arrebatado a Peña esa cantidad de votos independientes, pero no bastaron para el triunfo. El problema radicó, de nuevo, en el menor voto duro del PRD; 16% frente al más robusto del PRI, 28% (encuesta de salida de Reforma). Ha dicho López Obrador, al desconocer el fallo del Tribunal, que no le importa que a él y los suyos los tengan por “malos perdedores, locos, mesiánicos, necios, enfermos de poder y otras lindezas”. Pero justo entre quienes lo ven así, están los votos independientes y útiles que le faltaron para ganar, tanto en 2006 como en 2012.  
A partir de lo cual se podría proyectar una cierta ventaja de Ebrard frente a López Obrador, pues éste contaría con el voto duro, más limitado, en tanto que aquél podría beneficiarse de un voto independiente potencialmente más amplio. ¿Será así?
En principio sí, pero no necesariamente. Si en verdad se pacta que el 2015 se constituya como una especie de primaria para elegir candidato del 2018, debe considerarse que en los  comicios intermedios suelen participar en menor medida los electores independientes que los votantes duros (y por eso el PRI ha ganado abrumadoramente en esos comicios, dado su más amplio voto duro). Eso iría contra Marcelo.
En todo caso, falta por ver si López Obrador acepta esa propuesta. Probablemente no. Pero, de hacerlo, es casi seguro que no respetaría un veredicto desfavorable. Simplemente, eso no está en su naturaleza. Dice López Obrador que la gente decidirá si es nuevamente candidato; sí, en asamblea a mano alzada. Y agrega que son “los que mandan” en el país quienes no quieren que continúe en la política ni que sea candidato. Me parece que es a la inversa; quieren que siga porque es garantía de derrota, y ahora también de división.

Cristalazo
La ubicuidad de los Zetas
Rafael Cardona
CRONICA

La cabeza de la hidra sigue en plena reproducción a pesar de la propaganda presidencial de haber capturado a 27 de los 35 criminales más buscados. Su reproducción es incesante.
Las primeras menciones sobre ese grupo de desertores del Ejército tenían, a principios del siglo, la dosis suficiente de truculencia como para dudar de ellas. Parecían el anónimo e inexplicable surgimiento de una leyenda urbana para encubrir o enmascarar acciones de otra índole. Pero con el tiempo se vio cómo los Zetas se volvían contra sus creadores como criaturas malévolas.
Sin embargo, con el paso de los años, su existencia se tornó una ubicua realidad y hasta sobrepasó las fronteras mexicanas. Zetas en Guatemala, en Costa Rica, en Nicaragua.

Dentro del esquema militarizado de la lucha estatal contra la delincuencia organizada, el gobierno se enfocó en una estrategia obsesiva: capturar a los cabecillas de las bandas para así lograr su descontrol, dispersión y consecuente aniquilación. En medio de ese combate se genera un combate hacia el interior de los grupos violentos: usurpar o al menos ocupar los puestos vacantes se convierte en una lucha intestina, pero también en una disputa con los otros grupos.
Los Zetas contra los Pacíficos, especialmente. Y como extrañas adherencias los grupos menores, o así considerados: el Milenio, la Familia Michoacana, la Nueva Generación. Una incontenible y tóxica proliferación de grupos mayores y menores cuya contundencia colectiva hace pensar en por lo menos 500 mil personas “bajo las banderas” del narcotráfico y la delincuencia organizada.

