La historia en breve

El 100 por ciento sería una hazaña

Ciro Gómez Leyva

Hace exactamente dos años, al calor de una fuga de 85 reos de la cárcel local de Reynosa, le pregunté al subsecretario del Sistema Penitenciario de la Secretaría de Seguridad Pública, Patricio Patiño, si existía aún la posibilidad de que, al terminar el sexenio, todos los presos federales estuvieran en cárceles federales. Fue optimista, dijo que de eso se trataba.


 

Entonces, como hoy, las autoridades locales se lavaban las manos ante las recurrentes crisis carcelarias con el argumento de que quienes las provocaban eran los reos federales, verdaderos ídolos de los raterillos y maleantes de poca monta de la región.

En aquel septiembre de 2010, funcionaban ocho cárceles federales que albergaban a 10 mil 480 internos. Patiño nos dijo que serían diez a fin de año (con las de Guasave y Huimanguillo), y 12 al acabar 2011 (con las de Monclova y Papantla). Pero lo impactante era el compromiso de tener listos ocho penales más antes del 30 de noviembre de 2012.

El martes se entregó el primero de esos ocho penales restantes, en Hermosillo. Patiño me aseguró ayer que la próxima semana se entregará el de Guanajuato, en 15 días el de Durango y en noviembre los de Chiapas y Oaxaca. Restarían tres (Puente de Ixtla, Morelos; Ramos Arizpe, Coahuila, y Buenavista Toma-tlán, Michoacán) que, según el subsecretario, tienen un avance de 85 por ciento y quedarán listos en el primer bimestre del próximo año.

—¿Todos los presos federales estarán en cárceles federales el 30 de noviembre?

—Afortunadamente, sí —insiste Patiño a estas alturas.

Sería una hazaña. Sobre todo si se redondea con el dato de que no ha habido una fuga en los penales federales en los seis años de la guerra de Calderón.

 

El asalto a la razón

Confirmado: confusión, incidente en Tres Marías

Carlos Marín

 

Los policías federales implicados en la persecución y balacera a diplomáticos de EU son 13, no 12, y fueron remitidos uniformados, cuando en realidad iban vestidos de civil.

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Mucho tuvo que ver el hallazgo, el jueves de la semana pasada, de las últimas piezas del caso Tres Marías, y el subsecuente cruce de información entre las autoridades y gobiernos implicados, en el magnífico ánimo que mostraron antier el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne; el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y en especial el presidente Felipe Calderón, durante la inauguración del nuevo penal federal en Sonora:

Dos misteriosas camionetas particulares que fueron fotografiadas en la escena donde quedó la de placas diplomáticas que fue balaceada, y que, desde la mañana del explosivo incidente, no aparecían, están ya en manos de la Procuraduría General de la República, así como otros tres agentes de la Policía Federal, uno de los cuales, el de mayor rango, cometió la estupidez de entregar uniformados a la PGR a los 12 que se encuentran arraigados, cuando en realidad iban vestidos de civil y con la sola chamarra de la PF.

Ni “emboscada” ni “operativo de sicarios” ni “crimen organizado” ni el refrito que hizo el martes la agencia AP de una volada sin fuentes en La Jornada sobre supuestas ligas de los federales con los Beltrán Leyva, pero sí, cuando menos, inaudito uso excesivo de la fuerza.

La averiguación previa de la PGR incluye ahora la información obtenida por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal, y declararon ya ministerialmente nuevos agentes implicados en el incidente, entre éstos una mujer.

Asimismo, cuenta ya con los testimonios de otras personas que tuvieron conocimiento de los hechos.

Con las nuevas evidencias, la PGR confirma que los policías no forman parte de ninguna organización criminal, y que no fueron 12 sino 13 los que participaron en la persecución y balaceo a la camioneta; también que el porta placas del vehículo les impidió ver su condición de diplomático y que, por ser azules, como las del estado de Morelos, supusieron que se trataba de un transporte local.

Asimismo, queda claro que los federales de la Estación Tlalpan, DF, como se dio a conocer en estas páginas una semana después del suceso, en cumplimiento de su deber, se afanaban en un operativo de localización de los secuestradores del director de Protocolo del Instituto Nacional de Antropología, Salvador Vidal Pérez Flores.

Cuando la procuradora Marisela Morales dijo que se requería de un equipo especial para analizar los videos con que cuenta la PGR, se refería a que en ellos ha sido imposible ver las placas de las dos camionetas que habían estado buscándose, sobre todo en el estado de Morelos.

Se trata de una Chrysler verde botella con placas del Estado de México que condujo un suboficial y que, se sabe ahora, estuvo durante los tres días inmediatos a los hechos estacionada… frente a las instalaciones de la Delegación Tlalpan de la PF, al otro lado de la autopista México-Cuernavaca, y que al cuarto día fue llevada a un taller de reparaciones.

También de una Nissan X-Terra amarilla propiedad de otro de los policías, a quien se la pidió prestada un superior jerárquico para utilizarla en la búsqueda de los plagiarios. Este segundo vehículo no aparecía porque otro suboficial, después de la balacera, le pidió guardarla, cosa que hizo en la casa de su mamá en el estado de Hidalgo.

La dificultad para localizar estas dos unidades alimentó en la PGR y en las autoridades estadunidenses la sospecha de que fuesen de probables “sicarios”, y alimentó las especulaciones periodísticas que desdeñaban lo único cierto: los policías las utilizaron en la búsqueda y localización de verdaderos integrantes del crimen organizado.

Se sabe ya también que, considerando el tipo de terreno agreste donde se toparon con la camioneta que balacearían, presumieron pudiera tratarse del vehículo que acababan de robarle al funcionario del INAH secuestrado y liberado en esa zona (Salvador Vidal).

Mañana en este espacio, paso a paso, el detalle de lo sucedido ese viernes en Tres Marías en que, como afirmaron 10 días después los secretarios de Marina y Gobernación, por “errores” pero sin intención homicida, en una lamentable y bochornosa confusión, se suscitó el caso que los insidiosos denostadores del secretario Genaro García Luna han insistido en explotar para demoler su imagen pública, así como la de la institución policiaca que construyó de la nada, la menos desconfiable de todas las que hay en el país.

 

Trascendió

Trascendió

 

:Que este jueves, el equipo de transición de Enrique Peña Nieto hará la presentación de su nuevo integrante: el responsable de Política Cultural, cuyo perfil será “de los más calificados”.

