La Humanidad está aún a tiempo de evitar catástrofes irreversibles limitando a dos grados Celsius el aumento de la temperatura del planeta, aunque para ello debe actuar de forma urgente, según la científica brasileña Thelma Krug, recién elegida vicepresidenta del IPCC.

“Básicamente, tenemos las formas y los medios, tanto técnicos como económicos, para limitar el cambio climático”, dijo Kurg por teléfono desde Dubrovnik, donde ayer concluyó la sesión anual del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en la que fue elegida para el cargo.

La experta precisó que ese objetivo implica “limitar el aumento de la temperatura media global (de la Tierra) a 2 grados Celsius como máximo” respecto al clima de 2010.

Para ello, es necesario reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero respecto a las de 2010 entre un 40% y un 70% hasta 2050, y eliminarlos por completo para 2100, explicó.

Ese objetivo “es posible. Pero para esto vamos a requerir cambios muy grandes, de larga escala, particularmente en los sistemas de energía”, advirtió la investigadora.

Con 195 Estados miembros, el IPCC es el máximo órgano internacional sobre la ciencia del calentamiento y su labor fue galardonada en 2007 con el Premio Nobel de la Paz.

Krug encabeza la Oficina de relaciones internacionales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de San Pablo y desde 2002 copreside el Grupo especial sobre los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero del IPCC.

En la Cumbre mundial del Clima que se celebrará en París en diciembre, el IPCC enviará un mensaje claro de que si no se realizan grandes esfuerzos y se dan los pasos necesarios, el calentamiento de la Tierra tendrá consecuencias negativas irreversibles en los sistemas no solo ambientales, sino también sociales y económicos.

En su quinto y último informe de evaluación, correspondiente a 2014, el IPCC presenta una amplia gama de medidas tecnológicas y modificaciones de comportamiento para lograr el objetivo establecido de frenar el calentamiento del planeta.

“Nuestro mensaje también es que es esencial empezar con esas medidas y cambios de comportamiento lo antes posible, porque más tarde los costos serán mucho mayores y sólo así se garantiza el éxito”, indicó Krug.

La especialista de 64 años avanzó que como nueva vicepresidenta del IPCC, intentará conseguir una mayor participación de científicos jóvenes y mejorar la identificación y uso de la literatura científica disponible en los países en desarrollo.

Por otra parte, Krug se congratuló de que la nueva dirección elegida en la reunión de cuatro días en Dubrovnik no sólo “es muy fuerte”, sino que además ha logrado un mayor equilibrio de género en la organización.

Como ejemplo recordó que de los tres vicepresidentes, dos son mujeres, y otras varias científicas ocupan posiciones también fundamentales del nuevo directivo.