Un equipo de investigadores cree haber descubierto cómo comenzó la epidemia de ébola en el occidente de África: con un niño que jugaba en un árbol hueco donde vivían murciélagos infectados.

Los científicos exploraron una zona del sureste de Guinea donde Emile Ouamouno, de 2 años, enfermó hace un año y murió. Las autoridades sanitarias creen que fue el primer caso de la epidemia, la cual no fue reconocida como tal sino hasta la primavera boreal.

El virus del ébola no fue hallado en los murciélagos a los que se aplicaron pruebas de detección, reportaron los investigadores el martes. Pero conjeturaron que el niño lo contrajo de los murciélagos que habían vivido en el árbol.

La actual epidemia de ébola es la peor en la historia del mundo, y se le culpa por la muerte de casi 8 mil personas en diversos países de África este año.

Quizá nunca se logre determinar el origen preciso de la epidemia, pero se presume que algún animal transmitió el virus a los seres humanos. Muchos expertos han sospechado que fue alguna especie de murciélago de la fruta, pero otros examinan la posibilidad de que haya sido otro animal, como un chimpancé o un antílope, que tal vez fue infectado por murciélagos y después comido por personas.

Los investigadores no detectaron señales de que el ébola hubiera infectado a animales más grandes cerca del pequeño poblado de Meliandou, donde vivía el pequeño. Tampoco hallaron evidencia del virus en las pruebas realizadas a 169 murciélagos.

Luego se enteraron que una numerosa colonia de murciélagos de cola larga vivían en un árbol hueco cerca de la casa del pequeño. Los pobladores dijeron a los investigadores que el árbol se incendió en marzo, lo que hizo que “una lluvia de murciélagos” saliera de él.

El estudio, dirigido por investigadores del Instituto Robert Koch en Berlín, fue publicado el martes en la revista EMBO Molecular Medicine. Dijeron que se debe investigar más sobre los murciélagos como posibles portadores del ébola.