Se habla mucho de Rafael Tovar y de Teresa, diplomático y ex presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pero también que puede haber una “gran sorpresa”.

:Que la distancia entre Gustavo Madero, líder del PAN, y el presidente Felipe Calderón se hace cada vez más grande.

Madero no acudió al homenaje a la memoria de Alonso Lujambio. La causa, “complicaciones en su agenda personal”. Pero eso sí, en su oficina dicen que estará en el tributo que le dedicará el CEN panista al senador fallecido.

:Que los diputados del Movimiento Progresista pueden irse olvidando de la creación de una comisión especial para investigar el caso Monex que promueve Ricardo Monreal.

La Cámara de Diputados no tiene facultades para investigar a una entidad privada, solo si se tratara de algún organismo descentralizado y empresas de participación estatal mayoritaria.

:Que al gobernador de Chiapas, Juan Sabines, le cayó en el peor momento el conflicto en Motozintla promovido por activistas de la alianza PRD-PT-MC.

Y es que el gobierno de Chiapas está a unas semanas de recibir la certificación de comunidad segura por su desarrollo social, educativo y de seguridad por parte del Instituto Karolinska, organismo universitario de alto nivel con sede en Estocolmo, que precisamente se encarga de la designación del Premio Nobel en varias disciplinas.

:Que a los senadores y a la fracción del PRD no les gustó nada que la embajadora de México en Bélgica, Sandra Fuentes Beráin, criticara el nombramiento del perredista Rabindranath Salazar como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para Europa.

A la reconocida diplomática le llama la atención que el perredista no hable varios idiomas y, en respuesta, el coordinador perredista Miguel Barbosa le exigió respeto a los integrantes de esa Cámara y le recordó que el Senado es el que vigila y sanciona el trabajo de los diplomáticos mexicanos, no al revés.

:Que a propósito del Senado, ayer que lo visitó, el secretario de Protección Civil capitalino, Miguel Moreno Brizuela, concluyó que el nuevo recinto es inseguro.

Y ahora, ¿quién podrá ayudarlos?

 

Día con día

Historia para hoy: 6 y último. La llamada del futuro

Héctor Aguilar Camín

 

En medio del desconcierto que produce su inmenso cambio, México parece haber perdido la fe en sí mismo. Ha pasado del grito autocomplaciente “Como México no hay dos”, al quejumbroso “México no tiene remedio”.

No creo que el México de antes fuera grandioso ni el de hoy deleznable. Aquél parecía estar en paz consigo mismo y éste no, pero prefiero la insatisfacción viva de hoy a la paz monologante de ayer. Sobre todo, tengo una confianza absoluta en la calidad del futuro de México.

Cada debilidad mexicana puede leerse desde el ángulo de alguna fortaleza. Sus instituciones democráticas no alcanzan para pactar las transformaciones que el país requiere, pero lo representan y gobiernan en todos los niveles. Tenemos un Estado democrático que se tropieza con sus libertades y su división de poderes, no con la opresión o la anarquía.

La economía política del país presenta grados de concentración y privilegio que frenan su conversión en una moderna economía de mercado. Pero esa misma economía desigual acudió con eficacia a la puerta abierta por el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y convirtió al país en un exportador impresionante, con una planta industrial moderna. Si se abren oportunidades de inversión en el ámbito de la economía interna, la estructura productiva dará también un salto para construir lo que le falta ganar: el gran mercado de consumidores de primera generación que hay en la población pobre de México.

La sociedad mexicana es una sociedad inequitativa, registra graves injusticias y marginaciones. Pero en el fondo de esa sociedad desposeída hay una épica del esfuerzo y del trabajo que no sabemos escuchar en toda su grandeza, ni estimular debidamente, con mejores redes de educación y salud, y mejores oportunidades de trabajo.

Hablo de los millones de mexicanos que han migrado dentro de su país o fuera de él en busca de trabajo y progreso para ellos y los suyos. Esta es la epopeya silenciosa, la ética invisible de México: la de los millones

de mexicanos que van a buscar lo que necesitan donde hay. Y lo encuentran. Creo que México está llamado a ser lo que quiere ser: un país próspero, equitativo y democrático. Cuando escribí Después del milagro, en el año de 1988, pensaba que alcanzaría a ver personalmente ese país. Mi seguridad ahora es más modesta: estoy seguro de que en el arco de sus vidas lo verán mis hijos.

 

En Privado

Diputados: asalto y reforma

Joaquín López-Dóriga

 

Somos un país dividido

por los políticos. Florestán

El viernes pasado medio centenar de los diputados de la llamada izquierda, eufemismo para referirse a los seguidores de Andrés Manuel López Obrador y que comanda René Bejarano, confirmó que están hechos de lo mismo.

La sesión en la que se discutía el dictamen de la reforma laboral comenzó con un Congreso cuyo bloqueo exterior había menguado, lo que parecía ser una buena señal hasta que unos 50 diputados, en su mayoría mujeres, encabezados por Martí Batres, tomaron la tribuna y, a otra señal, asaltaron el segundo nivel donde el priista Jesús Murillo Karam presidía la jornada.

Karen Quiroga y Lourdes Amaya, dos fornidas diputadas del PRD, ensangüicharon al priista, al que los suyos habían dejado desprotegido, arrancándole violentamente el micrófono y a éste el cable. En un instante, el tintero de plata que preside todas las sesiones desapareció de la mesa y ante lo que, a gritos, Murillo Karam anunció un receso de una hora.

En ese correr del tiempo fuera, el coordinador de los perredistas, Silvano Aureoles, desmarcó a su bancada del asalto a la tribuna: ese no era el acuerdo, dijo. Manlio Fabio Beltrones los tachó de minoritarios y violentos, que habían podido secuestrar a su partido, pero no secuestrarían el Congreso de la Unión. En ese mismo tono se expresó el coordinador de los panistas, Luis Alberto Villarreal.

El receso se cumplió cuando en forma imprevista los integrantes de la mesa directiva aparecieron en el balcón de los fotógrafos, en el primer piso, para reanudar la sesión, cuya tribuna seguía en poder de las perredistas, en el que se fijaron posturas y aprobaron la reforma en lo general. En lo particular les llevaría doce horas más, hasta la madrugada del sábado. Así, la reforma laboral pasó como han pasado las otras, con los votos del PRI y del PAN y la ausencia de una parte importante del PRD en su fascinación por automarginarse para luego denunciar la marginación.

