No hubo decoro y Brasil se despidió de su Mundial con otra derrota. La ‘Verdeamarela’ se desintegró en menos de 14 minutos y no pudo darle una alegría a su afición, la cual llenó el Estadio Nacional de Brasilia pese a la goleada que le propinó la Selección de Alemania y que lo dejó fuera de la Copa del Mundo.

Ahora fue Holanda en el partido por el tercer lugar. La “Naranja Mecánica” aprovechó dos jugadas y dos errores arbitrales, para darle rumbo al partido que ya ganaba 2-0 al minuto 16. Primero con un gol de penalti, en una falta que había sido fuera del área y el segundo en una jugada por la banda derecha precedida de un fuera de lugar.

Arjen Robben, quien ya se ganó la fama de clavadista, cayó dentro del área apenas al minuto 2 tras un jalón de Thiago Silva. Y aunque la falta había sido fuera del área, el árbitro central marcó la pena máxima y Robin van Persie hizo válida la marcación para adelantar a los visitantes al minuto 3.

Las caras largas volvieron a las tribunas, mientras en la cancha el “Scratch du Oro” intentaba reaccionar. Los intentos de Oscar y compañía se quedaron sólo en eso y antes de que los locales sorprendieran, los de Europa consiguieron el segundo tanto en una llegada con complicidad de la defensa.

David Luiz no pudo despejar un centro dentro del área y se lo dejó a Daley Blind, quien tuvo todo el tiempo para bajar el esférico, acomodarse y sacar un disparo de derecha que mandó al fondo de la redes.

Esta vez Holanda se dedicó más a esperar, aguantar y atacar a los brasileños por medio de jugadas rápidas. La ‘Verdeamarela’ paseó el esférico de un lado a otro, buscó meterse por todos lados de la cancha, pero la zaga naranja nunca dejó que jugaran cómodos y de esa manera los minutos se fueron consumiendo, haciendo más grande cada vez la desesperación.

Los abucheos crecían en las gradas mientras se acercaba el final del partido y ya sobre el tiempo de compensación la Selección de Holanda hizo el tercer gol para poner cifras definitivas en el Estadio Nacional.

Daryl Janmaat encontró una avenida por la banda de la derecha y sacó un centro a media altura al cual llegó Georginio Wijnaldum, quien de primera intención prendió la pelota para vencer a Julio César y marcar el tanto que les aseguró ser el tercer mejor equipo del Mundial 2014.

El silbatazo final llegó y los abucheos y reclamos acompañaron a la Selección de Brasil del terreno de juego a su vestidor, dejando sólo a los jugadores holandeses para recibir su reconocimiento de tercer lugar.