“Narcomenudistas”, secuestradores, extorsionadores; tratantes de blancas; de migrantes, contrabandistas de armas, “polleros” desde el sur hasta el norte; distribuidores y productores de piratería en diversas formas y en general una incontenible actividad criminal frente a cuya extensa presencia el Estado se va rezagando.
Ya alguna vez el secretario de la defensa, Guillermo Galván, habló de zonas donde el gobierno ha perdido el control.
La respuesta ha sido el endurecimiento de las penas carcelarias, el ingreso tumultuario de delincuentes a las prisiones (a pesar de la escasez de procesos bien llevados) y la sobrepoblación carcelaria, pero de acuerdo con el viejo axioma, si algo sucede afuera también sucede dentro de los reclusorios. Los delitos sociales son los mismos. Y dentro de las prisiones, la delincuencia organizada, organiza la vida y la muerte; los comercios, las prebendas y hasta el cierre o apertura de las puertas.
Y en la jerarquía de mando, los Zetas en la cima.
Por eso espeluznan los datos ofrecidos recientemente por el ombudsman nacional, Raúl Plascencia en el diagnóstico penitenciario nacional:
“… Las condiciones de gobernabilidad (en los reclusorios) son debilitadas por el autogobierno y cogobierno, donde el control de la seguridad, las actividades y los servicios es ejercido por grupos de internos.

“De la muestra de 100 centros penitenciarios visitados, en 60 de ellos se constató la existencia de autogobierno”.

“Otro aspecto analizado fue el respeto al debido proceso en la imposición y aplicación de sanciones disciplinarias, que impacta a la población reclusa, ya que al ser sancionados se les suspenden indebidamente las visitas familiar, íntima y del defensor, cuando la Ley de Normas Mínimas no lo prevé.
“De igual forma, se detectaron privilegios: presencia de objetos y sustancias prohibidas; prostitución; grupos o personas que ejercen violencia o control sobre el resto de la población; cobros indebidos para la protección personal, la asignación de estancia o plancha para dormir, pase de lista, mantenimiento de los dormitorios, acceso a alimentos y a servicios médicos…”
“… Tan sólo de 2010 a la fecha esta Comisión Nacional ha registrado 14 fugas, en las cuales se evadieron un total de 521 internos; 75 riñas, las cuales dejaron un saldo de 352 fallecidos, y dos motines, con un saldo de dos fallecidos y 32 lesionados”.

Pero el problema no está únicamente dentro de las cárceles, como es obvio aunque signifique y demuestra y ponga en evidencia la profundidad del problema, sino en la forma como los Zetas han dispersado sus actividades corruptoras.

Si durante años se presumió del blindaje de la capital del país en relación con los grandes grupos delictivos, ahora la procuradora Marisela Morales nos revela cómo se ha infiltrado el gobierno del DF, a pesar de los anuncios festivos y auto-celebratorios de Marcelo Ebrard. Y lo mismos sucede en Coahuila, en Zacatecas, en Jalisco, en Sinaloa, en casi toda la república.
En Veracruz, por ejemplo, el gobernador Javier Duarte, ha detenido, en asociación con la Marina Armada de México, a 35 policías ministeriales sospechosos de establecer nexos con los grupos de narcotraficantes en perjuicio de la seguridad general; ha resuelto asesinatos de periodistas cometidos por esta misma banda y la tarea parece no tener fin.
La cabeza de la hidra sigue en plena reproducción a pesar de la propaganda presidencial de haber capturado a 27 de los 35 criminales más buscados. Su reproducción es incesante.

