La llave para abrir el candado italiano fue Diego Godín. Fueron 80 minutos los que uruguayos e italianos se dedicaron a marcar su territorio más que a jugar futbol hasta que una pelota parada rompió el esquema y le dio el necesario 0-1 a Uruguay para meterse a los Octavos de Final de Brasil 2014.
Después de una nueva mordida que ahora Luis Suárez aplicó sobre Chiellini y que no vio el silbante Marco Rodríguez, vino un tiro de esquina en el que Diego Godín se levantó sin marca para rematar con algún músculo entre el hombro izquierdo y la espalda y así superar a Buffon.
Entre los 27 grados de temperatura que se sintieron y saberse en Octavos de Final con el empate, Italia adoptó una postura fiel a su historia. Esperó a un Uruguay que tampoco arriesgó de más y mantuvo la idea puesta en tener una opción que con Luis Suárez y Edinson Cavani tendría un alto porcentaje de convertirse en gol.
Como lo hizo el pasado jueves ante Gerard, ahora Cavani se encargó de incomodar como una calcomanía a Andrea Pirlo que se vio presionado para recibir de sus defensas e iniciar los ataques y después no tenía la claridad para lanzar sus acostumbrados y precisos trazos.
Más que pensar en ofender, ambos seleccionados tenían la mente puesta en anularse.
Un disparo de Marchisio que Muslera atacó mal y por poco se mete en su propio arco fue la más cercana que tuvo Italia, mientras que Uruguay armó una buena triangulación entre Suárez y Lodeiro con disparo de ambos que Buffon rechazó para salvar su marco en la parte inicial.
Con una amonestación por una fuerte falta sobre Pereira, un desaparecido Balotelli fue sustituido al medio tiempo, pero la escuadra azurra siguió sin encontrar la brújula al ataque.
Uruguay tuvo la primera clara, pero no con los hombres indicados, pues “Cebolla” Rodríguez se puso frente a Buffon, pero mandó su tiro muy abierto.
Entonces llegaron un par de minutos de claridad para Uruguay. Primero Marchisio se equivocó y le puso una plancha a Egidio Arévalo para ganarse la expulsión e instantes después Suárez se postró frente a Buffon, pero con grandes reflejos, el portero italiano salvó su marco. Italia salvaba el vendaval celeste y tenía que apelar a su historia para salir del embrollo.
Óscar Tabárez mandó la artillería. Stuani y Gastón Ramírez fueron las llaves con las que el estratega charrúa optó para abrir el candado pero la llave tenía puesto el gafete y la garra del capitán.
Uruguay superó un escándalo al inicio, al caer ante Costa Rica y luego mostró su grandeza histórica y la calidad de su actual generación para echar a Inglaterra e Italia, y comenzar a percibir el aroma a café como su próximo rival.