Un iPhone modificado con un sensor y conectado a una aguja insertada bajo la piel del paciente resultó eficaz para mantener los niveles de azúcar en personas con diabetes tipo 1, según afirma un estudio del Hospital de Massachusetts, en Estados Unidos.

A diferencia de las bombas que se utilizan normalmente, el aparato dispensa insulina y glucagón (hormona que eleva el nivel de glucosa) casi sin intervención del paciente, lo que les permite mantener el nivel correcto de azúcar en la sangre y además evitar variaciones peligrosas del valor.