Clase Política
Contra la chiquillada
Miguel Ángel Rivera

Al parecer, el PAN desea eliminar a la llamada chiquillería.
Ayer, entre 18 iniciativas presentadas en la Cámara de Diputados en materia educativa, laboral, electoral, alimentación, seguridad social, economía, energía eléctrica, transparencia y acceso a la información pública, la bancada del PAN, por conducto de Fernando Rodríguez Doval, propuso elevar a cuatro por ciento el mínimo de la votación que deberán obtener los partidos políticos para mantener el registro.
Actualmente el mínimo es de dos por ciento, pero a algunos partidos –conocidos en medios políticos como la chiquillería– se les dificulta tanto que deben buscar alianzas para conservar el registro.
La bancada del PRD presentó otra propuesta para establecer la segunda vuelta en elecciones presidenciales, en caso de que ningún candidato logre mayoría absoluta.
La cosecha
Sin un acuerdo definitivo tras cinco horas de discusión el presidente de la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, Carlos Aceves, dio por concluida la sesión y convocó a otra reunión hoy a partir de las 9:30 horas…
El coordinador de los diputados del PRD, Silvano Aureoles, mantuvo el rechazo a la iniciativa presidencial y, en particular, criticó que se mantenga “prácticamente intacto el tema del outsourcing, la contratación a prueba, la contratación por horas, el tema del derecho a huelga y de contratos colectivos”, que sólo benefician a los empresarios, con los cuales está comprometido el PAN…
A propuesta de Rubén Escajeda Jiménez (PRI) la Cámara de Diputados también aprobó hacer un llamado al secretario de Agricultura, Francisco Mayorga Castañeda, para que informe a los productores agrícolas sobre el programa diseñado para comercializar el frijol en el periodo primavera-verano 2012…
El ex presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin) y actual vicepresidente de la Asociación de Industriales Latinoamericanos (AILA), Ismael Plascencia Núñez, está en riesgo de ir a la cárcel, como consecuencia de una denuncia presentada por la sociedad mercantil Bienes Raíces Norpe, con número de averiguación FPC/74/T3/00893/11-11, en la cual se involucra también a su hermano Luis Sergio Plascencia Núñez, por presunta responsabilidad en delitos de aprovechamiento indebido de firmas y fraude procesal…
La Procuraduría de Justicia de Baja California reportó que se encontró con vida en Baja California Sur a Aleph Jiménez Domínguez, profesor y activista del movimiento #YoSoy132 de Ensenada, reportado desaparecido desde el 20 de septiembre…
La Secretaría de Educación de Guerrero informó que luego de los acuerdos alcanzados el pasado viernes con estudiantes y académicos de la Normal Rural de Ayotzinapa, se avanza en el proceso de regularización de actividades en ese plantel…

Astillero
•    Enfermedad y poder
•    Debatir lo público
•    Tratamientos médicos
•    Líderes lejanos
Julio Hernández López
 
