Seis minutos le bastaron a Alemania para romper el sueño del hexacampeonato brasileño y asestarle a Brasil un golpe que, como el Maracanazo de 1950, quedará para los libros de historia. Nunca un equipo había marcado 7 goles en unas semifinales de la Copa Mundial de la FIFA™, pero la Mannschaft firmó un partido soñado y destapó las carencias defensivas de una frágil Seleçao para reservar su plaza en la gran final de Brasil 2014. El encuentro se celebró el 8 de julio en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte

Los alemanes comenzaron apabullando desde el inicio a un equipo brasileño que salió con la intención de llevar la iniciativa, pero se vio condenado por sus desajustes defensivos. En el primer córner del que dispusieron los germanos, el balón le llegó a Thomas Mueller que, solo en el segundo palo, remató a placer (0-1, 11’), y cuando aún intentaba reaccionar Brasil, apareció Miroslav Klose para destronar a Ronaldo como máximo goleador de la historia de los Mundiales, con 16 dianas (0-2, 23’).

Alemania pasó ‘el rodillo’
Ese segundo tanto cayó como una losa sobre la Seleçao, que se diluyó como un azucarillo. Y con los brasileños en estado de shock, Alemania apretó el acelerador. En 180 segundos cayeron otros dos goles, ambos con la firma de Toni Kroos (0-3, 25’ y 0-4, 26’). Jugaba la Mannschaft a placer, con la precisión de un cirujano, con velocidad y continuas combinaciones que dejaban al descubierto el caos defensivo de Brasil. No se había cumplido la media hora de juego cuando llegó el quinto de la tarde, obra de Sami Khedira (0-5, 29’). Con los deberes ya hechos, Alemania bajó el ritmo.

Ya en la reanudación, Brasil tiró de orgullo para intentar recortar distancias, pero entonces apareció Manuel Neuer. El arquero frustró a Ramires y Paulinho, y con el paso de los minutos el equipo de Luiz Felipe Scolari fue bajando los brazos. El mediocampo alemán, aunque  a menos revoluciones que en la primera mitad, seguía siendo dueño y señor del balón, y el recién ingresado Andre Schuerrle terminó de apuntillar a Brasil con un doblete (0-6, 69’ y 0-7, 79’). En los instantes finales Oscar hizo el gol del honor (1-7, 90’), pero de poco servía ya.

Brasil no caía en casa en un partido no amistoso, desde la Copa América de1975, ante Perú, y entonces, como hoy, Belo Horizonte fue el escenario de la derrota.

Tras su exhibición de fútbol, Alemania jugará la final en el Maracaná el próximo 13 de julio ante el vencedor del Países Bajos-Argentina.