Total, que cambió la legislatura, pero no el método de esa izquierda doblada por el mesianismo al que quieren rebasar en ese afán de quedar bien con él, en busca de una sonrisa, de una palmada, de un espacio, de un gracias que nunca escucharán porque él no le debe nada a nadie.

Al revés.

RETALES

1. CIUDADANO. Marcelo Ebrard entregó a don Rogerio Azcárraga Madero, presidente de Grupo Fórmula, el reconocimiento Ciudadano Distinguido,

2. FIRME. Silvano Aureoles permanece como coordinador de los diputados del PRD a pesar de la ofensiva de René Bejarano, desde afuera, y de Martí Batres, desde adentro, y

3. REAPARICIÓN. Josefina Vázquez Mota asistió ayer al homenaje del presidente Calderón a Alonso Lujambio, en Palacio Nacional. Es su primera salida desde las elecciones, hace dos meses.

Nos vemos mañana, pero en privado

Juegos de Poder

De cómo ya comenzó el divorcio de la izquierda

Leo Zuckermann

EXCÉLSIOR

Apropósito del lamentable fallecimiento del gran historiador marxista Erik Hobsbawn, Javier Tello recordaba el dilema imperdurable de la izquierda mundial: seguir la línea moderada y negociadora del Frente Popular francés o la radical revolucionaria de los bolcheviques rusos.¿León Blum o León Trotsky? ¿Buscar la equidad de la sociedad a través del reformismo dentro de las instituciones democráticas o levantarse en armas para derribar dichas instituciones?

Ha sido un dilema cotidiano desde que existe la izquierda. México no es la excepción. Tan sólo hay que ver lo ocurrido estos días con respecto a la reforma laboral en el Congreso. Una parte de la izquierda estuvo dispuesta a negociar con el PAN para sacar adelante las disposiciones relacionadas con la democratización y transparencia de los sindicatos, agenda que, hasta hace poco, enarbolaba la izquierda como una manera de atacar el sindicalismo charro del PRI. Otra parte, sin embargo, no quiso saber absolutamente nada de reformas y, fieles a su estilo, tomaron la tribuna para obstaculizar el proceso legislativo. Son dos posturas encontradas que conviven en la izquierda mexicana: la del diputado Fernando Belaunzarán y la del diputado Martí Batres.

Más allá del Congreso, tenemos a políticos como Graco Ramírez, el nuevo gobernador de Morelos, dispuesto a negociar con quien sea para sacar adelante una agenda de izquierda en su estado, y tenemos rebeldes como el subcomandante Marcos que se fue a hacer la revolución a Chiapas.

¿Dónde se encuentra López Obrador en este espectro? De acuerdo a su conveniencia, se inclina hacia un lado o hacia el otro. Permanentemente vive en la semilealtad con las instituciones democráticas. Todo con el objeto de aglutinar a los grupos tan divergentes de la izquierda.

De esta forma, hoy conviven en la izquierda mexicana tres grupos: los socialdemócratas moderados, donde están políticos como Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera, Gabino Cué y Graco Ramírez; los revolucionarios que están en la clandestinidad en la sierra, como los del EPR, u organizados dentro de algunas universidades, y los semileales, las veletas que navegan según qué viento les favorezca, donde están los que fielmente siguen a López Obrador.

Hace un año, cuando la izquierda estaba a punto de decidir quién sería su candidato presidencial, cuestionaba si no había llegado la hora de que socialdemócratas y semileales se divorciaran (los revolucionarios, que en realidad son escasos y poco visibles, están, por definición, fuera de las instituciones democráticas). Y es que los pleitos y diferencias entre estos dos grupos eran cada vez más evidentes y estridentes. Pero no se divorciaron. Por el contrario, decidieron ir juntos en las elecciones de este año con López Obrador como su candidato. La unión, hay que reconocerlo, les funcionó. Fue factor clave para convertirse en la segunda fuerza política del país. Pero, terminando los comicios, comenzaron de nuevo las divisiones y los pleitos entre los que querían negociar con el nuevo gobierno de Peña Nieto y los que lo desconocían como Presidente.

Al parecer, ahora sí se divorciarán. El anuncio de AMLO de separarse de los tres partidos que lo apoyaron, para formar uno nuevo, a partir de su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), apunta hacia esa dirección. Y, como en todo divorcio, lo que sigue es lo más delicado: la repartición de los hijos y los activos de la familia. ¿Cuántos militantes del PRD, el PT y el MC se pasarán a Morena? ¿Cuántos diputados y senadores tendrá AMLO bajo su control? ¿Habrá gobiernos estatales o municipales que se pasen al bando de la semilealtad?

No va a ser nada sencillo. Ya tuvimos una probadita la semana pasada en la Cámara de Diputados. Pero, con todo, creo que el divorcio es lo más saludable para la izquierda.

Después de la transición a la democracia en España, la izquierda de allá se dividió en dos partidos. Por un lado, quedó la corriente más centrista en el PSOE, bajo el liderazgo de Felipe González. Por el otro, se unieron siete de las corrientes más radicales, identificadas con el comunismo, en torno a IU, liderados por Julio Anguita. El divorcio permitió que el PSOE eventualmente ganara y gobernara el país con mucho éxito. IU, en cambio, casi desapareció.

Lo que hoy no queda claro en México es, después del divorcio, cuál será el ala de la izquierda que prevalezca: ¿La socialdemocracia o la semi-lealtad? ¿Mancera o AMLO? ¿Ríos Píter o Padierna?

 

Razones

Tres Marías: no fue fruto de la estupidez

 

Jorge Fernández Menéndez

 

EXCÉLSIOR

 

No hay que ser un agente de inteligencia estadunidense para presumir que el ataque a la camioneta con placas diplomáticas donde se transportaban dos agentes de la DEA (según la versión oficial, oficiosamente se insiste, sin pruebas, que eran de la CIA), junto con un capitán de la Marina, en Tres Marías, Morelos, no fue fruto de una confusión, sino una emboscada en toda la regla.

