LA GRATUIDAD EN AL EDUCACIÓN, ¿FRAUDE?
Sí Usted recuerda, una de las pocas cosas que trató de hacer bien el gobierno de LEONEL GODOY RANGEL, fue decretar la “gratuidad de la educación” desde preescolar hasta la educación superior. Se trataba pues, que ningún michoacano que quisiera estudiar, tuviera como pretexto para no hacerlo, el tener que pagar cuotas, inscripciones, reinscripciones, todo tipo de exámenes extraordinarios, adicionales, etc. En fin, ningún pago, por ningún motivo, ¡nada!, uta, que a todo dar, por fin desparecerían las famosas cuotas “voluntarias” en las escuelas, nada había que pagar, todo lo pagaría el estado. El gozo se ha ido al pozo, como casi todo lo que hizo el gobierno perredista de GODOY RANGEL, la gratuidad en la educación michoacana, no fue planeada y ejecutada con el soporte financiero que se requería, es decir, todo lo que las escuelas de educación preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y universidades e institutos de educación superior, cobraban de cuotas de inscripción o del tipo que fuera, el gobierno del estado las pagaría en lugar de los estudiantes, solo que como la administración pública era y es un desmadre, a las instituciones educativas no les han pagado tales “cuotas” y la mayoría han colapsado en su diminuta economía y ahora resulta que las autoridades de esos centros educativos, han reinventado las “cuotas” mediante conceptos no muy raros como “cuotas de recuperación”, “donativos voluntarios”, etc. De esta forma, la famosa y prometedora “gratuidad de la educación” terminó en un ridículo fraude y no solo eso, sino que las actuales autoridades, no saben cómo revertir el asunto y mucho menos saben cómo resolverlo, así que de manera “extraoficial” se les está dando la “instrucción” de inventar cuotas, de cualquier tipo de modalidad, pero aclarando que nunca debe de llevar el concepto de “cobro”. Abusadillos, pero los “representante populares” es decir, los diputados al Congreso del Estado, no han dicho “esta boca es mía” para defender a la ciudadanía que representan. ¿Habrá alguien que defienda a la sociedad?