“Estamos luchando juntos con el senador Manuel Cota Jiménez, Presidente de nuestra Organización para que interceda con las instituciones del gobierno federal e incluso con el Presidente Enrique Peña Nieto, para que se desarrolle un Programa Integral de la Cafeticultura en México, a fin de rescatar esta rama como la fuente de empleo y divisas que fue”, anunció Héctor Gabriel Barreda Nader, líder de la Unión Nacional de Productores de Café, afiliada a la CNC.
En entrevista, informó que el Senado de la República analizó ya el tema fitosanitario derivado de la presencia de la “roya naranja” que afecta a la cafeticultura nacional, por conducto de la Comisión de Agricultura y Ganadería que preside el senador Manuel Cota Jiménez, presidente de la Confederación Nacional Campesina, con proposiciones y un punto de acuerdo en el que se exhorta al gobierno federal a emprender medidas y programas por conducto de las Secretarías de Agricultura, de Medio Ambiente y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, para el combate y control de ese padecimiento de los cafetales del país.
Estamos convencidos, agregó Gabriel Barreda, de que las acciones de apoyo sanitario, la repoblación de plantaciones y la introducción de variedades resistentes al ataque de la roya, debe ser integral y de aplicación generalizada en todos los estados productores, en el entendido de que este mal ataca por igual, a plantas jóvenes y viejas.
El dirigente recordó que en las décadas de 1950 a 1980, la cafeticultura mexicana se convirtió en una de las actividades agrícolas más dinámicas del campo mexicano. Al mismo tiempo que proporcionaba más de 450 mil empleos directos entre los productores del aromático y alrededor de 2 millones de empleos indirectos, era fuente de divisas para la economía del país. Su nivel de producción se ubicó en 5 millones de sacos en promedio anual, de 60 kilogramos cada uno, de los cuales 4 millones tenían como destino el mercado internacional y un millón de sacos era para consumo nacional.
Actualmente, si bien la superficie sigue siendo la misma, alrededor de 700 mil hectáreas en posesión de 500 mil pequeños productores de 12 estados de la República, la productividad se desplomó hasta llegar a una expectativa de producción, en el ciclo 2014 – 2015, de poco más de 2 millones 200 mil sacos, lo que significa una caída de casi el 50 % con relación a los mejores tiempos, de los cuales se prevén exportar alrededor de un millón.
Hoy, aseguró, existe consenso entre los productores de café, en atribuir la tendencia a la baja de productividad y calidad, al descuido de las instituciones responsables de apoyar las actividades fitosanitarias durante los dos sexenios en que gobernó la derecha en México. “Doce años de hacer nada a favor de la cafeticultura, entre 2001 y 2012, ahora vemos los resultados desastrosos”, afirmó Barreda Náder.
De acuerdo con el dirigente, se requieren programas contundentes de tipo sanitario para combatir de manera eficaz la roya normal, la broca y, últimamente, al dragón naranja, y, por otra parte, impulsar la repoblación de las plantaciones viejas. Se estima que actualmente más del 70 por ciento de la cafeticultura nacional, mantiene rendimientos decrecientes por esa causa”.
Creemos que el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, está en posibilidades de proporcionarnos plantas que han demostrado resistencia a la roya común y ahora la llamada ‘naranja’, para que se promueva la instalación de viveros en todos y cada uno de los estados productores, dijo.
El líder de la Unión Nacional de Productores de Café de la CNC sostuvo que se ha trabajado para que juntos, productores, gobierno federal y gobiernos estatales, emprendan un Programa Especial Integral, que contemple la producción masiva de plantas resistentes a la roya, lo que, al mismo tiempo, abriría la oportunidad de aplicar un programa de repoblación y renovación de cafetales, con variedades resistentes a dichas plagas y acciones contundentes de sanidad vegetal, finalizó.