Confieso que me ha dejado de extrañar, me refiero al hecho de que México  no logre destacar como debiera en el podio del turismo mundial. En los últimos años, como analista, he  visto reiteradamente cómo otros países nos rebasan, por la izquierda y  por la derecha, dejando al país azteca  en el relego segundón o más bien casi en el carril más lento.

¿Qué es lo que le pasa a México? O más bien ¿Qué es lo que le falta a México para ser más preferido que España, Estados Unidos, China, Turquía o Tailandia?

Si yo fuera secretaria de Turismo, sería la primera pregunta qué me haría, ¿por qué un turista  decide pasar sus vacaciones en las playas de Tailandia en vez de las playas del Caribe mexicano? ¿Qué encuentra allí que nosotros no le ofrecemos?

También me cuestionaría, ¿cómo es que el turista que viaja de otras partes del mundo hacia Estados Unidos, para recrearse en Nueva York, Washington, Los Ángeles, San Francisco, Orlando-Miami, no elige como primera opción visitar ciudad de México, Guadalajara, Querétaro, Morelia, Zacatecas o Mérida?

México tiene ventajas naturales, orográficas, climáticas, de biodiversidad, fauna, flora y una herencia cultural impresionante, no entiendo la razón de no explotar a cabalidad dichas cualidades y características a fin de evitar la fatalidad, lo mismo de siempre: terminar perdiendo en el renglón de las ventajas comparativas y competitivas  respecto de otros destinos.
A COLACIÓN

Leo el Barómetro de Turismo, de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y nuevamente México brilla por su ausencia entre los diez países que recibieron más visitantes en 2013.

Es más, España, logró nuevamente desbancar a China, al cuarto sitio, luego de reposicionarse el país ibérico en el tercero.

Según las estadísticas de la OMT,  los diez países con  mayor cantidad de turistas en 2012 fueron: 1) Francia con 83.1 millones de personas. 2) Estados Unidos con 66.7 millones de visitantes. 3) China con 57.7 millones. 4) España con 57.4 millones. 5) Italia con 46.4 millones de viajeros. 6) Turquía, con 35.7 millones. 7) Alemania con 30.4 millones de turistas internacionales. 8) Reino Unido con 29.3 millones. 9) Rusia con 25.7 millones. 10) Tailandia con 22.4 millones de viajeros.  En ese año México se ubicó en el lugar decimoquinto, con 23.4 millones de visitantes.

En 2013, los diez preferidos fueron: 1) Francia con 84.7 millones de turistas internacionales. 2) Estados Unidos con 69.8 millones. 3) España con 60.7 millones de visitantes. 4) China con 55.7 millones. 5) Italia con 47.7 millones de visitantes. 6) Turquía con 37.8 millones de viajeros. 7) Alemania con 31.5 millones. 8) Reino Unido con 31.2 millones. 9) Rusia con 28.4 millones de turistas. 10) Tailandia con 26.5 millones de viajeros. En dicho año, 2013, México recibió 24.2 millones de turistas e igualmente figuró en  el decimoquinto sitio.

El país azteca sigue estando a años luz de Francia o España, dos economías líderes en la llamada industria sin chimeneas. Durante décadas hemos atestiguado con envidia cómo  ambos países reciben un alivio en su balanza de pagos derivado de la cantidad de ingresos en divisas que se captan debido al turismo.

España, con la crisis económica padecida a raíz del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la situación en materia de desempleo podría ser todavía más dramática; empero, no agudiza, debido a que el sector servicios ligado en buena medida al turismo sigue recibiendo cada día más visitantes.

De hecho, pasado el verano las cifras en España superan los más de 45.4 millones de turistas, entre enero y agosto, del año en curso.

Y cada día además hay nuevas modalidades y facilidades para viajar ya sea a Francia o España, no se trata únicamente de la cantidad de líneas áreas, las de toda la vida; también están las de low cost, que han sumado sus rutas a dichos países europeos.

Es muy fácil desplazarse al interior de estos países vertebrados por trenes de alta velocidad, carreteras bien trazadas y cuidadas; además de la amplia oferta en todo tipo de alojamientos. La hostelería es una tradición bien cuidada.

Y hágase lo que se haga y dígase lo que se diga. No hay mejores promotores de sus países que los propios franceses y españoles. Quizá de entrada trátese de una enorme diferencia con los mexicanos que siempre vamos señalando por delante lo malo sobre de lo  bueno.

Lo que sí es innegable,  es la amplitud de oferta de ocio y actividades que se encuentran en Francia o España, desde turismo rural en la vendimia; hospedarse en cotos de caza;  hacer una ruta enológica o simplemente dedicarse a la recolección de setas. No hay forma de aburrirse, ni de encontrar impedimento alguno para hacerlo. Algo tiene que replantearse profundamente en la forma cómo México hace turismo y se vende al extranjero.