Es difícil pensar que los hechos se hayan podido dar de otra manera: la camioneta estaba identificada por placas diplomáticas, era uno de los agentes estadunidenses el que conducía, iban sin escoltas, los disparos en su contra fueron prácticamente todos destinados a aniquilar a los conductores (dirigidos a las lunetas de la camioneta y no a la parte inferior), la persecución se dio por varios minutos y, en ella, aparentemente, participaron a bordo de dos camionetas, personas que no tenían nada que ver con las agencias de seguridad. Tanto según los agentes agredidos como el oficial de la Marina no se trató de confusión alguna, sino de un ataque en toda la línea.

La pregunta es ¿por qué?, ¿qué sucedió para que se diera un ataque de esas características? Y es allí donde no se puede caer en respuestas simplistas ni tampoco, en atribuir la verdad de lo ocurrido a versiones de investigadores no identificados de agencias estadunidenses, que no se identifican como tales y según se divulgó ayer en muchos medios de comunicación. Tampoco a la versión de los abogados de los policías arraigados porque, obviamente, están defendiendo la libertad de sus defendidos.

Puede ser que la emboscada la hayan realizado, como se publicó en EU, agentes policiales que estuvieran confabulados con el cártel de los Beltrán Leyva. Es posible, pero nadie puede asegurarlo por la sencilla razón de que, por lo menos hasta ahora, no existen testimonios firmes al respecto. En todo caso eso no responde la pregunta principal: ¿por qué? Me temo que esa respuesta, si es que el ataque fue efectivamente dirigido con plena conciencia de quiénes eran los personajes atacados (lo más probable por la identificación oficial de la camioneta), hay que buscarla mucho más en la política (y los cárteles y sus asociados hacen política), que en una acción puramente criminal.

Según distintas fuentes consultadas existe una investigación paralela (o conjunta, pero con independencia en el manejo de la misma) de agentes estadunidenses del FBI, junto con la de la PGR, que busca determinar la identidad de los “civiles” que iniciaron la agresión contra el vehículo diplomático desde una camioneta tipo X-trail color amarillo, y una Voyager color verde, que hasta ahora no han sido localizadas. El secreto para saber qué sucedió está en ese punto. Puede ser que los agentes policiales apoyaran a los “civiles” o que simplemente estuvieran en la zona porque, como se informó en su momento (y el hecho ha sido comprobado), estaban averiguando del secuestro de un investigador de la UNAM, que fue liberado por agentes de la Policía Federal precisamente en esas mismas horas. Pero el hecho es que el ataque partió de esas dos camionetas.

Lo extraño es que en ese contexto hay muchas cosas que entonces no tendrían sentido: ¿para qué los Beltrán Leyva, como se dice, hubieran realizado una acción de ese tipo?, ¿para que les cayera encima todo el peso del aparato de justicia de Estados Unidos? Un cártel en crisis, como ocurre con los Beltrán, ¿qué necesidad tendría de ejecutar una acción de provocación de esa magnitud?, ¿en qué podría servirles para su lucha contra las autoridades y contra sus rivales de otros cárteles?

No tiene mucho sentido. Sí lo tiene, por el contrario, pensar en una acción de provocación que vaya mucho más allá de la explicación de que los estadunidenses fueron atacados, porque los narcotraficantes pensaban que los estaban investigando a ellos (¿en un carro con placas diplomáticas en un camino rural que dirige a una instalación naval?). Una acción de provocación que disparara las alarmas a ambos lados de la frontera y que tuviera consecuencias similares a las que se vivieron en San Luis Potosí, luego del ataque a dos agentes de aduanas hace algunos meses.

La investigación del caso Tres Marías debe tener respuestas por lo menos verosímiles. Es verdad que, como decía Adolfo Bioy Casares, en muchas ocasiones hablamos de grandes conjuras y subestimamos, simplemente, la estupidez. Puede ser, pero son demasiadas las coincidencias que se tendrían que haber producido para pensar que ese ataque fue el fruto, solamente, de la estupidez de sus perpetradores.

 

Frentes Políticos

Frentes Políticos

 

EXCÉLSIOR

I. El cuarto encuentro entre el Presidente saliente y el entrante, desde los comicios de julio, sirvió para que Felipe Calderón le presentara a Enrique Peña Nieto la Estrategia Nacional de Seguridad que aplica su gobierno. El mandatario electo llegó a Los Pinos con sus coordinadores, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong; con Calderón estuvieron Alejandro Poiré, Guillermo Galván y Mariano Francisco Saynez, de Gobernación, la Defensa Nacional y la Marina Armada de México, respectivamente, así como Marisela Morales, procuradora General de la República, también estuvo presente Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal.

II. Trogloditas. Alejandro Martí, de México SOS, e Isabel Miranda de Wallace, de Alto al Secuestro, demandaron a los diputados dejar el “troglodismo” y aprobar las reformas pendientes en materia de seguridad pública, que se mantienen rezagadas desde la anterior legislatura. Distintas agrupaciones civiles, organizadas en el Observatorio Nacional Ciudadano, Seguridad y Justicia, solicitaron una reunión con las juntas de Coordinación Política, del Senado y de la Cámara de Diputados, para presentarles sus propuestas en la materia. Martí subrayó que la nueva administración debe reconocer que, más allá de una incruenta guerra en contra del crimen organizado y del trasiego de drogas, lo requerido es un esquema que otorgue seguridad real a las familias mexicanas.

III. Sí van las nuevas Secretarías. Pablo Escudero, presidente de la Comisión Anticorrupción del Senado, anunció que el presidente electo, Enrique Peña Nieto, presentará este mes al Congreso su propuesta para desaparecer la de la Función Pública y crear la Comisión Nacional Anticorrupción. El legislador federal anticipó que se tratará de un tema de interés prioritario en el Poder Legislativo. Sobre la reestructuración del resto de las dependencias… nada todavía. Todo, a su tiempo.

IV. Vicente Fox está convencido de que Enrique Peña Nieto “tiene la voluntad y la valentía que necesitamos”. En entrevista con el diario The Times of India, Fox señaló que el gobierno mexicano está comprometido con reformas en el sector laboral, fiscal y energético, por lo que cree que tanto ese país como México serán dos de los motores que van a mover la economía mundial. Dijo que, si bien la recesión golpeó a Europa y Estados Unidos, en otros países, como India, China, México, Chile o los llamados tigres asiáticos, sus efectos no han sido tan considerables. Respecto a si México podría ser “barrido por una ola izquierdista”, el ex Presidente respondió que la mejor ideología es la de “reducir la pobreza”.

