Los residentes de zona de discotecas en el barrio de St. Pauli, en Hamburgo, Alemania, están dándoles una lección a trasnochadores que orinan en las paredes de los edificios públicos, con la ayuda de una nueva pintura de alta tecnología que provoca que la orina rebote contra a ellos.

Un grupo de ciudadanos se dio a la labor de aplicar la pintura especial -repelente al agua y utilizada en la construcción naval- en dos edificios especialmente frecuentados en la famosa zona de discotecas cerca del puerto para disuadir a los “wildpinkler”, como los llaman los alemanes.

Con esto enviamos un mensaje directo a los salvajes que orinan sobre estos muros, de que no son bienvenidos”,  advirtió Julia Staron, quien creó el grupo.

“La pintura protege los edificios, a los residentes y, lo más importante, se envía una señal de que este comportamiento no es tolerable”, aseguró.

En un video publicado en YouTube que atrajo a 181 mil usuarios en un solo día, se aprecia a Staron poniendo carteles en alemán e inglés con la leyenda: “¡No pis pis aquí, porque se les revertirá!”.

La pintura especial, sin embargo, es cara. Staron dijo que pintar un área de seis metros cuadrados cuesta unos 500 euros, pero destacó que lo hecho hasta el momento ha valido la pena y ha tenido una reacción positiva entre los vecinos del lugar.