Brasil lo hizo. Con argumentos que fueron desnudados por unos chilenos aguerridos pero que les faltó decisión y potencial para finiquitar el partido, el equipo de Luiz Felipe Scolari se metió a Cuartos de Final y salvó del desastre el Mundial que ha organizado al vencer 3-2 en penales después del empate 1-1 en 90 minutos.

Julio Cesar ya había salvado a Brasil de la catástrofe en los primeros 90 minutos, pero después se hizo un monumento él mismo al atajar dos de los tiros andinos en la tanda de penales. El primero de ellos a Pinilla que en el minuto 119 cimbró el travesaño y todo el Estadio brasileño, pero que después desde los 11 pasos no pudo encaminar la tanda.

Alexis Sánchez también falló, pero Willian y Hulk se encargaron de mantener la tensión hasta que el quinto penal lo metió Neymar y Gonzalo Jara no pudo con la presión del último tiro al mandarlo al poste y finiquitar la eliminatoria.

Todo la intensidad que Brasil no había mostrado en los primero partidos del grupo saltaron a la cancha del Mineirao desde el primer minuto. El juego era ríspido hasta que llegó un disparo de Marcelo que apenas pasó abierto de la portería chilena. Chile intentó responder con Alexis, pero entonces el Mineirao explotó.

Brasil fue más peligroso con la pelota parada que rodando. Neymar cobró un tiro de esquina por izquierda, Thiago Silva peinó y a segundo poste apareció Jara que en su intento por tapar a David Luiz mandó el balón a su propia portería. El Mineirao explotó y FIFA le dio el gol al brasileño de forma errónea.

Neymar se convirtió en protagonista cuando debió ser amonestado por una falta que lo hubiera dejado fuera de unos hipotéticos Cuartos de Final y después con un trazo largo cortesía de Silva que bajó bien, condujo mejor y después definió de lágrima.

Entonces llegó el error garrafal de Hulk. Marcelo le entregó la pelota en un saque de banda y el del Zenit tocó de forma displicente para que Aranguiz robara, cediera a Alexis Sánchez que sólo tuvo que hacer un movimiento para terminar de descomponer a la defensa local y luego disparar raso para vencer a Julio Cesar. El Mineirao cayó unos segundos.

Brasil respondió de inmediato con un cabezazo de Neymar que pegó en la espalda de Silva y por ello se fue apenas desviado, mientras que Bravo realizó un gran lance para tapar un disparo de Daniel Alves. Brasil era mejor, pero pasaba el tiempo y con el gol recibido ese crédito parecía escaso.

Al segundo tiempo no le faltó polémica y tampoco desgaste chileno. Hulk de nueva cuenta polemizó el partido aunque ahora por bajar un balón con la mano y después vencer a Bravo. El árbitro inglés Howard Webb se atrevió a silenciar un estadio por segunda vez al anular el gol ante los reclamos de toda una nación.

El tiempo pasaba, Chile crecía y la tensión comenzaba a subir de volumen. Llegó entonces una clara oportunidad para Aranguiz, que no supo resolver de buena forma una diagonal de Sánchez, aunque la atajada de Julio Cesar fue del tamaño que representa mantener a Brasil en su Copa del Mundo y se agrandó aún más en los penales.

Bravo no se quedó atrás y después del atajadón que le había realizado a Alves, hizo uno aún mejor a Hulk para evitar la caída de su marco en el segundo tiempo.

Chile parecía tener más resto físico para acabar el partido en 90 minutos pero prefirió apostar al alargue, mientras las ideas brasileñas no cuajaban y menos con la responsabilidad de lanzarse al ataque.

Tal era el desgaste físico que al propio Howard Webb ya le pesaba el partido; mientras que el estoicismo y la lucha chilena veía como su “guerrero” Gary Medel tenía que salir porque la pierna derecha simplemente ya no le respondía a una mentalidad que puso a Brasil en jaque.