V. El presidente de Mexicanos Primero, Claudio X. González, demandó a Enrique Peña Nieto romper el arreglo político con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación porque “obstruye el cambio profundo en la calidad educativa que necesita el país”. Si no, vaticinó, “será muy difícil transitar hacia una reforma más rápida y sistémica”. Dijo que el gobierno de Calderón no pudo deshacerse de ese acuerdo político y no hay tiempo que perder. El fantasma de Elba Esther Gordillo, la dirigente vitalicia del gremio, se paseó por los pasillos.

VI. Amplían arraigo. Marisela Morales, procuradora General de la República, dio a conocer la ampliación del arraigo por 40 días a los 12 agentes de la Policía Federal involucrados en el caso Tres Marías, de quienes Estados Unidos presume que trabajan para el cártel de los Beltrán Leyva. Explicó que así podrán ahondar y agotar todas las líneas de investigación. La versión oficial dada a conocer por la Secretaría de Seguridad Pública federal, es decir, aquello de que indagaban un secuestro en la zona, simplemente no cuaja.

 

Ventana

Plata y plomo

José Cárdenas

EXCÉLSIOR

Ignacio de Jesús Valladares Salgado no tuvo que esperar a tomar posesión como alcalde de Teloloapan, Guerrero. La víspera recibió una seria amenaza de La Familia Michoacana.

Cuando el perredista transitaba en su automóvil fue abordado por dos hombres con armas disimuladas bajo la ropa, quienes le exigieron nombrar a un director de seguridad municipal, a modo.

Orillado por el miedo, Valladares Salgado les dio morralla de más: prometió designar a alguien neutral a los intereses de los diferentes grupos delictivos que se disputan aquel territorio del norte guerrerense. Seguramente recordó los 12 policías municipales ejecutados el 19 de marzo pasado, como consecuencia de la guerra entre La Familia Michoacana y sus enemigos de Guerrero unido.

“Hago el compromiso de que todo el cuerpo policiaco de Teloloapan, bajo mis órdenes, no les provocará dificultades”. Palabras más o menos. Sin embargo, los abruptos interlocutores le exigieron un acuerdo más claro: “Queremos que su gente se mantenga al margen y eso es un compromiso que estamos haciendo ahorita, para que la fiesta esté en paz y nosotros no nos metamos más con la policía”.

Así lo revela en un video, de casi seis minutos, difundido en la plataforma YouTube: (http://www.youtube.com/watch?v=u6EifjHFxNY).

El alcalde de Teloloapan asegura desconocer a las personas que lo abordaron… pero en vía de mientras hizo pública la intención de solicitar licencia al cargo.

Calificar como “presión” tal encuentro con sicarios es un eufemismo.

Valladares Salgado fue empujado a un callejón, donde la única salida es la entrada. Si no cede, sus días están contados… si pide licencia, de todos modos su vida seguirá en peligro.

Este caso es dramático… pero no único.

Teloloapan es sólo uno de los dos mil 440 municipios del país a merced de las bandas delictivas. Cifras de la PGR señalan que en la mitad —más de mil 200— domina la presencia del narco.

Para el investigador del ITAM Edgardo Buscaglia la realidad es más grave de lo que reconocen las autoridades. Advierte que 64% de las alcaldías están infiltradas… y 8% permanecen en poder de las mafias delictivas.

Los municipios, abandonados a su suerte por la Federación, son blanco fácil ante el poder bélico y corruptor de los cárteles. Los señores del narco ponen y quitan bajo la única ley que vale: la de sus “tompiates”.

Al tiempo que soldados, marinos y policías federales descabezan a las bandas criminales, los tentáculos del narco se adueñan de instituciones y voluntades… y llenan los vacíos que deja el Estado ineficaz.

Mientras, la cadena de la ley y el orden será tan fuerte como su eslabón más débil.

MONJE LOCO: Pare de sufrir. Por fin, este jueves, Marcelo Ebrard entregará el tramo de la Super Vía Poniente —de Santa Fe a las Águilas—. Las broncas y los litigios vecinales que esperen. Cuando se entregue completa, la megaobra permitirá recorrer en 20 minutos lo que ahora tarda 80 minutos. Claro, lo bueno cuesta: cinco pesos por kilómetro. El tramo faltante se entregará el 30 de noviembre, igual que las autopistas urbanas. El viacrucis ha durado más de dos años y medio. Por fortuna, no hay plazo que no se cumpla… ni deuda (social) que no se pague.

 

Jaque Mate

Peña y el 68

 

Sergio Sarmiento

ZOCALO SALTILLO

Es paradójico que este 2 de octubre se hayan multiplicado las protestas contra el presidente electo Enrique Peña Nieto, quien tenía dos años de edad el 2 de octubre de 1968. Pocos políticos actuales, de hecho, tienen edad para haber estado activos hace 44 años.

Uno es Porfirio Muñoz Ledo, quien contaba con 35 años de edad y era secretario general del IMSS. En 1969, de hecho, Muñoz Ledo pronunció un discurso en el que defendió a Gustavo Díaz por haber evitado “que se deteriorara la autoridad que el Estado ejerce sobre los intereses particulares”.

 

Me responden que el cuestionamiento a Peña Nieto es por haber ordenado la represión del movimiento de San Salvador Atenco. Éste, sin embargo, surgió en 2002 cuando Vicente Fox era presidente de México y Arturo Montiel gobernador mexiquense. Lo que sí ocurrió en el gobierno de Peña Nieto fueron los disturbios del 3 y 4 de mayo de 2006 en que hubo un muerto y varios lesionados. Pocos recuerdan, sin embargo, lo que realmente ocurrió.

El conflicto estalló el 3 de mayo cuando un gobierno municipal del PRD en Texcoco ordenó la reubicación de los vendedores ambulantes del mercado Belisario Domínguez. Ocho de los 48 se negaron y la Policía Municipal los desalojó. Los ambulantes pidieron ayuda al Frente del Pueblo en Defensa de la Tierra de Ignacio Valle, organización creada para oponerse al aeropuerto de Texcoco pero que sobrevivía pese a que el proyecto se canceló en 2002, y a miembros del comité general de huelga de la UNAM. Pronto se integraron también contingentes extranjeros, entre ellos unas mujeres españolas. El Gobierno perredista de Texcoco pidió apoyo a la Policía Estatal de Enrique Peña Nieto.

