Se trata del primer varapalo bajo la nueva Era de Ana Botín como presidenta de Banco Santander Central Hispano (BSCH) luego de suceder al frente del Consejo de Administración a su padre Emilio Botín, fallecido en los primeros días de septiembre del año pasado.
El huracán ha salido desde Estados Unidos para cruzar el Atlántico y tomar por sorpresa -después de la hora de la merienda-, a analistas, especialistas, autoridades supervisoras y por supuesto a la propia área ejecutiva del banco que se enteró por un comunicado emitido por la Reserva Federal.
La minuta pública señalaba que el banco Santander no había aprobado las pruebas de estrés aplicadas por el órgano supervisor americano, una inspección conocida bajo el nombre técnico de stress tests and capital planning.
En suma una exhaustiva inspección de varios indicadores financieros de todos los bancos que operan en la circunscripción estadounidense a fin de no exponer a riesgos elevados a ningún cliente norteamericano que realice cualquier tipo de operación fundamentalmente como ahorrador e inversionista.
El examen anual realizado por la FED es conocido como The Comprehensive Capital Analysis and Review (CCAR) y en éste se indaga en la salud financiera de todas las instituciones de crédito con activos superiores a los 10 mil millones de dólares.
La fiscalización acuciosa y estricta pretende evitar una crisis financiera derivada de un contagio por la quiebra de alguno de los grandes bancos, con el consecuente golpe socioeconómico que implicaría para un considerable volumen de clientes.
El parteaguas en la adusta visión supervisora del Tío Sam fue precisamente la caída de un coloso como Bear Stearns, el banco de inversiones que a principios de 2008 se declaró súbitamente quebrado cuando un año antes había reportado 20 mil millones de dólares en valor de mercado.
La lección quedó bien aprendida y desde entonces, año con año, los hombres de negro del banco central pasan bajo la lupa a los gigantes financieros revisando: 1) Su capital interno. 2) Nivel de activos. 3) Distribución del capital. 4) Niveles de cobertura de capital sobre de pasivos. 5) Pasivos de riesgo. 6) Pago de dividendos y otros pagos a accionistas. 7) Relación de activos y capitalización sobre de pérdidas, pasivos y otras cuentas pendientes.
Es decir, el Santander ha sido testeado en su información, revisado en cuanto a sus requerimientos reales de capital, en sus planes de expansión inmediata y en el protocolo de actuación del banco de qué hacer ante un abanico de escenarios económicos adversos. ¿Cuál sería el plan b para mitigar una emergencia? ¿Cómo reaccionar para evitar un colapso que afecte a sus clientes y por ende, a la economía y en consecuencia al sistema financiero?.
¿Qué secuelas tiene reprobar el test de estrés para la entidad con matriz en España? Partamos que se trata del segundo año consecutivo que su franquicia americana suspende.
Este año, de los 28 gigantes bancario analizados, únicamente el banco español presidido por Botín y el alemán Deustche Bank han recibido la reprimenda de las autoridades estadounidenses. El BBVA que preside Francisco González superó todos los controles.
Santander Holdings USA es la filial del conglomerado español y deberá realizar sendos cambios en su parte corporativa para convencer a la FED de su capacidad de reacción ante una crisis inusitada.
De no hacerlo, la legislación americana es muy clara al respecto: Santander Holdings USA no podrá pagar dividendos a la matriz española. A fortiori se afecta tanto a los miembros del Consejo de Administración como a los accionistas del grupo.
Para Botín es una piedra en el zapato que intentó esquivar con movimientos anticipados en la dirección de la filial tras mover -hace unas semanas-, a Ramón Blanco por Scott Powell al frente de la entidad bancaria.
Inclusive hasta se confió, lo manifestó al pasado 3 de febrero, durante la presentación de los resultados anuales del BSCH señalando que todas las tareas de readecuación habían sido realizadas y que éste sería un año de consolidación en todas las áreas de gestión; incluidas, por supuesto todas las delegaciones fuera de España.
Santander Holdings USA aporta a la casa el 10% de las ganancias del grupo aproximadamente 800 millones de euros y detenta una participación importante dentro del cliente promedio americano.
¿Qué debe mejorar la filial a juicio de la FED? 1) Modificar las insuficiencias específicas detectadas en su gobierno corporativo. 2) Incrementar sus controles internos 3) Clarificar la identificación y gestión de riesgos. 4) Solidificar sus sistemas informáticos.
Si bien la institución aprobó el radio de capitalización mínimo exigido (del 5%) con un 9.4% (Tier 1) fue señalada por “deficiencias críticas y generalizadas en sus planes de capitalización”.