Cuatro eclipses y siete lluvias de meteoros son las previsiones astronómicas para este 2015. Así pues, aliste los ojos, los abrigos, los binoculares y los telescopios (si tiene), para que disfrute del cielo nocturno durante este año.
Para inaugurar el calendario astronómico, el 4 de enero ocurrirá el perihelio. Este fenómeno se produce cuando la distancia entre la Tierra y el Sol es la mínima, explica la agencia espacial NASA en su sitio.
Además, del 3 al 4 de enero se producirá la primera lluvia de meteoros. Se llaman las cuadrántidas y radian de la constelación del Boyero o Boötes.
El clímax de esa lluvia llegará con una Luna llena muy iluminada, por lo que el fenómeno será difícil de observar.
El 20 de ese marzo será el equinoccio de primavera en el hemisferio norte. Eso significa que el día y la noche tendrán la misma duración (equinoccio proviene del latín aequinoctium , “igual noche”).
Júpiter a la vista
Según dijo Víctor Fung, miembro de la Asociación Costarricense de Aficionados a la Astronomía (Acodea), en nuestros meses secos podremos observar a Júpiter.
En enero, el planeta gigante estará hacia el horizonte este al anochecer, y, con el correr de las semanas, irá ganando altura, lo que hará más fácil observarlo.
“Para los que tienen telescopio, el 24 de enero se verá algo especial: la presencia de dos lunas y tres sombras sobre la superficie de Júpiter”, indica Fung.
Más tarde, el 22 de febrero, se dará una conjunción de Venus con Marte a tan solo medio grado de separación.
“Se podrán observar a simple vista sobre el horizonte oeste al anochecer. Venus será el más brillante, y Marte, el de color rojizo. Con un telescopio, se podrían percibir los dos planetas en el mismo campo de visión, y comparar sus tamaños relativos”, dijo.
El 4 de marzo se dará una conjunción sumamente cerrada entre Venus y Urano. A simple vista, podrían confundirse como un solo objeto, pero en realidad estarán separados a una quinta parte del tamaño de la Luna llena, lo cual podrá comprobarse con binoculares.
El 20 de marzo también habrá un eclipse total de sol que solo será visible en Europa, Asia y el norte de África.
Luego, el 4 de abril será el eclipse total de Luna. Un eclipse de Luna ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, lo cual hace que esta última entre en el cono de sombra de la Tierra y que se oscurezca.
La mayor visibilidad ocurrirá sobre el océano Pacífico. La Luna eclipsada se verá justo encima del horizonte oeste, entre las 4:30 a. m. y el amanecer, a las 5:30 a.m.
En abril, el 22, también se verá el punto máximo de la lluvia de estrellas llamadas líridas ya que parecen provenir de la constelación de Lira-.
Su visibilidad será mejor que las cuadrántidas, “al coincidir con un cachito de Luna creciente que se pone temprano”, explica Villalobos.
Del 5 al 6 de mayo, podrá verse el punto máximo de la lluvia de los meteoros acuáridas.
El solsticio de verano del hemisferio norte ocurrirá el 21 de junio. Después, el 6 de julio, se producirá el llamado afelio: el instante del año en el que el Sol está más alejado de la Tierra.
Más tarde, entre el 28 y 29 de ese mes será el clímax de otra lluvia de estrellas, llamadas delta acuáridas del sur. Por su cercanía con la Luna llena, podrían ser afectadas por la contaminación de la luz.
Del 12 al 13 de agosto, la lluvia de estrellas perseidas -o lágrimas de San Lorenzo- será la protagonista, con el paso de unas 60 por cada hora.
El 13 de setiembre ocurrirá el un eclipse parcial de Sol que se podrá observar únicamente en el sur de África, Europa y el norte de África.
El 23 de setiembre se producirá el segundo equinoccio del año. Esta vez, el de otoño, en el hemisferio norte.
El 28 de setiembre, habrá otro eclipse total de Luna sobre el Atlántico.
Del 22 al 23 de octubre se producirá el clímax de la lluvia de las oriónidas (restos del paso del cometa Halley por la Tierra), con hasta 20 meteoros por hora.
Del 17 al 18 noviembre, la lluvia de los meteoros leónidas, con 40 destellos por hora, comenzará a despedir el año. Estos parecen salir de la constelación de Leo.
Del 13 al 14 de diciembre será el punto máximo de la lluvia de meteoros gemínidas, que se ha intensificado mucho en los últimos años y podrá ser la mayor lluvia del año, con más de 60 destellos por hora.
El año 2015 casi concluirá con el solsticio de invierno en el hemisferio norte. Este se producirá el 21 de diciembre.