 

El Frente y el CGH bloquearon la carretera Texcoco-Lechería. Varios policías fueron salvajemente golpeados por los activistas. Se pidió por ello también el respaldo de la Policía Federal de Vicente Fox.

 

El 4 de mayo se llevó a cabo un operativo de policías estatales y federales que desbloquearon la carretera y persiguieron a los activistas. Los elementos cometieron abusos. Hubo detenciones ilegales, golpes y abusos sexuales que han sido documentados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

Pero nadie recuerda que el enfrentamiento fue provocado por la decisión legítima de un municipio de desalojar a unos ambulantes ni tampoco del bloqueo de la carretera. Parece haber consigna, por otra parte, para no acordarse de que cuando se documentaron los abusos el gobierno de Peña Nieto fincó responsabilidades a los policías mexiquenses, por lo que varios están purgando penas de hasta 60 años, mientras que el Gobierno federal nunca presentó acusaciones contra los suyos, tan o más responsables que los otros.

Hay diferencias muy fuertes entre el Díaz Ordaz de Tlatelolco y el Peña Nieto de Atenco. Díaz Ordaz ordenó un ataque con armas contra una manifestación pacífica, que no bloqueaba ninguna vía de comunicación, el cual dejó un saldo de cerca de 40 muertos identificados. Peña Nieto ordenó un operativo conjunto con el Gobierno federal, de hecho con mando federal, para desalojar el bloqueo de una importante carretera después de que un gobierno municipal perredista pidió apoyo y de que algunos policías fueron salvajemente golpeados por los activistas. Quizá el problema de Peña Nieto es que hoy gozamos de una mayor libertad de información de la que teníamos en 1968.

VOTO X VOTO

La ley ordena destruir las boletas electorales del 2006, cuya salvaguarda ha costado 426.8 millones de pesos según Milenio. Habrá pues que destruirlas. Pero no hay razón para que no sean fotografiadas como documentos históricos para que, si alguien lo desea, haga el recuento voto por voto.

 

Cristalazo

Tambores de guerra

Rafael Cardona

CRÓNICA

La imposición por la vía legislativa del voto directo secreto y universal para elegir a los dirigentes sindicales no plantea problemas de conformidad con los principios de libertad sindical.

-Como siempre, la doble moral de éstos…

 

Acto seguido el notable priista tira sobre una silla del desayuno el periódico del día. Una plana completa del Partido Acción Nacional en cuyo texto incendiario se condena al Partido Revolucionario Institucional por una ley cuyo texto los diputados azules también aprobaron en la célebre tarde de la presidencia en el balcón.

 

“Miente el PRI cuando dice que al promover el voto libre secreto y directo afectamos las libertades de los sindicatos; de acuerdo con la resolución 360 de la Organización Internacional del Trabajo, la imposición por la vía legislativa del voto directo secreto y universal para elegir a los dirigentes sindicales no plantea problemas de conformidad con los principios de libertad sindical:

 

“Miente el PRI cuando dice que la iniciativa de reforma laboral enviada por el presidente Calderón no contemplaba la propuesta del voto libre, directo y secreto. En la propuesta enviada por el Ejecutivo federal se establece claro el ejercicio del voto libre y secreto.

“El PAN defendió la democracia, la libertad y la transparencia sindical; sin embargo el PRI, PVEM y Panal decidieron seguir solapando la corrupción. Una vez más los intereses de estos partidos políticos le quedan a deber a millones de mexicanos un entorno laboral más transparente y justo.

“En Acción Nacional seguiremos trabajando —advierten— para conseguir esos cambios que son necesarios para el desarrollo de México, insistiremos hasta conseguir que los sindicatos que aún viven en la opacidad estén obligados a rendirle (s) cuentas a sus agremiados”.

Esta airada denuncia, este clamor por la moralidad sindical, tan tarde y tan enjundioso, parece ser una respuesta mediática —dicen—, nada más al desplegado (también) del Partido Revolucionario Institucional del lunes anterior.

 

En una plana entera los diputados del PRI se dirigen a la opinión pública y ante ella se preguntan:

 

“¿Por qué el PRI aprobó en la Cámara de Diputados la reforma laboral?”.

 

Y en el inciso cuarto explican lo relacionado con la “transparencia sindical” y la rendición de cuentas:

“… (Porque) garantiza el derecho de las minorías a la información sobre el manejo de recursos; establece periodos definidos para rendir cuentas a los agremiados y define responsabilidades por omisión”.

Si el PAN se alía con el PRD en pos de esa cuestión tan llamativa y fácil de venderle al gran público, el resultado será previsible: el PRI los dejará solos; la minuta se regresará con adiciones y chipotes a la Cámara de Diputados y la última obra legislativa de Felipe Calderón se irá a la basura en espera de mejores tiempos. Será preferentemente desechada.

 

En esas condiciones el PAN pretendía desde el martes una audacia mayor: aprobarlo todo en “súper fast track” y devolver a la cámara de origen el documento sin una sola enmienda. Ni una coma. Ni un punto. Pero con la otra mano insistía en golpear al PRI.

FINAS PERSONAS

Como es de esperarse, hoy las tribus más violentas irrumpirán en torno del Senado de la República, estrangularán la circulación, pondrán en peligro a los viandantes y si tienen huevos a la mano se los tirarán a quienes por ahí circulen, especialmente si se trata de periodistas ajenos a su dogma y contento.

 

Por lo pronto, el PRD y las izquierdas han dado cuenta de hasta dónde llega su imaginación: han inaugurado la protesta (literalmente) mierdera.

 

Sacar de la maleta una bolsa llena de caca y embarrársela en la cara al prójimo uniformado o no es algo más allá de todo límite para manifestar cualquier cosa, en especial la protesta política.

Excepto si se usa una muestra de la calidad ideológica o la materia del ánimo.

 

“Un joven se acercó a las vallas, abrió su mochila y sacó una bolsa de plástico con excremento, la rompió, extendió la mano y la embarró en la cara de un oficial. Los jaloneos subieron de intensidad. Los granaderos ignoraron las órdenes de sus jefes y comenzaron a tirar patadas y a lanzar gas pimienta contra los manifestantes”, dicen las crónicas de la prensa.

Hemos pasado del respeto a los derechos humanos para inaugurar los derechos excrementicios.

