Desde el medio día del sábado José Manuel de la Torre tomó decisiones polémicas en el grupo que concentró para enfrentar al Veracruz. El técnico de Chivas decidió no convocar a Fernando Arce ni a Erick el “Cubo” Torres, y quienes ni siquiera tuvieron actividad con la categoría Sub-20.
El domingo por la tarde en la cancha del estadio Omnilife, el once que recibió a los Tiburones posiblemente no hubiera sido distinto con la presencia de ambos jugadores para marcar la diferencia en un equipo que otra vez vuelve a mostrarse con dudas y miedos, los mismos factores que han rodeado al equipo desde temporadas atrás y que los tienen en serios problemas de descenso.
Sin embargo, también hubo instantes en el segundo tiempo en el que Chivas fue capaz de equilibrar las acciones ante los Tiburones que en la primera parte lo superó y lo exhibió de manera alarmante.
Al minuto 1, 2 y 8, Julio Furch puso nervioso a Michel con dos arribos peligrosos.
Raúl López por la derecha era una calamidad en sus asistencias al área que no inquietaban ni a la defensa ni mucho menos al portero Edgar Hernández. La zona izquierda tampoco era una opción viable a explotar con un Carlos Salcido desgastado por el tiempo y su agotamiento se notaba en sus servicios, lo mismo que en su ida y vuelta.
En media cancha, Marco Fabián, quien regresó luego de tres semanas inactivo, tampoco fue capaz de poner su talento al servicio de su equipo, e Isaac Brizuela, quien hasta el minuto 27 logró hacer una jugada basada en su gambeta para dejar a Bravo con la posibilidad de anotar, pero su tiro fue desviado por López.
Para la segunda parte, José Manuel de la Torre decidió darle una oportunidad al mismo cuadro durante unos minutos, pero al darse cuenta que no había cambio, sacó del campo al capitán Omar Bravo para que entrara Aldo de Nigris.
Para aumentar la polémica del arbitraje, le anularon un gol a Giovani Hernández por un supuesto empujón sobre su marcador.
Aldo tuvo pocas oportunidades, pero el equipo se revolucionó al frente, Brizuela se animó, lo mismo que López, Toledo también, y aprovechó que Veracruz renunció al ataque, Carlos Reinoso firmó el empate, y replegó sus líneas cediendo toda la iniciativa a su adversario que estaba volcado.
En la recta final, David Ramírez quien recién había ingresado, estuvo cerca de convertirse en el héroe pero el portero Hernández salvó de manera insólita con una extraordinaria atajada.