La muerte de Alonso Lujambio colocó sobre una mesa aún precaria (pues en ciertas circunstancias predomina la predisposición compasiva a eludir el análisis público de las figuras públicas al momento de su fallecimiento) ciertos temas que en una cultura democrática madura no deberían generar escozor.
Proveniente de una familia marcadamente panista, y él mismo afiliado a Acción Nacional en 2009, luego de cumplir con encargos ciudadanos en los que no debería defenderse ninguna bandera partidista (en el IFE, donde fue consejero, y en el Ifai, donde fue comisionado presidente), Lujambio tuvo su máximo despegue político de la mano de su amigo Felipe Calderón, quien lo hizo secretario de educación pública, le encargó de emergencia la coordinación de los festejos conmemorativos del inicio de la guerra de Independencia y de la Revolución y lo hizo senador.
Justamente en esa etapa en que acompañó el malhadado gobernar de Felipe Calderón acumuló Lujambio fichas negativas que no se contraponen a los méritos que se le reconozcan en el ejercicio de encargos ciudadanos ni en materia académica, cultural e intelectual. Mucho menos afectan al natural y respetable dolor por su pérdida que manifiestan amigos, correligionarios y familiares.
Pero el hombre público que ayer cumplió su ciclo de vida no puede ser desligado oficiosamente de la etapa histórica en que le tocó actuar, ni del saldo que desde diversas ópticas puede merecer ese desempeño. Lujambio, en ese sentido, fue una pieza más de la complaciente cesión de poder que Calderón diseñó en la SEP para pagarle favores de defraudación electoral a la regente profesora Gordillo, con el yerno convertido en omnipotente subsecretario de educación básica que sólo dejó el cargo para preparar su postulación al Senado por el Panal (cargo que no obtuvo). Y en la comisión relacionada con el bicentenario y el centenario se prestó para dar curso a la cauda de corrupción y desorden que había originado Juan Manuel Villalpando, titular del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), cuya evidencia más escandalosa fue la Estela de Luz cuyo costo, enredos e impunidad constituyen una viva afrenta a los mexicanos.
Aparte de la reivindicación del derecho ciudadano a expresar juicios y opiniones respecto de hombres públicos en la coyuntura de su fallecimiento (tema al que se arriesga esta columna, aun cuando ayer mismo en Twitter hubo reacciones adversas por parte de quienes creen necesario guardar para otros momentos determinadas valoraciones), la muerte de Alonso Lujambio conduce a otro expediente de obligado interés público: las enfermedades de los funcionarios y su tratamiento médico con cargo al erario.
Por amistad, Felipe Calderón sostuvo en la SEP a Lujambio a pesar de que no podía continuar en el cumplimiento de sus responsabilidades públicas (y luego lo sustituyó con un médico, en premio de consolación porque éste había perdido el proceso panista de postulación al gobierno de Guanajuato), y luego lo hizo candidato al Senado por lista nacional. Para abordar el debate entre enfermedad y poder (¿Calderón sufre la enfermedad del alcoholismo? fue una pregunta que provocó casi una crisis nacional; Elvia Amaya, la esposa de Jorge Hank Rhon, sabidamente enferma, ocupó una diputación federal y luego murió; ahora está el caso de Lujambio; ¿Peña Nieto tiene un mal degenerativo?) es recomendable leer lo que ha escrito Ernesto Villanueva (@evillanuevamx en Twitter), miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y del Sistema Nacional de Investigadores en nivel III y articulista de Proceso (bit.ly/QSUXvg).
El especialista en transparencia abre el debate sobre el uso de recursos federales para el tratamiento costosísimo de uno de sus funcionarios, sobre la postulación de un hombre enfermo para un cargo legislativo de evidente exigencia de esfuerzo y salud, y de la necesidad de hacer exámenes médicos a quienes aspiran a una responsabilidad pública y, luego, médicos y sicológicos anuales para saber si el ejercicio del poder ha causado daños. Por cierto, ayer mismo, en Twitter, Villanueva expresaba: ¿La clase política de luto? ¿Y el pueblo que no tuvo ni tendrá jamás dinero para curarse en EU su cáncer?. Otro texto, de Samuel Hernández Apodaca, director de Paideia Consultoría para el Conocimiento, escrito obviamente antes del desenlace, planteaba: ¿Y si Lujambio muriera? (bit.ly/Sk1iCL).
En tanto, los líderes del sindicalismo clásico, agrupados en el PRI, obviamente han impedido cualquier asomo de riesgo para sus consolidados cacicazgos, mientras los panistas insisten en sacar adelante clausulados flexibles para que el empresariado tenga más ganancias y menos problemas a la hora de la contratación y el despido de trabajadores y empleados. Prianismo confeso que se afana en votar favorablemente las tesis derechistas originalmente presentadas por el PAN y obstruídas por el PRI, que ahora ha retomado el tricolor para sellar la primera alianza a cuenta de varias por venir con el segmento blanquiazul todavía tripulado por el calderonismo.
Nada de lo que procesan las élites tiene correspondencia con el sentir y los anhelos de quienes están fuera de esas burbujas doradas. Los dirigentes eternizados en el control de los sindicatos se mueven a una distancia enorme del mundo real de sus representados. La clase política, en general, vive en un mundo de privilegiada distorsión que casi nada tiene que ver con la realidad cotidiana de los mexicanos. Y el segmento que se opone institucionalmente a esos poderes excluyentes cumple con disfrazado conformismo, o con plena noción de marginalidad, o con vehemencia políticamente ineficaz, o con vocación mercenaria, o con una combinación de esos y otros factores menores, el papel de falso contrapeso que también es necesario para cumplir con las formas de simulación democrática, de secuestrada representación nacional (ni por ver lo que sucedió ayer en Madrid).
¡Hasta mañana, con una ex diputada federal panista, pillada en Harvard haciendo trampa en un trabajo escolar, como suplente de Lujambio en el Senado!