 

Contra la tiranía del debate y el voto

 

Jesús Silva-Herzog Márquez

Grupo Reforma

El espectáculo no es nuevo. Lo hemos visto mil veces y no deja de ser ridículo. Buena parte de la bancada de izquierda toma la tribuna por asalto con la intención de impedir, o por lo menos obstruir alguna votación. Uno puede imaginarse la emoción épica de los organizadores de la toma: cuando se dé paso a las votaciones, nos ponemos las camisetas, sacamos las pancartas y subimos hasta la mesa directiva. Tú arrebatas el micrófono mientras todos gritamos “No al PRIAN”.

El asalto transforma el espacio legislativo y a los legisladores. El congreso deja de ser un lugar para el debate para ser carpa de un espectáculo absurdo e ineficaz. Los diputados dejan de ser los representantes populares sujetos a un código deliberativo y se convierten en actores de una mala comedia política que tiene por objeto la conquista del micrófono, la ocupación de una mesa, la repetición de consignas bobas—toda consigna es boba.

Muchos dirán que se trata de una banalidad; que no tendríamos ya por qué perder el tiempo con esos espectáculos triviales. Creo en lo contrario: los actos que pretenden impedir el funcionamiento del congreso son inadmisibles y mal haríamos en pensar que se trata de simples anécdotas irrelevantes. Difícilmente podremos tener una democracia sólida si no contamos con congresistas que defiendan al Congreso, que respeten el principio deliberativo y el criterio de votación mayoritaria. Lo curioso de el espectáculo frecuente en nuestra legislatura es que el operativo proviene precisamente de los legisladores. Son los diputados los que pretenden imponer su voluntad por medio de una conquista física del congreso. Son ellos quienes querrían silenciar a los otros e imponer su voluntad por encima de los votos.

La toma de tribuna es un espectáculo de inspiración radical y de expresión burlesca. Retórica épica y teatralidad caricaturesca. Por una parte, parece un acto esencialmente revolucionario: los verdaderos representantes del Pueblo toman el poder en sus manos para cambiar la historia. Desplazan a los traidores para instaurar el gobierno del pueblo. Pero este acto sin riesgo termina en simple desahogo. Los diputados gritan, repiten algunas frases, muestran camisetas, despliegan pancartas y se regresan a sus asientos, seguramente satisfechos de que dieron lo mejor de sí mismos para impedir el atropello. La sesión continúa tarde o temprano, después del paréntesis.

La ocupación de la tribuna del Congreso tiene una misión justiciera, por supuesto: impedir la tiranía del debate y esa imposición grotesca de la votación mayoritaria. A la pedestre lógica de la deliberación contraponen la retórica de los cuerpos que ocupan físicamente el espacio legislativo, los gritos que asfixian cualquier argumento. Se trata, como siempre advierten, del último recurso: ellos querrían quedarse a escuchar el debate desde su curul pero se ven obligados al asalto. No les queda de otra. Se ven forzados a impedir a gritos que otros hablen y que se imponga la cuenta de los votos. Quienes toman la tribuna definen sus contribución a la vida parlamentaria en los términos más pedestres: bultos que gritan. A su grupo político aportan cuerpo y ruido.

Hay, desde luego, una filosofía detrás de la toma de tribuna. Es la denuncia del mayoriteo, extrañísima expresión que convierte a la regla básica de la democracia en acto reprobable. Mayoritear: verbo de una democracia vergonzante. Valdría recordar para acentuar el absurdo que el nuevo congreso se formó con el reconocimiento de todas las fuerzas políticas.

Si en la elección presidencial hubo inconformidad, no la hubo en cuanto a la formación de las asambleas federales. En ese sentido, la idea de boicotear la decisión mayoritaria es aún más aberrante. No se cuestiona la representatividad del Congreso y aún así se pretende, desde el Congreso mismo, obstaculizar su funcionamiento.

Afortunadamente, el último asalto recibió una trompetilla de la mesa directiva de la Cámara de Diputados: si lo que les importa es el espacio físico del palacio legislativo, quédense con las sillas y con los micrófonos. Nosotros dirigiremos la sesión desde el palco. Hay que romper el circuito del chantaje y exhibir la ridiculez de una conducta políticamente ineficaz pero democráticamente corrosiva.

 

Clase Política

Pemex, palanca de desarrollo

Miguel Ángel Rivera

 

El sector energético no puede esperar más el cambio necesario para convertirse en una verdadera palanca de desarrollo, afirmó David Penchyna Grub, del PRI, al instalar la Comisión de Energía del Senado, de la cual será presidente. No podemos mentirle a la sociedad. Modernizar Pemex no significa que el Estado pierda la rectoría de los recursos que le pertenecen a todos los mexicanos, por el contrario, representa la invaluable oportunidad de convertirla en una empresa eficiente y productiva que detone el crecimiento económico, el desarrollo social y los empleos que nos demanda la ciudadanía, manifestó José Ascención Orihuela, en nombre de la bancada del PRI.

Por separado, el ex priísta Manuel Bartlett, ahora coordinador de la bancada del PT, dijo que las fuerzas progresistas deberán estar atentas para evitar que la anunciada reforma energética sea una forma encubierta de ceder la riqueza petrolera a intereses extranjeros.

La cosecha

Mientras se intensifican versiones extraoficiales de que el Senado modificará la reforma laboral aprobada por la Cámara de Diputados, el presidente de la Comisión de Trabajo de esa cámara, Ernesto Gándara, informó que será mañana viernes cuando inicien el análisis de la minuta enviada desde San Lázaro y confirmó que continuarán las reuniones con organizaciones sindicales, para las cuales fungirán también como enlaces Javier Lozano (PAN) y Alejandra Barrales (PRD).

Sería muy prematuro aventurarme a decir si se va a cambiar o no, manifestó por su parte el coordinador de los senadores priístas, Emilio Gamboa Patrón, quien tuvo una jornada muy intensa para atestiguar la instalación de las comisiones.

Marginada de la Comisión del Deporte, la ex campeona mundial de atletismo Ana Gabriela Guevara iniciará en breve un intenso programa de trabajo enfocado a mejorar la preparación de los deportistas en todas las entidades federativas, sin distingos.

Una auditoría a la empresa concesionaria del servicio público de agua en Aguascalientes ha generado un conflicto legal en el cual está envuelto el auditor Sergio Gómez Partida y podría resultar afectado el prestigio del Tecnológico de Monterrey.

