Y el carnaval de la tribuna se extendió hasta la cancha. Los 16 años que Colombia tardó en regresar a un Mundial parecen haber acumulado todas las ganas entre la afición y un equipo que desde el primer minuto salió a comerse la cancha y que terminó por aplastar 3-0 a una Grecia que sus apariciones mundialistas han provocado más decepciones que alegrías.
Tantas fueron las ganas y el hambre mostradas que seis minutos fueron suficientes para que el Mineirao se convirtiera en el Metropolitano de Barranquilla con los miles de cafeteros que lo colmaron y para que Colombia recordara lo que es marcar y ganar en un Mundial.
Juan Guillermo Cuadrado tomó la pelota por derecha, recortó a Cholevas y metió una diagonal retrasada que la finta de James hizo peligrosa para le llegada de Armero, quien disparó raso y encontró la pierna de un zaguero que desvió y mandó la pelota al fondo.
Las 50 mil gargantas colombianas que habían esperado tanto y tanto tiempo estallaron.
Grecia no llegaba al partido. El equipo de Fernando Santos se dio cuenta de que estaba en el Mundial con el grito del tanto cafetero y ahí comenzó a buscar la pelota.
Poco a poco el cuadro europeo se hizo del balón, aunque más por el deseo colombiano de contragolpear que por un verdadero argumento de medio campo. Torosidis tuvo un solitario remate de cabeza, pero fue Kone quien con un tiro fuera del área provocó un espectacular lance del arquero Ospina para evitar el empate en la más clara de los helénicos.
La tónica del primer tiempo se repitió en el complemento. Un intento de madruguete colombiano terminó en el tiro de esquina que Aguilar desvió a primer poste para la llegada plena de Teófilo Gutiérrez. El marcador estaba sentenciado.
Grecia buscó reaccionar y dos minutos más tarde reventó el travesaño con un cabezazo de Gekas que llegó sólo, pero falló de forma increíble, además de un disparo de Samaras que rozó el poste derecho.
Pekerman ajustó, apostó por defenderse en los últimos 15 minutos y Grecia, carente de ideas no opuso mayor resistencia hasta que James Rodríguez se aprovechó de la desfondada defensa para poner el tercer tanto para un regreso colombiano con “rumba” a un Mundial.