De nada sirvió la estrategia del presidente deportivo Néstor de la Torre, en la que ofreció ganar y de no hacerlo los asistentes de esta tarde al Omnilife, entrarían gratis al partido de la fecha 16 contra Tigres.
Pero ni tal ofrecimiento fue la solución para comprometer más al equipo para intentar ganar hoy a Xolos de Tijuana. Alcanzó para un empate sacado desde el orgullo, y un Jair Pereira que fue a buscar el balón para el 3-3 dramático que maquilla la crisis rojiblanca. Sin embargo, al final del primer tiempo todo indicaba una historia distinta para el Rebaño, y que habría un final feliz.
Chivas parecía reencontrarse con la victoria. Y lo mejor, Omar Bravo, el delantero histórico del Rebaño, conseguía dos goles que en principio parecían valiosos para su equipo y para él.
Omar Bravo anotó un par de goles
El mochiteco había logrado primero el gol del empate y poco después remontar cuando no se vislumbraba que podía lograrse.
El Guadalajara perdía 0-1 desde el minuto 23 en una jugada que se generó en un error del portero Antonio Rodríguez en su salida al entregar a Jair Pereira, y quien tampoco supo resolver cuando Juan Arango recuperó y le filtró a Alfredo Moreno para poner en ventaja a Xolos.
Pocos argumentos se le percibían al Rebaño de José Manuel de la Torre que equivocaba sus entregas en corto, en sus servicios al área en los que Fierro ni Giovani Hernández se conectaban para alimentar a un ansioso y desesperado Omar Bravo.
A base de empuje, coraje y rabia, y pelotazos, Chivas logró arribar al área. Al 35, Giovani Hernández compuso con un buen centro una mala asistencia de Fierro, centró, y Bravo, quien parecía en fuera de juego obtuvo la complacencia de la defensa de Tijuana para simplemente empujar de cabeza e igualar.
La situación para Chivas se pondría mejor que nunca en todo el torneo. Otra vez, en una jugada fortuita que nació de una palomita defectuosa de Pereira, para que el balón llegara a los pies de Bravo, quien solo tuvo que empujar para el 2-1 al 44.
Con la ventaja y un escenario en apariencia inmejorable, Chivas tenía 45 minutos más para mantenerse o aumentar el marcador.
Pero las deficiencias que tanto lo han afectado a través del torneo aparecieron con mayor fuerza. Mala marca, salidas imprecisas que no se suplen con el puro esfuerzo.
Así, al 54, Benedetto aprovechó errores en la defensa para que Moreno anotara el empate, y nueve minutos después, el propio Benedetto remató de cabeza para el 2-3 doloroso.
Pasarían minutos dramáticos con un Chivas sin pies ni cabeza, pero que logró recomponer Pereira con el empate.