Líos también parecen perseguir al presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan, esta vez por declaraciones en las que dio a entender que las empresas concesionarias de televisión son responsables del fracaso del programa de transición de televisión digital terrestre, llamado popularmente apagón digital. Especialistas allegados a las televisoras dijeron que el retraso es responsabilidad del titular de Cofetel y señalaron como ejemplo el caso de Tijuana, que debe ser la primera ciudad donde se produzca el cambio, pero a seis meses de la fecha de inicio del programa no hay campañas informativas, ni se ha iniciado la licitación para elegir el proveedor de los codificadores.

 

Astillero

• Prisas expiatorias

• 2006 igual a 2012

• Impedir revisiones

• (Otro) golpe electoral

Julio Hernández López

 

El consejo general del IFE ha dado un paso más en favor de Enrique Peña Nieto, al ordenar la destrucción del material electoral correspondiente no solamente a 2006 sino, sobre todo, a 2012, en una abierta y vergonzosa chicana que pretende impedir que cortes o tribunales internacionales cuenten en el futuro con sustento documental para analizar lo sucedido este año con el impugnado triunfo formal del candidato priísta.

En medio del escándalo de Soriana, Mónex y otras formas de compra de votos y de financiamiento ilegal de la campaña y la operación electoral del mexiquense, y a sabiendas de que el Movimiento Progresista había anunciado la decisión de acudir legítimamente a instancias externas para solicitar la revisión del proceso electoral (recurso que incluso podría ser presentado por otras instancias, como hizo la revista Proceso respecto de 2006), los consejeros del IFE dan un golpe de mano para ordenar la desaparición del material del calderonismo ya feneciente pero, sobre todo, del peñanietismo aún susceptible de impugnaciones jurídicas de largo tracto.

Cierto es que, en estricto sentido, la papelería electoral correspondiente a 2006 ya no está en condiciones de probar nada. Los mismos actores que en aquella ocasión habrían cometido fraude en las urnas y en el conteo manual y cibernético de los votos tuvieron mejorada oportunidad de hacer acomodos documentales a lo largo del sexenio en que ejercieron un poder abusivo. Por desgracia, el proceso de desgaste al que fueron sometidas las fuerzas armadas durante la actual administración hace que sea imposible confiar en que el resguardo verde olivo hubiese podido impedir que los beneficiarios de aquel fraude, ya instalados en la comandancia suprema, adulteraran las constancias electorales.

Por esas mismas condiciones (una especie de carencia inmanente de confiabilidad), los papeles de 2006 tampoco tienen importancia académica de largo plazo o política en lo inmediato. Nada sustancial y atendible saldría del eventual trabajo de investigadores sobre ese material en entredicho, y nada se podría hacer ya para deponer o impedir el ejercicio ilegítimo del poder que se derivó de aquellos episodios. La nueva concurrencia electoral, en 2012, llevó incluso al líder de los ciudadanos convencidos de que hubo un fraude seis años atrás a otorgar un perdón al gran infractor, Felipe Calderón, a mirar hacia un futuro electoral rediseñado (con un partido propio, Morena) y a no estancarse en el pasado.

Queda, desde luego, el plano histórico: el de la memoria y el del juicio que sobre esos comicios habrá de escribirse. Calderón no ha podido librarse a lo largo de su funeraria administración de las acusaciones públicas de ejercer un poder ilegítimo y de ser un espurio. Desde esa perspectiva, el nuevo depositario de similares impugnaciones es bien servido por el consejo general del Instituto Federal Electoral, al ser aprobada la destrucción de la mencionada papelería de 2006 y, con premura delatora, la del presente año.

Destruir boletas, actas y demás material escrito es un acto político contra las últimas referencias palpables del desorden inducido que permitió seis años atrás el despojo a un candidato reformista y la imposición de un personaje sombrío pero siempre servicial para con los poderes reales que le inventaron una hazaña de última hora y un muy reducido margen de diferencia, aun en esos mismos números oficiales adulterados. Mas, en su significativa premura, los amables consejeros del IFE han colocado en el mismo cesto los casos de Calderón en 2006 y de Peña Nieto en 2012.

No es solamente la pretensión de remachar mediante destrucciones documentales que lo del licenciado Calderón es cosa juzgada, sino hacer la misma limpieza en los archivos de 2012. No es, desde luego, que en esta ocasión el fraude se cometiera al estilo usado seis años atrás, pues ahora se practicó el método extracasillas, comprando abiertamente el voto, usando ríos de dinero oscuro para la operación de ejércitos de mapaches y movilizadores electorales y dejando en las actas oficiales tan frías constancias numéricas que a pesar de su apabullante resultado no produjeron entusiasmo ni jolgorio más que en la élite peñanietista.

Es muy probable que en los documentos condenados a la desaparición no se pudiesen encontrar las evidencias integrales de los fraudes disímbolos cometidos por expertos en la materia, pero los propios consejeros del IFE han colocado ahora en el mismo nicho los dos procesos impugnados. Les urge conjurar los fantasmas que se siguen moviendo en las calles y que perseguirán al segundo beneficiario de procesos electorales altamente irregulares. Y tratan, envalentonados por la impunidad con que hasta ahora se han movido, de aparentar que este proceso, el del presente año, fue un ejemplo de buen manejo y mejores resultados (los de este año, los comicios mejor organizados de la historia, se ha autoelogiado Leonardo Valdés Zurita).

En términos generales, el aparato institucional de gobierno y representación está mostrando un cinismo aceleradamente creciente, que pretende ajustar irregularidades e incluso criminalidad a los parámetros de una legalidad que mantienen bajo control extremo. Van amenazando a expresiones críticas y disidentes, advierten a legisladores de oposición de los castigos a que se harán merecedores si persisten en plantones o tomas de tribuna, mantienen bajo amago o bajo compra a una buena parte de los medios de comunicación y tratan de imponer una verdad oficial, en este caso, la inexistencia de fraudes electorales, ni en el distante 2006 ni en el reciente 2012 en el que, casi nada más por guardar las formas, bien habrían hecho los consejeros electorales en no equipararlos, y dejar esos papeles oscuros en un reposo sexenal a sabiendas de que, a fin de cuentas, las pillerías en esta materia comicial son difíciles de demostrar (aunque sucedan a los ojos de mucha gente), y que el ejercicio del poder comprado se irá cumpliendo, haiga de ser como haiga de ser. ¡Hasta mañana!