¿LA MORAL ES UN ARBOL QUE DA MORAS?
Lo anterior viene a cuento por que desde hace unos días, se ha desatado todo un escándalo con relación a la expedición y obtención de grados académicos del Centro de Investigación y Desarrollo del Estado de Michoacán (CIDEM). Resulta que a la llegada de GUILLERMO VARGAS URIBE a la dirección del CIDEM, éste nombró a FEDERICO HERNÁNDEZ SANTOYO como su “Sub Director Académico” y es el caso que durante los primeros 2 años de esa administración, las cosas se desarrollaron bien, hasta se continuo con el prestigio que día a día iba ganado el Centro, sin embargo, la ambición le llegó a FEDERICO GONZALEZ SANTOYO y se dio cuenta que nadie auditaba en lo económico ni en lo académico al CIDEM, de manera que ideó vender los grados académicos a funcionarios públicos del estado y de la federación. Fue así, que más de mil profesionistas lograron los grados de “maestros” y “doctores”, mismo que de manera “legal” obtuvieron sus títulos y por supuesto su cédula profesional. A algunos, dichos títulos, les significó asensos en sus empleos, a otros, les significó importantes incrementos en sus percepciones económicas, particularmente a los que son profesores en la Universidad Michoacana, sin embargo, llama la atención un grupo de estos “graduados” porque su actividad profesional en el servicio público va acompañado de una gran dosis de moral, honorabilidad y buenas costumbres, me refiero a personajes que prestan sus servicios en el Poder Judicial del estado y Federación. ¿Con qué calidad moral y profesional, GERARDO GALINZOGA ESPARZA, VICTORINO ROJAS RIVERA (mejor conocido en el medio judicial como “El Magistrado Vivorino”), OSCAR NARANJO AHUMADA Y JAIME URIEL TORRES HERNÁNDEZ, Magistrados del Poder Judicial Federal, pueden juzgar a personas, sí son partícipes de un fraude académico como el que se ha dado en el CIDEM? Y de igual manera el caso del Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, RAFAEL ORTÍZ GOVEA, quien sin más, ha obtenido, al parecer, un grado académico de manera fraudulenta. Un gran golpe de timón deberá hacer el CIDEM para tratar de recuperar el prestigio ganado hasta antes de FEDERICO GONZALEZ SANTOYO y al parecer ya se está dando lo necesario al efecto, pues se ha promovido sendos juicios de lesividad ante tribunales de los administrativo contencioso, a fin de demostrar que la manera en que los “graduados” obtuvieron maestrías y doctorados, no fue legal y que procede la anulación de tales grados y por lo tanto, de la cedulas profesionales expedidas. ¿Pero y en el caso de los juzgadores, seguirán tan campantes juzgando a los demás con esa moral que ejercen? Pero por otro lado, se quedará en la impunidad el fraudulento FEDERICO GONZALEZ SANTOYO? ¿ no habrá alguna autoridad que lo persiga y lo meta al bote?