Una dramática carrera, con estremecedoras imágenes protagonizadas por Olivito, un miura de casi 600 kilos, y tres corredores corneados, ha cerrado los encierros de los sanfermines, unas fiestas que apuran sus últimas horas y que esta noche se despiden con el tradicional Pobre de mí.

La ganadería de Miura, el hierro que en más ocasiones ha participado en la feria del toro de Pamplona, ha comenzado la carrera haciendo honor a su fama de noble y a gran velocidad, con los toros hermanados y sin arremeter contra los corredores.

Esta dinámica se ha roto al llegar a la curva de Estafeta, donde Olivito, tras resbalar y caer, se ha quedado descolgado de sus hermanos dando lugar a las escenas más aterradoras de los sanfermines de este año.

Casi tres minutos más que el resto ha invertido en la carrera, en la que los momentos de tensión y peligro se han repetido a lo largo de la calle Estafeta y el tramo de Telefónica. Esto ha hecho que el encierro se haya prolongado hasta los 4 minutos y 50 segundos.

Mientras el resto de la manada ha seguido su camino a gran velocidad, con cuatro toros en cabeza y un quinto arropado por los cabestros, el sexto se ha despistado, ha vuelto sobre sus pasos y ha arremetido contra los corredores.

Uno de ellos ha sido volteado y corneado al inicio de la calle y perseguido por el astado hasta Mercaderes, donde ha vuelto a ser embestido junto al vallado.

Metros después, de nuevo en la Estafeta, el toro ha corneado a un joven que se encontraba encaramado a una ventana y que desde allí ha tratado desesperadamente de zafarse del animal.

Los heridos son un australiano de 26 años, identificado como J.B., que presenta tres heridas de asta en hemitórax derecho, abdomen y muslo izquierdo, y E.G.E., un joven de 21 años de Burlada (Navarra), que ha sido ingresado en el Complejo Hospitalario A con tres heridas de asta en el muslo derecho, muslo izquierdo y perineo. Ambos han sido operados y su pronóstico es grave.

Un tercer corredor, que ya ha recibido el alta, ha sido trasladado al hospital con un puntazo. Se trata de J.M., un australiano de 24 años, que en un primer momento no se ha dado cuenta de la importancia de la herida que sufría y que ha tardado casi una hora en acudir a los servicios médicos.

Los toros serán lidiados por la tarde en el coso pamplonés por Javier Castaño, Luis Bolívar y Esaú Fernández.

Tras el encierro, ha comenzado el desmontaje del vallado, la primera señal de que los sanfermines llegan a su fin, aunque los pamploneses y visitantes, muchos de ellos franceses debido a que hoy es festivo en su país, se resisten a que las fiestas acaben y apuran al máximo estas últimas horas.

En esta jornada de despedidas ha habido también tiempo para los homenajes y reconocimientos, como el que han recibido momentos antes del encierro los voluntarios que forman parte del dispositivo de Cruz Roja. Para todos ellos estos sanfermines han sido muy especiales, especialmente para el presidente del comité de Pamplona, Mikel Martínez, que fue el encargado de lanzar el chupinazo.

El acto religioso de la Octava de San Fermín y la despedida de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos son los actos centrales de un día en el que el broche final lo pondrá el Pobre de mí.

A las doce de la noche pamploneses y visitantes despedirán los sanfermines entre la tristeza, porque “se han acabado las fiestas”, y la alegría, porque “ya falta menos” para la cita del 2015.

Las bajas temperaturas y la lluvia que han acompañado prácticamente hasta el final no han empañado el buen ambiente de unos sanfermines con menor afluencia que en ediciones anteriores y calificados como “muy positivos” por el alcalde de Pamplona, Enrique Maya.

Entre las incidencias cabe destacar las heridas de gravedad que sufrió un joven estadounidense al saltar desde lo alto de la fuente de Navarrería, y la agresión por parte de un estadounidense, que está detenido, a un pamplonés, que se encuentra en estado crítico.